Mi casa estaba hecha un desastre, los cristales rotos, la sala llena de sangre, nos encontrábamos en el medio de está tratando de descifrar la aparición del Devore con quien había tenido un encuentro.

-Tenemos que estar prevenidos, si tus pesadillas se cumplen está por iniciar la segunda guerra Bèt y tú no estás lista ni completa-mencionó mi padre, como podía decir que no estaba lista, él lo acababa de decir era por mucho el ser más poderoso de la tierra y yo me encontraba más lista que nunca.

-Tu padre tiene razón, estas incompleta, recuerda la profecía, tu poder está dividido en partes iguales. Y la otra la tiene algún chico que no sabemos su ubicación.-dijo Moira, haciendo que recapacitara. Pero yo no podía esperar a alguien del que no tenía ningún dato.

El sonido de la puerta nos sorprendió. Nos miramos unos a otros esperando ver quién era el que abriría la puerta. Mi padre entrecerró los ojos y se acercó a la puerta, Astoria negó con la cabeza haciendo referencia a la mirada que cuestionaba su madre si era algún peligro.

Abrí los ojos como platos al ver a Aris parado en la entrada de mi puerta, parecía que lo habían golpeado, pues su ropa estaba rasgada y él estaba completamente sucio, permaneció mirándome detenidamente. Detrás de él estaba una mujer de no más de 28 años que sonreía ampliamente, era unos centímetros más alta que yo, su cabello cobrizo caía ligeramente por sus hombros, su piel era un tono más claro que el de Aris, y debo decir que tenía un extremo parecido con él, por lo que deduje que era su hermana; mi padre relajo su postura y los dejó entrar.

-Hola Einar, ha pasado bastante tiempo desde la última vez que nos vimos. Todo está saliendo de acuerdo a la profecía-mencionó ella una vez que estaban en la sala.

Aris continuaba mirándome fijamente, no entendía que hacia él aquí y mucho menos sabía quién era ella y que demonios quería. Se presentó como Olive, y como lo supuse era la hermana de Aris, además era el alma de la clarividente que había ayudado a mi madre.

-Después de que te fuiste Einar, me dedique a buscar un portador para colocar la mitad del alma de Valkyria, estaba por rendirme cuando un estruendoso ruido acaparó mi atención, un auto estaba estrellado en un gran barranco, observé detenidamente aquel incidente, cuando la vi. Kuna estaba comiéndose a los humanos que viajaban en el auto. Pero mi sorpresa fue más intensa cuando un leve sonido se escuchó de entre los árboles, me acerque un poco más para saber de qué se trataba, entonces la vi, una pequeña humana llena sangre sostenía entre sus brazos a otro más pequeño, el cual parecía ya no tener vida. Kuna escucho los sonidos y trato de seguirlos, pero rápidamente actué y me acerque a la pequeña y la lleve lejos de ahí...- comenzó a relatar Olive para que entendiéramos un poco el porqué de su aparición, Aris continuaba mirándome como tratando de descifrar algo.

-...La pequeña estaba agotada y su alma estaba por extinguirse, como lo pensé el pequeño entre sus brazos estaba muerto; le pedí que me permitiera unirme a ella para salvar su alma y que me dejara colocar la mitad del alma de Valkyria en el bebé para que ambos pudieran sobrevivir. Sin dudarlo ni un segundo ella me lo permitió haciendo que me convirtiera en Olive la hermana mayor de Aris. Por consiguiente, él es la mitad del poder de Valkyria-concluyó al fin.

-Kuna llegó a este mundo de la misma forma que nosotros, el Devore es producto de ella. ¿Habrá más de uno?-preguntó la madre de Astoria.

-Me temo que si, estamos por enfrentarnos a algo más grande que los Fènwas, el mestizaje siempre a elevado el poder de nuestra especie-mencionó Olive.-y debemos prepararnos para lo que se viene, Aris y Valkyiria deben aprender a trabajar como lo que son, uno solo.-concluyó 

-Espera, ¿entonces Aris también es un Ibrid?-pregunto Astoria confundida, sabíamos que él no tenía ni una señal de poder, su alma no mostraba ser diferente a la de un humano.

-No, Aris es como Valkyria, es una Sendika-Ibrid.-ahora éramos dos, cuando solo yo era la única, esto era imposible. Aris era todo lo contrario a mí, siempre lucia pulcro y refinado, a excepción de este momento, como podíamos siquiera ser la mitad del otro si era un arrogante.

No era como si estuviera hablando solo por hacerlo, de los meses que había tenido la oportunidad de conocer en su totalidad a la mayoría de mis compañeros de escuela, Aris por mucho era el ser que más odiaba en la tierra, siempre lo encontraba mirándome aun estando son su estúpida novia, su seriedad y entrega en todo lo que hacía, me provocaba nauseas. Siempre era el centro de atención de miles de idiotas que babeaban por él. 

En efecto éramos polos opuestos, yo era la tormenta y él, el arcoíris. Las pocas veces que llegamos a cruzar palabra me irritaba su egocentrismo, él sabía que era bastante atractivo y que muchas lo añoraban, pero no yo.

No quería siquiera pensar en que tenía que estar junto a él para evitar que otra guerra Bèt se hiciera realidad. Pero él, prácticamente quería sacarme de mis casillas; constantemente me molestaba haciendo alusión a un romance que ni en mis sueños más horribles sería posible, esto ocasionaba una pelea constante con Kenzy. De verdad lo único que faltaba era que por alguna extraña razón yo estuviera enamorada de Aris, cosa que era imposible.

Digo, Aris era muy guapo y su físico era perfecto, debo decir que me gustaba cuando me miraba sonriendo irónicamente después de decir algún chiste sobre "nuestro romance". En ocasiones yo era la que lo veía, casi siempre después de uno de sus partidos de soccer cuando se quitaba su playera, amaba ver como el sudor recorría su abdomen bien marcado. Pero eso no disminuía el hecho de que en verdad lo detestaba.

***

Transcurridos los días, mi padre y la hermana de Aris, nos hicieron compartir más de un momento para poder tener un control de nuestro poder, saber cómo utilizar nuestra magia y habilidades en conjunto. Como lo supuse, Aris solo estaba juntando en lugar de concentrarse en lo que debíamos hacer.

Estábamos perdiendo mucho tiempo con esto, salieron los boletines de que estaban desapareciendo muchas personas de la zona; compañeros de la escuela estaban ausentes. Y nosotros en lugar de estar evitándolo estábamos jugando a la pareja salvadora.

-Maldita sea, deja de estar jugando por favor, concéntrate, ya perdimos a muchos y tu ni una pizca de interés tienes.-le grite molesta, mientras lo empujaba lejos de mí, habíamos estado luchando como entrenamiento de defensa, pero como siempre Aris se hizo el gracioso, cayendo encima de mí, estaba a punto de besarme cuando lo lance hacia el otro lado del jardín.

-Valkyria, relájate un poco, ni siquiera sabemos si los Devores son reales. Tú has sido la única que los vio. Yo creo que lo inventaste para pasar más tiempo a solas-mencionó coqueteando.

-Ahórrame las molestias de destrozarte, si todo fuera una invención mía, dime donde diablos están todos los que desaparecieron.-no estaba dispuesta a tener otra estúpida discusión con Aris, revolee los ojos, di media vuelta y salí disparada hacia el cielo lejos de él.

Estaba volando tan rápido que el viento golpeaba sutilmente mi rostro, amaba poder volar y ver desde arriba los pequeños detalles que muchos ignoraban. De pronto sentí que alguien me seguía, supuse que era Aris, pues le encantaba alcanzarme en el aire y llevar nuestra pelea a otro nivel. Pero no lo veía por ningún lado, entonces lo sentí, aquella misma sensación de hace unos meses, mi piel se erizo, rápidamente cambie de forma a un águila real. Cuando sentí que alguien o algo me tomaba de las alas y caíamos en picada hacia la hojarasca del bosque.

-Pero mira que nos trajo el destino, quien lo iba a decir, nos volvemos a encontrar-no era posible que fuera la misma Devore. Trate de zafarme de su agarre pero mi forma no ayudaba en nada. Instantáneamente me sentí más ligera, pudiendo retomar mi forma. Aris había llegado a mi rescate y golpeo fuertemente al devore dejándola noqueada.

-¿Estas bien? ¿Qué demonios era eso?-pregunto Aris al tiempo en el que me tendía la mano y me ayudaba a levantarme. Nos acercamos sigilosamente al cuerpo tirado entre la hojarasca. Para nuestra sorpresa, el monstruoso Devore ya no se encontraba ahí, en su lugar una chica semidesnuda yacía recostada.

-Ella era el devore, esto tiene que ser una maldita broma- exclamé tratando de asimilar que esa chica fuera el mismo ser monstruoso que trato de lastimarme. Estaba teniendo un conflicto mental, mientras Aris trataba a cuestas de mover a la chica, cuando varias voces resonaron en mi odio como susurros, gire mi rostro en dirección a la chica para notar las luces que vislumbraban su pecho. Me acerque lentamente para poder observar con mayor detenimiento, pero en ese momento la chica despertó transformándose nuevamente en el Devore. Minutos después dos más aparecieron.

-Rowen, deja de estar jugando con la comida. Te noqueo tu propio alimento ja ja ja-mencionó entre risas una de las criaturas que acababa de llegar.

-No estamos para juegos, Kuna está impaciente, ¿Dónde están las almas que debías traer?-pregunto la otra una vez que aterrizo en la hojarasca.

-Tuve un pequeño contratiempo, pero no más, empieza a correr pequeña Ibrid porque te voy aniquilar-antes de que se me lanzara encima Aris se había interpuesto entre ella y yo. Porque demonios se metía, esta era mi pelea y no la de él.

-Sobre mi cadáver- mencionó cubriéndome con su cuerpo, iba a quitarlo de enfrente cuando una voz masculina atrajo nuestra atención.

-¿No se te hace de mal gusto agredir a una señorita?-estaba parado en una de las ramas, saltó cayendo completamente de pie.- deberías meterte con alguien de tu nivel-miro ferozmente a Aris, entonces este sujeto se transformó en un Devore, lanzándose hacia Aris, comenzaron una pelea campal, era difícil saber quién de los dos era más fuerte, al final eso se vería.

-En que estábamos...-mencionó la que llevaba el nombre de Rowen, me prepare para su ataque cuando un golpe a mi espalda me sorprendió, caí al suelo y al girar mi rostro me encontré con una de las Devore que habían llegado. Iba a levantarme para atacarla cuando la tercera me embistió desde lo alto.

La ira comenzó a hacerse presente, ni siquiera trate de levantarme, me eleve en los cielos para contraatacar, primero me dirigí hacia Rowen, levante mis alas para atacarla cuando note que estas en lugar de ser las que causaron tanto dolor con las navajas, ahora eran muy parecidas a las de un dragón, mi manos estaban completamente llenas de escamas y mis uñas eran enormes garras, me deje caer en picada para atacar a Rowen, ella esperaba sonriendo, poco antes de llegar hacia ella, volví a transformarme. Aterricé con ambos pies y solté un alarido que resonó con el eco del bosque.

Corrí hacia cada una de las Devore y les arranque el corazón de manera inmediata. Los dos hombres detuvieron su pelea, el otro chico casi desapareció al instante en el que vio a sus compañeras muertas en la hojarasca. Aris bajo a mi lado y me ayudo a cargar los cuerpos hacia mi casa.

-¿Esta era la prueba que necesitaban para saber que nos están aniquilando? Pues listo aquí la tienen-mencioné una vez que Aris dejo caer los tres cuerpos en la sala.

-Valkyria que hiciste, estas son chicas humanas-mencionó Astoria sorprendida. Revolee los ojos y saque uno de los corazones, lo coloque nuevamente en el cuerpo de Rowen, no entendía como es que estaba logrado hacer esto, salía tan natural como si los conocimientos sobre mis poderes aparecieran de repente.

Selle la herida en el pecho de Rowen y nuevamente ella estaba respirando. Abrió los ojos sorprendida y nuevamente se transformó, yo sabía que intentaría escapar, por esta razón justo en el momento en el que abrió sus alas, deje salir las mías, repletas de cuchillas afiladas y de un solo corte arranque las suyas. Todos miraron sorprendidos la sangrienta escena al momento en el que Rowen volvía a su faceta humana.