¿Quién es Jack, el de la linterna?

Jack es una leyenda que tiene sus orígenes en Europa, pero que ha ido evolucionando hasta alcanzar popularidad en Estados Unidos como un tipo de decoración.

¿Confuso? Sí, pero todo tiene una explicación. Los invitamos entonces a conocer a este peculiar personaje del folclore europeo.

Lo general

Se dice que este ser sobrenatural vaga por las noches con una farola en su mano; su silueta queda enmarcada por el ocre de las hojas de otoño.

Suele vérselo con más asiduidad en Halloween, quizás porque es el tiempo de la cosecha y tanto las calabazas como los nabos son un claro símbolo de su presencia.

Existen varias versiones de la historia que dio origen a Jack como un ser sobrenatural, a continuación les contaremos algunas.

Versión I

Un viejo relato popular del Reino Unido habla sobre Jack, un irlandés tacaño, pendenciero y con fama de borracho que no era apreciado por nadie en su pueblo.

En algún momento, al diablo le llegó el rumor de la existencia de tan negra alma que se decía era peor que la suya propia. Curioso, se presentó en nuestro mundo para comprobar si, efectivamente, Jack era un rival de tan alto calibre.

Disfrazado como un hombre normal, el diablo llegó al pueblo y se puso a beber con Jack durante largas horas. Le hizo preguntas e intentó sacar lo peor de su alma. Al final, convencido sobre la enorme maldad de Jack, el diablo reveló su identidad.

Entonces, Lucifer le dijo a Jack que iba a llevárselo al infierno para hacerle pagar por sus pecados. Preocupado, Jack le pidió que le permitiera beber con él una ronda más, como última voluntad.

El diablo se lo concedió porque le pareció justo, pero al ir a pagar por lo consumido, ninguno de los dos tenía dinero. Jack, desafiante, retó a Lucifer a convertirse en una moneda para demostrar sus poderes y que él era, en realidad, el diablo y no una persona jugándole una broma.

Lucifer lo hizo, lleno de orgullo por la oportunidad de hacer ver sus habilidades, pero en lugar de pagar con la moneda, Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata por cábala.

Incapaz de salir de allí y recuperar su movilidad, el diablo ordenó a Jack que lo dejara libre, pero Jack respondió que no lo haría, a menos que Lucifer prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.

Transcurrido ese tiempo, el diablo apareció de nuevo en casa de Jack para llevárselo al inframundo, pero de nuevo Jack pidió un último deseo; en este caso, le dijo al amo de las tinieblas que cogiera para él una manzana situada en lo alto de un árbol no muy lejos de allí, para así tener una última comida antes de su tormento eterno.

Lucifer accedió de mala gana, pero cuando se hallaba trepado en el árbol, Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar.

A cambio de la libertad del diablo, en esta ocasión pidió no ser molestado por toda una década, y añadió además otra condición: que nunca pudiera el diablo reclamar su alma para el inframundo. Satanás se vio obligado a acceder y Jack fue liberado de la amenaza.

Sin embargo, su jugada le salió mal. Tras morir Jack, mucho antes de transcurridos esos diez años pactados, su alma se aprestó a ir al cielo, pero fue detenido en las puertas de San Pedro. Se le impidió el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada. Decepcionado, Jack fue enviado al infierno.

Para su desgracia, allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el diablo. Lucifer expulsó a Jack de su reino y, en el despecho, le arrojó unas ascuas ardientes. Jack, que era un granjero y murió en época de cosechas, atrapó las ascuas dentro de un nabo hueco a modo de acto reflejo al verlas aproximarse a él. De esta forma, obtuvo una improvisada linterna que agradeció con sorna.

Así es como Jack fue condenado a deambular por los caminos, sin más luz que la ya dicha linterna, en su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal.

A Jack se lo conoció como "Jack of the lantern" (Jack, el de la linterna) que a causa de la pronunciación irlandesa, pasó a ser "Jack-o-lantern".

Versión II

Jack, el malvado granjero irlandés, estaba siendo perseguido por los aldeanos que lo acusaban de haber robado dinero cuando se encontró con el diablo.

Lucifer, observando el predicamento en el que Jack se encontraba, le dijo que había llegado el momento de su muerte.

Jack, asustado, le dijo al diablo que si él era quien decía ser, que demostrara sus poderes al transformarse en la moneda de oro que esos feligreses buscaban. Lo tentó, además, diciendo que al actuar de esa forma, cuando la moneda desapareciera de nuevo, todos empezarían a culparse entre ellos por el robo y nacería el caos.

Al Diablo le gustó la idea de la travesura y accedió a la propuesta: se convirtió en una moneda de plata y saltó al bolso que Jack llevaba, solo para encontrarse junto a una cruz que el ladrón también había robado en la aldea.

Jack cerró bien el bolso y la cruz privó al Diablo de sus poderes; y así lo atrapó.

De acá en adelante, la historia se desarrolla como su otra versión.

Después de un tiempo, Jack murió, como cualquier otro ser viviente. Por supuesto, su vida había sido demasiado pecaminosa como para poder entrar en el Cielo; no obstante, el Diablo había prometido no llevarse su alma, y así quedó también fuera del infierno.

Jack no tenía dónde ir. Solo en medio de la noche, se preguntó en voz alta cómo podría ver hacia dónde se dirigía y el Diablo le arrojó en respuesta, a modo de burla, una brasa que nunca dejaría de arder porque pertenecía al fuego del infierno.

Jack ahuecó un nabo (su comida favorita), puso la brasa en su interior y comenzó a vagar eternamente y sin rumbo por todo el mundo para encontrar un lugar donde finalmente descansar.

Otras variantes

En algunas historias cambia el método de engaño.

Sin importar cuál sea la treta, Jack se muestra como un humano astuto y malvado, capaz de salirse con la suya usando su ingenio.

En cuanto al castigo y lo que ocurre luego de su muerte, él es siempre rechazado tanto en el cielo como en el infierno. Es condenado a vagar por el camino de regreso, un tortuoso sendero lleno de oscuridad y miseria, de un frío capaz de helarle los huesos hasta a los muertos. El diablo a modo de burla le lanza una ascua o un carbón encendido del mismo infierno, este nunca se apagará, pero Jack no lo sabe y por ello usa un nabo para protegerlo del viento.

Evolución

Jack o' lantern en un comienzo estaba relacionado con nabos en el folclore europeo, pero más tarde, los inmigrantes irlandeses en Estados Unidos empezaron a representarlo con calabazas (que era lo que se cosechaba en otoño).

Según sus costumbres, se iluminaban los nabos/calabazas para alumbrar el camino de los muertos y de Jack en Halloween.

En una de las tantas variaciones, se dice que Jack llama de puerta en puerta durante Halloween en busca de un sitio donde descansar. A los habitantes les pide truco o trato (una maldición o una ofrenda).

Con el paso de los años, en Estados Unidos comenzó a llamársele "Jack O' Lantern" a las calabazas decorativas de Halloween, y la leyenda original cayó en el olvido. Muchos ni siquiera saben de dónde proviene el nombre de "Jack" o qué relación tiene con las linternas de calabaza.

Otras versiones cruzan la leyenda original con el libro de "El jinete sin cabeza" de Washington Irving, porque en las primeras adaptaciones de la novela, se le ha otorgado una cabeza de calabaza encendida al espíritu (que en el texto no existe).

Incluso se dice que "Jack", el personaje de Tim Burton tiene origen en esta leyenda, porque siempre se ha representado a "Jack O' Lantern" como un ser alto y desgarbado. 

¡Gracias a @Nya_luna_Nya por este aporte!