—¿A dónde vas?— Ellaí lo interceptó— planeaba hacer algo de cenar.

Ya habían regresado a casa del alfa, cercanos al resto del clan y aunque a Jungkook le encantaría quedarse en ese ambiente de luna de miel, tenía que comenzar a encargarse de los asuntos de su clan. Acunó el rostro de su omega entre sus manos y le dió un beso sonoro.

—Iré con Hoseok y Namjoon a ver qué sucede, prometo no tardar mucho y Jihyo vendrá con Debby, la esposa de Hoseok. Te harán compañía mientras nosotros regresamos.

—Oh... no conozco a la esposa de Hoseok.

—Es una locura esa mujer, pero es amable, carismática y dulce, así que estarás en buenas manos.— Ellaí asintió, aún dudosa, no era muy buena conociendo a personas y eso se notaba, Jungkook la abrazó— Llámame si necesitas algo.

Respiró todo el aroma de Ellaí combinado con el suyo e inevitablemente sonrió contento, antes veía tan lejana la posibilidad de encontrar a su otra mitad y ahora que la tenía en sus brazos no podía evitar ser un alfa meloso, cursi y tonto.

Ellaí buscó sus labios para besarlo nuevamente como despedida, desde el primer momento en el que se colocaron las manos encima del otro, eran muy fogosos y todo el tiempo buscando mantenerse cerca, como una pareja de adolescentes, no dejaban de besarse y toquetearse en cada oportunidad que tuviesen.

—No tardes mucho— le pidió una vez se separaron— prepararé algo que te guste, dime qué quieres.

—Mm, a ti esperándome en cama para ir a dormir— Ellaí lo pellizcó— me gusta el flan de chocolate.

Sus ojos se pasearon a lo largo de los intrusos a través del vidrio, Namjoon le explicó que todos eran caso perdido, ninguno aceptaría estar de su lado pues la lealtad de ellos estaba con Minho y eso no cambiaría. Jungkook suspiró, pensando en que aquél pensamiento era una tontería, estaba siendo amable en darles una oportunidad y ellos preferían elegir al delincuente trastornado que les trataba como la absoluta mierda.

Sonrió.

—Tendrán que morir, en ese caso— se encogió de hombros, Hoseok asintió y Namjoon arqueó una de sus cejas— ¿Qué?

—Eso fue macabro, el culo me tembló un poco.

—Mi piedad tiene límite. Pero pensaba en preguntarte qué pensabas acerca de liberar a uno.

—¿Y eso para qué?

—Para que avise a Minho que ya no puede hacer nada a Ellaí. Ya la marqué.

Hoseok y Namjoon abrieron sus ojos a tope, sí sabían que habían pasado la etapa de celo de Ellaí juntos, pero no pensaron que Jeon se atrevería a marcarla tan pronto.

—Quieres que enloquezca.

—Lo ví todo, Namjoon, como la miraba, como la tocaba y escuché lo que le decía a una niña— musitó, de nuevo preso de la ira—Ellaí creció escuchando asquerosidades saliendo de la boca de una escoria ¿no te molesta que le haya hecho eso a tu hija? tiene que molestarte.

Namjoon miraba al suelo, asintiendo quedamente.

—Jungkook— llamó Hoseok a su nombre— para él fue difícil, no seas tan duro.

—No estoy diciendo lo contrario, sé que para Namjoon fue complicado y creeme que hizo un trabajo excelente cuidando tanto como pudo de Ellaí y su hermana— consoló, su mano apretó el hombro del alfa más alto ganándose su mirada— lo hiciste muy bien.

—Yo le dije a él que no se atreviera-

—Pero aún así lo hizo, traicionó tu confianza, Namjoon. Él fue quién envió a Songji a una misión de la que sabía ella no regresaría viva y fue él quién hizo a Ellaí una chica insegura sobre los hombres al acosarla.— suspiró— Esto ya no es un asunto de él buscándome a mi para tomar mi puesto y llevarse a Ellaí.

—¿Ah, no?

—No, ahora soy yo quién va a buscarlo. Voy a seguirle la maldita pista, puede correr, pero no esconderse para siempre y lo haré pagar— Namjoon no se sintió intimidado si no hasta que los ojos de Jungkook pasaron a su tonalidad roja, ahí sí sintió un poco de miedo— lo encontraré con tu ayuda o sin ella.

El mayor tomó una respiración honda y le miró atento.

—Ya te dije que no me gusta hablar de lo que le pasó a Songji, así que cállate.— pidió—Y está bien, sabes que si voy a ayudar en lo que sea solo si es para el bienestar de Ellaí, no me importa nada más.

—¿Seguro que no quieres saber nada sobre la muerte de Songji?— preguntó— Porque podemos hacer una llamada a Min Yoongi.

Los ojos de Namjoon brillaron y su mirada rebotó entre Hoseok y Jungkook, el primero habló.

—Él podría venir hasta aquí si se lo pedimos o en el mejor de los casos, podemos ir hasta él— se encogió de hombros— si Min tiene información sobre la muerte de tu hija, te la dará sin ningún problema.