Capítulo II
Luego de aquel día ChanYeol no hizo más que sentirse abatido ante la presencia de BaekHyun, quien comió con una sonrisa aquella tarde mientras lo miraba de frente y el otro pareció realmente encantado con que cenase junto a sus empleadas. De igual forma, a él no le molestó, después de todo, las trabajadoras del hogar eran para él lo más cercano que tenía de una familia y no porque la suya propia no le generase tal cobijo, sino porque sus progenitores generalmente nunca estaban en el hogar. Pudieron dejar su manada de bestias, pero no dejaron de ser unas, así que la mayor parte del tiempo se la pasaban haciendo sufrir a los demás con alucinaciones o viajando a través del mundo como si la tapadera de la pareja empresarial realmente fuese real.
¿Cuándo podremos juntarnos para seguir con el trabajo?, leyó desde su teléfono. Como era de esperarse, Byun BaekHyun era el único que le mandaba mensajes y ChanYeol sabía que si no fuese por el trabajo que debían hacer juntos realmente no se contactaría con él. Eso era lo que intentaba repetirse cada vez que se encontraba a su compañero por los pasillos de la universidad y este lo saludaba como si no hubiese visto su rostro trizado hace unos días atrás, o puede que quizás al chico poco le importase.
¿Qué tal a las siete? Termino con sociología a esa hora, comentó con cierta ansiedad y ni siquiera supo bien por qué.
Claro. A esa hora nos encontramos frente a tu moto. 😉
ChanYeol se sintió estúpido cuando se dio cuenta que tuvo ganas de reír al leer aquel mensaje y acabó dando una ligera negación de cabeza para sí mismo antes de adentrarse a su última clase del día.
Increíblemente, cuando salió de sociología no se sintió tan cansado como usualmente le sucedía. En vez de eso tuvo una tremenda sonrisa mientras se dirigía hacia el estacionamiento de la universidad, donde pudo reconocer de inmediato a BaekHyun sentado en la banca más cercana a su moto, con las piernas y los brazos cruzados mientras tenía la cabeza ligeramente ladeada. Estaba solo en el sitio y los vehículos que quedaban eran pocos, de seguro porque ya era algo tarde y muchos terminaban con la jornada diurna.
Como estaba oscuro se acercó hasta el cuerpo del chico con lentitud, temeroso de asustarlo con su porte y aspecto sombrío, pero una vez que llegó delante de su compañero se dio cuenta de que este dormía sobre la banca con el cuerpo entrecruzado para mantenerse en calor y con una postura extraña, de seguro porque intentó mantener el equilibrio para dormir sentado con la ayuda de nada más que el respaldo de cemento.
ChanYeol se acercó con un poco de miedo hasta que llegó delante del castaño y se acuchilló frente a sus rodillas, percibiendo de lleno el rostro de BaekHyun que se tornó ligeramente amarillento por la farola del estacionamiento. Teniéndolo así, mirándolo desde abajo como el chico lo observó desde que lo conoció, lo hizo sentirse extraño y su pecho vibró en una sensación inusual que lo llevó a jadear ligeramente, porque se sintió muy... humano.
El cuerpo frente a él se movió ligeramente, acomodándose luego de un estremecimiento, y ChanYeol se sacó su propia chaqueta para ponerla sobre los hombros de BaekHyun. Le importó poco si el chico al final no estaba contento con ello, pero nuevamente sintió que debía comportarse agradecido o algo así, ni puta idea. No lograba describir lo que le hacía sentir BaekHyun y probablemente no se hubiese detenido mucho en ello si no fuese por que su cuerpo se movió por sí solo y de repente se encontró con su propia mano bañada en cicatrices y tatuajes interponiéndose contra la pulcra piel de la mejilla de BaekHyun. Lo acarició, le tocó la mejilla como si tuviese algún derecho, como si no hubiese un contraste brutal entre el humano y la bestia que él era.
—ChanYeol... —Se quedó completamente estático al escuchar la voz ligeramente ronca y nuevamente un estremecimiento recorrió su cuerpo.
Alejó de inmediato la extremidad y se puso de pie para darse la vuelta hacia su moto, donde se dirigió como si BaekHyun no existiese, como si no lo hubiese acariciado hace unos minutos atrás. Deseó ocultarse, especialmente porque terminó sacándose el cubrebocas de camino ahí en vista de que no había nadie y no se sintió precisamente cómodo al mostrarse al descubierto aún cuando sabía que el chico ya le vio su extraña perforación y la cicatriz brutal que cruzaba una de sus mejillas.
—Yeol —llamó el otro con más fuerza y para él se le fue inevitable voltearse, notando que el chico se puso de pie y se sujetó la chaqueta que le pasó para que no cayese de sobre sus hombros—, no huyas. —Él frunció el ceño—. Quiero conocerte.
—BaekHyun —susurró y se enojó, maldición. ¿Conocerse? ¿Byun BaekHyun realmente quería conocerlo?—, solo somos compañeros y tenemos que hacer un trabajo juntos. Nosotros solo hemos...
—Tú... —El chico tomó aire a profundidad, como si tuviese que calmarse—. ¿Solo eso?
—Sí.
—Bien —zanjó el otro y la expresión de su compañero se volvió sombría desde debajo del farol, cosa que lo extrañó—. Nos pondremos de acuerdo por mensaje para hacer el trabajo.
El chico caminó hasta él y se quitó la chaqueta para entregársela. Luego simplemente pasó por su lado y se dirigió hacia la parada de autobuses, la cual tenía mucha más gente que el estacionamiento.
ChanYeol se olvidó de todo rápidamente y se concentró más en lo que dijo el castaño, así que no le costó mucho llegar hasta el chico para detenerlo con un ligero agarre de muñeca.
—¿Estás molesto? —No supo si esa sería la mejor pregunta, pero definitivamente era una duda ante la cual necesitaba respuesta.
—¿Siquiera eso te importa?
—¿Por qué no me importaría si se supone que estás molesto conmigo? —contraatacó.
—Porque realmente no te preocupas por los demás, ChanYeol. Solo estás pendiente de ti mismo y ni te fijas en cómo los demás te miran.
—¿En cómo los demás me miran? —preguntó casi sin aire.
Se enfureció y entristeció en partes iguales. ¿Qué derecho tenía Byun BaekHyun de decirle esas palabras tan crueles cuando ellos no se conocían de absolutamente nada?
—Te esfuerzas tanto en ofenderte por sentirte aislado y rechazado que no te das cuenta que eres tú mismo quien genera eso. —El chico tomó aire, probablemente porque se dio cuenta de lo toscas que salieron sus palabras—. E-Es solo que... Hay gente que de verdad quiere tenerte a su lado y... —BaekHyun suspiró y dejó de mirarlo a los ojos—. Aparentemente, nadie es digno de ti.
¿Cómo mierda las cosas se retorcieron tanto de esa manera? ¿Alguien digno de él? ¡Era un monstruo! Su naturaleza lo hizo fisicamente horrible para asustar a todo aquel que se interpusiese en su camino y, pues... era justamente eso lo que aparentemente hacía, ¿no?
—¿No ves cómo soy, BaekHyun? —preguntó con cuidado, lentamente. Los ojos del aludido volvieron a posarse en los suyos—. Realmente soy yo quien no es digno de nadie.
Para su sorpresa, una opresión se generó en su nuca y al otro segundo se sintió ahogado, con una nueva presión en la parte delantera de su rostro y no se dio cuenta de ninguna mierda hasta que sintió un ligero quejido sobre sus labios. Solamente ahí se percató de que BaekHyun lo estaba besando.
No se apartó, porque quedó demasiado estupefacto como para hacerlo. Sencillamente permaneció ahí, quieto y ligeramente inclinado hacia abajo debido a la insistencia de su compañero por hacer que bajase la cabeza para besarlo. Era hasta tierna la situación, ya que BaekHyun era definitivamente más pequeño y él parecía tan tieso como un poste.
El chico volvió a jadear contra él y solo recién se apartó. ChanYeol no hizo nada durante todo ese tiempo, pero al ver los labios del contrario manchados ligeramente de rojo sangre se preocupó y sin mayor reparo acarició el labio inferior del chico, limpiando el fluido hasta que encontró la herida en uno de los costados del labio inferior. Tuvo el deseo extraño de besarlo para limpiarle la sangre, pero en vez de hacer algo tan imprudente solo pasó el pulgar, quitando cualquier resto evidente.
—D-Deberías limar la punta de eso —susurró BaekHyun con los ojos fijos en los suyos y ChanYeol se relamió los labios, dándose cuenta recién que hizo sangrar al chico con la púa que tenía incrustada en el labio como un puto piercing.
—¿Debería? —preguntó casi sin aire.
Recibió un quejido suave en respuesta y un asentimiento. BaekHyun siguió sin apartar los ojos de los suyos y él estuvo tentado a bromear con ello, pero sus pensamientos se fueron a un hoyo profundo cuando sintió dos manos ligeras apretar sus mejillas y nuevamente fue inclinado hacia abajo. BaekHyun volvió a besarlo y esa vez ChanYeol no se quedó atrás.
Con movimientos titubeantes sujetó la cintura de su compañero y lo acercó ligeramente hacia sí, sin saber muy bien cómo tomarlo sin parecer bruto ni demasiado flojo. Después de todo, no sabía cómo tocar, no conocía lo que era el tacto y que BaekHyun se lo diese a conocer con todo ese tumulto de emociones solo lo mareó y lo hizo querer huir ante lo desconocido.
—Creo que ya es muy tarde para que nos reunamos a trabajar —comentó el otro con cuidado una vez que se separaron y este de inmediato se relamió para quitar el rastro de sangre que aún fluía en pequeñas cantidades—. Q-Quizás podríamos coordinar por mensaje para acordar otro día.
Asintió lentamente y el chico le mostró una pequeña sonrisa antes de hacer un ligero gesto de manos, despidiéndose de él, pero el otro no alcanzó a dar un paso para cuando él volvió a hablar.
—BaekHyun... —Tomó un poco de aire antes de continuar y con la cabeza apuntó su moto—. ¿Quieres que te lleve?
La sonrisa en el rostro de su compañero se mostró amplia y ChanYeol rio con suavidad cuando lo vio dirigirse hacia su motocicleta con cierta emoción. Ninguno de los dos se subió inmediatamente, BaekHyun no lo hizo porque debía esperar por ChanYeol y este se mantuvo un momento mirando al contrario antes de extender su chaqueta.
—Póntela. Hace frío.
El chico recibió la prenda con una sonrisa y se la puso con confianza mientras él se las arreglaba con el casco. Luego de eso se subió a la motocicleta y le tendió el casco al chico, quien le sonrió y se subió a sus espaldas. Nuevamente sintió los muslos de BaekHyun apretándose en torno a los suyos, ofreciéndole un calor que lo estremeció y lo hizo contener un suspiro.
—¿Hacia dónde es?
No supo por qué BaekHyun se comportó tan tímido de repente. De hecho, no reparó mucho en ello hasta que tuvo el momento para salir del estacionamiento, justo después de que dejó de hiperventilar por tener el cuerpo de su compañero tan cerca del suyo. Solo ahí logró pensar en la manera en que el contrario se comportó con él, en lo que le dijo y en cómo se expresaron sus ojos, tan relucientes y llamativos que cualquiera quedaría hipnotizado ante semejante expresión. Después de todo, BaekHyun era increíblemente bonito y eso mismo lo hizo pensar que era extremadamente ridículo que el chico lo besase a él.
—¡Aquí! ¡Aquí! ¡Aquí!
Asustado frenó y el cuerpo de BaekHyun se acopló más al suyo ante el brusco movimiento, sacándole un jadeo a ambos. ¿Fue excitante? Probablemente, pero la preocupación opacó por completo el deseo y apagó la motocicleta para apoyarla sobre la pata y hacer que BaekHyun se sintiese más estable para bajar. Una vez que el chico lo hizo se sacó el casco y se sacudió el cabello al interponerse este en su visual. ChanYeol se planteó besarlo, pero no supo qué tan bien estaría el otro con ello realmente, porque sí, pudo besarlo cuando estuvieron en el estacionamiento de la universidad, pero en ese momento ambos se encontraban frente a una pequeña vivienda de dos pisos en un barrio tranquilo y algo alejado de la universidad, al menos más de lo que quedaba su hogar. Por ende, la situación ya no era la misma y él se debía comportar.
—Muchas gracias por traerme.
Asintió y el chico le mostró una sonrisa inestable. ¿Qué se suponía que se hacía luego de eso? ChanYeol ni siquiera supo por qué el otro lo besó. Quizás por morbo, porque parecía demasiado obvio que él era una cosa extraña y BaekHyun se vio llamado por eso o... había algo más. No lo sabía, no tenía ni puta idea y deseaba que el tema no se lo carcomiese mucho más, así que durante esos breves segundos se permitió disfrutar del rostro pulcro de BaekHyun.
—¡Hey, Baek! —Se sobresaltó ante la puerta que se abrió—. Hermano, necesito que... —El hombre imprevisto detuvo su diálogo y trasladó la mirada del uno a otro. Ante ello ChanYeol no hizo más que esconderse detrás de su capucha y toda la mierda que le rodeaba la cabeza. Se olvidó de ponerse el tapabocas, así que esperó que su bufanda fuese suficiente para esconder parte de su barbilla con la cicatriz de la quemadura.
—¡Dae! —nombró BaekHyun un poco después, como si le hubiese costado procesar la existencia del contrario.
—Ehh... Mmh... ¿Quieres que tu amigo se quede a cenar? Hay comida suficiente para todos.
Su compañero le envió una rápida mirada y él lo observó de reojo desde lo bajo, provocando que BaekHyun se sonrojase.
—No yo... En realidad debo irme —murmuró sin levantar la cabeza, concentrado en sujetar bien el casco antes que la mirada de Dae lo intimídase por sus manos tatuada.
—¿Seguro? —BaekHyun se inclinó para mirar en su cueva con una sonrisa y él imitó el gesto, enternecido con el chico por ello.
—Sí. Me esperan en casa.
El contrario asintió y se enderezó, todo sin perder la sonrisa—. Esperaré a que te vayas.
—Entra primero —musitó, un comentario solo para BaekHyun.
—Está mi hermano aquí, Yeol. No me pasará nada
Asintió algo atontado, porque le halló la razón a su compañero y luego de que el chico le devolviese la chaqueta estuvo dispuesto a irse. Sin embargo, la mano en torno a su codo no lo dejó acelerar.
—El casco —recordó BaekHyun y él se sintió palidecer.
El castaño conocía sus labios, pero que viese su cabeza al descubierto no estaba en sus planes.
—N-No me queda lejos. Estaré bien.
—El casco —insistió el chico y él apretó los labios, ligeramente incómodo por la confianza del otro, aunque ¿se suponía que debía ser así? Se besaron, maldición. Ese fue el primer beso de ChanYeol y no sabía precisamente cómo debía comportarse con el chiquillo—. Si no lo haces tú lo haré yo.
—Ya, ya —canturreó el desconocido con tono cómico—. Baek, deja a tu novio dark tranquilo para que vuelva rápido a casa. Ya se está oscureciendo y yo estoy cagado de hambre.
—Pues ve a comer entonces.
—¡Ya...! —se quejó ofendido el otro ante las palabras de BaekHyun.
—Me voy —avisó y esa vez no le dio oportunidad a su compañero para que le reclamase cualquier cosa y solo aceleró la motocicleta para perderse en la oscura y ligeramente desolada noche.
No hubo mucho vehículo en el sector a pesar de la hora, así que pudo cruzar el centro de Seúl sin mayor dificultad y una vez que estacionó su moto suspiró.
—¡Yeol, ¿cuántas veces hablamos de que debes avisarnos si llegarás más tarde que lo que dicen tus horarios?! ¡No nos preocupes! —chilló la mujer apenas lo vio, cosa que lo hizo soltar una risa.
—Buenas noches para ti también, MinRa.
—¡Ya, niño! —La mujer le dio un ligero golpe en el hombro cuando él llegó hasta la entrada. Para su sorpresa, la expresión de la mujer cambió—. Nos asustaste y a tus padres también.
Puso los ojos en blanco y le dio un rápido vistazo a su reloj de muñeca—. Solo me tardé poco más de una hora.
—¡Aún así!
—Ya, ya —la frenó, pero no perdió la sonrisa—. Lo recordaré para la próxima.
MinRa suspiró y se hizo hacia un lado con cierta reticencia, dejándolo ingresar por fin a la casa.
—Chicas, por favor sirvan para cenar. —La mujer le envió una mirada con ojos entrecerrados—. ¿O ya comiste?
—No, aún no como —se burló y, para su sorpresa, a la mujer se le escapó una pequeña risita.
—¿Y se puede saber por qué estás tan contento?
—¿Contento? —indagó genuinamente confundido y no pudo evitar sonrojarse al recordar cómo los labios de BaekHyun se acoplaron a los suyos.
—Mmh... ¿En qué piensas, que te pusiste todo rojo? —se burló la mayor y él la miró ofendido, pero también abochornado—. ¿Tiene que ver con el jovencito que vino el otro día?
—¡Ya, MinRa! Mejor vayamos a comer.
Fue todo sonrisas durante la cena y el sentimiento se convirtió en algo abrasador que le generó una sensación que nunca antes llegó a experimentar. Sin embargo, todo cambió cuando la noche llegó. Él sabía perfectamente lo que significan las noches para los monstruos bestiales, ese era su momento de cazar, de buscar a la presa más frágil mentalmente, aquella que padecía insomnio o reiteradas pesadillas. Era así como aparecía en sueños, atormentado inicialmente desde una esquina, sin hacer nada más que mirar hacia la persona durmiendo, consciente dentro de su inconsciente.
Calaban profundo en sus miedos, en sus terrores más ocultos, y se aprovechaban de ellos con el objetivo de llevarlos a la locura o, preferiblemente, al suicidio. Por ello las noches tenían cierto significado estimulante para ellos como monstruos, como si fuese un llamado de la luna para los licántropos o una gota de sangre para los vampiros.
No obstante, esa noche, por primera vez, no temió de sí mismo como monstruos, instante donde lo abrumaban pensamientos en los que figuraba él haciéndole daño a otros. Más bien el temor era otro, era él a quien le hacían daño y ese pensamiento surgió precisamente por lo que pasó con BaekHyun ese día, por aquel beso. ¿Quién se hubiese imaginado que él tendría un beso de un humano, quienes tanto los aborrecían y los intentaban exterminar con una vaga plaga de psicotrópicos? Sumando, además, que no eran físicamente bien recibimos. Es decir, los humanos estaban tan preocupados de las apariencias y de lo bonito que debía ser lo físico que finalmente nadie se detenía a mirarlos para algo más que no fuese burlarse, por lo que el temor lo albergó. ¿Sería que BaekHyun quería reírse de él de alguna forma y por eso lo besó? ¿Lo quiso probar? ¿Tendría algún fetiche morboso con los tipos raros? Pues quizás, porque recordaba cuando le comentó eso del tatuaje de Cristo para cuando lo follasen y... no, mierda. ChanYeol cada vez se sentía más roto al pensar en todo aquello.
Lo peor fue que el pensamiento no desapareció y al día siguiente llegó con eso mismo en la cabeza. Tuvo que aguantarse la primera clase extracurricular y para la segunda ya estaba a medio día, así que se cagó de hambre toda la clase y no pensó mucho en BaekHyun hasta que el tipo lo interceptó en uno de los pasillos, tomándolo por el brazo y tirando de él hasta uno de los jardines del campus de la Facultad de Ciencias Sociales, donde habían pocos árboles, pero sí muchas flores y pasto bien cortado. A pesar de que tuvo deseos de quejarse, no dijo absolutamente nada hasta que el otro le dejó caer un sándwich sobre las piernas.
—Parece que no le prestas atención a nadie si tienes hambre —se burló su compañero mientras se sentaba delante de él con las piernas cruzadas.
Algo indeciso tomó el pan, pero no lo sacó del envoltorio, cosa que pareció desesperar a BaekHyun, porque el chico bufó y le quitó el aperitivo de las manos para ser él mismo quien lo desenvolviese. ChanYeol se sintió como un niño pequeño en ese momento.
—¿Qué? ¿No me dirás nada? —El castaño le dio un gran mordisco a su pan luego de hablar.
—Ehh... Yo...
¿Qué mierda se suponía que debía decir? Se pasó toda la noche pensando en el otro, en cómo esos labios encajaron con los suyos y en lo extraño que se sintió sujetarse de la cintura de alguien más. ChanYeol nunca antes le puso las manos en la cintura a nadie, pero lo hizo con Byun BaekHyun y de repente el chico estaba ahí frente a él, luciendo tan bonito y con la ligera herida en el labio inferior que dejó el beso de la noche anterior. ¿Cómo se suponía que debía sentirse con eso? Él se estaba volviendo loco y las miraditas que le daba el chico frente a él solo parecían hacer que su cabeza se perdiese más y más.
—¿En qué piensas? —Se sobresaltó ligeramente por el hablar del otro, casi como si hubiese escuchado sus pensamientos—. ¿Recordaste lo de ayer? —Sus ojos se abrieron amplios y se dirigieron hacia los contrario. BaekHyun rio risueño al notar su expresión—. ¿Quieres besarme de nuevo?
ChanYeol, atacado, miró sobre sus hombros con urgencia para asegurarse de que nadie los oyese. A pesar de que algunos parecían mirarlos de vez en cuando —cosa medianamente normal, porque él era el rarito y BaekHyun una maldita belleza—, nadie se mostró realmente interesado en su conversación, cosa que lo alivió.
—¡Tú me besaste! —reclamó bajito luego de hacerse a un lado el cubrebocas.
—¿Y no te gustó? —El chico se relamió los labios sin dejar de mirarlo y ChanYeol jadeó.
—N-No estoy diciendo que... que n-no... —Tomó aire profundamente y se alentó para hablar. No obstante, no logró decir nada, porque unos dedos ligeros se posaron sobre su rodilla flectada y a él se le fue el puto aire de los pulmones—. BaekHyun.
—ChanYeol... —El chico sonrió burlón e intentó buscar sus ojos, cosa que lo hizo inclinarse hacia abajo. Maldición, era una posición sugerente teniendo en cuenta que estaban sentados uno frente al otro—. ¿Quieres besarme de nuevo?
—BaekHyun... —repitió y sonó casi como una súplica—. N-No creo que nosotros... N-Nosotros no...
—Quieres besarme de nuevo —aseguró su compañero y él quiso que se lo tragase la maldita tierra, porque probablemente fuese cierto.
No imaginó que el chico se movería más hacia él, acortando el espacio entre ambos hasta dejarlo sin aire y que lo besaría de nuevo, ahí, entremedio de tanta gente que de seguro se giró a mirarlos, porque no era anormal que BaekHyun besase a alguien, después de todo se le vio novios de la universidad. Sin embargo, ChanYeol no era el caso, a él apenas se le vio caminando por los pasillos y eso ya era extraño. Por lo tanto, se sintió inestable y no tuvo la capacidad para besar al chico, así que se separó lentamente de él y le pilló las manos en un intento de detener cualquier otro acto que hiciese en su contra, como volver a besarlo.
—¿Qué pasa? —preguntó el otro suavemente, abriendo los ojos de forma perezosa frente a él y haciéndolo ver muy tierno, demasiado para su bien—. ¿En realidad no querías besarme?
Se subió el tapabocas y suspiró desde ahí. Miró de reojo al contrario hasta que este finalmente se hizo hacia atrás con una expresión de derrotada, como si no se esperase que ChanYeol actuase de esa manera, pero ¿qué esperaba? Mierda, estaban en medio de la universidad, con algunas personas mirando hacia ellos como si fuesen un puto espectáculo de circo y él no quería conseguir la atención de nadie, maldición. Estaba perfectamente bien solo en el último puesto del salón, con su capucha cubriendo todo su feo rostro y sin ningún rastro de Byun BaekHyun en su vida.
Con algo de titubeo se puso de pie, olvidando a propósito el sándwich que le llevó su compañero. Tuvo intenciones de voltearse y largarse a su puta casa. Sin embargo, no podía dejar al castaño ahí como si fuese cualquier cosa, más aún después de que el chico lo besó, así que intentó espantar todos los miedos y extendió la mano hacia BaekHyun, quien le sonrió amplio desde abajo y sujetó la extremidad para ayudarse a ponerse de pie. ChanYeol pensó soltarlo después de eso, pero el contrario se mantuvo sujeto y él procedió a caminar a donde fuese, a cualquier puto lugar, pero fuera de ahí, por favor.
Toda la gente se volteó a mirarlos y ya estaba desesperándose de que su compañero fuese todo risitas risueñas y pareciese tan ajeno al ajetreo que causó en sus compañeros.
—BaekHyun —llamó con voz dura cuando entraron a los pequeños baños del quinto piso. Lógicamente, se aseguró de que nadie estuviese en la habitación para así hablar—, ¿por qué hiciste eso?
—¿Qué cosa? —preguntó inocentemente el otro y él apretó los dientes al darse cuenta que el chico fingió ingenuidad.
—¡¿Por qué me besaste?! —chilló sin aire y, por suerte, su susurro fue lo suficientemente bajo como para llamar la atención de alguien más.
—¿Te molesta que te bese?
—¡Sí! —exclamó sin alzar mucho la voz.
—Perdón. —Las caretas amistosas de BaekHyun cayeron y el chico solo miró hacia un costado, esquivando sus ojos—. Yo... No pensé que te molestaría.
Se mordió el labio inferior por debajo del tapabocas y suspiró. No supo cómo reacciona, porque no sabía si el otro fingía toda esa actitud lastimera o se sentía genuinamente afectado por su actitud.
—Mira, BaekHyun. Nosotros...
—Nosotros solo hacemos un trabajo juntos —el otro citó sus palabras mientras lo miraba a los ojos—. Es así, ¿no?
—O sea... —Tomó un poco de aire antes de continuar, dispuesto a sincerarme, porque no quería tener malentendidos con su compañero—. Baek, nos conocemos hace ¿qué? ¿Una semana?
—Somos compañeros desde el año pasado —soltó el otro herido, haciéndolo estremecer y sorprenderse. No imaginó que el chico lo notaría—. Pero si tú crees que solo somos compañeros y me besas porque... Ahora no sé ni por qué me besas siquiera.
—Tú me besaste las tres veces —reprochó, ya que consideró que el otro no tenía por qué tirarle toda la mierda encima—. Y sí, puede que llevemos un año siendo compañeros, pero no nos conocemos de nada, BaekHyun. Solo hablamos para el trabajo y de repente te encuentras besándome. ¿Es...? —Apretó los dientes, sabiendo que si continuaba con su mierda sería todo aún peor y que no tenía por qué exponer sus temores en relación a su interacción con su compañero.
—Bien. Entonces dejemos que esto tenga relación únicamente con el trabajo. —El chico se movió hacia la salida del baño, cosa que lo asustó.
—Baek —llamó, pero el otro continuó con su camino—. BaekHyun, espera.
Pues no, su compañero no tuvo ninguna intención de esperar por su pobre corazón, porque el chico sencillamente salió de su vista, desapareciendo por detrás de la puerta gris con cierre hidráulico que le dejó una terrible sensación de soledad sin sentido.
Mierda, siempre estaba solo. ¿Por qué ahora le importaba que Byun BaekHyun se molestase con él? Bien, no tenía enemigos, pero lo sucedido no era para que el otro quisiese hacerle la vida imposible, ¿cierto? Podía simplemente comportarse con tranquilidad, trabajar en el análisis que debían hacer y listo, todos felices y sin tanto mal rollo. No obstante, ¿cómo podría? ¿Cómo saldrían de su cabeza los recuerdos de Byun BaekHyun sonriendo hacia él y acercándose para unir sus labios? Jamás pensó que alguien lo besaría y, ya fuese por el morbo, una apuesta o interés sincero, ChanYeol no estaba preparado para afrontar nada de eso.
Pensó que las cosas se tornarían "normales" —sí, al parecer ahora tener a BaekHyun en su vida era normal—. No obstante, no fue nada de eso. Él chico lo esquivó de forma monumental y no fue como si ChanYeol lo persiguiese precisamente, así que el distanciamiento entre ellos de alguna forma se volvió lógico. Si su compañero no lo buscaba ChanYeol no iba tras él y en algún punto se cuestionó todo eso, se preguntó un sinfín de veces si no era ahora su momento de ir tras el castaño y pedirle que hablasen, pero algo dentro de sí lo hizo mantenerse donde estaba, estancado y mirando nuevamente a BaekHyun desde lejos. Volvió el principio y era aún peor, porque al menos antes no conocía a su compañero de carrera más allá de ese tropezón que se dio con el chico y algunas cosas que escuchaba de sus otros compañeros. Sin embargo, ahora que lo conocía la situación era claramente distinta y a él le costaba aceptar que perdió algo que definitivamente nunca tuvo, aunque la sensación persistió, de seguro porque creyó que había algo distinto a lo que podría acostumbrarse, que algo inusual se aproximaba y que quizás él podría ser expectante de aquello nuevo e increíble en su vida. No obstante, no recibió nada más que un ceño fruncido y unas palabras crudas que lo devolvieron de un golpe a la realidad.
Se tuvo que volver a conformar con lo de siempre, volver al inicio. Sin embargo, no le sentó bien, no le pareció suficiente, así que se la pasó los días siguiente a la discusión con BaekHyun pensando en cómo podría volver a encontrarse con el chico. En un inicio creyó que sería suficiente acercarse, pero al final terminaba acobardándose y no llegó a ningún lado, porque se ocultó detrás de su capucha y esperó que el chico se acercase a él, como siempre. Sin embargo, eso no pasó.
Entre ese intento por llegar a BaekHyun y arrepentirse a último momento acabó pasando una semana, donde se vio albergado por sensaciones terriblemente potentes sobre su bestia. De primeras, le costaba una infinidad dormirse y para cuando lo hacía solo terminaba despertándose unas tres horas después todo sudado, con los ojos inyectados en sangre y la mandíbula tensa, como si hubiese apretando los dientes durante el tiempo en el que supuestamente estuvo inconsciente. Desde ahí que empezaron los arrebatos y él terminaba jadeando contra la cama, albergado por una sensación insaciable de sangre, infelicidad y lágrimas, muchas lágrimas. Esos eran sus deseos innatos, aquel reflejo más profundo de lo loco que estaba por arruinar la tranquila de cada persona, de cada ser humano en ese puto planeta y eso estaba mal, muy mal. Se suponía que ya estaba en armonización y que no tenía por qué pasar por esos claustrofóbicos procesos, a menos no con esa intensidad. Bueno, no tendría que hacerlo si no fuese por que pasaba por una crisis y, mierda, ChanYeol no tenía por qué entrar en una crisis por culpa de Byun BaekHyun.
Ciertamente, pensó que lo mataría. Creyó que se perdería entre el sudor y sus cicatrices punzantes, simulando el dolor que debió generar la herida reciente porque los trazos en su piel dolieron como cortadas con cuchillas y las quemaduras se sintieron como líquido hirviendo contra él. Se sintió morir, con el dolor latente ahí donde se incrustaba el metal y la aguja que bruscamente ingresó en su piel para generar el tatuaje en todas partes, a la vez, tatuando sus cejas, cuello, espalda, manos... La bala cruzando su muslo y la costura tosca para cerrar la ranura abierta que se creó sobre su piel ante el paso de algo cortante.
Gritó sin poder evitarlo y lloró con un niño adolorido, torturado como solo podría estarlo él y, a pesar de que MinRa entró para saber de su estado, no pudo ayudarlo con nada, así que sus padres llegaron a él. Primero fue su padre quien se apareció en su delirio, pidiéndole sin aliento que dejase de retenerse, que no lo contuviese o sino sería marcado nuevamente como bestia y él... él debía hacerlo, al menos si no quería morir.
Por irónico que pareciese, ChanYeol no quería morir aún, no todavía, no si se tendría que ir con la culpa de no explicarle las cosas a BaekHyun.
A pesar de que no fuese tan efectivo, su padre le pidió que se metiese en la mente de su madre y que trabajase con ella. Le dijo que ya lo autorizó y que estaría para recibirlo, así que acabó moviéndose hacia donde estaba la mujer, interponiéndose en otro tipo de plano que lo instauró en un tiempo paralelo y lo hizo estrellarse con los brazos de su madre para llorar contra ella.
A pesar de que se sentía apartado de sus padres por la distancia física, sabía perfectamente que era difícil separarse de ellos siendo que siempre se podrían encontrar en esa otra dimensión donde los monstruos bestiales transitaban.
—Mi bebé —la escuchó susurrar con la voz agrietada mientras le acariciaba lo alto de su coronilla y lo acobijaba a pesar de que era infinitamente más grande a comparación de ella—. Haz crecido tanto.
—Mamá. —Lloró y la apretó contra sí—. Yo...
—Está bien —lo detuvo y por alguna razón ChanYeol no se sintió interrumpido, más bien fue como si lo entendiese sin siquiera escucharlo—. Es momento de batallar, Yeollie. Sé que puedes hacerlo bien, solo ten fe en ti mismo. Recuerda que siempre puedes retomar las terapias.
No, no quería hacerlo. Sentía que no era para tanto a pesar de que era la primera vez que experimentaba la sensación de esa forma, a tal intensidad. Sabía cómo trabajaba un psicológico, llevaba toda su vida asistiendo a terapias y él mismo sería uno dentro de pocos años, por lo que no serviría ir para trabajar con algo que él ya sabía cómo solucionar. Tenía las herramientas, solo debía moverse para hacer todo de una vez.
—¿Te sientes mejor? —preguntó ella luego de un tiempo que de seguro fueron horas. Pudo darse cuenta cuando notó la espalda de su padre del otro lado de la cama matrimonial, al parecer durmiendo. Gracias al gran ventanal que estaba frente a la cama notó que estaban frente a la playa y que ya amanecía.
—Sí —musitó y lentamente se alejó de ella.
Su madre estaba igual que él, como una bestia. Podría siempre lamentarse de parecerse tanto a sus padres, pero al final llegaba esa sensación reconfortante que, a pesar de todo lo que pudiese pasar, de igual forma estaban ellos que resultaban ser igual a él.
—¿Volverás a la cama? Allá aún es de noche y estoy seguro de que ya podrás descansar mejor luego de moverte de ahí.
Claro, luego de meterse a la dimensión bestial, como si esa fuese una necesidad para vivir y quizás se tratase de eso. Así como los seres humanos necesitaban cubrir sus necesidades biológicas básicas para existir, ellos necesitaban "hacer su trabajo" para mantenerse vivos. Después de todo, era para lo que existían.
Cuando volvió a casa pudo dormir mejor e incluso se permitió faltar a las clases de la mañana del día siguiente por la única razón de que debía estabilizarse o sino sus heridas seguirían punzando durante todo el día o incluso la semana y no se podía permitir eso, mucho menos cuando se dispuso a acercarse nuevamente a BaekHyun para aclarar todas las cosas. Ni siquiera supo por qué el chico le afectó de esa forma a su lado bestial, aunque probablemente tuviese que ver con esa nueva realidad que se generó en torno al castaño, creyendo que este podría darle algo a lo que siempre se negó, como la atención y todas aquellas vivencias humanas que nunca pensó que experimentaría. Es decir, ¿quien hubiese creído que alguien lo besaría? ¿Quién hubiese pensado que alguien se dedicaría a mirarlo con algo más que miedo?
Era sorprendente y sabía que si quería vivir como humano —a pesar de que no lo fuese— debía intentar ser uno y eso ameritaba adentrarse a todo ese mundo donde podía salir emocionalmente dañado, así mismo como lo hacía cualquier ser humano cuando se atrevía a sentir.
—Pequeño, ¿cómo te sientes?
Miró hacia MinRa y sonrió, sabiendo que la mujer le llevaba el desayuno a la cama únicamente porque ayer lo vio casi muriéndose sobre las sábanas. En caso contrario lo despertaría a como diese lugar para que se fuese a la universidad.
—Pequeño —se burló, sabiendo que debía ser del doble del tamaño de la mujer—. Estoy bien. Solo necesito comer algo y estabilizarme para ir a las clases de la tarde.
—Uy, no no. Hoy te quedas a recuperar fuerzas. —MinRa lo apuntó acusadoramente—. Y levántate de la cama para que cambie las sábanas.
Quiso contestar que no era para tanto, que solo sudó la noche anterior, pero que no tenía por qué preocuparse por ello. No obstante, una vez que se miró a sí mismo notó su cuerpo seco, muy seco. Estaba cubierto de sangre y por un momento entró en pánico, porque temió que entre su locura de la noche anterior terminase metiéndose en la habitación de alguien más para matarlo, como si esa fuese una forma de curar su sed insaciable.
—Tus padres me avisaron que sería normal que sangrases —empezó ella, al parecer con el deseo de explicarle—. Tus heridas se abrieron anoche, como si estuviesen... —No la dejó responder y simplemente se puso de pie con algo de dificultad para ir hacia el baño de la habitación.
Una vez que se vio en el espejo se quedó sin aire y con algo de urgencia se deshizo de su sudadera para mirar su torso, notando como todo nuevamente estaba en carne viva y los puntos de sutura era grotescos contra su piel. De forma irremediable las lágrimas se acumularon en sus ojos y MinRa le dio una sonrisa triste desde atrás.
—Eres el niño más precioso de todo este mundo —susurró ella con su sonrisa amplia y a ChanYeol no se le hizo muy difícil saber que lloraba, que compartía su dolor—. Ahora arregla lo que sea que pasó con el jovencito de la última vez y verás que todo estará mejor.
—No es tan fácil —susurró con desgano.
—Todo es fácil si quieres que así sea. —Se molestó por el comentario sin sentido y ella soltó una suave risa al ver sus expresiones. Lo conocía lo suficiente como para saber que odiaba esas expresiones filosóficas—. En otras palabras, es difícil porque tú lo vuelves difícil.
—¡Eso tiene menos sentido! —se quejó y la mujer solo rio antes de cerrar la puerta del baño, dejándole la indicación clara de que se duchase mientras ella ordenaba la habitación.
Muy a su pesar hizo caso y se deshizo de las prendas con cuidado, deteniéndose principalmente en el buzo que utilizaba como pijama, porque las heridas de los muslos dolían como un demonio y eso solo indicaba que debía hacerse nuevamente el periodo de curación. Ahora solo esperaba que la cicatrización fuese más rápida que la última vez, al menos que lo mantuviese estable y no perceptible a las bacterias con las heridas abiertas.
Era incluso cruel pensar que los monstruos bestiales tenían una especie de mecanismo autodestructivo si no eran útiles, como si su naturaleza estuviese dispuesta a recordarles una y otra vez lo que eran. Los obligaban a ser monstruos y en el fondo era hasta entendible, después de todo, esa era su mecánica, su modo de vivir, aunque no por eso dejaba de ser aterrador, especialmente para alguien como ChanYeol, quien no tenía ninguna intención de seguir su legado familiar. Sin embargo, se las tenía que mamar como todos y probablemente no era el único joven que deseaba dejar de ser un monstruo.
Tuvo una psicóloga específica para tratar casos como los suyos y, a pesar de que no era una monstruo bestial, si era una cambiaformas de oso y se especializaba en adaptar a los monstruos que deseasen hacerlo. ChanYeol sabía que siempre podía volver a ella, a recurrir a la terapia, a las horas extensas sentado en el sofá caliente que le ofrecía la oficina de la doctora mientras ella le daba una sonrisa cálida y le preguntaba qué estaba mal. Sí, le caía bien y muchas cosas pudo mejorar gracias a ella, pero seguía creyendo que de Byun BaekHyun debía hacerse cargo él.
Lo intentó, procuró moverse en dirección hacia el chico, pero nuevamente se fue todo a pique, porque se sentía adolorido y enfermo. Con las heridas recién abiertas todo se volvió más crudo y el recuerdo de que era una bestia se hizo cada vez más palpable.
Le entraron los miedos. Sabía que BaekHyun ya lo vio, pero no lo hizo así como estaba ahora, con la costura en la cara, las heridas de quemadura casi anaranjadas por las ampollas y la piel rojiza en la zona de sus tatuaje, como si todo fuese nuevo y reciente, como si hubiese empezado de cero.
Tenía miedo, pero de ser necesario, también empezaría de cero con BaekHyun.
++++
¡Segundo capítulo! Espero que les haya gustado. 🙊✨
Aún no continúo con esta historia. Me he concentrado en otras cosas que tengo planeadas subir en mi perfil (sí, estoy loca, lo sé 😩). De igual forma, me preocupa tener esto listo cuanto antes porque así no tendré que atrasarme con las actualizaciones. 🥺
Como siempre, muchas gracias por leer, votar y comentar. 💖
Saludos y besos, Ary. ♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro