Chapter 4
-¿Tienes miedo? ¿De mí, de esto? - Kuan susurró
Cheng asintió con la cabeza. Estaba aterrorizado pero también emocionado con la esperanza que inundaba su pecho.
El otro chico sonrió gentilmente - Yo también, pero no retrocederé ahora - con facilidad, se inclinó y colocó a Cheng sobre su hombro, boca abajo como si fuera un saco de patatas. El pelinegro chilló con indignación.
- ¡Liu HaiKuan, bájame!
- De ninguna manera
El chico más joven comenzó a golpear su ancha espalda, sus pequeños puños rebotaban inútilmente en los duros músculos. Kuan se rió malvadamente mientras sujetaba las piernas de Cheng con los brazos y luego se inclinaba para tirarle de espaldas en la cama. Se le cortó la camisa y luego cayó sobre él, presionando besos en su garganta y rostro mientras lo sostenía apretado contra el colchón.
Cheng tardó un momento en recuperar el aliento,pero en el momento en que lo hizo, comenzó a empujar a Kuan, intentando alejarlo. Sin inmutarse, Kuan agarró sus muñecas y tiró de ellas sobre su cabeza. Zhuo Cheng estaba empezando a sentirse desesperado, claustrofóbico y asustado.Sabía que pendían del precipicio de un acantilado, y una vez que lo pasaran, no habría marcha atrás.Las cosas nunca volverían a ser lo mismo.
- HaiKuan, no, ¿y nuestra amistad? Tú y yo, nosotros..
- Shhh A-Cheng, hablas demasiado.
Kuan lo besó, sujetando sus manos en una, luego descendió su mano libre por las costillas de Cheng. El toque lo hizo saltar. Los dedos eran fuertes y cálidos, y muy gentiles cuando trazaron la sensible piel del suave vientre de Cheng y después hurgaron bajo la cintura de sus boxers. El grito de protesta de Cheng cuando le despojó de ellos, desapareció en la boca de HaiKuan.
Quedó tendido, vulnerable y desnudo debajo de su mejor amigo. Kuan se acomodó bien entre los suaves muslos de Cheng como si él perteneciera allí, como si siempre hubiera pertenecido allí. Miró a los ojos asustados de Cheng y éste le devolvió la mirada. No entendía como Kuan podía hacer esto tan despreocupadamente. Necesitaban hablar primero. Kuan era hétero, ¿no?
Cheng se retorció y tiró de sus muñecas. Insistió - Kuan, déjame ir.Esto no está bien. Te gusta las chicas, lo sé.
Kuan asintió, acariciando su garganta - Claro que me gustan, pero me gustas más tú, desde siempre.
- No entiendo
La clara evidencia de atracción de Kuan hacia él estaba presionando como un peso en su estómago, pero el recuerdo de todas las chicas con las que su amigo había estado era aún más pesado en su mente.
Su mejor amigo lo miró cariñosamente. - Sabes que la bisexualidad no es sólo una cosa que se inventan las universitarias borrachas para salirse con la suya besando a sus amigas con el fin de llamar la atención de los chicos, ¿verdad?
-S-sí - dijo Cheng, aunque su voz aún mostraba inseguridad.
- La bisexualidad se trata de amar a alguien por quién es, no por los órganos sexuales que posea. Encuentro a las mujeres hermosas, pero nunca encontré una que me atraiga como tú. Del modo en que siempre me has atraído, ¿No notaste que siempre las elegía con ojos oscuros, piernas largas y cabello pelinegro? Se trataba de ti, siempre de ti. Sólo usaba aquellas chicas para cubrir mis sentimientos hacia ti.
Su boca había descendido al pecho plano de Cheng y su aliento se detuvo sobre sus pezones rosados. Se endurecieron como si pidieran ser tocados.
-Tenía tanto miedo de que te horrorizaras si alguna vez descubrías cómo me sentía realmente. Tenía miedo de que me odiases si te dijera la verdad, y de perderte para siempre.
Las palabras se parecían tanto a los sentimientos de Cheng que tardó un momento en darse cuenta que no las había dicho él.
Kuan enterró su rostro en el vientre de Cheng.
- Durante años, esto ha estado entre nosotros y estaba demasiado asustado para actuar en consecuencia. Cada vez que pensé que podrías estar interesado, me contuve, porque pensaba que tal vez sólo estaba viendo lo que quería ver.
Kuan llevó un fuerte brazo bajo el chico más joven para levantarlo ya así poder atacar a sus pequeños pezones rosados. Cheng jadeó, se retorció y se sacudió debajo de él mientras la boca húmeda y caliente de su amigo cubría su areola y comenzó a succionar vorazmente la delicada protuberancia.
El menor gimió por intensidad de la sensación. Kuan finalmente liberó la carne tierna con un lascivo pop. Su pezón se sentía hichando. Kuan lo lamió mientras hablaba.
- Me encantan estos, tan hermosos y respingones. Siempre tan duros bajos tus finas camisetas. Sabía que serían sensibles. Otro de tus puntos débiles ¿no es así? Sé dónde tienes muchos otros - dijo Kuan con una sonrisa.
Su castaña cabeza se inclinó para acariciar la sensible piel justo en frente de su axila. Cheng jadeó y se tensó, era terriblemente sensible allí. Estaba asustado y exitado. Confiaba plenamente en Kuan, como siempre lo había hecho, pero este era un lado de su amigo que no había visto antes y Zhuo Cheng no tenía el control, no podía decir nada.
- Tengo miedo - susurró honestamente.
Kuan besó un lado de su boca y soltó sus muñecas -Todo estará bien. Confía en mí.
Fue amable pero firme con él mientras sostenía el cuerpo de Cheng atrapado debajo de él. Empezó a presionar besos en la parte inferior de la mandíbula de Cheng.
Se movió bajando por el cuello y los costados, lamiendo un sendero en su estómago para conectar con sus caderas. Cheng se corcoveó y se retorció contra el peso que lo mantenía atrapado mientras la boca de Kuan lo atormentaba, burlándose, mordisqueando aquí y allá. Sus manos trazaron el cuerpo de Cheng como si estuviera desesperado por memorizar cada curva. Lo tocó por todas partes.
Cuando sus dedos presionaron la tierna piel de sus muslos internos, Cheng saltó y su polla abofeteó su vientre. Cerró los ojos con fuerza mientras Kuan se reía. Podía sentir su aliento caliente en su lugar más privado.
- Siempre tuviste muchas cosquillas. Solía ponerme tan duro durante nuestras peleas.
- Pervertido - gruñó Cheng recordando de repente su amistad y por qué no debería estar desnudo debajo de Kuan con las piernas abiertas.
Trató de unirlas, pero Kuan lo detuvo con una mano pesada en cada rodilla.. Las sostuvo abiertas, sus ojos fijos entre las piernas de Cheng mientras hablaba - Me diste mi primera erección, y casi todas después de esa. Estábamos en la piscina de mi abuela. Te pusiste a nadar desnudo, porque te olvidaste el bañador y los míos se te caían continuamente. Recuerdo tu polla y supe que no debería estar tan interesado, porque era como la mía, excepto que no lo era. Parecía tan suave y quería tocarte allí. Terminé yendo adentro y escondiéndome en el baño, porque no podía dejar de mirarla y estaba tan duro y no quería que nadie lo viera.
Cubrió la polla dura de Cheng con su mano, sólo sosteniéndola suavemente y descansando su palma sobre ella. El suave toque estuvo cerca de enviar a Cheng al borde. Gimió y apretó las piernas alrededor de la mano de Kuan, pero el chico mayor presionó sus rodillas manteniéndolas abiertas una vez más. Kuan agarró su polla y la frotó suavemente con su pulgar mientras continuaba.
- ¿Te acuerdas de mis inspecciones de vello púbico? -preguntó Kuan con una sonrisa burlona.
Cheng se tapó la cara roja con las manos -¡Oh Dios! ¡Me olvidé de eso! ¡Idiota!
El mayor le salió vello púbico claramente antes que al menor, Cheng al llegar a la edad que le salió los vellos a Kuan se revisaba y al no haber rastro de presencia de estos se preocupaba y pensaba que nunca le saldrían. Miraba y miraba, pero no podía ver entre sus piernas, por lo que Kuan generosamente se ofreció a inspeccionarlo una vez a la semana.
Cada semana, Cheng se acercaba, se bajaba los pantalones y dejaba que su mejor amigo mirara su entrepierna en busca de cualquier señal de vello púbico, algunas veces llegando incluso a separar las piernas e inclinarse para que Kuan pudiera ver mejor. Finalmente, Cheng había conseguido cubrirse de vello allí abajo y las inspecciones se habían detenido. Los dos chicos habían evitado por completo hablar de eso durante años. Cheng todavía estaba avergonzado de lo excitado que había estado de mostrarle a Kuan sus partes privadas, pero eso no le detuvo de masturbarse pensando en ello a veces.
- No pretendas que no te gustó tanto como a mí -dijo Kuan. Apretó la hinchada polla de Cheng una vez más y luego se movió hacia abajo para acariciar sus testículos. - Creo que te toca otra inspección -dijo con voz ronca.
Gimió cuando Kuan lo agarró por las caderas y lo rodó sobre su vientre. Presionó sus fuertes pulgares en el centro de sus nalgas y sintió su pliegue abrirse para la inspección de Kuan. Rápidamente descubrió que mirar no era lo único que Kuan había planeado. El pelinegro gritó cuando una lengua húmeda y caliente presionó justo en el centro de su culo y lo lamió. Eso lo sobresaltó tanto que se echó hacia adelante y trató de levantarse de la cama.
- Oh no, no voy a dejar que te alejes de mí esta vez- Kuan lo atrapó por el pelo y lo jaló de vuelta a sus brazos. El cuerpo del deportista acorraló y apresó al mayor, presionando su espalda contra los duros abdominales de su mejor amigo. Su cuerpo estaba increíblemente caliente.
Cheng jadeó cuando Kuan gruñó en su oído - No te dejaré ir. Te tendré esta noche. Acéptalo, A-Cheng.
El indudable deseo y la posesión en su voz hicieron que la polla de Cheng latiera entre sus piernas. Se dio cuenta de que Kuan realmente pretendía tomar su virginidad esta misma noche. Sus manos tenían atrapada la cintura de Cheng, apretándolo demasiado fuerte. Pareció notar que le estaba haciendo daño en el mismo momento que Cheng, y liberó el aplastante agarre.
Kuan se apresuró a sostener sus manos otra vez,sus dedos se entrelazaron mientras las manos de Kuan descansaban sobre las de Cheng. No presionó, pero la amenaza estaba allí. Cheng no intentó moverse. Todo el peso de Kuan descansaba sobre su espalda, aplastándolo contra la cama. Tomó respiraciones rápidas y superficiales cuando Kuan comenzó a hundirse lentamente en el pliegue del trasero de Cheng. Restregó la gruesa cabeza de su polla sobre el seco anillo del agujero de éste. El corazón de Cheng se detuvo al darse cuenta que Kuan podría penetrarlo en cualquier momento.
Él podría lastimarlo, violarlo.
Sabía que su mejor amigo no lo haría, pero la vulnerabilidad que sentía en ese momento lo excitó terriblemente.
La respiración de Kuan era caliente y pesada en su oído. - ¿Sábes cuánto tiempo te he deseado? ¿Cuánto quería estar contigo siendo más que tu mejor amigo? Nunca lo supiste, ¿Verdad?
Kuan había soltado sus manos, pero las mantuvo en el sitio como si estuvieran atadas. Cheng se sometió completamente al asalto sensual cuando movió una mano para agarrar su garganta y con la otra alcanzó la mesita de noche y después bajó entre sus piernas.
Derramó descuidadamente el aceite sobre su agujero y lo empapó entre los muslos, haciendo un desastre de las sábanas. A Cheng ni nisiquiera le importó,porque por primera vez, los dedos de Kuan le habían tocado allí.
Cheng gimió y bajó la cabeza, aumentando la presión sobre su garganta donde Kuan lo sostenía con firmeza, manteniéndolo en su lugar como un cachorro travieso a punto de ser castigado. El chico mayor se burló de él, usando caricias ligeras como plumas, moviendo sus dedos cerca de la entrada de su amigo más joven, arriba y abajo de su hendidura y sobre su perineo antes de finalmente presionar un dedo lubricado. Aunque Cheng se había lavado por afuera, por dentro todavía estaba lubricado. Estaba caliente y bien estirado, listo y deseoso, y Kuan lo sabía.
Presionó su polla firmemente contra el palpitante agujero rosado de Cheng, pero se detuvo cuando estaba a punto de penetrarlo. Kuan acarició su mejilla. El pecho de Kuan presionaba tan fuertemente la espalda de Cheng que podía sentir su pecho retumbar cuando habló - Dime que quieres esto Dime que me quieres. Si no lo haces, me detendré ahora mismo.
Sus fuertes brazos agarraban a Cheng con tanta fuerza que era difícil respirar, era difícil hablar, era difícil pensar. Se sentía caliente y febril. Era todo lo que siempre había deseado, tanto así que no podía estar seguro de no estar soñando. Cheng sacudió la cabeza, sin confiar en sí mismo para hablar en ese momento. Temblorosamente,tomó aire.
La voz de Kuan tembló - A-Cheng, necesito saber que no estás haciendo esto por miedo o lástima. Necesito saber que quieres esto tanto como yo.
Cheng inspiró hondo, exhaló, tomó aire otra vez y luego dijo la verdad que había pasado toda su vida escondiendo.
- Kuan-Ge, te necesito. Te quiero, siempre te he querido.
- Eres mío, A-Cheng. Ahora y por siempre, eres mío.
Asentía frenéticamente con la cabeza mientras Kuan se introducía dentro de él. Cheng jadeó y clavó las uñas en las sábanas ya que no había tomado nunca nada tan grande. La quemadura al ser estirado por la gruesa polla de Kuan era aún más intensa que la primera vez que se jodió con el dildo.
Todo era diferente. La polla de Kuan era dura, pero aterciopelada, suave y caliente con su propio calor. Normalmente Zhuo Cheng tenía control total sobre la profundidad y la velocidad de la penetración, pero ahora no tenía ninguno. HaiKuan estaba completamente en control ahora.
Todo lo que Cheng podía hacer era morder su labio inferior para sofocar sus gritos y arquear la espalda tratando de aliviar la intensa presión. Kuan puso en práctica su experiencia, tomándose su tiempo, trabajando el agujero abierto de Cheng con empujes cortos y controlado, deslizándose fuera y luego presionando hacia adentro,una y otra vez hasta que Cheng estaba temblando de placer y anticipación.
Era como joderse a sí mismo con su juguete, pero mil veces más intenso porque era la polla de Kuan la que estaba dentro de él, impulsada por el calor, la fuerza y el deseo de Kuan, gruesa, pesada, abrumadora y real.
Con una última punzada de incomodidad, Kuan embistió hasta el fondo. Cheng gritó por un segundo hasta el fondo. Cheng gritó por un segundo y su mejor amigo lo abrazó. Uno de sus brazos se envolvía alrededor de su pecho y sostenía su cuello. El otro estaba debajo de sus caderas, manteniendo a Cheng cerca de él. Por un buen tiempo, Kuan sólo lo sostuvo mientras Cheng temblaba.
Habló suavemente -Pasé todos estos años amándote y soñando contigo, ¿puedes imaginarte cómo me sentí hoy cuando te vi a través de la ventana, jodiéndote a ti mismo y gritando MI nombre? ¿Saber que me querías de la misma manera que te he deseado por tanto tiempo?
Abrumado por la emoción, Cheng comenzó a sollozar cuando Kuan empezó a entrar y salir de él. Los sollozos fueron interrumpidos por gritos de puro placer.
- Shh, te tengo - escuchó a Kuan decir a distancia. Cheng colapsó sobre su almohada, el rostro entre sus brazos y jadeando mientras Kuan lo follaba más duro, golpeando toscamente la cabeza de su polla contra su próstata.
Su visión centelleó cuando su orgasmo se construyó rápidamente. Se sentía como si se estuviera ahogando en él. En lugar de tener el control, fue como si estuviera atrapado en una ola feroz de placer, arremolinándose y girando y chocando contra él mientras Kuan lo obligaba a sumergirse en el agua, presionando su cabeza. Gritó y sus dedos se apretaron. Cheng enroscó sus dedos en su cabello y tiró suavemente. - Tranquilo, A-Cheng, tranquilo cariño.
Y eso fué todo, la dulzura del consuelo de su mejor amigo en medio de la pasión sexual, eso fue todo lo que necesitó para llevarlo al límite. Su cuerpo entero se tensó y gritó su orgasmo. Gimió sobrecogido por el intenso placer, arqueándose, apretando la polla de Kuan mientras alcanzaba un perfecto y devastador alivio.
Pudo haber perdido el conocimiento por un momento. Su cuerpo entero se rindió y colapsó de nuevo sobre la cama. Kuan simplemente lo siguió jodiendo implacablemente el húmedo charco de músculos y piel enrojecida en que se había convertido Cheng.
La pesada bofetada de sus caderas contra el rollizo culo de Cheng sonó fuerte, completamente por los gruñidos de Kuan. Si acaso, el nuevo ángulo obligaba a la polla del mayor a deslizarse aún más fuerte hacia adelante y hacia atrás sobre la próstata de Cheng. Se sentía horrible e increíble al mismo tiempo. Estaba tan sensible.
Cheng sollozó boquiabierto, jadeando en las sábanas mientras su polla goteaba semen con cada embestida. No había forma de que pudiera llegar al clímax de nuevo, pero aún así sentía dolorosamente bien.
Kuan habló en voz baja detrás de él, evitando que se desmoronara por completo. Con su pesado cuerpo sobre la espalda de Cheng, susurró al oído de su amigo mientras lo sostenía junto con su peso y sus palabras. - Eres tan hermoso A-Cheng, tan perfecto para mí. Dios, te amo.Te amo tanto que duele - dijo mientras jodía a Cheng a través de su orgasmo, impulsando su dureza en el espacio que cavó dentro del chico más pequeño...
O tal vez en el espacio que siempre le perteneció y simplemente estaba esperando ser llenado. Perdió la noción del tiempo mientras lo jodía una y otra vez, incesantemente, hasta que Cheng casi se adormeció debido a la presión en sus entrañas.
Cheng se preguntó cómo todavía podía estar duro después de todo este tiempo hasta que Kuan confesó - Dios, cuando te vi con ese pequeño juguete de color púrpura, desapareciendo dentro y fuera de tu pequeño agujero. Nunca he estado tan duro en mi vida. Nunca he estado tan celoso de un objeto inanimado - se rió entonces. - Habría entrado y te habría tomado en ese mismo momento, pero me corrí en los pantalones en el momento en que gritaste mi nombre.
Zhuo Cheng quería reírse ante la imagen de su afable amigo mayor corriéndose en los pantalones como un niño inexperto, pero todo lo que pudo manejar fue un jadeo exhausto y divertido en la almohada.
-No pude ver tu cara entonces . Quiero ver tu cara cuando me corra. Todavía me cuesta creer que puedo estar contigo de esta manera, que puedo tenerte.
Con un desagradable schlop, HaiKuan se retiró. Fue un poco demasiado rápido, y la gruesa cabeza de su polla tiró del tierno agujero de Cheng. Gimió cuando Kuan lo agarró y lo volteó con la misma facilidad que si voltease un panqueque. Cheng aterrizó en su espalda con un grito de sorpresa. Kuan ya estaba entre sus piernas, extendiéndolas a ambos lado. Deslizó su mano bajo la espalda de Cheng y lo alzó mientras lo arrastraba hacia él para empalarlo en su polla.
Con la forma en que Kuan sostenía su culo en sus manos, prácticamente levantando la parte inferior del cuerpo de la cama para poder joderlo duro, Cheng casi podía ver el lugar donde sus cuerpos se unían. Estaba fascinado.
Cheng maulló como un gatito cuando Kuan lo penetró profundamente. Kuan atrapó el grito impotente en su boca y deslizó la lengua dentro de los labios de Cheng con la misma urgencia abrumadora con que embestía rudamente su polla dentro y fuera de su cuerpo. El menor sintió como si su cuerpo se estuviera dividiendo en dos mientras Kuan lo machacaba, pero sus besos eran suaves y amables en contraste.
Cheng cruzó los tobillos sobre la espalda de Kuan y enredó los dedos en su cabello. Sus miradas se encontraron y Cheng sonrió con una sonrisa exhausta pero radiante - Te amo - susurró tímidamente.
Las pupilas de su mejor amigo llamearon. Fue la reciprocidad de su afecto lo que finalmente pareció empujar a Kuan al borde. Presionó su rostro en el cuello de Cheng y lo embistió una última vez, corriéndose dentro del menor con un grito ahogado.
- Ya no soy virgen - dijo asombrado -Mi mejor amigo tomó mi virginidad.
Kuan lo miró - Era mío para tomar, después de protegerlo por tanto tiempo -gruñó
Cheng lo golpeó suavemente en las costillas.- Jode polvos.
- Te lo compensaré... una y otra vez -Sonrió Kuan con oscura promesa en sus ojos.
Cheng suspiró, y cerró los ojos. - Más te vale.
Ambos se relajaron, sus latidos aún erráticos. La cabeza de Cheng descansaba sobre su hombro. Dejó salir otro pequeño suspiro,listo para quedarse dormido, seguro y protegido.
Sonrió cuando Kuan le besó la parte superior de su cabeza y murmuró en su cabello - Me perteneces A-Cheng, ahora y siempre.
Miles de recuerdos de la amistad de toda la vida pasaron por la cabeza de Cheng a la vez. Tanto felices como tristes, cada uno mostraba una indiscutible verdad...
- Siempre lo hice Kuan, y siempre lo haré.
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