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023

El pasado que persigue.

Con Jimin habían quedado en cenar esa noche juntos. Al principio habían acordado comer con Changkyun, pero le había salido un imprevisto y no iba a poder llegar. No le molestaba porque estar con su mejor amigo era maravilloso. Además, que se sentía un poco solo sin Jaechan. Pasar por su habitación casi vacía, con los juguetes ordenados, con los libros en su lugar, empezando a llenarse de polvo y con la ventana cerrada, se había vuelto todo casi lúgubre. Era increíble como el silencio no era interrumpido por la risa de Jaechan, o el sonido de sus caricaturas reproducidos en la televisión.

Yeontan no hacía mucho ruido, era un perro tranquilo, a menos que alguien tocase la puerta de la casa, lo que usualmente no sucedía. Se quedó mirando el horno donde tenía un pollo dorándose y miró a su cachorro sentado junto a él, y se miraron. Le sonríe, y se agacha para levantarlo y darle un beso en la nariz que Yeontan corresponde con un lengüetazo en su mejilla.

Afuera de su edificio Jimin bajó del auto de Yoongi. No tenía idea de cómo iba a decirle a Taehyung que había vuelto con Yoongi, aunque no eran novios, pero estaban a punto. Y mucho menos sabía cómo decirle que estaba a punto de conocerlo. Se sentía nervioso.

Taehyung iba a matarle por no haberle dicho, en serio iba a matarlo. Tomó la mano del joven y lo miró.

"Quiero que sepas que Taehyung y yo hacemos el papel de padre para cada uno, te va a hacer muchas preguntas."

"¿Crees que me odie por ser amigo de Jungkook?"

"No, le dará igual, lo juro" responde completamente seguro.

"Uhmm, vale" cerró la puerta y caminaron hasta el ascensor dentro de la recepción del edificio de Taehyung. El vigilante les dio una mirada, pero cuando observó a Jimin lo dejó pasar; ese chico podría llegar a las 3 de la mañana y ya nada le sorprendía.

Ambos tocaron el piso 5 y Yoongi se fue fijando en todo disimuladamente. Aún cuando Jungkook no le haya dicho nada, sabía que estaba yendo detrás de Taehyung, aunque ahora de buena manera. El menor podía engañarse a sí mismo asegurando que solo quería ayudarle, pero él sabía a la perfección que su corazón esperaba una oportunidad que no merecía.

Llegaron al pasillo y caminaron hasta la tercera puerta; Yoongi se fijó en el tapete de bienvenida que recitaba "¡Sigue sonriendo! ¡Es importante!" Y sonrió inevitablemente. Jimin le miró divertido.

"Anda, el tapete de Tae siempre funciona."

"Es contagioso."

Jimin asintió con una sonrisa.

"Ojalá le sirviera a él ahora sin Jae" la de él también tambaleó.

Yoongi se quedó callado asintiendo y Jimin tomó su llave para abrir la puerta y al entrar, encontraron a Yeontan corriendo hacia a ellos, pero luego comenzó a ladrarle a Yoongi al ser un desconocido y él chico sonrió llamándole con los dedos, Yeontan dudó, pero luego se acercó a él lentamente olfateando su mano y dejó que lo acariciara. Taehyung al escuchar el bullicio de Yeontan se acercó extrañado pues el cachorro no solía ladrarle a Jimin y cuando lo vio se quedó impactado al ver a alguien con Jimin.

"Oh" dijo y luego sonrió. "Soy Taehyung, un gusto."

"Soy Yoongi" dijo el chico sonriendo para ponerse de pie y extendiendo su mano para estrecharlas. "Soy el casi novio de Jimin."

"¡¿Qué?!"

"¡Yoongi, no le sueltes la sorpresa, así como así!"

Taehyung lo miró, tan incrédulo.

"¡¿Y tú?! ¡¿Cuándo pensabas decírmelo? ¡¿Desde cuándo?! ¡Necesito muchas respuestas!"

Jimin se sonrojó.

"¡Agh! ¡Debemos hablar!"

"¡Pues claro que sí! ¡¿Cómo es posible que no me lo hayas dicho?!"

"¡Hoy! ¡Pero es que a mí también me tomó por sorpresa!"

"Huele a quemado" interrumpe Yoongi y el peliplata abre los ojos en grande.

"¡El pollo!" grita antes de correr a la cocina y Yeontan le persigue ladrando. Jimin mira a Yoongi de manera acusadora, el mayor solo sonríe.

"Deja de actuar como un niño bueno" le escupe y se acerca a él.

"¿Te quedas mañana en mi apartamento?"

"¿Uh?"

"Podemos ver una película, cenar, y dormir... Abrazados."

Dormir con Yoongi, sin más. Le gustaba eso, aún si había sexo o no, pero realmente, dormir piel contra piel, simplemente era insuperable. Sonríe, asintiendo antes de besar su comisura.

"Claro, hyung" responde de forma coqueta.

"¡Ya está la cena!" grita Taehyung y ambos se dirigen a la cocina para ayudarle a Kim a servir los platos. Una vez ellos tienen su comida, Taehyung le sirve su cena a Yeontan que acepta su lata de comida moviendo su cola y lo deja cerca de ellos.

Se sienta junto a ellos y sonríe de forma tímida.

"¿Pasa algo?" pregunta Jimin.

"No, nada, es solo que me siento como la tercera rueda."

Yoongi sonríe.

"Lo eres." Taehyung abre la boca indignado y Jimin comienza a partirse de la risa.

"No te quedes con él" bromea Kim haciendo un puchero.

La pareja no pareja se mira y desvían las miradas hacia sus platos, nerviosos y avergonzados.

"¿Jungkook se está portando bien?" pregunta de la nada Min y el peliplata lo mira, masticando su pollo con la boca cerrada.

"Sí... Supongo" se limpia la boca con la servilleta de tela. "¿Desde cuándo lo conoces?"

"Desde la universidad, por una fiesta" responde. "Él había venido a una de esas fiestas gigantescas de chicos ricos, se veía demasiado... niño para esas cosas, pero él estaba decidido a perderse en ese mundo."

"¿No era así?" pregunta sabiendo la respuesta.

"No, y no creo que haya querido serlo. Supongo que algo le empujó a hacerlo" responde.

Sus padres.

Taehyung lo sabía bien y suspira antes de continuar comiendo.

"Ahora yo me siento la tercera rueda" musita Jimin al no poder participar en la conversación.

"No es importante" susurra Taehyung. "Es algo ya del pasado. Solo va a ayudarme hasta que Jaechan esté de nuevo conmigo."

Yoongi salió del apartamento junto a Jimin despidiéndose de Taehyung luego de cenar y cuando cerraron la puerta, el rubio miró a Jimin, curioso.

"¿Qué pasa?" preguntó el menor mientras bajaban en el ascensor. "Si vas a preguntar si estoy enojado, no es así."

"No iba a preguntar eso, pero me alegra que me hayas calmado el alma."

"¿Entonces? ¿Qué es?"

"Bueno, entiendo lo que me dijiste de que Taehyung no podía mantener a su hijo en este momento, pero ¿qué hay de su madre? ¿Ella no está aquí?"

Jimin lo miró.

"No, ella no está aquí y no lo estará."

"¿No le interesa Jaechan?" duda.

"Ella murió" Yoongi se quedó callado y Jimin se encogió de hombros ", pero sé que pudo haber sido una gran madre."

"Oh, ¿la conocías?"

"Era mi hermana" le soltó, como si nada. "Está bien, no pongas esa cara, ya lo he superado."

"¿Seguro?" pregunta y Jimin sonrió asintiendo.

"Voy a contarte mañana si no te aburro" baja una mano y de pronto, siente los dedos de Yoongi rozando los de él hasta que sujeta su dedo meñique con el de él.

Taehyung se encontraba guardando los platos que se encontraban secos cuando Yeontan llegó hasta donde él sentándose justo frente a él y el peliplata lo observó con la toalla en manos.

"¿Crees que Yoongi pueda ayudarle, Tanie?"

Pero Yeontan no ladró, simplemente se levantó y se fue y el peliplata asintió.

"Te diré una cosa, Jimin" susurra Yoongi con voz seria, firme y de manera lenta mientras acaricia sus dedos. "Pienso que presionar a una persona a hablar es una mala idea, pero esperar en silencio es peor así que, para que sepas que voy completamente en serio, puedes decirme qué te agobia tanto y que voy a esperarte, hasta que estés listo. Si no quieres levantarte aún, me acostaré a tu lado."

Sus padres siempre fueron amorosos, y eso se contagió a sus dos hijos; chicos maravillosos que entregaron amor y sonrisas, que se llenaron de paciencia y dulzura. Sin embargo, a cualquier familia le puede tocar la desgracia, nadie es inmune.

Para Jimin, la suerte estaba de su lado. Su padre lo llamaba con dulzura, su hermana le daba una sonrisa, y su madre le decía "te amo", aquello era suficiente para sentirse pleno y feliz, para dar al mundo lo que él recibía. Se sentía bendecido y creyó, en serio creyó, que iba a ser para siempre; y Jimin no quería regresar atrás, quería ir adelante con su familia y con sus hermanos Taehyung y Hyungwon. Se tintó de rojo, y con ello encendió la chispa de su vida, sonriendo tan hermosamente a cualquiera que necesitara una sonrisa amable y reconfortante y aún así, siempre tenía tiempo para sí mismo y ser auténtico. Sí, era maravilloso.

Y de pronto Hyungwon partió.

Su hermano extendió sus alas de ángel y decidió partir antes de tiempo. Dolió, dolió mucho, pero aún así; él le dio un último aliento, su hermana lo levantó y Taehyung dejó que se apoyara en él hasta llegar a los brazos de sus padres, donde se refugiaría junto a su hermana para sanar sus corazones.

La tormenta se intensificó, cuando su hermana comenzó a agonizar.

Trató de mantener la calma aferrándose a su padre, pero su padre perdió la cabeza y la tormenta se transformó en un huracán, y Jimin quedó en el ojo de éste. Su padre, su madre e incluso Taehyung fueron succionados por él, aventándoles lejos de su visión. Entonces, su hermana quedó frente a él, rogando con la mirada.

Pudo haberla salvado.

Pudo haber salvado a su sobrino.

No, no pudo y no iba a poder, pero Jimin creía que sí.

Era su culpa, "mi culpa" se decía así mismo. Nunca nadie lo supo, en realidad, Taehyung nunca platicó con Jimin acerca de Eunsun pues él huía diciendo que no deseaba seguir llorando, y cuando lo hacía, esperaba que respuestas superficiales fueran suficientes para no demostrar su corazón destrozado.

No sabía que se estaba haciendo daño y que también dañaba a Taehyung.

Sin embargo, la herida seguiría abierta porque él suele abrirla sin querer; cada que alguien desea entrar a su corazón. Porque tiene miedo de perderlos o, mejor dicho, asesinarlos, cómo su cerebro dicta.

Yoongi estaba aislado, como todos, se había prometido que solo sería una noche con él, pero de pronto, de pronto en el sexo casual te encuentras a alguien que puede quebrar la barrera y puede ser correspondido o no. Jimin no sabía si era suerte o desgracia ser correspondido por el chico. Lo único que tenía en mente, era alejarlo de sí.

Cada noche Yoongi le llamaba. Cada noche terminaban enredados. Cada noche terminaban agitando sus corazones el uno con el otro. Entregando sus respiraciones y mojando sus cuerpos. Jimin lo intentó; la primera semana falló, la segunda desistió y prometió no enamorarse. Trató de estar con alguien más para convencerse que Yoongi era solo una etapa. Que Yoongi llegara a traerlo a la universidad desde el segundo mes, solo intensificó cada sentimiento, estallando en miles de emociones que hacían a su corazón quebrantarse.

¿Yoongi sería aquella persona que logra hacerte estremecer?

Si lo era, ¿estaría dispuesto a estar con un asesino como él? Lo dudaba; en cuanto se enterara, se iría de su lado y por ello, no quería ser su novio. Tal vez su corazón se quebraría más que el de Taehyung, y entonces, ¿quién cuidaría a Jaechan? No, eso no podría pasar.

"¿Estás bien?"

Jimin miró a Taehyung; era lunes por la mañana, Taehyung solo tenía un parcial y él solo no quería ir a estudiar y estaba preparando la ropa para lavarla, pero Jimin estaba parado ahí, solo viéndole. Le sonrió.

"Tienes razón; todo hubiese sido más fácil si nos hubiésemos enamorado el uno del otro."

Taehyung se río encendiendo la lavadora y lo miró.

"¿Quién dice que no lo estoy, mi pequeño Mochi?" cuestiona. "Eres mi alma gemela" responde y se acerca a él. "¿Te gusta Yoongi?"

"Mucho" bajó la cabeza. "Y me siento idiota..."

"Sal con él, ¿qué tiene de malo?"

"No puedo..." lo miró. "No estoy hecho para el amor."

"No, ese soy yo. Tú sí que puedes, anda, Yoongi se ve como un buen chico, tienes el permiso de serme infiel" bromeó y Jimin lo abrazó sorprendiéndole.

"Mate a Eunsun..."

Taehyung se quedó helado y lo tomó de los hombros para mirarle, pero Jimin no quiso soltarle para ver su rostro.

"Chim, no vuelvas a decir eso, no mataste a Eunsun, nadie lo hizo. Era muy joven, nada más... Dios, no puedes..."

"Taehyung... todo estaba bien" lo miró con los ojos empapados. "Tenía a mis padres, tenía a Eunsun, a Hyungwon, te tenía a ti... Y de pronto, de la nada, un accidente mata a Hyung... Ahí empieza todo, y me pregunto, ¿por qué ellos? ¿Por qué ellos que se profesaban tanto amor? ¿Es eso? ¿El amor los llevó a esto?"

"No, no, no..." mordió su labio. "Basta, sabes que no es verdad... Ellos..." tragó saliva para no dejar escapar las lágrimas. "Jimin, ellos no debían morir, solo sucedió y no fue la culpa de nadie..."

"Tae... Yo maté a Eunsun aunque digas que no."

"¡¿Y qué se suponía que hicieras?! ¡Te pidió salvar a Jaechan!"

"¡Pero no era justo que ella se fuera!"

"¡¿Desde cuándo la vida es justa?!" el peliplata negó. "Jimin no lo entiendes; la vida es un juego de azar, te puede tocar la fortuna o puede alejarse. Entiendo que duela, en serio lo hago, porque estuve ahí... Pero no mataste a nadie..."

"Sigue doliendo..."

"Lo sé" intentó limpiarse las lágrimas. "Y seguirá doliendo, poco, pero seguirá" le explicó. "Porque la pérdida de alguien a quien amas no es algo que se supere del todo" lo tomó del rostro. "Pero no está bien que pienses de esa forma; no cuando no es tu culpa. Cumpliste con el sueño de Eunsun, y yo... Yo creo firmemente que Jaechan nació para mantener Eunsun y Hyungwon en la eternidad" su voz se quebró. "No sé qué salió mal, no sé por qué les pasó a ellos, pero sé que tú y yo debemos seguir por ellos y por nosotros."

"¿Y si no puedo?"

"Te levantaré..." lo abrazó. "Te mantendré de pie y tú a mí, no importa cuanta gente entre en nuestras vidas Chim; debemos mantenernos juntos porque somos uno."

"Lo siento... En serio siento nunca querer hablar de ellos contigo, sé lo mucho que te ha lastimado eso..." Jimin lo abrazó más fuerte.

"Déjalo ir, Chim, deja que esa culpa se vaya..." se sentaron en el suelo mientras Jimin seguía llorando desconsoladamente. "Estamos rotos sin Jaechan..." sonrió. "Mi niño no sabe el poder que tiene..."

"Lo quiero de vuelta..." lloró Jimin hipando y limpiando sus lágrimas. "Quiero a mi sobrino de vuelta."

"Lo traeremos, ya verás que sí" besó su mejilla. "Te prometo que lo haremos."

Me siento orgullosa porque BOM ya tiene un poco más de sentido ahora, ya sigue una línea sin dar tantos saltos y ya es algo más bonito para ofrecerles.

Saben cuál era el problema? Que antes yo escribía solo para dejar pasar ciertas cosas, no le encontraba un sentido más profundo para hacerlo y todo cambió con Arcenciel, porque me inspiré en Saru que a pesar de que siempre esté negándomelo, la admiro porque con textos cortos me deja picada. Quiero ofrecerle algo bonito a mi corazón y a ustedes uwu.

Los amo, abejitas.

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