Jungkook apareció de la mano de Ellaí y con Haru casi dormida en su brazo, entró y saludó a Namjoon y Seokjin, viéndose notoriamente más animado y feliz.

—No he sabido nada de Yoongi estos últimos días— dijo— ¿Ha hablado con alguno de ustedes? He estado ocupado con el trabajo y eso. De paso preguntándome quién daño mis puertas de madera reforzada.

—Yoongi debe estar muy ocupado atendiendo a Kaira— sonrió Seokjin— tampoco me ha llamado a joder, así que se lo agradezco a su omega.

Jungkook abrió la boca, sorprendido y burlón.

—¿Kaira? Mm, bueno, algo me decía que era especial. Seguro me odia ahora porque arruiné su soltería. Tenía que suceder en algún momento.

Songji llegó a la reunión lanzandose a Ellaí para besar sus mejillas y luego quedarse embobada viendo a Haru.

—Pero si es una bebé hermosísima y pequeñita y me la como.— puchereo, abrazando con más fuerza a su hermana— Yo sabía que tenías que tener bebés hermosos, la genética. Oh, si preguntan por Mera, se ha ido con la información que le diste sobre el paradero de su omega y su hijo, me ha pedido que te agradezca y que vendrá de visita cuando los encuentre.

Jungkook asintió, realmente aliviado por ese dato. Mera no había tardado tanto en recuperarse y apenas pudo colocarse de pie, se fue. Le entregó su número de contacto en caso de que necesitase cualquier otra cosa, estaba seguro también de que Taehyung igual le daría ayuda.

Haru se removió incómoda, comenzando a llorar porque no encontraba cómo dormir. Jungkook la movió de manera que su cabeza quedó cara a su cuello, allí donde podía apreciar mejor el aroma de su papá.

Songji se levantó y casi hace a Namjoon conocer al diablo cuando cayó sentada en sus piernas, uno de sus codos apuñaló su estómago y le sacó el aire.

—Joder, serás bruta.

—Estás perdiendo resistencia en esos músculos, se te derritió la barra de chocolate que tenías allí.

—¿No me puedes dejar engordar un poco en paz?

—Nada de eso, hay que entrenar otra vez— señaló a Seokjin— tienes que obligarlo a comer más ensaladas.

Él rió, casi ofendido.

—Lo intento, pero no come otra cosa que no sean fideos, helado, descubrió que le encanta la soda y no la dietética.

—Que vergüenza, papá, que vergüenza.

—¿Quién se tomó mis cervezas?— contraatacó—Hasta dónde sé, dejé cuatro latas en el refrigerador, llegaste tú y ya no están.

—Fue Jin.

—Seokjin no consume licor. Al menos no cervezas porque él es más costoso.

—¿Me ofendo o me río?

—Eres el novio de papá, tienes que hacer complot conmigo, no con él.

Se hizo el silencio. Jungkook se rió y Ellaí intentó disipar la cara de tragedia que Seokjin puso.

—Todos lo sabemos, tranquilo.

—Ellaí me lo contó y son muy obvios, no hay problema— Jungkook les guiñó un ojo a ambos— tenemos que dar una vuelta por el clan, ustedes discutan como la familia feliz que son, solo que me robaré a Ellaí.

El alfa tenía que jugar con Haru hasta que ella se agotara porque lastimosamente no tenía a su compañero de juegos cerca, Minseok seguramente también extrañaba a  Haru a la hora de jugar. Tendrían que reunirse pronto.

—Hola, te amo— besó la cien de Ellaí apenas llegó a su lado, estaba terminando de acomodar los platos y todo para dedicarle tiempo a Jungkook quién lo requería— olvidé mencionarlo, pero no te has cortado el cabello desde que me fuí y está larguísimo.

—¿Debería cortarlo? Si soy honesta, lo olvidé, solo lo trenzo y así está todo los días.

—Es sexy.

—¿Cómo es que no me sorprende que digas eso?— rieron, Ellaí de giró a verlo y subió al mesón, sentandose para estar a su altura— No te pregunté que opinabas sobre el nombre que le puse a nuestra bebé, sé que te gustan los nombres originales y esas cosas, así que traté de pensar en uno...

—Lo amo, es precioso. Siento que le va muy bien, hiciste la mejor elección para ella.— besó su mentón— Ellaí, ya no hay pesadillas ¿cierto? no debe haberlas.

—No las hay desde que te tengo conmigo otra vez. 

—Honestamente siento mucha paz, al fin. Ese término parecía muy lejano a su uso.— no quería ponerlos a ambos tristes, así que regresó a su usual comportamiento juguetón y atrevido de siempre— Ven, déjame metértela para celebrar.

—¡Jungkook!