06❝
Ellaí apretaba con toda su fuerza el agarre en manos de Jungkook y es que no podía controlar la molestia que nacía en ella a raíz de las miradas que recibían solo por caminar en la vía pública, como si fuesen algún tipo de celebridad importantísima, solo ahí recordaba que estaba con el líder, el jefe y mandamás de todas aquellas tierras, el cuál según le dejó entendido, jamás habían visto de la mano de alguien. Tragó saliva.
¿Esa sería su vida ahora? ¿Ser la omega de alguien? No sabía si se había desprendido de las garras de un alfa asqueroso para terminar en las de uno peor, no la podían culpar por pensar de esa manera, pues no conocía a Jungkook, lo único que sabía de él era lo mismo que todos los ajenos a su clan. Que era fuerte y por ello causaba miedo, eso era todo.
Ah, también que alborotaba sus hormonas y lograba hacer que su propio cuerpo la traicionase.
—No vayas a mencionar el cómo has llegado aquí— lo escuchó decirle, ambos se detuvieron antes de llegar a un portón gigantesco color gris, Ellaí frunció el entrecejo, sin entender—si te preguntan, dices que has venido a los reclutamientos, te has perdido y nos hemos topado porque alcanzaste a oler mi aroma o algo parecido, inventa algo y luego me lo cuentas.
—¿Por qué?
—Bueno, no quiero que te odien— sonrió, riendo después— creo que no les hará mucha gracia saber cuáles eran tus intenciones al venir aquí, no quiero que hablen mal de ti, me gustaría que tuviesen una buena imagen para que poco a poco te acepten en el clan, que te acepten como mi pareja.
Resopló. Pareja, que ridículo.
—Como sea ¿qué haremos allí?— preguntó, soltando la mano de Jungkook para cruzar los brazos— dijiste que tenías asuntos pendientes.
—Y los tengo, vamos a evaluar a quiénes pretenden unirse al cuerpo de seguridad del clan— retomó el paso, tomándola por la cintura e instándola a caminar a la par suya—con tantos intrusos últimamente, necesito que cada pedazo de tierra esté siendo vigilado.
—¿Es una indirecta?
—Tal vez, si lo sentiste como una... bromeo, cariño, bromeo. Pero en caso de que Minho quiera enviar un ejército esta vez, es mejor estar preparados.
Entraron, Ellaí quiso decirle que tenía que dejarla irse si o si, de lo contrario sería un problema, pues ella sabía que Minho enviaría a alguien a buscarla, conocía su obsesión por ella. Era aterrador.
Sus ojos se ampliaron cuando vio la multitud de personas ejercitando, practicando todo tipo de acrobacias, algunos enfrentándose a otros, suspiró, el combate cuerpo a cuerpo era lo que más odiaba, pero lo que mejor sabía hacer.
Jungkook volvió a tomar su mano y entrelazó sus dedos con los propios apenas llegaron junto a un hombre totalmente desconocido para ella, como todos allí.
—Hoseok— pronunció Jungkook— ¿Estos son los que eligieron?
—No, el grupo final lo elegirás tú. Estos son los decentes.— le dijo, luego posó sus ojos en Ellaí— ¿No presentas?
—Ellaí, Hoseok— dijo— él es mi mejor amigo y colega. Ella es mi omega.
Hoseok extendió su mano con la intención de darle un apretón amistoso a la suya, Ellaí aceptó el gesto y apretó la mano firmemente con algo de fuerza que descolocó al alfa.
—Un gusto.
—Si... el gusto es mío— respondió Hoseok, sacudiendo la mano y mirando mal a Jungkook por reírse— pueden sentarse si quieren.
Ninguno de los dos quiso, así que mientras Jungkook escuchaba sobre el potencial que cada aspirante tenía, Ellaí paseó la vista por todos ellos, todos parecían ser buenos y tener el talento para pertenecer a un equipo de seguridad.
Luego se vio embelesada por el armamento al fondo del lugar, había variedad en ese equipo, vio a Jungkook muy distraído en lo suyo, así que se acercó al sitio que nadie estaba usando porque no parecían tener interés en la puntería, ella, personalmente, consideraba el tiro al blanco un pasatiempo bastante divertido, al menos solo para tontear un rato.
No conocía algunas de las cosas puestas sobre la mesa pues desde pequeña había entrenado con simples cuchillos, pero podía reconocer una navaja más elaborada cuando la veía, dardos, algo en forma de estrella, asintió, eso se veía como algo útil para llevar a la mano, lo más ilógico eran las espadas, nadie podía lanzar espadas, no tenía sentido.
—No creo que las omegas tengan permitido estar cerca de este tipo de cosas— escuchó detrás suyo, se giró, parecía que hablaba con ella— podrías lastimarte, corazón.
Arqueó una de sus cejas a aquella alfa, si había algo que la molestaba en demasía, era el pensamiento colectivo de que todo individuo que no fuese un alfa, automáticamente era débil. No todos los alfas eran fuertes, así mismo, tampoco los betas u omegas eran débiles, todos podían ser lo que se les diera la gana si se lo proponían.
Y en ese momento a Ellaí le dolió el ego, así que muy tranquila, ignorando la presencia de la alfa desconocida, tomó primero la navaja, la lanzó y dio exitosamente en el centro. La persona encargada de quitar el equipo cada vez que era usado, despejó el blanco y Ellaí volvió a lanzar haciendo uso de los dardos y así continuó con cada arma sobre la mesa a excepción de las espadas, obviamente.
Todos los lanzamientos siendo exitosos, volvió a mirar a la alfa, le blanqueó la mirada y regresó con Jungkook quién no se había perdido un solo momento de aquella osadía, Hoseok tampoco.
Mientras el primero sonreía, el segundo tenía su cara de susto y Ellaí maldecía por milésima vez a los alfas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro