𝐁𝐄𝐒𝐓𝐈𝐀 OO9
"¡Ayúdame!"
Sus ojos asustados vieron como aquel joven de cabello rubio se arrastraba por el suelo del salón de su casa. Tenía su espalda muy herida y cubierta de sangre. El suelo tenía un camino de sangre que aquel cuerpo dejaba.
No sabía que hacer, sus manos temblaban mientras sostenía su teléfono celular entre ellas.
"Por favor.. no dejes que llegue a ti."
El no entendía a lo que se refirió aquel joven rubio. Su rostro no se veía y solo podía hablar con la cabeza inclinada hacia abajo.
Iba a preguntar de quien no debía dejarlo llegar a el pero una mano tapó su boca desde atrás de su cuerpo y intentó gritar pero alguien lo calló con un "Shh" para luego ver como aquel cuerpo en el suelo que era arrastrado desde sus pies produciendo que aquel rubio gritara de horror.
Sus ojos se abrieron y su respiración estaba agitada. Su corazón latía a mucha velocidad mientras colocaba una mano en su pecho tratando de calmarse. Estaba sudando. Miró el reloj de su mesa de noche. Suspiro y se froto sus ojos con sus ambas manos.
Era medianoche, decidió bajar a la cocina por un vaso de agua. Con frio en su cuerpo, llego a ella despacio por la oscuridad de la casa. Tomo un vaso y lo lleno de agua para luego acercarlo a sus labios. Tomo largos sorbos y lo dejo en la encimera de la cocina. Sus ojos estaban cansados y en vez en cuando se le cerraban por impulso. En un descuido, sus ojos se cerraron y se apoyo en sus manos sobre la encimera.
Pronto, el sonido de alguien cerrando la ventana de su habitación de arriba sonó fuertemente y salto en su lugar del susto. Rápidamente corrió a su habitación y vio la ventana cerrada pero se preocupo tanto que reviso toda la casa en un segundo con su celular en mano para llamar a Taehyung en cualquier momento. Finalmente sintió que no había nada de que temer y que excuso que había sido el viento el causante de cerrar la ventana de forma tan fuerte.
Se paro frente a su cama desordenada y la miro por largos minutos hasta que sintió como unas manos lo tomaban de los hombros girándolo con brusquedad. Sus ojos vieron por segundo un rostro de mechones largos con cubrebocas negro en este pero el desconocido se abalanzo sobre el, cayendo ambos en la cama. Uno arriba del otro, sentía que su cuerpo era aplastado por aquel intruso y rápidamente vio un cuchillo en una de sus manos. Sus ojos se cerraron asustados y los abrió rápidamente para verse así mismo despertando jadeante de nuevo en su cama.
Era un sueño tras otro, destapando su cuerpo se sentó en su cama y luego camino hasta su puerta de la habitación, la cual abrió y se encontró con el intruso de rostro cubierto del mismo cubrebocas de color negro y su mano derecha estaba levantada con un arma apuntándole directamente. Parecía un maniquí y solo movía sus ojos como Jimin a la hora de observar sin moverse.
Ninguno se movía. Parecía una competencia de quien se movía perdía rápidamente. Aunque aquí no había perdedor, si no, ganador. Los ojos del intruso eran grises y se movían cada vez que Jimin movía sus ojos. Ambas miradas se movían pero estas lo hacían porque se seguían los ojos el uno al otro.
-Tus mechones y peinado se me hace conoci-
Jimin no pudo terminar de hablar cuando sentía como algo le penetraba la frente de su cabeza. Aquel gatillo del arma había sido apretado para disparar con eficaz. Y rápidamente se volvió a despertar asustado tocándose la frente. No tenia nada pero podía jurar que aquel disparo se sentía real pero tan real como la perforación en su cabeza.
Y con eso fue el problema con el cual no había podido dormir el resto de su noche nuevamente.
Esa cabellera azabache vago por la mente de lo conocida que se le hacia pero decidió enfocarse en su trabajo cuando escucho como el mismo azabache entraba por la puerta de su oficina con una sonrisa contento y su muñeco en su mano.
—Hola Ji-
La cara de Jimin era de cansancio bastante notoria en ella. Los ojos de este apenas se mantenían abiertos y su esfuerzo por no dormirse se notaba.
—Jungkook, toma asiento.
Jimin bostezo minutos después y le pidió que hablara de como se sentía esta mañana. Jungkook con todo su buen corazón lo hizo y mientras hablaba, Jimin podía sentir que se dejaba llevar por el sueño por la suave voz de Jungkook que hablaba tranquila y calmada. El azabache le dio una mirada rápida y continuo aunque lo observara cerrar sus ojos pero paro de hablar a propósito para hacerlo abrir sus ojos.
—¡Ah! Jungkook, Decías que sabias reparar autos ¿Verdad? Es genial, yo tengo uno grande y bastante lindo.
—Si, es verdad.
Jimin quedo mirándolo algo extraño y Jungkook lo miro igual levantando su ceja.
—Que coincidencia que tengas un auto. —Volvió a hablar el azabache.
—Esta bien, bueno, si.. —Jimin sonrió amable.- Además de reparar ¿Qué te gusta?
—Tu.
—¿Qué fue lo que ha dicho?
—¿La cena de hoy sigue en pie?
—Soñé contigo.
Jungkook lo miro raro y luego puso una cara en blanco.
—¿Trata de confundirme, Señor Park?
—Lo siento.
Estaba avergonzado. El siempre lo confundía también y quería intentarlo con su sueño. Quería decirle que había soñado con el pero realmente no sabia si era el. Por otro lado Jungkook, se encontraba pensando miles de escenarios con Jimin. No los diría porque eran secretos pero en su rostro levemente con una sonrisa se ponía decir que tipo de escenarios.
—Nuestro tiempo acabo pero te veo esta noche en mi casa. Aquí tienes mi dirección, puedes venir cualquier hora de la noche, yo te esperaré.
Jimin rápidamente le entrego un pequeño papel donde contenía la dirección de su casa y la letra de Jimin era bastante tierna para Jungkook.
A la noche, Jungkook preparó su mejor vestuario. Camisa negra desabotonada hasta cuatro botones, jeans azules oscuros apretados y zapatos con algo de tacones.
Peinó bien sus mechones largos y azabache, luego se observó mejor al espejo. Salió rápidamente de su departamento y corrió hasta un taxi.
Jimin mientras tanto, se tomaba un baño relajante, aunque en vez en cuando abría sus ojos por el mal momento que había pasado días anteriores de aquellos pasos. Suspiró profundamente y luego se relajó del todo.
Los minutos pasaban y Jungkook aún viajaba en el taxi con la dirección en su mano.
Jimin salió del baño vestido con su bata blanca, eligió su hermoso atuendo aunque estuviera en su casa. Eligió un traje violeta oscuro y luego zapatos oscuros con tacones. Aplicó un poco de maquillaje en su rostro para verse realmente bien con una apariencia sensual.
Peinó hacia atrás su cabello rubio y colocó un collar brillante en su cuello.
Quería verse bien para Jungkook, tenía que admitirlo. Sería una linda noche.
Su mano toco la puerta grande de la casa de Jimin. Espero por el y espero. Largos minutos hasta que lo tomo por sorpresa cuando la puerta fue abierta.
—Ji-Jimin, te ves... hermoso.
Jimin sonrió y se hizo a un lado para invitarlo a pasar.
—Tu también pero te ves sensual hoy.
Jungkook rio bajito y le tomo la mano a Jimin para caminar juntos por la sala. Ambos se sentaron en el sofá y se miraron. En este acto, el rubio pudo ver los ojos del azabache descubiertos. Su cabello estaba realmente bien peinado ahora y todo su rostro masculino y atractivo estaba a la luz.
—Te ves realmente bien, mierda, perdón, quiero decir tus ojos son... realmente bonitos Jungkook.
—Los tuyos se ven sexis, Park — El dedo pulgar y el índice del azabache apretaron por un segundo la mejilla derecha de Jimin, quien sonrió encantador.
—El- el- maqui-maquillaje.
Jungkook frunció el ceño y se acerco un poco al rostro de Jimin para escucharlo mejor lo que quiera decir pero en vez de eso, sentían las respiraciones del uno del otro.
-Maquillaje. -Confirmo el azabache con firmeza.
Jimin asintió y ambos rostros estaban cerca. Jungkook corrió un pequeño mechón que había caído encima del ojo izquierdo de Jimin para mirarlo mejor.
—¡Oh! ¡Olvide traer algo de beber!
Jimin estaba tan nervioso que se levanto del sofá y por culpa de su mala pisada al levantarse, tropezó un poco con los pies de Jungkook, provocando que cayera encima de este. Cualquiera que los vea pensaría que había un poco de tensión, ya que, el rostro de Jimin estaba en el cuello de Jungkook, quien jadeo ante esto. Las manos del azabache atraparon a Jimin para que no cayera pero sentir la respiración de aquel rubio en su cuello, no ayudaba mucho.
—Lo siento.
Jimin intento levantarse rápidamente y eso ocasiono que cayera de nuevo. Sus labios gruesos besaron un poco la piel suave del cuello del azabache y ambos se sorprendieron.
Jimin se levantó de nuevo avergonzado y buscó dos copas con el vino que beberían ambos.
Le extendió una a Jungkook y la otra la lleno de abundante vino para el. Luego lleno la de Jungkook. Ambos nuevamente se acomodaron en el sofá.
El rubio intentaba beber sin estar avergonzado pero Jungkook solo podía mirarlo con sus ojos de atrevimiento.
—Jimin ¿Qué te gustaría hablar?
—¡Ah! Bueno como no estábamos en una cita en mi oficina, podemos hablar de cualquier tema.
—¿Has tenido pareja?
Jungkook realmente era muy directo pero por otro lado era bueno. No se andaba de rodeos.
—Bueno, tuve una pareja pero el y yo rompimos hace muchísimos años, así que, siempre tengo encuentros con hombres en vez en cuando, siempre ceno con ellos para poder tener una pareja pero siento que ninguno me gusta realmente. —El rubio bebió un largo sorbo de vino.
—Supongo que aún no conoces al indicado.
—Jamas lo conoceré, siento que no lo encuentro. —Otro sorbo largo de vino fue el que tomó para vaciar su copa y luego llenarla nuevamente.
—Quizá este enfrente de ti o un lugar al que vas mucho.
Jimin río para no ponerse algo triste pero bebió nuevamente otro sorbo. Jungkook podía ver eso y luego miro su copa. No había tocado nada de su vino a comparación de Jimin que tomaba más.
—Hablar de mi pareja indicada me pone de este modo y me hace beber.
—Lo siento ¿Quieres más vino?
El azabache tomó la botella de vino y vertió un poco de vino en la copa de rubio, quien agradeció y luego bebió un poco.
—Jungkook, cuéntame de ti ¿Eres soltero? ¿Haz tenido pareja? —Realmente estaba curioso por aquel hombre azabache tan atractivo ante sus ojos.
—Yo.. no, estoy soltero, aún no he tenido pareja.
&Oh.
El teléfono celular de Jimin, sonó y este se alertó cuando en la pantalla aparecia el nombre de su amigo, Taehyung. Rápidamente se levantó y caminó con él hasta la cocina. Contesto la llamada y comenzó a hablar bajo mientras que en la sala, Jungkook observaba con detenimiento los cuadros llamativos de pintura.
—No puedo hacerlo, el habla mucho sobre si mismo, siempre es sobre su estado psicológico.
—"Jimin, trata de hacerlo, mañana hablaré con Joaan. Tengo que saber quién fue su atacante. "
Taehyung se mantenía frotando su cien mientras se encontraba sentado en su oficina hasta elevó su mirada y pudo ver cómo el jefe Min caminaba con un rostro para nada de amigos hasta su oficina y cerraba la puerta con fuerza.
—"Taehyung, lo intentaré, ahora mismo estamos en una cena, quizá pueda hacerlo ahora."
—Perfecto, Joaan aún no ha dicho ninguna palabra, tiene muchos golpes en la cabeza y parece que no recuerda bien.
—"Hablaré sobre eso, quizás diga algo más sobre Joaan."
Los ojos de Jimin de daban una mirada rápida a la puerta de la cocina, temía que Jungkook entrara por ella y terminará escuchándolo.
—"Jimin, según lo que los oficiales investigaron, supieron que Joaan había hecho una fiesta, su casa estaba completamente llena de personas.. además lo amigos de Joaan fueron encontrados."
—Quieres decir que... ¿Jungkook mintió?
—"No lo sé, quizás Jungkook se fue de la casa y luego Joaan pudo haber hecho una fiesta, hay posibilidades de que esa sea la correcta, después de todo Jungkook confesó que Joaan estaba ebrio luego de tomar con el, su estado de ebriedad quizás lo llevó a hacer una fiesta, ¿Sabes si Joaan es un chico algo alocado? Ya sabes fiestas y eso."
Jimin volvió a observar la puerta de la cocina y respondió rápidamente.
—No creo que Joaan sea así de alocado, aún no lo conocí de esa forma, quizás tiene gustos por las fiestas, después de todo es un adolescente.
Realmente los ojos del rubio estaban realmente inquietos, no paraban de mirar la entrada de la cocina pero realmente lo ponía nervioso. Aunque, el sabía que aún no aparecía Jungkook, este último nombrado estaba escuchando pegado al umbral de la puerta sin que se viera.
—"Está bien, te lo dejo en tus manos."
Jimin asíntio y cortó la llamada rápidamente. Caminó hasta el salón y vio como Jungkook aún bebía un poco de vino. Le sorprendía que no se había movido de ahí.
—Hola Jimin ¿Era muy urgente?
La sonrisa amable de Jungkook salió a la luz y Jimin se sorprendió al verlo tan tranquilo.
—Si.. era algo de trabajo... Pero ya no seremos más interrumpidos.
El rubio camino hasta el sofá y se sentó a su lado. Tomó la copa de vino y tomó un sorbo mientras pensaba en que podía preguntarle sobre Joaan.
—Ah.. Jungkook, Joaan está recuperándose de sus heridas, pensé que quizás lo habías visitado.
Jungkook dejo de beber y su mirada se oscureció. Jimin no podía verla pero el azabache no parecía nada contento cuando escucho aquel nombre. Y tampoco estaba feliz Gguk, quien se retorcía dentro de la mente de Jungkook.
—Aun no lo he visto pero tenía en mente poder visitarlo pronto.
—El quería que verte, aún está tratando de recordar lo que le sucedió y quién fue el responsable. Su cabeza está muy golpeada y tuvo algo de perdida de memoria.
—No creo que me recuerde... Supongo que me preguntará quién soy.
—Puedes intentarlo.
—Lo pensaré. —Jungkook sonrío amable y miró a Jimin a los ojos.
—Bueno ¿Qué tal si cenamos?
El azabache asintió y luego vio como Jimin dejaba su teléfono en la pequeña mesa frente al sofá. El rubio desapareció rápidamente del salón en camino a la cocina pero para su mala suerte, el teléfono celular de este comenzó a sonar nuevamente y en la pantalla de este podía verse un nombre de hombre en el. Un mensaje de texto apareció luego con un «Jimin cariño ¿Aún sigue en pie nuestro encuentro?»
Los ojos de Jungkook observaron la pantalla y su sonrisa se borró. Segundos después sintió como su pecho se sentía una presión en el. Después, su cabeza dolía de manera punzante. Sus manos quería apretar algo con tanta fuerza pero olvidó aquel muñeco en casa. Sus manos comenzaron a apretar sus propios muslos y tenso la mandíbula. Ese maldito sonido de aquel teléfono con el nombre de aquel hombre lo comenzó a enojar. Sentía molestia.
Y rápidamente pensó «Pareja indicada».
Jimin volvió luego con una bandeja grande con dos platos y un plato más grande con la pasta favorita que él le gustaba. Con una sonrisa dejó la bandeja en la mesa frente al sofá. La bandeja quedó a lado de su teléfono celular, el cual tenía un mensaje de texto el cual leyó rápidamente y vio el nombre en su pantalla. Luego su mirada se elevó lentamente y miró a Jungkook, quien tenía un rostro serio.
—Jungkook.
—Jimin.
El rubio se sentó rápidamente a su lado y lo miró nuevamente. Sonrío nerviosamente ante el pero el azabache tomó rápidamente el plato y luego los palillos para empezar a comer.
—★★★
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