|21| Espera 🔥
Los sonidos que podían salir de su boca, eran callados por los constantes besos que el mayor le daba. No dejando escapar ningún gemido al exterior, haciendo que solo se concentre en la pelea de sus labios.
Para Heesung, no era la primera vez que follaba en un hospital. Pero, Yoon-Gu se encontraba sumamente avergonzado, completamente nervioso y atento por si escucha algunos pasos cerca a ellos.
La tensión lo estaba matando, creía que en cualquier momento serían descubiertos, incluso había intentado negarse verbalmente a las acciones de su pareja. Simplemente, su cuerpo no había podido detenerlo.
—- Mierda —- gruño Heesung, sosteniendo más la cadera del pelinegro —- Relájate cachorrito, me estás apretando mucho.
El menor solo pudo aferrarse a la espalda del pelirrosa, negando con la cabeza, sumamente sonrojado. No podía relajarse más, la adrenalina corría por sus venas y eso hacía que todo lo sintiera más fuerte.
—- Despacio ~ Ah —- jadeo, lo más bajo que pudo —- Por favor ~ Hee —- suplicó repetidas veces, pero ni él mismo sabía que estaba solicitando.
Su mente estaba hecho un caos, no sabía si quería detenerse, que baje la velocidad, que lo bese más o que pueda llegar a su liberación pronto. Suponía, que haría todo junto, porque Heesung, siempre escuchaba sus peticiones, por más alocadas que fueran.
Aunque el actor, anhelaba con todas sus ganas poder moverse más rápido, golpeando repetidas veces la entrada del pelinegro. Decidió, hacer caso su orden. luego se vengaría por eso.
Sostuvo mejor su agarre, apoyando la espalda de su pareja en la pared y haciendo que este quede a su misma altura, para que sea más fácil seguir llenándolo de besos. Sus embestidas, pronto fueron disminuyendo la velocidad, haciendo que el roce se sintiera aún más profundo.
Meterlo tan lento era tortuoso y al mismo tiempo, emocionante. Una sensación completamente nueva, todo era más vívido, ambos estaban más sensibles.
Y eso, especialmente por haber sido separados durante tanto tiempo.
Aunque callaron todo sonido que salía de sus labios, pues eran muy cuidadosos respecto a eso. Los ruidos de sus pieles chocando constantemente no podían desaparecer, el chapoteo constante de sus partes intimas era claramente escuchado por ambos, pues la habitación estaba en un completo silencio.
Yoon-Gu no podía mirar a los ojos a Heesung, sus mejillas tenían un ligero rubor, demostrando lo abochornado que se encontraba. Simplemente cerrando los ojos con fuerza, rogando no ser encontrados.
"Toc toc toc" la puerta sonó tres veces, era un toque suave y cauteloso, que los hizo detenerse en ese instante.
—- Buenas tardes, ¿está todo bien? —- era la enfermera que estaba a cargo de su caso —- Ya salieron los resultados, el médico vendrá en diez minutos a explicarles la situación.
Yoon-Gu estaba mordiendo su labio inferior con fuerza, llegando a hacerlo sangrar por la presión, no podía hablar. Definitivamente su voz lo delataría.
Además, el escuchar esa voz, por la sorpresa y el cúmulo de emociones contradictorias en él, hicieron que llegara a su orgasmo tan rápido. Sintiendo un escalofrío recorrer en toda su espalda y su fuerza desfallecer, cayendo en el hombro del pelirrosa, quién lo sostenía sin ningún problema.
—- Está bien —- casi gritó Heesung —- Aquí lo esperamos, vamos a lavarnos las manos —- ni siquiera entendía que excusa estaba dando, su mente se había distraído completamente al sentir la presión en su miembro.
Oh, que jodidamente delicioso era sentir como el interior del menor lo abrazaba con mucha fuerza, haciendo imposible que pueda salir de él y dejándolo completamente adicto.
Sonrió inconsciente al sentir como dicha zona temblaba un poco, haciendo que sintiera vibraciones eróticas.
La enfermera no dijo nada, ambos supieron que se había alejado por los pasos que indicaban su ida. Haciendo que ambos suspiraran de alivio.
Fue el momento indicado para que Heesung se burlara del menor —- Te corriste —- le dijo, puntualizando lo obvio —- Tan pronto ella habló, tú... —- no pudo contener la risa después de mencionar esas palabras.
Yoon-Gu quería que la tierra lo trague en ese mismo instante, no soportaba la idea de ser molestado de esa manera. Si antes sus mejillas estaban rojas, ahora todo su rostro se teñía de carmín, producto de la vergüenza.
Además, cada pequeña risa que el mayor soltaba, era como un pequeño movimiento que hacía que el miembro de este se restregara en su interior.
—- Basta —- susurro el menor, con las mejillas infladas en un puchero. Sentía que su corazón dejaría de latir en cualquier momento, producto de todo lo ocurrido en esos minutos.
—- Espera cachorrito —- sonrió nuevamente el pelirrosa —- Yo aún no me corrí ni una sola vez —- luego, lo miró de manera seria —- Es muy injusto, ¿no crees?
Ante tales palabras, Yoon-Gu negó repetidas veces con la cabeza, ¿acaso el actor estaba loco?
No planeaba seguir, ¿verdad? Mierda, mierda, mierda...
Los movimientos de las caderas de Heesung se incrementaron con velocidad, tomando desprevenido al menor, quién soltó un fuerte gemido al sentir como su punto dulce era tocado nuevamente y con ferocidad.
Por la dureza de del miembro del mayor, se dio cuenta que no faltaba mucho para que este llegara al clímax, solo tenía que aguantar un poco. Pero, era tan difícil, los sonidos que antes había podía controlar, ahora salían con más fuerza.
Los jadeos mezclados de gemidos eran música para el oido del pelirrosa, quién a pesar de estar feliz, tuvo que callarlos, sosteniendo la boca del menor con su mano.
—- Lo siento —- le susurro Heesung a Yoon-Gu, para incrementar aún más la velocidad... Quedaba tan poco.
La mirada del pelinegro cambió, sus ojos se llenaron de ligeras lágrimas acumuladas por el placer excesivo que estaba sintiendo, mezcladas del ligero miedo a qué el médico pudiera llegar aunque la puerta estaba cerrada con seguro.
Se sostuvo en los hombros de este, haciendo que la camisa que llevaba puesta se arruge, pues estaba arañando y apretando, en búsqueda de algo que calme las sensaciones que tenía.
La fuerza de su cuerpo ya se había desvanecido, no sentía sus piernas, sus brazos estaban muy débiles y su cabeza empezaba a marearse por extraños aromas que ingresaban por sus fosas nasales.
Lentamente sus ojos se fueron cerrando, intentando con todo su ser, mantenerse despierto ante esa pesadez que empezaba a sentir.
—- Heesung, espera... Espera —- suplicó Yoon-Gu, sintiendo que iba a desfallecer.
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Continuará...
Un capitulo más, porque ando inspirada <3
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