Capítulo 55
La gran ciudad de Los Angeles se volvería el epicentro del encuentro de boxeo más importante en la división de Peso Gallo. El tránsito estaba hasta en su límite y las filas para comprar boletos en reventa eran enormes, así como los bares aledaños que estaban a reventar para poder ver la transmisión de la pelea por el cinturón.
En uno de los camerinos del estadio, sentada sobre una banca cubierta por una capa con su nombre en la espalda estaba la campeona quién veía con nostalgia y extrañeza el cinturón. —No tengo que recordarte lo peligrosa que es tú rival. Sus jabs son el arma más peligrosa de su arsenal, si logra golpearte de lleno entonces estarás perdida. —Su entrenadora tomó asiento junto a su alumna tratando de calmarla. —Es extraño, creía que no sentiría nada cuando llegara el momento de pelear, pero es la primera vez que me siento inquieta antes de un combate. —La campeona se puso de pie entregándole el cinturón a su entrenadora para proceder a colocarse los guantes que tanto la habían acompañado desde el inicio de su carrera. —Pero no estoy preocupada, en realidad me muero de ganas por subir al ring... Cuando gane esta pelea mi objetivo será el cinturón de Peso Pluma. Ahora vamos, hay una pelea que ganar.
—Les damos la bienvenida a esta velada tan esperada por todos nosotros. Esta noche se decidirá quien es la campeona más fuerte de la división de Peso Gallo. Ambas boxeadoras vienen invictas pero eso cambiará hoy. —El presentador abría la escena, el telón de la obra se alzó a la espera de la entrada de las actrices que conducirán el evento. —La primera en entrar es la retadora; una mujer temida dentro del ring que infunde terror a sus rivales. Es "La Perra sin correa", La Boxeadora más grande, violenta y salvaje de su nación. ¡Ella es Rachel Williams "La Bestia"! —El estadio estalló en gritos de emoción y vitoreos que apoyaban y descalificaban la participación de La Bestia.
—¡Te amo, Bestia!
—Maldita tramposa, hasta aquí llegó tu racha de victorias.
—El titulo mundial ya es tuyo. Confiamos en ti.
—¡Hoy llegó tu juicio, maldita tramposa!
Las cuerdas del cuadrilátero se abrieron dejando entrar a la retadora, su caminar era lento pero firme al dirigirse a su esquina para esperar a su rival. Un enorme vacío era visible en las pupilas de La Bestia, como si no supiera dónde se encontraba parada. —Mucha suerte, el cinturón mundial es prácticamente tuyo. —Ese fue el único comentario de apoyo cercano que obtuvo por estar ahí, su entrenador dijo esto mientras acomodaba los guantes de su peleadora y salía del ring. Ahora Rachel estaba completamente sola.
—Y ahora entra una mujer muy particular; muchos la llaman genio, otros más arriesgados la llaman monstruo, pero todos estamos de acuerdo que la palabra que más define a esta reina de boxeo es temeraria. Con ustedes, la invicta campeona mundial de peso gallo: Yadira La Loba Afgana. —La imponente boxeadora inició su caminata luciendo con orgullo, elegancia y porte aquel cinturón verde y dorado brillante que colgaba de su abdomen. —Ten mucho cuidado, esta va a ser la pelea más importante de tu carrera. Si siento que tú vida corre peligro entonces tírate la toalla, me entendiste? —La entrenadora de La Loba se preocupaba genuinamente por su luchadora tanto que dijo una oración casi imperceptible y se despidió con un beso en la frente de la boxeadora. —"No puedo perder, así que ven por mí y dame el combate más real que tendré en mi vida."
—¿Estás segura de quedarte? Sé que no es fácil para ti ver esta pelea. —El matrimonio de Anthony y Jessica Martinez veían expectantes el inicio de la pelea mundial. —Enfrenté a ambas boxeadoras incluso cuando ninguna estaba dándolo todo cuando pelearon conmigo. Esta es mi oportunidad para ver cómo se ve la cima por la que tanto luché por alcanzar. —Respondió la ex boxeadora tomando la mano de su esposo.
—"Está por empezar la pelea. Rachel no sé que fue lo que pasó contigo pero sin importar las circunstancias yo te seguiré apoyando hasta el final." —Mirando desde la televisión del gimnasio, Alejandra se detuvo en su trabajo para ver la transmisión del encuentro. —Me duele pensar así pero sí Rachel gana el cinturón significa que se habrá convertido en un monstruo sin retorno. —Simón también veía dolido la ruta que su antigua alumna había decidido tomar, ya se encontraba en aquel estado donde su cuerpo estaba desconectado de su mente y en esa condición sabía que la campeona tendría problemas para siquiera acercarse. —En fin, no hay tiempo que perder. Hay que recoger a Julia del hospital y llevarla al aeropuerto con la señorita Reyes.
—Espero tomar la decisión correcta al seguirte. Aunque pensándolo bien, no tengo otras opciones. —La boxeadora Mondi caminaba por el pasillo de abordaje del avión acompañada de la guerrera mexicana para el abordaje. —No olvides tu parte del trato, ahora que La Bestia dejó vacante el cinturón es tu oportunidad de conseguirlo mientras yo me vuelvo campeona en México para la revancha ahora como campeonas. —Esa fue la única condición que Rosario puso para poder ayudar a su rival con su recuperación y entrenamiento en México, que ambas tendrían que pelear cuando fueran campeonas de sus respectivos países. —En fin, ya debería estar empezando la pelea entre La Loba y La Bestia. ¿Quién crees que gane?
La primer campanada marcó el comienzo del primer acto, La Bestia fue la primera en moverse controlando a la perfección su velocidad y técnica con rápidos jabs que intentaban mantener una gran distancia entre las peleadoras; del lado de la campeona ella esquivaba cada guantazo recortando la brecha creada con saltos explosivos usando sus ganchos de izquierda múltiples veces como si se tratasen de los colmillos de un animal salvaje. Pasaron alrededor de 30 segundos del primer asalto y ninguna de las dos había logrado conectar un solo golpe lo que subía la tensión en el público por ver quién sería la primera en golpear y ser golpeada.
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