Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

21. De noche estrellada y fuegos artificiales

📅 AL DIA SIGUIENTE

Me muerdo el labio inferior y de nuevo vuelvo a suspirar fastidiada. En solo una hora, Jude vendrá a buscarme y aún no sé que ponerme. Me siento en la cama dejando el teléfono justo a mi lado, mientras pulso el botón del manos libres. 

-Eres de poca ayuda, Luara. Se supone que la que entiende de moda, eres tú, y no me dices nada -le echo en cara mientras me dejo caer en la cama con mi paciencia al límite.

-Si viera tu ropa, podría ayudarte más, pero así no me concentro -escucho una risa de fondo entendiendo porqué no me presta tanta atención como esperaba. 

-¿Está Brahim ahí?

-Si... -me admite ella mientras se ríe- espera anda, que me voy a mi cuarto y así hablamos más tranquilas.

Espero a que ella haga lo que me dice, mientras me dejo caer en la cama mirando al techo. Llevo todo el día pensando en que ponerme y nada de lo que tengo me gusta. Es la primera vez que vamos a salir los dos a solas y tengo que admitir que estoy muy nerviosa, sobre todo porque no sé donde va a llevarme

-Ya estoy aquí. Perdona, Lorena -me dice mi amiga unos segundos después- a ver, ¿tienes un pantalón blanco suelto? 

-Si, tengo uno -me levanto de la cama hasta ir al armario buscando lo que ella me ha pedido. Lo localizo en una de las perchas y lo saco poniéndolo en una silla.

Luara empieza a decirme combinaciones de parte de arriba que puedo usar con el pantalón, y al final acabo poniéndome un top blanco, la cual voy a combinar con una chaqueta de beige.

-Gracias, Lua. Estoy tan nerviosa que no soy capaz ni de pensar -le digo mientras termino de abrocharme las zapatillas que voy a llevar.

-Para eso están las amigas. Y por cierto, ya quedaremos para que me cuentes todo lo que pasó ayer. Que no te creas que no me di cuenta de que desapareciste con Jude -Luara me suelta una risilla maliciosa. Lo normal entre amigas. 

-Fue perfecto, Luara. Es lo único que te puedo decir.

Me despido de mi amiga mientras a mi mente acuden los recuerdos de anoche. La forma en la que estuvimos juntos. Todo tan apasionado y tan natural. Me sentí tan cómoda con él, que solo de pensarlo hace que mis mejillas ardan y si, deseando repetirlo de nuevo. 

-Hola, ¿estás visible? -escucho la voz de Nacho tras la puerta esperando que le de permiso para entrar.

-Si, ya estoy lista.

Mi cuñado entra en mi habitación después de abrir. Doy un par de vueltas para que me dé su aprobación a mi outfit y él solo tiene que levantar sus pulgares al verme. 

-¿Dónde vas? -me pregunta mientras se sienta en la cama.

-Si te digo la verdad, no lo sé. Es una sorpresa -encojo mis hombros mientras termino de rizarme las puntas del pelo con la plancha, pues es lo único que me falta antes de irme.

-¿Y te pudo preguntar con quien?

Tuerzo mi boca sopesando si decirle o no la verdad. A Nacho nunca le he mentido, bueno, ni a Mario. Pero con mi cuñado puedo ser más abierta que con mi hermano, porque él aún piensa que tiene que protegerme de todo, y se agobia cuando tengo que ir a algún sitio sin él. Lógico, después de todo lo que he sufrido, y lo que Mario sufrió conmigo. 

-Voy a salir con Jude, Nacho -dejo la plancha en el suelo para que se enfríe, mientras me siento a su lado en la cama. 

-¿Y porqué estás tan nerviosa? -él agarra una de mis manos y la pone entre las suyas, pues ha notado lo inquieta que me encuentro. 

-Ya lo sabes -le recuerdo sintiendo como me tiembla el labio superior de manera bastante ostensible.

-Ya ha pasado mucho tiempo, Lorena. No tienes porque tener miedo -intento despejar mi mente y que los malos recuerdos no la invadan, centrándome en el ahora, como me dice siempre Ale- ¿Ha pasado algo entre vosotros?

-¡Nacho! -me llevo las manos a la cara pues me da mucha vergüenza hablar con él de estas cosas. 

-Solo quiero saber si te trata bien, o si tengo que lesionarlo mañana en el entrenamiento -me quito las manos de la cara para encontrarme con su mirada burlona. Dejo que él pase uno de sus brazos por mi hombro y que me acerque a su cuerpo para permanecer sobre su pecho.

-Me gusta mucho, Nacho. Por primera vez estoy con alguien que me hace sentir bien. Me da seguridad y calma -le admito, pues aunque son más los sentimientos que Jude me produce, estos, quiero guardarlos para mi.

-Es un buen tío. De eso no me cabe la menor duda. Yo solo quiero que tú seas feliz. Y que disfrutes.

-¿Disfrutar de disfrutar? -le doy una sonrisa burlona a Nacho mientras él rueda sus ojos y deja de abrazarme.

-Si, hija, de follar. Que espero que te hartes. Que como folle igual que juegue...te va a destrozar.

Aprieto mis labios mirando a mi cuñado, y son pocos segundos los que tardo en estallar en carcajadas, al igual que hace él. Mi móvil suena con un mensaje. Me levanto de la cama para ir a verlo y es Jude diciéndome que está en la puerta.

-Bueno, pues me voy ya. Luego te contaré donde he estado -me acerco a Nacho para besar su mejilla, poniéndose él también en pie para bajar juntos las escaleras.

-Lore, ¿se lo vas a contar a tu hermano? -me giro mirando a mi cuñado con un gesto algo asqueado en mi rostro.

-¿Tú quieres que le haga una contractura en uno de sus masajes? no, ¿verdad? pues yo tampoco. Por ahora, es un secreto, y tú, no digas nada -alzo uno de mis dedos para advertirle a Nacho de que no le cuente nada a mi hermano, y es entonces cuando él me suelta una de sus frases lapidarias.

-Lo negaré hasta la muerte.

Terminamos de bajar las escaleras y antes de irme, me asomo por la puerta del comedor para despedirme de mi hermano. Me lo encuentro tumbado en el sofá con el mando en la mano pasando canales.

-Me voy, Mario -le digo rápidamente, pues como no salga pronto por la puerta, querrá acompañarme y no quiero darle explicaciones.

-¿Dónde vas? -Su pregunta me llega algo lejana pues ya estoy en la puerta de la calle abriéndola para salir, así que le contesto antes de cerrar y salir corriendo por el jardín.

-¡Por ahí!

Me da tiempo a llegar a la puerta principal y salir sin que él me vea. El coche de Jude me espera arrancado, algo que le agradezco por si Mario se le ha ocurrido salir detrás de mi. Me subo en el asiento y sin apenas saludarlo, le pido que nos vayamos, algo que él hace sin preguntarme nada. Miro hacia atrás cuando estamos a una distancia prudencial y respiro aliviada al ver que mi hermano no ha dado señales de vida. 

-Lo siento -le digo a Jude centrando ahora mi atención en él- pero temía que Mario saliera detrás de mi y te descubriera.

-No me importa que me vea -me contesta él encogiendo sus hombros. 

-No sabes lo que dice, Jude -le digo rodando mis ojos- Mario es peor que un padre conmigo. Bueno, es que cualquiera es mejor que mi padre.

Me muerdo la lengua arrepentida por mis palabras. Incluso tuerzo la cabeza porque me he dejado llevar y se lo ha soltado a él sin pensar. Tengo suerte y apenas me pregunta, pero, pone una de sus manos en mi muslo, lo que me lleva a alzar mi cabeza para mirar como me sonríe.

-Mi madre siempre me cuenta que su padre era un hijo de puta. No te preocupes, Lorena, que todos tenemos monstruos en el armario.

Ay, Jude, si tú supieras que mis monstruos son de verdad.

📅 MÁS TARDE

Jude me lleva con los ojos vendados por unas escaleras. Me hice ponerme la venda nada más entrar en un edificio de la periferia sin querer decirme aún donde íbamos. Me sujeto a su brazo cuando él me dice que ya hemos llegado y subo el último escalón. Siento como sus manos desatan el nudo de la venda, y al hacerlo, jadeo de la sorpresa bastante emocionada de lo que tengo frente a mi.

-¿Te gusta? -siento sus manos rodear mi cintura y como me atrae hacia su pecho mientras aún asimilo donde estoy.

-Es precioso -le admito con bastante emoción, pues jamás imaginé que él podría tomarse tantas molestias por preparar algo así para nosotros. 

-Llevaba pensándolo un tiempo, lo de invitarte aquí. Incluso lo tenía todo planeado para que nos diéramos nuestro primer beso, pero, tuviste que aparecer esa mañana empapada de lluvia y tan jodidamente sexy, obligándome a besarte. 

Trago saliva ante sus palabras sin saber muy bien que contestarle. Así que, me pongo de puntillas y me acerco hasta su mejilla para dejar un pequeño beso en el.

-Fue el momento perfecto, Jude -le sonrío al decírselo y al recordar nuestro primer beso. Porque si, lo fue, y es algo que repetiría de nuevo de la misma manera.

-Si que lo fue. Una vez me dijiste que mi Plan B era una mierda, así que espero que mi Plan C te guste más. 

Su cautivadora sonrisa acelera los latidos de mi corazón, martilleando en mi pecho de forma insistente. Su mano deja de tocar mi cintura para entrelazar sus dedos con los míos y tirar de mi hasta llevarme hacia lo que él tiene preparado.

-¿Qué película vamos a ver? -me quito las zapatillas dejándolas a un lado, para, segundos después, sentarme sobre la alfombra, buscando como colocar los cojines para sentirme más cómoda. Acabo quitándome el abrigo pues la noche es más cálida de lo que pensaba a pesar de la época en la que estamos. 

-Como no sé que tipo de películas te gustan, he pensado que viéramos "Mary Poppins".

-¿En serio? -abro mi boca bastante sorprendida por su elección, pero, a la vez emocionada, pues a pesar de ser un clásico, nunca la he visto.

-Si, llámame idiota, pero es la primera vez que voy a verla -me admite él mostrándome una pequeña mueca resignada. 

-Oh, dios, Jude, ¡yo también!

La sonrisa que ahora luce en su rostro, es a causa de mi respuesta. Él se encarga de prepararlo todo, poniendo cerca de mi un par de botellines de refresco. Lo escucho trastear en una pequeña barra que hay en uno de los laterales, mientras yo admiro el paisaje que hay frente a mi. Ésta noche parece que hay más estrellas y el cielo se ve realmente bonito con ellas allí arriba.

-Pues listo -Jude se sienta a mi lado no sin antes poner cerca de nosotros un bol con palomitas y otro más con M&M de chocolate- espero que nuestra primera cita, sea lo que esperabas.

Me acerco a Jude hasta casi tener mis labios cerca de los suyos. Mi boca puede sentir su fresco aliento en ella y como sonríe por mi cercanía.

-Tú eres mucho más de lo que esperaba, Jude. 

De nuevo esa sonrisa. Esa que acelera los tontos latidos de mi corazón y que me hacen mostrarme inquieta cuando estoy a su lado. Jude le da a un botón del mando a distancia que tiene a su lado. La película empieza segundos después y con el paso de los minutos, acabo buscando su pecho para poder acurrucarme en el. Siento sus manos en mi espalda, acariciándola muy despacio. Y todo esto es tan perfecto que me da hasta miedo. Porque hacía mucho tiempo que no me sentía así. Feliz. Tranquila. Y después de todo lo que sufrí el año pasado, me da un miedo terrible de que esto sea un espejismo. Así que, me aferro más a su cintura, para cerciorarme de que todo esto es muy real y de que no es un puto sueño del que odiaría despertar.

-Es increíble, muchos de esos lugares, aún existen en Londres, aunque otros han cambiado -Jude me va explicando los sitios que aparecen en la película, pareciéndome fascinante que él los haya visitado. 

-Cuando estaba en Birmingham, fui un par de veces a Londres. Me pareció tan caótica como adictiva.

-¿Qué lugares visitaste?

Me incorporo hasta estar sentada para contarle a Jude todos esos sitios que visité. Charlamos y damos nuestro punto de vista en una conversación bastante amena, pues las palabras fluyen entre nosotros de una forma bastante cómoda. Una de sus manos se posa en mi cintura acariciándome esta con las yemas de sus dedos. Me sube un poco el jersey hasta colar su mano por dentro de él, provocándome un ligero escalofrío. Jude levanta un poco su cabeza hasta casi rozar sus labios con los míos. Se moja los suyos uno contra el otro haciendo que sienta un cosquilleo sin poder apartar mi mirada de ellos.

-¿Cuánto más tengo que aguantar para que me beses? -su pregunta hace que mis mejillas se sonrojen, pero es su mirada y como espera a que tome la iniciativa lo que me pone más nerviosa.

Levanto mi mano hasta rozar su mejilla perdiendo mis dedos por la parte de atrás de su cuello. Apenas le rozo los labios, pero al hacerlo, saboreo la sal de las palomitas en ellos. La punta de mi lengua recorre su labio superior consiguiendo que un ronco gemido salga de su garganta. Consigo abrir su boca con mi lengua para poder hundirla en ella y por fin presionar mis labios con los suyos. Siento como sus dedos se aferran a mi espalda masajeando esta de una forma tan lenta que está resultando ser una tortura. Un segundo después, pone su otra mano en mi estómago, y me tumba sobre la alfombra sin dejar que mi boca abandone la suya. 

Cada terminación nerviosa de mi cuerpo vibra cuando su boca es ahora la que toma la mía. Su lengua lame mi labio superior tal y como yo he hecho antes con él. Jude se mueve un poco hasta que sus piernas se aprisionan con las mías, haciendo que un cosquilleo viaje hasta mi vientre y acreciente mis ganas por él. Sus labios se mueven de forma sugerente repasando cada centímetro de mi boca, y tentándome con su lengua.

Un estallido en el cielo nos hace separarnos. Miles de luces de colores aparecen en el firmamento justo encima de nosotros, siendo bastante espectacular lo que se muestra encima nuestra.

-Fuegos artificiales -le sonrío a Jude quien se ha apartado para poder mirarlos al igual que yo. 

El británico me da una juguetona sonrisa y vuelve a tumbarse. Tira de mi hasta hacer que me tumbe sobre su pecho, justo encima de su corazón, el cual puedo sentir que late de forma alocada. Ambos miramos al cielo como se llena de estallidos a cual más colorido y hermoso. Y podría jurar que este es el momento más perfecto que he tenido en mi vida. Ladeo un poco mi cabeza hasta estar a pocos centímetros de su rostro. Ambos nos miramos y recibo una impresionante sonrisa suya que hace que un suspiro salga de mi garganta.

-Tu plan C, es perfecto, Jude.

📆MÁS TARDE

Cerca ya de la medianoche, Jude me ha traído a casa. A las palomitas y los pequeños chocolates, le siguió una cena a base de sushi y yakisoba, que ambos comimos con muchas ganas. Mentiría si dijera que es la mejor cita que he tenido en mi vida, y que ha valido la pena cada segundo por esperar tanto a que sucediera.

-¿Me dará mañana clase, profe? -su sugerente voz así como su sonrisa llevan impresas una promesa de algo que él y yo deseamos. Estar juntos otra vez. 

-Así es. Y te recuerdo que tenías que hacer deberes.

-Mi perro se los comió, profe -me responde él de forma burlona, pues aún no olvida lo que le advertí si no los hacía.

-No te preocupes, que me acuerdo perfectamente lo que te mandé.

-Entonces, ¿no habrá castigo, profe?

Puedo sentir mis mejillas arder pues está claro por donde van sus insinuaciones, unas de las que estoy disfrutando, pues, me encanta esta complicidad que ambos estamos creando. No puedo evitar que un pequeño y sonoro suspiro salga de mi boca al mirarlo. El golpeteo ansioso de mi corazón contra mi pecho, agita mi respiración, pero es más la forma en como él me mira lo que hace que esos latidos se vuelvan más alocados. Trago saliva decidiendo ser valiente, y atreverme a decirle algo que necesito que sepa.

-Me gustas mucho, Jude -le confieso pues estas palabras no deseo que sigan atascadas en mi garganta sin salir. Puedo ver como su boca se tuerce en una amplia sonrisa, lo que le lleva a acortar aún más la distancia que nos separa y posar sus dedos en mi barbilla, rozándola tan  despacio, que la piel se me eriza y apenas puedo contener los suspiros de mi garganta. 

-Tú llevas tanto tiempo gustándome, Lorena. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro