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Capítulo 1

Estaba empezando a odiarlo.

Pensar en otra persona más que en uno mismo debería considerarse insano, por no decir obsesivo.

Tenía a su hermosa familia, un trabajo estable, amigos leales y... un camino aún desconocido para él.

Al menos, el trabajo lo distraía de pensar en Taehyung.

Taehyung, Taehyung, Taehyung...

Pero ahí estaba por enésima vez en el día, descansando en un rincón del estudio mientras observaba con ojos casi nostálgicos a los bonitos omegas que posaban a las cámaras. ¿Cómo harían para ser tan irreales? Había ocasiones que le daba miedo mirarlos tanto por temor a gastar su luz o incluso tocarlos por su apariencia frágil. Pequeños seres dotados de belleza, gracia y dulzura.

Hubo una vez cuando el pensamiento se le hizo más nítido que el cielo. Tenía tres años el tiempo en que su Jihoon nació, era tan pequeño él mismo, pero su hermanito lo era aun más. Recuerda cuando lo vio al entrar en la habitación de paredes blancas, y el miedo que sentía por lo que fuera a encontrar dentro. Se sintió un poco triste, mas no celoso, al creer que el diminuto ser le robaría toda la atención de sus padres.

Y no fue así.

Jungkook lo quiso desde que lo vio.

Era claramente rosa en sus manos y rostro pequeño, su nariz en forma de botoncito, y... se encantó. ¿Cómo no quererlo? Si la dulzura podía estar albergada en una persona sería Jihoon, siempre fue Jihoon.

Su familia lo supo cuando lo tocaron, cuando comprobaron la delicadeza de sus facciones y su tacto, cuando su suave olorcito a bebé y alguna flor entonces desconocida para él reinó por todo el lugar. Él no lo pudo percibir como el resto, como sus padres alfa y omega, y el resto de su familia que era igual de especial.

No lo entendió, pero lo terminó entendiendo.

Omegas.

Ellos sin duda alguna eran de otro mundo.

Posando sin pena alguna frente a los fotógrafos que escondían bastante bien sus emociones, evitando quedarse impresionados por los omegas. Evidentemente, cualquier alfa hubiera saltado sobre ellos, así que todos en el lugar eran betas-incluyéndolo-excepto los modelos.

¿Cuánto tardaría él en construir esa seguridad? Pensar en usar ropa estilizada, era decir mucho; pensar en modelar, inimaginable. ¡Primero muerto antes que alguien lo vea así!

Ah, pero que lo acusen de cínico por todas las veces que se detuvo frente a las tiendas de omegas del centro comercial...

¡Que lo acusen de no ser nada! ¡De ser un simple beta que no sabe nada de sí y hace poco para cambiar algo!

Tal vez así sería redimido.

Por envidiar a su propio hermano.

Y soltar y poner otras esposas que no fueran las que lo tenían atado a ese estudio. Para verlos, para adorarlos, para sentirse menos culpable, pero miserable, tan miserable.

¿Desde cuándo un chico en sus veinte se hundía en el abismo como un adicto en sus propios vicios?

Pero era inevitable a veces. A veces.

Suspiró, tocándose la frente con ambas manos para calmar el dolor de cabeza que se asomaba en él.

En vez de ello, pensó en la dicha que lo recorría por cada fotografía tomada. La dicha que, a final de cuentas, permitió el seguir trabajando en ese estudio bajo la sombra de su pasado.

-¿Tan temprano con ese rostro? ¡Vas a espantar a estas bellezas!

Bueno... Omegas, betas y un alfa.

Un alfa con un insoportable aroma a café.

-¿Tan temprano y ya me estás arruinando el día? Creí que esperaría hasta la tarde para ver tu fea cara.

El de cabello rubio se encogió de hombros y se sentó a un lado suyo. Presionó sus labios para reprimir una sonrisa cuando notó la tensión del beta. Esperando molestarlo un poco más, lo rodeó con el brazo y lo atrajo hacia sí.

-Este es mi lindo Jungkook. Ah, no sabes las ganas que tenía de verte cuando Eunwoo me pasó una foto tuya sentado solo y triste en un rincón del set. Debiste llamarte si te sentías solo, Jungkookie.

-¿Eunwoo hizo qué?-Preguntó incrédulo.-Espera, ¿desde cuándo te hablas con él?

Él pareció pensárselo un poco y aunque quiso ocultar sus nervios no pudo ante el perceptibo Jungkook.-Ya sabes, un hola por aquí y otro por allá... ¡Ahora somos muy cercanos!

-Bien... ¿Entonces esperas que te crea que Eunwoo, nuestro Eunwoo que es igual de sociable que una roca, te hable así por azar?

Yugyeom río bajito y sus cuerdas vocales emitieron un sonido ronco, cautivador para cualquier omega. Oh, qué bueno que Jungkook era inmune a todo aquello sino quién sabe... Tal vez hubiera caído por cierto alfa.

Solo si olvidamos el hecho de que...

-Eso no importa. Lo que quiero saber es porqué luces como si quisieras morir.-Explicó el alfa con un brazo encima de sus hombros y su mentón reposando en su cabeza. Jungkook se preguntó en qué momento comenzaría a incomodarse por la cercanía de este.

No obtener ninguna reacción por parte del beta fue extraño. Porque la mayoría de las veces solía escabullirse de sus abrazos y quejarse de los mimos que le encantaba darle tan solo por verlo sonrojado. Y él estaba tranquilo como si fuera algo natural en ellos. Mingyu realmente se sonrojaría si Jungkook no se escapaba de él en los próximos segundos.

Pero los segundos pasaron entre respiraciones calmadas. El alfa estaba cerca de escuchar sus latidos acelerándose poco a poco en sus oídos mientras se inclinaba y fijaba su vista en las manos del otro. Veía sus dedos medianamente largos, la piel suave que se extendía desde sus manos hasta sus muñecas y sus brazos.

Si tocaba un poco... Si deslizaba una mano por su piel... ¿Sería igual de suave que la de un omega?

El beta se removió exigiendo lejanía. Extrañado y confundido por su comportamiento. Solo quería un poco de cariño, una pequeña muestra de afecto que le hiciera recordar que él era querido. Como amigo, como compañero, como lo que sea.

Apreciado tal y como él era.

Bueno, pero Jeon Jungkook es Jeon Jungkook.

Él no necesitaba de la aprobación de nadie, mucho menos del cariño de alguien para sentirse valorado. Él era valioso por donde los mires, aunque tuviera que recordárselo constantemente, él lo era.

-¿Y si salimos uno de estos días con Eunwoo? Para reforzar la amistad, ya sabes.

Jungkook alzó una ceja en su dirección.-¿Estás insinunando algo acaso?

Mingyu río dejando ver sus peculiares dientes afilados. El beta juró escuchar pequeños suspiros alrededor y volteó para comprobar que eran de unas lindas omegas que rápidamente desviaron la mirada al ser notadas.

Algo que jamás diría, ni en mil años, era que la primera vez que vio al alfa su sonrisa le quitó el aliento.

-Entonces deberíamos llevar a Ji Young.-Sugirió. Juntando luego sus labios en un línea reprimiendo una sonrisa mientras esperaba la cara espantada de su amigo, quien estaría para nada encantado con ello.

Mingyu volteó a verlo con el ceño fruncido y la boca abierta. Si no lo conociera, diría que vio algún fantasma por ahí.

Jungkook no pudo aguantar la carcajada fuerte que inundó el estudio. ¡Tenía que llevar a Ji Young definitivamente!

-No puedes estar hablando en serio, imbécil. No, no, no... ¡Ella podría ser mi madre! Sabes todo lo que que he hecho por evitarla desde esa vez, ya sabes... ¡No tenía idea de quién era ni la edad que tenía! Me ganó la calentura como siempre, joder. En medio de la oscuridad lucia tan joven, maldición. ¿Por qué siquiera la has nombrado, eh?

Mingyu se levantó maldiciendo en voz baja, esperando muy cariñosamente que el beta se fuera al infierno.

Si en algún momento él sintió algo más, entonces estuvo loco.

El beta se encogió de hombros.

De todas formas, se le iba a pasar el enojo tarde o temprano.
































-Jihoon, ¿puedes venir un segundo?

El omega cerró los ojos y contó hasta diez para llenarse de valor e ir hacia el profesor Min. Lucia calmado, pero eso no le aseguraba nada. Él siempre tenía esa expresión en su rostro, esa expresión que podía significar todo o nada.

-¿Que ocurre, señor Min?-Preguntó bajo, muy bajo. Sus manos tras él eran prueba de los nervios subiéndole por la boca del estómago.

-Usted tiene notas muy buenas, no tiene que preocuparse.-Le dijo, y el omega pudo volver a respirar.-El asunto es que he estado pensando en lo que hará al graduarse. Los estudiantes que he tenido piensan en un trabajo e incluso buscan ofertas de trabajo antes de concluir la carrera. Sin embargo, usted no se ve preocupado. Antes de seguir, quisiera decirle que me preocupo por mis estudiantes. Y usted es uno muy bueno.

No creyó que su profesor pensara eso de él... Él no parecía mostrar interés en nadie, pero él dijo estar preocupado. Por más que nada en su rostro haya cambiado al decirlo, sonaba honesto.

Así que optó por contarle lo que había rondado su mente... Lo que tenía guardado en su mente durante mucho tiempo.

-Sí he pensando en ello, mucho. En realidad, quiero hacer tantas cosas.-Dijo. La mirada soñadora era prueba de lo tanto que deseaba hacer, del mundo que esperaba conocer.-He estado pensando en postular a un puesto en la editorial Blue Rose como editor, pero si me dieran uno de escritor no lo pensaría dos veces. Pero tendría que hablarlo antes con mi esposo.

Sintió sus mejillas cálidas al nombrarlo. Su corazón agitado por tan solo pronunciar mi esposo, pero estaba enamorado, claro que lo estaba. No podía parar una vez los pensamientos iban dirigidos al amor de su vida.

-Ya se me hacia extraño que un joven muy listo no pensara en su futuro. Me alivia saber que tiene opciones.-Respondió, y él solamente asintió para volver a su sitio. Mas el profesor habló antes de que pueda irse.-Recuerde que las oportunidades son muy pocas y hay que saber aprovecharlas. Muchacho, goce de su juventud antes de tener mayores responsabilidades.

Él captó las palabras del hombre mayor y volvió a su asiento pensando en las palabras del señor Min.

Era un omega, decir que no había pensado en tener una familia sería una mentira. Lo anhelaba con toda su alma, el tener un bebé en sus brazos.

Pero Jihoon, el que no era influenciado por sus instintos, tenía un lío en la cabeza. Quería formar una familia y tener un buen puesto de trabajo, cuidar a un bebé sería complicado. Él tendría que dedicarle tiempo, dado que su esposo trabajaba en un hospital y solía hacer turnos completos.

Sin mencionar que debían evaluar los gastos una vez que naciera. La ropa, la comida... ¿Quién lo cuidaría si conseguía un empleo?

Era mucho para él. Dios, tendría que hablar de ello con alguien o se volvería loco.

Una melodía de su celular le hizo brincar en su sitio. No esperaba que nadie lo llamara a estar horas, sabían que estaba en la universidad.

Amor 💕

Cariño

Tu mamá me llamó

Habrá una cena familia en la noche

La señora Jeon amaba ver a la familia reunida y lo hacía cada que veía la oportunidad. Jihoon se sintió un poco culpable por no visitarle hace semanas. Estaba ocupado con los trabajos finales y no pudo llamarla ni pasar por su casa. La extrañaba tanto.

Yo

Soy un mal hijo :(

No la he visitado ni a Jungkook hyung

Me deben odiar

Amor 💕

Ellos te entienden, cariño

Por Jungkook no te preocupes

Él ni siquiera llama

Yo

Hyung es fotógrafo, tiene mucho trabajo

No te enojes con él :(

Amor, tengo que ir a la siguiente clase

Amor 💕

Está bien, gatito

Te recogeré en la noche

Yo

Está bien

Te amo, Tae

Amor 💕

Yo más, bebé

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