Beta
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La cálida mano de Deucalion sobre la suya podría tomarse como una muestra de empatía, pero Scott era un alfa y los años de experiencia habían logrado que fuera muy perceptivo a las señales químicas, especialmente cuando la otra persona no hacia ningún intento para ocultarlas.
— A esa velocidad, con suerte llegaran a segunda base antes de la media noche — dijo el mayor de los Hale y el moreno pareció un poco apenado al recordar que Peter aún estaba ahí — así que discúlpenme que no haga de voyerista, pero tengo mejores planes con mi futuro esposo — dijo caminando a la salida.
— Adiós Peter — dijo el moreno ignorando la insinuación del otro alfa, que le dio una mirada sugerente y le guiño el ojo antes de salir del lugar.
Scott estaba agradecido de que Peter los hubiera dejado solos y de haber concertado esa cita en su departamento, porque, aunque jamás hubiera imaginado que Deucalion pudiera tener ese tipo de interés en él, le agrado descubrirlo, solo quería asegurarse que estuvieran en la misma página, antes de hacer un movimiento más directo.
— ¿Te gustaría... festejar tu ingreso a la manada? — pregunto Scott.
— Por supuesto — dijo el mayor y el moreno le dio una brillante sonrisa que hizo que Deucalion agradeciera haber recuperado la vista.
— Lo siento, no tengo mucho que ofrecer, porque no suelo tener invitados — admitió el moreno levantándose a su cocina y abriendo el casi vacío refrigerador.
— Tranquilo, no es necesario — aseguro el mayor.
— Tengo un licor que me dio hace tiempo Peter — dijo de pronto mientras se escuchaba el sonido de trastes moviéndose — Tal vez parezca raro, pero dice que tiene el mismo efecto que el alcohol en nosotros — agrego regresando con dos copas en la mano, esperando su reacción.
— En realidad no me parece raro, yo le enseñe a prepararlo
— Wow ¿En serio? — dijo el chico visiblemente sorprendido, sentándose a su lado y entregándole una copa.
— Tal vez no lo parezca, pero también sé cómo divertirme — Dijo Deucalion tomándose el total del líquido, el chico abrió grandes los ojos antes de imitarlo sintiendo como la bebida bajaba por su garganta dándole esa sensación de calor y de euforia.
— Lo siento, no quise insinuar lo contrario, seguro sabes cómo divertirte... — dijo sin rehuir su mirada, Scott no era el más hábil en el arte de la seducción, pero la forma en que lo veía el mayor y su aroma le confirmaban que esa charla podía ser el preludio de una noche muy divertida.
— Podría demostrarte si quieres — dijo inclinándose un poco hacia él, hasta que sus rostros estaban tan cerca que sentía su aliento hacerle cosquillas en el cuello, Scott no había planeado que esto sucediera, pero justo ahora parecía lo más natural.
— Creo que me gustaría una demostración — dijo el moreno humedeciéndose los labios, acción que el mayor tomo como una invitación para atraerlo de la nuca hundiendo los dedos en su cabello y unirse en un beso lento, pero no por eso menos apasionado que les permitió a los dos disfrutar del contacto, Scott sintió surgir un calor dentro de él, mientras sus labios eran acariciados por los del mayor.
Cuando se separaron los ojos del moreno brillaron en color rojo y los de Deucalion en azul como respuesta y Scott sonrió por la confirmación implícita de sus miradas.
— Eso fue una buena demostración, pero tal vez necesite otra para que me quede más claro... — dijo en tono inocente y ahora Deucalion lo atrajo hacia él con fuerza, los dos eran hombres lobos así que no eran necesarias las delicadezas, el movimiento hizo que Scott no tuviera más opción que sentarse a horcajadas en sus piernas, al mismo tiempo que el mayor unió de nuevo sus labios para besarlo, con más intención, el alfa dejo que su beta tuviera el control del beso y se estremeció cuando acaricio su trasero encima de la ropa y empujo su cadera hacia el creando una fricción muy placentera entre sus cuerpos.
Deucalion se hizo una idea muy cercana de lo que el chico necesitaba, por la forma que estaba reaccionando a su trato, así que aumento la intensidad del beso mordiendo su labio inferior y apretando las carnosas nalgas, casi podía casi paladear la lujuria emanando del alfa cuando Scott se quitó su camisa dejando a la vista su apetecible piel morena, mientras sus manos comenzaron a viajar tímidas por el cuerpo del mayor, bajando con la intención de abrir sus pantalones, pero de pronto pareció dudar un poco, como si temiera ir demasiado rápido.
— ¿Deucalion... estas seguro de esto? — pregunto el moreno con mirada expectante y a Deucalion le pareció muy tierno que el chico a pesar de las claras señales aun necesitara una confirmación verbal.
— Si con esto, te refieres a tener sexo contigo, me encantaría — dijo sin una pizca de duda y el moreno se sonrojo ante lo directo del mayor — ¿Tienes alguna petición sobre lo que quieres? — dijo el mayor y vio al chico dudar como si le costara admitirlo en voz alta, pero él ya sabía lo que necesitaba Scott — puedo asumir cualquier rol, así que tú eliges — dijo y esas palabras lo motivaron a pedir lo que quería.
— Quiero que... quiero que me folles — dijo con un ligero temblor en su voz que reflejaba la vergüenza.
— Oye — dijo tomándolo de la asimétrica mandíbula para que lo mirara — No tienes nada que avergonzarte, me alegra que verbalices lo que quieres así yo podre complacerte mejor, pero tengo una idea especifica de lo que puedes necesitar — dijo y el moreno ladeo la cabeza como un cachorro confundido — Si, estás de acuerdo dejarme tomar el control de tu placer.
— No.... se — dijo el moreno que parecía renuente, no estaba acostumbrado a ceder el control, siempre en sus relaciones solía enfocarse siempre el placer de la otra persona, pero dejar el suyo en las manos de alguien más, lo hacía sentir tan nervioso como excitado.
— Sé que quieres y también se lo que estás pensando, que eres un alfa y no deberías dar el poder a uno de tus betas, pero tu autoridad y el respeto que siento por ti como líder no tiene nada que ver con lo que te gusta en la cama — explico y espero paciente a que el chico asimilara las palabras.
— De acuerdo... intentémoslo — dijo con voz queda y se levantó para guiar al mayor a su habitación, una vez dentro Deucalion hablo de nuevo.
— Recuerda que puedes detenerlo si es demasiado para ti, pero mientras descubres tus limites acuéstate y déjame a mi encargarme
— Gracias — dijo el moreno, Deucalion le dio un beso rápido y una nalgada antes de que Scott se fuera a la cama.
— Hagamos esto más divertido con dos reglas, no puedes tocarme, ni puedes tocarte a ti
— E-está bien — acepto vacilante el moreno mientras se acomodaba en la cama boca arriba, puso una almohada en su cabeza e intento relajarse.
Deucalion sonrió al verlo y se tomó su tiempo para admirar al chico sin playera, hasta que por fin se acercó para delimitar su rostro con sus dedos, bajando por su cuello, el moreno inclino su cabeza hacia atrás para darle mayor acceso, luego bajo por su abdomen apenas era un roce con las yemas de sus manos, pero la piel del moreno estaba tan caliente, por la necesidad de ser tocado y por la forma en como tomaba sus sabanas sabía que también quería tocarlo, el mayor subió a la cama y se sentó mirando al joven que esperaba su próximo movimiento así que abrió su pantalón para comenzar a bajarlo lentamente junto con su ropa interior, el moreno levanto la cadera facilitándole la tarea y alzo un poco las piernas para que finalmente lo tuviera completamente desnudo y a su merced.
— Eres perfecto — dijo el mayor comiéndose con la mirada el esbelto cuerpo del moreno, su piel bronceada sin ninguna imperfección, sus brazos y abdomen definidos, sus hombros anchos, su cintura delgada, sus musculosas y peludas piernas y la curvatura de su trasero, y en el centro su pene casi por completo duro solo por esas inocentes caricias, venas gruesas recorriendo todo el eje y una punta en forma de hongo, en la base una mata de pelo y debajo dos pesados testículos, Scott era exactamente el tipo de Deucalion y seria paciente para disfrutar y memorizar cada espacio de su piel.
El mayor lo dejo en la cama, para levantarse y buscar entre sus cosas fue en el baño donde encontró una botellita de lubricante, quedaba poco y Deucalion no paso por alto que iba a tener que comprar más, regreso a la habitación y miro al chico que lucía desesperado solo por esos breves segundos que lo dejo solo, pero había seguido su orden de no tocarse y no quería hacerlo esperar más.
— Sostén tus piernas — indicó y el moreno lo hizo dejando a la vista su arrugado agujero — Voy a follarte con mis dedos — dijo mirando impresionándolo la flexibilidad del chico.
El moreno asintió y sintió como Deucalion embarraba el espeso liquido entre sus nalgas para después empujar un dedo y empezó a trabajar para dilatar su entrada.
— Mmmm — gimió el menor.
— Eres tan sensible aquí — se maravilló Deucalion antes de empujar otro dedo siendo recompensado por otro gemido, el mayor empujo el índice y el dedo medio dentro, siendo abrazados por su calor, los movimientos eran lentos y precisos hasta que curveo sus dedos dentro provocando un quejido bajito, pero Deucalion quería más así que tomo con su otra mano su pene para acariciarlo, Scott se estremeció por el contacto y el mayor lo apretó en su mano haciendo movimientos ascendentes y descendentes, sin dejar de follarlo con los dedos, podía sentir lo cerca que estaba y sin previo aviso se detuvo, privo al moreno de cualquier estímulo y lo escucho quejarse.
— Aun no Scotty, prolonguemos esto lo más posible — dijo y el moreno lo miro con ojos de cachorro que casi hacen ceder antes sus deseos, pero postergarlo solo aumentaría su placer.
Lleno de nuevo sus dedos de lubricante y metió tres de un solo movimiento, repitiendo los movimientos anteriores, pero apretando con su pulgar el área del perineo, Scott estaba tan sensible que sabía que podría terminar solo con los largos dedos del mayor, pero Deucalion no se haría tan fácil, apretaba sus ojos perdido en las sensaciones mientras sujetaba sus piernas por debajo de las rodillas sabiéndose incapaz de tocarse a sí mismo, el mayor empezó a jugar con sus bolas y sin esperarlo se metió una a su boca y el moreno miro hacia abajo para verlo succionar.
— Oh dios mío... — dijo en voz baja incapaz de forma una oración más larga por la imagen del mayor, pero de nuevo cuando estaba por alcanzar el limite se detuvo, y el moreno dejo salir un gemido frustrado mirándolo con ojos llorosos, el mismo Deucalion no admitiría cuando quería verlo terminar.
— Oye no puedes tocar, pero aun puedes hablar — dijo al ver cómo mordía su labio — así que pídeme lo que quieras... sin reglas
— ¿Puedo... tenerte en mi boca? — pregunto el menor mientras Deucalion jugaba con sus pezones pellizcándolos, eso lo sorprendió un poco, porque pudo pedir que lo tocara, o lo hiciera terminar después de interrumpir dos seguros orgasmos pero trasladar su forma de ser a la cama no era tan raro, Scott siempre fue el tipo de persona que da, antes de recibir, y no es raro que prefiera dar placer antes que obtenerlo para el mismo y Deucalion encontró eso tan excitante que claro que lo iba a complacer, hizo que soltara sus piernas y le encanto el grado de obediencia del chico que hasta ahora no había cambiado su posición y se puso encima de él, sin molestarse en quitarse la ropa solo sacando su pesado y grueso miembro para comenzar a follarse sin miramientos su boca, los sonidos ahogados que hacía eran prueba de lo poco preparado que estaba, pero la forma en que estaba su cabeza hacia muy fácil a Deucalion invadirla por completo.
Cuando el mismo se sentía cerca se separó del moreno que tenía lágrimas en los ojos y saliva escurriendo por sus labios para deshacerse de su ropa, y acariciar su gruesa y húmeda verga para ser el primero en profanar el agujero necesitado de Scott, movió su mano descuidadamente por el eje, se puso sobre sus rodillas entre las piernas del chico y lo tomo de la cadera para levantarlo y distribuir su liquido pre-seminal en las nalgas del moreno, hasta su ya húmeda y palpitante entrada.
— Hazlo... Deu... por favor — pidió el menor para que dejara de bromear con él y pudiera sentirlo por completo había visto su tamaño y no podía esperar a sentir el dolor de ser separado por el miembro del mayor, el mayor había notado que su debilidad era el chico y quería solo complacerlo así que empujo su pelvis contra él, ahogando un gruñido por la forma en que sus paredes apretaron su pene.
—Te sientes increíble — dijo sin dejar de empujar hasta que lo acepto por completo, el menor parecía concentrado en la sensación, pero Deucalion no lo dejo acostumbrarse ni intento quitarle el dolor, antes de retroceder para volver clavarse hasta el fondo, empezado a golpear su interior a un ritmo rápido, exigiéndose cada vez más, la resistencia de hombre lobo era un gran aliado aumentando el placer de los dos, la próstata del moreno era estimulada en cada golpe y el calor, la humedad y los sonidos eran tan excitantes llevándolos a los dos al límite.
— Deu... déjame terminar p-por favor — pidió el moreno suplicante aferrado a sus sabanas.
— Hazlo cachorro — acepto el mayor, que le encantaba que estaban estableciendo las bases para encuentros posteriores, Scott había reaccionado bien a ese rol, había seguido las reglas y sabía que aun podía empujar más esos límites, el cuerpo y mente del chico lo habían asimilado tan bien, pero verlo terminar fue uno de los mejores espectáculos que el mismo no pudo aguantar mucho más antes de llenar su interior con caliente esperma de hombre lobo.
— Eso fue... genial — dijo Scott unos segundos después mientras intentaba recuperar su respiración — fue tan intenso, te lo juro jamás había experimentado algo tan fuerte...
— Lo sé y podríamos repetirlo cada vez que quieras — dijo acariciándolo con suavidad, ahora solo debía hacerlo sentir seguro y que estuvo bien la forma en que se sintió, el moreno aún estaba en un estado vulnerable y por alguna razón recordó lo que Peter le había dicho hace poco que estando débil se arriesgaba a que los demás se aprovecharan de él y se separó repentinamente del mayor con una idea en su mente.
— ¿Por qué me buscaste justo ahora? — Deucalion pudo detectar la duda y vergüenza en su voz y el mayor pensó que le debía a Scott total sinceridad porque no quería que no se sintiera valorado, pero probablemente la culpa venia del placer que sintió de cederle el control en el sexo.
— Ahora tenia más posibilidades de que aceptaras — dijo, pero el moreno no sabía cómo tomarse esa honestidad.
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¡Hola! tuve que agregar un poquito de drama pero me encanta este ship así que agregare un capítulo extra, 😉😉 gracias por leer.
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