𝐁𝐄𝐒𝐓𝐈𝐀 OO5
-Dejame adivinar ¿Ahora tienes otro nombre? Me importa una mierda, irás al infierno igual.
Joaan se preocupó al ver el cambio repentino de Jungkook y recordó lo que Jimin le había regalado, era un libro de miles de existentes de todo tipo de transtornos. Recordó que se había interesado en saber y por eso había pedido un libro.
La voz de Jungkook era tan diferente a la primera y sus expresiones parecían imposibles de imitar.
-Joaan, observa como acabo con este maldito. -El joven río preparandose para disparar.
Solo pasaron minutos cuando antes de que la bala saliera de su guarida, Gguk pateó la rodilla del joven, haciendo que este cayera pero logrará aún así dispararle en la pierna a Gguk quien gritó y luego pateó el rostro del joven.
Tomó el arma rápido y la aventó contra la ventana, rompiendo el vidrio de esta y haciendo que el arma desapareciera al salir por esta.
Luego miró a Joaan quien corrió rápidamente hacia el baño pequeño de la habitación, solo para encerrarse en el.
Gguk trono los huesos de su cuello y miró a los demás. Solo sonrío torcido.
-Jimin, contesta, Jimin. -Joaan estaba desesperado llamando al número de este pero no contestaba, solo podía decirle que se encontraba fuera de línea. Maldijo mil veces en su mente y podía escuchar los gritos de los demás afuera.
Gguk tomó una tijera que había en una mesita de noche y la rompió a la mitad para tener solo una parte de esta. Sus ojos grises observaron a los jóvenes intentando alejarse pero tomó al que más cerca se encontraba a el y jaló su cabello para luego cortar sus cuello.
Lo arrojó al suelo y siguió con el siguiente enterrando la parte de la tijera en su abdomen y luego deslizarlo hacia abajo, viendo cómo esté intentaba mantener sus órganos que salían de este en su lugar antes de sentir como se comenzaba a morir.
El dueño del arma se sintió muy asustado y sus ganas de hacerse el chico rudo terminaron cuando veía como aquel azabache tomaba a otro joven y golpeaba su cabeza en un escritorio que se encontraba en la habitación. Golpeó repetida veces hasta que esté cayó inconsciente.
El joven dueño, intentó escapar por la puerta pero Gguk lo tomó del cabello y jaló de el.
-Maldito, VETE AL INFIERNO! ERES UN MALDITO! MATASTE CASI A TODOS MIS AMIGOS!
-No necesito irme al infierno, ya estoy en el, cariño.
Ggul lo arrojó al suelo y pateó su abdomen, provocando que esto solo le quitará el aire. Rápidamente tomó su mano y comenzó a quebrar sus dedos, uno por uno. Este obviamente no paraba de gritar y insistía golpear a Gguk en el rostro pero era imposible ya que este lo golpeaba en contraataque. Luego de terminar de quebrar todos su dedos sintió como alguien le comenzaba a quitar el aire por una llave en su cuello. Un brazo estaba rodeando el cuello de Gguk solo para asfixiarlo pero tomó la parte de la tijera que había guardado y la clavo en el brazo que luego lo soltó con un gran grito seguido de este.
Gguk miró a quien debía matar por eso y lo tomó de los hombros solo para arrojarlo por la ventana con rudeza. No le importaba si aterrizaba con mucho huesos rotos, solo se había vengado.
Intento buscar más jóvenes que recordaba haber visto pero la mayoría se habían arrojado por ventana en intento de salvarse pero se había lastimado su cuerpo al caer al suelo. Pudo verlos quejándose de dolor en el húmedo césped.
-¡MALDITO! MIS DEDOS!
-Eso es por usar algo que no tienes ideas con que puedes terminar o donde puedes terminar.
Gguk caminó hasta el chico que retrocedió arrastrándose por la espalda hasta chocar con la puerta de la habitación, la cual vió y lloriqueo minutos después al ver cómo Jungkook la cerraba con seguro.
Lloriqueaba por no poder abrir la puerta con sus dedos quebrados y grito de dolor cuando sintió como su pierna derecha era pisada por el zapato de Gguk.
-Asi que ¿querían matarme? Joaan eres un cobarde, te dije que no me metería con Jimin pero decidiste querer matarme..
Gguk sabía que Joaan lo escucha desde el baño por eso el azabache sonreía torcido mirando la puerta del baño. Pero Joaan solo podía llamar a Jimin una y otra vez mientras lo escuchaba con lágrimas en los ojos. No quería morir no sin antes escuchar a su Jimin ayudándole que hacer ante Gguk.
-¡JOAAN! AYÚDAME!
Joaan solo podía temblar y marcar el número mientras escuchaba a su amigo aterrado. No podía salir, si lo hacía nadie lo salvaría. La fiesta abajo estaba con la música fuerte y eso hacia que nadie se diera cuenta de los gritos. Gran error porque su plan era torturar a Jungkook para hacer que le dijera que dejaba a Jimin y a el en paz pero fue en vano. Jungkook era quien lo había cazado ahora.
Era su presa y el su bestia.
-JOA-
El grito de su amigo se escucho como si se ahogara con algo líquido y rápidamente a su mente vino la imagen de su amigo con algo filo en su garganta enterrado. Podía saber que le había cortado sus cuerdas vocales y quién sabe que más.
Joaan insistió llamando hasta que finalmente la línea respondió y escuchó la voz angelical de Jimin. Lo que no sabía Joaan, era que Gguk estaba escuchando detrás de la puerta. Su voz, su voz angelical, estaba hablando con Joaan y su ira creció cuando aquella voz angelical pronunciaba el nombre de «Joaan».
-Jimin, Jimin, ayúdame, Jungkook está aquí Jimin!
-¿Jungkook? ¿Que pasa contigo, Joaan? Te noto algo desesperado y asustado, dime qué sucede me preocupas. -Jimin sonaba tan preocupado en el otro lado de la línea.
Gguk golpeó la puerta, la tiraría abajo si ese maldito le decían algo de lo que había visto hoy. Le arruinaria su plan con Jimin. Maldito, maldito, maldito.
Pateó desesperado la puerta mientras podía escuchar como Joaan se alejaba para de la puerta. «Excelente» pensó.
Pateó y pateó, golpeó con su cuerpo la puerta hasta lograr romper un poco la puerta de madera. Sus nudillos dolían por un poco de golpes que había ejercido en la puerta antes. Pero logró largos minutos después romper la puerta y tirarla abajo.
-¡JIMIN! JUNGKOOK ESTA-
-¿Jungkook?
Gguk tomó rápidamente su teléfono y sin hablar le mostró su teléfono a lado de su rostro y en este se podía ver el nombre de Jimin en la pantalla decorado con corazones. Gguk hizo una mueca de desagrado ante tanto cariño hacia su ángel.
-¿Joaan? ¡¿Estás ahí?!
Jimin solo podía hablar desde el otro lado de la línea hasta que Gguk sonrío torcido al ver a Joaan asustado, retrocedió dos pasos hacia atrás mientras aún el azabache se mantenía quieto mirándolo. Miraba cada uno de sus movimientos parecía el mismo diablo esperando el momento para atacar.
-¡¿Jungkook?! -Jimin finalmente menciono su nombre, eso hizo que Gguk arrojará el teléfono hacia la pared y este se partiera en trizas.
-El merece saberlo, el merece saber que está tratando con una bestia sádica como tu.
-¿Quien se lo dirá? Si no soy yo ¿quién?
-Se-se lo diré yo, el merece salvarse de ti.
-Joaan ¿Realmente piensas que vas a salvarte? Intentaste asesinarme y luego intentaste meter a Jimin en esto, creeme no fue buen plan para ti.
-Lo siento.
-¿Lo sientes? Yo no.
Gguk sonrío torcido una vez más mientras sacaba el arma de su amigo y le colocaba una bala. Luego la recargó y la preparó, apuntando a Joaan directo a la cien.
-Mira que lindo juguete tengo de regreso, el mismo de tu plan ¿o no?
-¿De que plan hablas? -Joaan río nervioso al ver el arma.
-Sabes de que plan hablo, sabes que querías torturarme hasta que diga "basta Joaan, me lastimas, dejaré a Jimin en paz y a ti vivir juntos" -Gguk río después de imitar lo último dicho con una voz inocente y de niño pequeño.
-¡ERES UN MALDITO!
-¡Shh! Mis oídos Joaan, no grites, aún no me harás matarte si es eso lo que quieres para terminar esto.
Joaan se sintió confundido ¿Como podía saber todo en lo que pensaba o lo que quería ahora mismo? Era un maldito adivinador profesional.
-Jimin, mi amor Jimin, siempre te amare...
Gguk arqueo una ceja al escucharlo mientras relamio sus labios. Jimin, tengo una linda sorpresita para ti, pensó Gguk.
-Joaan adelanta tu discurso de amor, no creo que Jimin pueda escucharte aquí o después de que tú teléfono se encontré roto.
-Espero que no lo hagas daño a Jimin, aunque lo ví antes que tú, puedo decir que debí haber seguido con el por el resto de mi vida... Maldito.
Joaan solo sonrío torcido y Gguk ladeó su cabeza. Fueron solo minutos cuando Joaan se abalanzó con ira a Gguk con la intención de quitarle su arma.
En una pelea por intentar arrebatarle el arma y los forcejeos aumentaron. Ambos tensaron la mandíbula mientras seguían luchando para que uno soltara el arma y otro solo intentaba que no se la quitarán.
-¡JUNGKOOK, MALDITO PERRO!
Gguk golpeó la cabeza de Joaan con la suya y lo alejó con una patada en su abdomen. Lo logró pero Joaan le devolvió el ataque, golpeándolo en la cabeza pero eso no le hizo nada de daño gracias a la adrenalina que sentía. Golpeó a Joaan repetidas veces en la cabeza con el arma y intentaba alejarlo de su cuerpo.
-¡JIMIN NO TE MERECE! ¡JEON MUERE!
Gguk apretó los dientes y tomó el cabello de Joaan, solo para golpea su cien en el lavamanos del baño. Golpeó repetidas veces contra este hasta ver cómo poco a poco comenzaba a salir sangre de su cabeza. Le importaba poco ya que continuaba golpeándolo hasta que sintió que era suficiente.
Luego paró y llevo del brazo a Joaan a la bañadera. Lo arrojó allí y luego abrió el grifo de la bañadera. Dejando que está dejara caer agua fría y helada.
Apunto en la cien a Joaan pero se detuvo solo para pensar unos segundos mientras sus ojos grises miraban con furia su cuerpo y luego sus ojos. Joaan podía verlo apenas un poco ya que sus ojos estaban algo cerrados.
-Joaan, perro sucio, no podemos quedarnos con alguien que solo puede estar con uno y ese no eres tú.
Su mano se movió junto con el arma y apuntó otra parte de su cuerpo. Y continúo hablando de manera fría.
-Y por eso, dejaré que conserves tu sucia vida para que veas cómo Jimin si puede ser de una bestia como yo, te mantendrá vivo hasta que vuelva por ti, me entero de que quieres hacerme algo nuevamente por venganza y te cortaré partes de tu cuerpo que te prometo que extrañarás, Joaan.
-Pudrete.
-Ya estoy en el infierno y me estoy pudriendo, nada que me digas me hará sentirme diferente Joaan, no eres tú quien puede hacerlo.
-Entonces si yo no puedo hacerlo, quiere decir que alguien si...
-Si, pero cuando te recuperes para ver quién es realmente, esa persona ya no estará acá y tú lloraras tanto como un bebé llorón.
-¡JIMIN!
Gguk furiosamente disparo en el pecho de Joaan, justo donde tendría que estar el pulmón en cálculos de Gguk. Eso no lo mataría pero lo mantendría un poco grave pero si la ambulancia no lo encontraba a tiempo podía sangrarse. Gguk arrojó el arma descargada en el cuerpo de Joaan y salió del baño con una sonrisa torcida.
Jimin, Jimin, Jimin.
Salió de la casa y luego escuchó como varios gritos comenzaba a escucharse a lo lejos de sus pasos.
Mientras su pasos era lentos, tranquilos, calmados por las calles oscuras, otros pasos era apresurados, rápidos y cansados pero Gguk pudo verlo a lo lejos corriendo. Rápidamente se detuvo al ver cómo Jimin corría pero estaba perdido en las calles oscuras. Sus pasos eran perdidos, apresurados y algo chuecos.
Gguk volvió a sonreír pero no de manera torcida ni lascivo, solo de manera sádica. Su angelito estaba perdido en la oscuridad y una amable bestia lo ayudaría a regresar.
-★★★
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