El gran día había llegado, era momento de su pelea y debía concentrarse por completo.
No había podido descansar bien por los nervios de una competencia tan importante, pero eso no era necesario... De puros nervios todo su cuerpo se encontraba con mucha energía y ánimos.
Todo pasó demasiado rápido, desde su desayuno, bañarse y alistar, al final sin saber cómo, se encontraba frente a su rival justo antes de empezar la pelea.
La entrevista entre ambos luchadores fue completamente segura, ambos eran lo suficientemente respetuosos y cada uno confiaba en su capacidad para derrotar al otro.
Tomó un sorbo de agua antes de empezar el combate, mientras buscaba con la mirada a Heesung, quién aún no había llegado.
Lo había prometido, ¿verdad? Debía estar por ahí, tenía que llegar... Tenía que verlo luchar.
—- 5 minutos para iniciar —- comentó su entrenador, indicándole que debía dirigirse al ring lo más rápido posible.
—- Tú puedes Yoon-Gu —- dijo Dan, antes de que este saliera. Era un momento tan importante, aye todos sus amigos del gimnasio se encontraban ahí, apoyándolo, incluso Jaekyung... Nadie creyó que este llegaría.
Y aunque agradecía la presencia de todos, realmente... Realmente necesitaba a Heesung, quería... Tan sólo anhela que este presente.
—- 3...2...1 —- gritó el árbitro al estar todo listo —- ¡Empiecen!
Inhalo una vez, siendo inmediatamente golpeado, cosa que lo obligó a ponerse en Guardia. No entendía porqué su mente estaba jugando de esa manera con él.
Pero en cada momento que lanzaba un golpe, inmediatamente miraba al costado, intentando localizar al pelirrosa... ¿Por qué no podía concentrarse?
Lo único que hizo fue defenderse y recuperarse de los golpes que su rival le daba, hasta que sonó la campana del primer tiempo que había terminado.
El entrenador lo miraba con cierta preocupación, sabiendo que Yoon-Gu no estaba completamente concentrado.
—- Vinimos a verte ganar —- dijo Jaekyung —- No perder de manera tan miserable.
Dan inmediatamente le reprochó por hablar de esa manera, mientras que el menor de todos solo bajaba la mirada. Entendía lo que debía hacer, pero su mente estaba realmente desubicada, tanto por la falta del actor como por los nervios que lo atormentaban.
—- Yoon-Gu —- dijo el pelicastaño —- Todo estará bien, da tu mejor esfuerzo. Sin importar cuál sea el resultado, todos estamos orgullosos de ti.
Fue justo ese momento que decidió dejar de concentrarse si Heesung había llegado o no, tenía que centrarse en lo más importante. Su carrera como deportista era lo más importante.
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Heesung tenía tantas cosas que hacer, que se sorprendió cuando vio la hora, dándose cuenta lo tarde que llegaría a la competencia de Yoon-Gu. Así que, no le dio tiempo para cambiarse, con su mismo traje que estaba en el set, fue lo más rápido posible al Campeonato.
Con anticipación había comprado una entrada VIP, así que no demoró mucho al ingresar y justo había llegado para el último Round.
Se encontraban casi empatados, incluso podía decirse que el rival tenía ligera ventaja, cosa que puso nervioso al pelirrosa quién recién se enteraba.
Antes de empezar, sus miradas se chocaron por un instante. El corazón de Yoon-Gu empezó a latir fuertemente al ver que por fin había llegado su pareja. Heesung instintivamente liberó feromonas, mandándole ánimos, aunque luego las escondió... El pelinegro era beta, no podía sentirlo.
Raramente, a Yoon-Gu le pareció muy extraño haber sentido cierto aroma que emanaba el pelirrosa, sin darle mucha importancia volvió a prestar atención a su combate.
El ring sonó, dándole a entender que debía dar todo de sí, era su última oportunidad para ganar la competencia y demostrar lo mucho que valía el esfuerzo que había hecho entrenando.
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¡Había ganado! En el último momento logró dar varios golpes que eran necesarios para cambiar el marcador a su favor y hacer que su oponente tambalee mientras cayó desplomado al suelo.
Todo el público ovacionó con alegría que haya ganado el que creían como un futuro prospecto de campeón... Incluso haciendo competencia a Jaekyung, sería tan emocionante verlo.
Heesung gritó de alegría, aunque se calló porque quería decir "Ese es mi novio" y aún no podía revelar esa verdad.
Después de unos minutos, el pelinegro sintió un mareo fuerte que lo hizo moverse de un lado a otro con dificultad, tocó inmediatamente su pecho al sentir el latido más rápido de su corazón y su respiración irregular.
No quería desfallecer, no frente a tantas personas. Le daría tanta vergüenza caer rendido y que todo eso quedará grabado en los celulares de las personas, incluso reproducido en la televisión. No deseaba parecer vulnerable
Era inevitable, sintió demasiados aromas llegar a sus fosas nasales de una sola vez, parpadeo y se cubrió intentando deshacerse de esa extraña sensación. Su cuerpo que se sentía pesado, se convirtió en uno ligero. Luego, retrocedió e hizo una mueca de desagrado.
Pronto, todo se volvió oscuro en su mente, sin poder hacer mucho, también cayó rendido al suelo, siendo lo último que vio a Heesung subir al ring preocupado.
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Cuando vio como Yoon-Gu caminaba de manera extraña, poniendo un rostro que mostraba algo de dolor. Heesung se preocupó, ¿algo había pasado mal en esa pelea?
¿Su pareja había sido lastimada gravemente y nadie se había dado cuenta?
Se acercó lo más rápido que pudo, subiendo al ring aunque eso era prohibido y sostuvo al menor quién había caído al suelo, aunque evitó que se golpeará bastante.
Luego, se acercó el entrenador junto a Dan, quiénes miraron preocupados a Yoon-Gu, llamando a una ambulancia porque sintieron el pulso del menor iba bajando lentamente.
Heesung levantó al pelinegro y gritando a todos que salgan de su camino, lo llevó hacia la salida para poder hacer más rápido el trabajo de los paramédicos cuando llegarán.
Su desesperación era palpable, estaba realmente preocupado y los minutos que pasaban se hacían cada vez más largos, sintiéndose más desesperado.
—- No respira —- susurro con duda —- ¡Dan Dan! Yoon-Gu no respira...
𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚...
Cambios vendrán... 🕴
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