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Cap Único.

Bueeeeeenaaaaaaaaas, noches 🐜✨

⚠️Advertencia ⚠️

Esto es un encargo hecho por @Gigi_Bakugou!!
Gracias y perdón preciosa, me tardé mucho con este pedido porque una gran parte de mi mente no quería que el resultado no era lo que querías.

Es la primera vez que escribo un one short que tenga incluido algo sexualmente explícito sobre omegaxomega y la neta, la neta, siento que aún no quedó del todo bien.

¡No pude lograrlo sola! Hubieron dos personas que hicieron esto realidad.
@Nastmidoriya  y elkarmavieneporti
Sin ellas no se habría hecho posible, son escritoras talentosas, ojalá vayan a sus perfiles y lean sus bellas historias (no quiero spoilear pero evee los hará llorar mucho ☠️).

Ojalá sawako lea esto, ella me dio la idea de como se podían conocer nuestra pareja tóxica 😨☠️☠️

Sin más preámbulo!!

Universo Omegaverse a punto de vista de Denki!
Denki omega, Izuku omega, liga de villanos alfa (Dabi, toga, Tomu).
Relación tóxica DabiDenki, dub-con, non-con(? Más tarde sabrán por qué.

Me dejan muchos comentarios, le dan amor a estas bellas escritoras y espero que disfruten de la lectura!

(...)

¿Cómo saber cual es la definición de un mejor amigo? De esos que siempre te cuidan la espalda y te apoyan en todo momento, la verdad es que Denki no sabía del todo como era que eso funcionaba exactamente, creció en un ambiente un poco problemático. Su padre alcohólico que se gastaba todo su dinero en cerveza y su madre que apenas veía ya que ella era la que trabajaba para pagar las cuentas, sí, puede que su problema haya empezado por ahí.

Como todo niño que crece sin una buena supervisión de un adulto responsable, él se crió de una forma casi autónoma y le gustaba llamar la atención para sentirse notado, al menos en su caso. Supo que desde pequeño que si no encendía la estufa no podría comerse nada fresco ni caliente, entonces de igual forma tendría que ser con sus padres ¿no?

Para ser notado debía hacerse notar, así que trató de hacerlo, aunque no era bueno con los estudios y no entendía a la primera las cosas que le decían, Denki trató, lo puede jurar, pero no funcionó mucho. Su mente le hacía distraer demasiado a la hora de estudiar y se ponía bastante nervioso cuando trataba de hacer un examen, al final terminaba dibujando cosas tontas en sus hojas a causa del estrés.

Cuando supo que ser el número uno de su clase no iba a servir, entonces escogió otro camino, fue más deportista, alegre y expresivo, ¡incluso se metió al arte, pudo tocar la guitarra en unos tres meses! Estaba orgulloso de eso y quería mostrárselo a sus padres…

Su madre le terminó regañando cuando trató de tocarle algo, alegó que estaba muy cansada y le dolía la cabeza así que no quería oír nada.

Por otra parte, y la peor, su padre rompió su guitarra enojado, recriminando que en vez de haber gastado su dinero en "una porquería como esa", debió habérselo dado para su bebida y que así hubiese válido más  la pena. Sin embargo, ellos casi no le dejaban dinero, Denki obtuvo esa guitarra, que a pesar de ser vieja funcionaba perfectamente, de su maestro de música.

El hombre que le daba clases era un beta bastante mayor al cual le estaba fallando la visión, le vendió el instrumento a bajo costo porque había notado la pasión que tenía el joven rubio por la música y su interés en aprender rápidamente los acordes. Denki tomó todos sus preciados ahorros, el dinero que se trataba de ganar por fuera del que sus padres de vez en cuando le daban, y se la compró.

No pudo volver a sus clases de música, el rubio no podría ver la cara del maestro Tanishi sin sentir culpa y remordimiento. Fue entonces cuando dejó de intentar acercarse a sus padres, concentró toda su energía y positividad en el mundo exterior, podía ser un poco humillante hacer mandados y copias de tareas fáciles para sus compañeros y ganarse unos cuantos yenes para comer algo en los recesos.

Pero eso era mejor que tratar de interactuar con sus progenitores. Entonces, ¿Y que tiene que ver sus padres con saber cómo es un verdadero amigo?
Bueno, realmente es un hecho científico que las formas de crianza influyen enormemente en las formas en las que los cachorros se desarrollan después socialmente.

Denki podía ser una persona bastante positiva y alegre, pero no entendía del todo las relaciones humanas, nunca fue parte de un grupo en concreto, no era uno de los nerds, tampoco era un chico de los geniales, es más, su torpeza y cerebro lento le hacían quedar como un completo tonto en muchos escenarios.

Si lo pasaban al pizarrón para resolver un ejercicio de matemáticas, inglés o incluso biología básica, él se quedaba como estatua con el marcador en la mano mirando un punto fijo como por unos quince minutos. A sus profesores no les caía bien, menos al de la primera materia ya mencionada, porque a veces Denki sufría de un "corto circuito", su mente se volvía blanca y caía de cabeza contra su pupitre en un profundo sueño causado por un mortal aburrimiento.

El perdedor sin futuro de la clase, ese era él. No pudo encajar en ningún sitio, podía tratar de hacer amigos, y la manera en la que lo hacía era haciendo todo tipo de favores, lo cual le hizo entender rápidamente que eso sólo hacía que que quisieran aprovechar de eso con él, sólo lo buscaban cuando tenían alguna petición y después de eso lo ignoraban de nuevo.

No pudo hacer nada, no quería quedarse solo, se dejaba usar a beneficios de los demás para al menos sentirse útil. Pero eso cambiaría ahora, se graduó de la preparatoria y de alguna forma sus padres le dejaron seguir hasta la universidad, allí habría gente nueva, iba a empezar desde cero y tendría amigos de verdad, incluso una pareja que lo quiera.

Era su meta.

(...)

Denki se alistó, usó su ropa más cool, como decía él, acomodó su cabello y por último se miró en el espejo perfilando su rostro. Estaba y se veía bien, estaba más que listo para su primer día de clases en la universidad, donde ahora tenía que enfrentarse a personas y problemas más adultos.

El joven omega salió temprano de la casa de sus padres, no sin antes hacer el desayuno y llevarse su bento, no tenía el dinero suficiente para comprarse el almuerzo, cuando miró su nuevo horario se dio cuenta de que varias clases empezaban justo después de la hora de ir a comer, mientras que las otras eran en la mañana.

Por ende debía de tener comida a la mano, sino entonces moriría de hambre, no pensaba hacer lo mismo que en la secundaria, ya no más favores y no dejaría que se aprovechen de su ingenuidad, conseguiría amigos de verdad.

Su carrera iba a ser algo sencilla, sería un maestro de música, pero antes de eso tendría que estudiar todas las áreas antes de sacar su licenciatura. El nombre lo dejaba un poco tonto al escucharse tan complicado, pero Denki iba a dar los mejor de sí mismo.

El rubio tomó el metro, llegó a la universidad unos veinte minutos después y en cuanto miró la entrada de las instalaciones se detuvo un momento, apretó la correa de su bolso, que estaba colgado sólo de su hombro derecho. La U.A, un buen sitio para estudiar con buena reputación y se sabe que de allí se han graduado grandes personajes, y no sabe si es por suerte o un error de su sistema.

Pero tres semanas después de haberse graduado de su preparatoria recibió un correo, informando que había quedado dentro de los programas donde le presentaban varias opciones para estudiar según sus notas más destacables, entre ellas estaba pedagogía musical, aparte de eso también le enviaban felicitaciones por haber ocupado un puesto dentro de la plataforma donde ya lo tenían registrado.

Denki casi llora a todo pulmón en su habitación cuando leyó el mensaje. En ese momento estaba mirando en páginas web sobre trabajos de medio tiempo, y rápidamente dio en la opción que más le parecía, descubrió que sin importar la carrera que tomara ya tendría el primer semestre pagado en su totalidad, así que aquí estaba ahora.

Error o no, por nada en el mundo dejaría pasar esa oportunidad, se armó de valor y se mezcló entre los demás estudiantes que iban llegando, el campus era enorme y podía ver a lo lejos los edificios en donde estaban los dormitorios, después iba averiguar cómo conseguiría alguno, también tenía que conseguir ese trabajo de medio tiempo que vio antes y así reunir poco a poco el dinero para su segundo semestre en ese lugar.

Cuando el rubio llegó a su salón, después de pedir indicaciones a lo que parecía ser un profesor, o miembro de personal de limpieza o algo, por la apariencia que notó de aquel hombre cansado de cabellos negros de antes. Lo primero que Denki hizo fue escanear su nuevo salón de clases, notó a un hombre que a su parecer era bastante llamativo, su cabello estaba dividido en dos colores, blanco y rojo.

El omega se acercó hasta donde él estaba, que era el fondo de todos los puestos, parecía leer algo bastante concentrado, a Denki no le importó mucho y se sentó allí, acomodando su bolso en alguna parte después de sacar un cuaderno y un lápiz, el corazón del ojiambar latía con mucha rapidez, pues estaba bastante emocionado y estar en un nuevo lugar lo llenaba de muchas expectativas, pero también estrés.

—¿Estás nervioso por una clase de universidad? Es raro. —Denki casi saltó, miró como su compañero de mesa dejó lo que estaba leyendo y volteó hacia él, notó la cicatriz que cubría parte de su rostro en la mirada de cabello rojo.

—Oh, bueno, sí, la verdad ni siquiera creí que podría venir a una. —murmuró el rubio con algo de vergüenza, el bicolor le miró fijamente un momento antes de extender su mano.

—Todoroki Shouto, un gusto. —Aquel hombre dijo tan pacíficamente y a Denki casi lo hace ahogar su propia saliva.

¡¿Todoroki?! Ese apellido venía de una familia llena de políticos, jueces y abogados, el de más de renombre era Enji, quien era un gobernador bastante respetado y de gran poder.
Denki respiró hondo y tenso como un árbol, le correspondió el saludo a su compañero de escritorio.

—Kaminari Denki, el gusto es mío. —Denki sonrió, sentía perfectamente la mano suave y cálida del contrario quien también le sonrió levemente.

—Tu reacción me recuerda a la de un amigo, ser hijo de ese viejo cascarrabias tiene sus lados divertidos. —Shouto alzó el pulgar y su expresión tranquila le hizo sentir como si dijera las cosas en serio al cien por ciento, pero sus ojos heterocromáticos brillaban, lo que le hizo reír.

—Pero eres hijo de alguien tan importante como lo es Enji, ¿no deberías estar estudiando en la mejor universidad del país mientras una limusina te recoge y lleva todos los días? —Sinceramente, para el omega rubio eso debería de ser la realidad del hijo de un rico gobernador como lo era aquel alfa de genio fuerte, pero Shouto sólo sonrió.

—Sí, él lo quería así, pero no yo, también es divertido hacerlo enojar y no puede negarme nada o se verá comprometida su reputación, así que dejé la carrera de derecho y me incliné por algo que él considera inútil. —Había una maldad pura brillando en esos ojos de colores disparejos, haciendo que Denki sienta admiración y miedo.

"Ojalá pudiera ser así" pensó el rubio con cierta tristeza, pero supo que eso podría ser peor de lo que ya era, no quería imaginarse a sus padres llenos de ira porque se metía en muchos problemas para llamar la atención, bueno, tampoco era como si realmente ellos estuvieran interesados en lo que hacía día a día.

Denki suspiró, no se imaginó que el hijo de alguien millonario pudiera estar en su misma clase, o al menos en una de ellas, no iba a cuestionar más, ya tenía demasiado con su propia vida y no quería tener nada que ver con más relaciones difíciles de padres e hijos.

—¿Quieres un  poco de chocolate? —Shouto le ofreció una pequeña barra del dulce mencionando, traía maní—, Izu siempre dice que comer dulces cuando estas nervioso te ayuda a relajar, además también es bueno compartir.

El bicolor le miraba bastante serio, su rostro era neutro y le habló con voz monótona, pero a pesar de carecer con todas esas emociones Denki tomó el chocolate, lo miró un momento sintiéndose extraño, muy pocas personas habían querido ayudarlo y regalarle algo, no pudo evitar sentirse emocionado, puede que un dulce sea algo insignificante, pero para él era la prueba del inicio de una amistad, qué esperaba qué ahora si fuera una de verdad.

Denki no se equivocó, al parecer tenía varias clases en conjunto con Shouto y siempre buscaban un asiento los dos uno al lado del otro, puede que el bicolor no sea un gran conversador, pero escuchaba y no lo ignoraba. Sin embargo, cada vez que hablaba lo hacía para decir alguna frase extraña, a veces incluso sacaba cosas que estaban fuera de tema, como si viviera en otro mundo.

Era bastante divertido, como la vez que le preguntó a un profesor en una clase sobre si era realmente necesario que una guitarra tuviera cuerdas y acordes para poderla tocar, porque según Shouto "desde el momento en que se agarra ya se toca". Lo bueno era que el profesor Yamaha tenía buen sentido del humor, Denki también se rió por un rato, hasta que sus pulmones no pudieron contener más aire.

Mientras que el bicolor solo los miraba tan serio como en el momento que preguntó. Fue un tiempo maravilloso que duró unos cuantos meses, el tiempo pasó volando entre el trabajo de medio tiempo que pudo conseguir y la salidas con Todoroki, lo mejor fue haber encontrado más amigos, una chica llamada Uraraka Ochako y un chico medio robot llamado Iida Tenya, bueno, el último no era mitad máquina pero se comportaba como uno.

A Ochako la conoció en la cafetería, ella ya estaba con Tenya y les ofreció un puesto en la mesa en la que estaban los dos, la de cabellos castaños era bastante risueña, una omega de un cálido aroma a margaritas y manzanilla. No le gustaba usar los parches de aroma porque era alérgica a sus adhesivos, al menos eso había dicho.

Los cuatro se reunían en sus ratos libres y se ayudaban mutuamente en sus proyectos de las clases, fue todo muy perfecto, hasta que lo conoció a él, una noche en donde Todoroki los invitó a pasar un buen rato en su "pequeño hogar", como un hijo rebelde ejemplar, organizó una fiesta en donde invitó a desconocidos y a sus amigos mientras su padre no estaba.

Denki estaba embelesado con toda la ostentosa decoración de la mansión, había un banquete digno de la realeza en una larga mesa, un montón de comida chatarra qué iban desde pizzas hasta pollo KFC estaban servidos allí en todas sus variedades, el omega rubio ya llevaba media bandeja devorada de unas deliciosas alitas de pollo en salsa BBQ, solo entonces se detuvo y tomó un pequeño sorbo de su vaso lleno de cerveza.

No era un bebedor ni tampoco quería serlo, así que tomaba lo más mínimo de alcohol qué pudiera, pero era una fiesta y no había más que beber qué eso, aparte del ponche, pero sabía que este estaba mezclado con una sustancia más fuerte, escuchó qué era ron o algún licor parecido, no iba a dejarse engañar por su sabor dulce.

—¡Denki! —el nombrado volteó hacia él origen de la voz que lo llamaba, se encontró con su amigo bicolor que le hacía señas para que se acercara hacia él, y al parecer tenía compañía.

El joven rubio se acercó algo dudoso, no eran sus amigos de siempre los que estaban allí, esta vez eran unos chicos extraños, dos hombres altos, uno de cabellos azulado claro, algo largo y algo enredado. El otro hombre tenía el cabello blanco, corto y en puntas como un puercoespin, lleno de tatuajes y perforaciones, por último, habia una mujer baja de cabello color amarillo amarrado en dos chongos.

—¿Sí, pasa algo? —Denki preguntó cuando se acercó, se pasó la lengua levemente por su labio inferior terminando de saborear la salsa de las alitas y se limpió disimulado las manos en sus pantalón oscuro.

—Te quiero presentar a mi hermano mayor, Touya, y a sus amigos, Shigaraki Tomura y Himiko Toga. —Shouto dijo señalando a cada quien con su mano, después la extendió hacia el omega rubio—. Touya, él es mi amigo y compañero de clases, Kaminari Denki.

—E-es un gusto… —murmuró con un ligero temblor de voz mientras le hacía una leve reverencia, Denki no se imaginó que el bicolor tuviera un hermano mayor tan… ¿rockero, emo, punk?, Lo que fuera.

—¿Por qué estás tan nervioso? No muerdo. —Aquel hombre, quien obviamente era un alfa y se notaba desde lejos también su olor, le tomó de una mano para besarle el dorso de esta—. Puedes llamarme Dabi, lindura.

A pesar de que decía que lo mordería, por alguna razón, su mirada celeste le dijo lo contrario, esos ojos tan fríos con un glacial le penetraban el alma. Por alguna razón, el corazón de Denki se aceleró y sus mejillas se sonrojaron. Por primera vez en mucho tiempo sintió un revoloteo en el estómago, desde aquella vez en el que tuvo un amor unilateral en la secundaria, no se declaró por obvias razones.

—¿Quieres ir a tomar algo de la mesa? Podremos hablar por un rato, —El albino acercó un poco más al rubio sin soltar la mano, poco después se giró para mirar a su hermano menor—, ¿no te molesta que te lo robe un momento, no?

La verdad fue que no dejó qué Shouto pudiera responder, ya se había llevado a pobre rubio lejos de ellos mientras los amigos de Dabi se reían por lo bajo ante la actitud del alfa tatuado. El bicolor solo miró la dirección en la que se fueron con una expresión más seria de lo usual, no se iba a entrometer, pero iba a  vigilar de cerca.

—¡Todoroki! —Un hombre alto y de cabello corto llamó al bicolor, este al saber quien era de inmediato dejó lo que estaba haciendo y fue enseguida hacia él.

—¿Quieres ser profesor de música? Interesante, quizás debas darme algunas clases de guitarra. —Dabi llenó dos vasos con ponche, le ofreció uno al rubio y este lo tomó dudoso—, vamos, un poco no te hará daño, además no te vas a beber toda la jarra.

—Está bien, —Con nervios, por primera vez sentía ese tipo de química asfixiante, Dabi lo ponía bastante nervioso.

—Tuve una banda cuando estaba en la universidad, mis amigos eran parte de ella, pero dejamos de hacer música porque se volvió aburrido, mi instrumento es la batería, —El ojiceleste sonrió y se inclinó más cerca—, soy muy hábil con las manos, si quieres te puedo enseñar.

Denki se sonrojó más de lo que ya estaba, entendió en parte el doble sentido de aquella frase y para quitar el nudo de nervios que se atoro en su garganta, optó por tomar un gran trago de su vaso, eso solo hizo que el mayor sonriera más y continuó hablando sobre un sin fin de cosas, poniendo nervioso de vez en cuando al omega mientras continuaba manteniendo su vaso lleno de ponche.

Con el pasar de las horas, las imágenes se volvieron borrosas y el control de su cuerpo se iba haciendo más descoordinado, Denki solo pudo registrar cortos sucesos, en un momento estaba de pie escuchando a Dabi y al otro ya era cargado por él para subir unas escaleras. Un fugaz escenario de él en el baño vomitando un montón de ponche en el inodoro vino antes de volver otra vez en sí mismo cuando estaba en una cama.

Dabi estaba allí, estaba quitando poco a poco, y con una sonrisa socarrona, la ropa el rubio. Denki sabía lo que iba a pasar, pero no tenía el control de su cuerpo, estaba muy débil, nunca antes bebió tanto y su voz apenas salía como un suave murmullo qué arrastraba las palabras.

—E-espera… no deberíamos… Yo no… —El alfa de cabellos blanco no lo escuchó, le sacó la ropa interior y lo admiró desnudo por completo, parecía deleitarse como si fuera un festín servido en bandeja de plata.

—Sshhh, ¿no te acuerdas? —murmuró Dabi sacándose de la camisa y dejando al descubierto su tonificado y tatuado cuerpo—, aceptaste ser mi pareja, no vamos a hacer nada que otros no hagan, es una prueba de que vamos en serio con nuestra relación.

—¿Pareja? —Denki murmuró con los ojos empañados, no pudo hallar en su mente el momento en el que accedió a tal cosa, las feromonas del Todoroki estaban ellas de excitación y afectan al omega.

El mayor se ubicó entre las piernas del rubio, poniendo su rostro peligrosamente cerca del menor, con una de sus frías manos acarició uno de los pálidos muslos de Denki y la deslizó hacia arriba, delineando gran parte del cuerpo sudoroso de su presa, hasta que llegó al cuello de este y quitó el parche que no le dejaba degustar por completo aquel aroma del cual apenas pudo obtener unos rastros momentos antes.

—Sí, mi corazón latió por ti cuando te conocí, no puedo dejarte ir sin antes haber intentado conocerte más a fondo, así que te pedí que fuéramos pareja, si yo no te gusto al final solo podemos terminar ¿no?, no se pierde nada con intentarlo. —Dabi votó el parche lejos, tomó del rostro al menor y lo besó de forma demandante, después cuando a este le faltó el aire lo liberó.

Empezó a besarle el cuello dejando un camino de besos hasta su pecho y allí se divirtió con los pezones rozados qué se pusieron duros por la estimulación recibida, Denki apenas pudo agarrarse débilmente de las sábanas, jadeando por aire mientras su cuerpo estaba siendo acariciado de esa forma tan suave. Tal vez no empezó como quiso o no estuvo en todos sus sentidos, pero no puede negar que le gustó, Touya fue tan gentil que su primera vez fue algo maravilloso, aunque se desmayó después de su primer orgasmo.

Solo fueron en diferentes momentos que recobró su conciencia por unos instantes antes de volverse a dormir, pero cada vez que lo hacía estaba en una posición diferente a la anterior, tal parece que su ahora novio se estaba divirtiendo un montón, su cuerpo respondía bien a ese placer sin importar si estaba consciente o no si lo recibía.

Cuando despertó lo primero que hizo fue arrugar el rostro, había mucha luz entrando por una ventana enorme que estaba al frente de la cama, un dolor de cabeza se instaló en él al instante y apenas pudo sentarse correctamente a pesar de su dolor de espalda. Denki miró a todas partes notando que estaba solo, tenía todos los recuerdos de lo que había pasado en la noche y al saber que fue abandonado lo hizo sentir decepcionado.

Entonces miró su celular en la mesita de noche que estaba al lado de la cama. Casi le da un infarto al notar que eran las nueve la mañana, ¡y no había regresado a casa!, sus padres lo iban a matar si no tenía una excusa, bueno, solo su madre lo regañaba, ella llegaba tarde en la noche y si no lo veía a esa hora obviamente se daría cuenta que no regresó.

Sin embargo, ¿cuando es que ella se tomaba la molestia de pasar por su cuarto antes de tirarse a la cama como una roca para dormir hasta las once e irse a trabajar otra vez? Todavía tenía tiempo para irse a casa, seguramente su padre estaría dormido en el sillón con cientos de botellas a su alrededor, a Denki le dio un mareo de solo pensar en más alcohol, no le dieron ganas de volver a tomar.

Pensando en tomar, ¿Por que se dejó convencer tan fácilmente en beber? Denki estaba enojado consigo mismo y con ese estúpido alfa que solo se aprovechó de él, pero de cierta forma también le ayudó a experimentar. Ahora iba a asegurarse de un par de cosas, así que tomó su ropa sucia que estaba en el suelo y se fue al baño.

Primero, se sacaría todo ese aroma a sexo que tenía impregnado en la piel, por suerte en el baño privado de esa habitación, maldito Todoroki y su riqueza, habían un montón de lociones de todo tipo y hasta perfumes, ¿de quién? No tenía la más remota idea, pero le servían. Segundo, a pesar de que estaba dolorido tuvo que revisarse a fondo, asegurándose de no encontrar "rastros" que le halla dejado el hermano mayor de Shouto, al parece el idiota usó condones, aunque de todas formas no se iba a confiar.

Tendría que sacar algo de su dinero para ir a una farmacia camino a casa, era mejor ser prevenido antes de terminar con una sorpresa no tan sorprendente o agradable a final de mes. Usó la misma ropa de antes porque no tenía más, trató de sacarse todo ese aroma a ponche y el fuerte olor del alfa que se autodenominaba Dabi.

Era como si se hubiera revolcado en un montón de madera quemada, le daba cierto picor en la nariz pero le gustaba, ese aroma le recordó una vez que salió de campamento en la secundaria, fue un viaje de fin de año al que toda su clase fue invitado, de alguna a forma hizo que su madre medio zombi firmara la autorización para poder ir.

Cuando casi todos se fueron a dormir Denki se quedó un rato más al frente de la fogata que habían hecho los adultos, solo quedaban algunas brasas humosas y el joven rubio sintió paz, fue un momento perfecto de silencio en el que usó la varilla de metal para golpear la cenizas y ver volar pequeños destellos al rojo vivo en el aire.

Regresando a su realidad, Denki salió del baño y buscó sus cosas, tomó su celular para desbloquearlo, a hacerlo notó que estaba en un chat de mensajería abierto en el cual la verdad no estaba, o al menos cree que no entró, la noche anterior, el oji ámbar casi deja salir los ojos de su cara cuando leyó el contenido.

"Bebé, robé tu número de teléfono y te dejé esta nota para que sepas que no me fui solo porque no te quería ver más, no, solo que fuentes confiables me avisaron que el viejo iba a llegar temprano a la mansión y no me iba a cruzar con él.

Cuando leas esto enviame un mensaje de vuelta, salgamos este domingo a comer algo, obviamente serás mi postre, eres una delicia cariño y creo que una sola noche no me basta. No te preocupes por alguna consecuencia, usé protección en cada ronda que tuvimos.

No le cuentes a Shouto que estuvimos juntos de inmediato, quiero que sea una sorpresa para después, espero que no te cruces con el viejo, y ojalá hayas dormido bien. Escríbeme. ;)
"

" ¡no me abandonó!" Denki pensó lleno de alegría y casi saltando de una pata, no podía creer que algo así le estuviera pasando a él, un chico de aire rebelde y hermano de su mejor amigo al parecer quería una relación seria con él, era como un sueño hecho realidad. Aunque, eso de que su suegro al parecer iba a aparecer le alarmó un poco, puede que tenga tiempo de escapar de allí antes de que se desate la tormenta.

—¡SHOOOOOOOOOTOOOOOOO! —El pobre rubio dejó caer su celular del susto y se le hizo una fisura en la esquina de la pantalla cuando este se golpeó con la mesita de noche antes de caer al suelo, jura que ese grito se habrá escuchado hasta al otro lado del país.

(...)

—¡Enviaron al pequeño Shouto a Estados Unidos! —Touya se rió—, ¡no puedo creer que se haya dejado atrapar durmiendo en la cama con su novio! ¡Lo peor es que estaba lleno de marcas y olor a sexo!!

Una risa estridente salió del joven alfa, Denki sintió pena y tristeza, observó de primera como fue la pelea entre padre e hijo e incluso como el señor Enji casi se agarra a los golpes con la pareja del bicolor, de quién no tenía idea de que estaba en una relación o que era omega, la verdad es que nunca preguntaba por las castas de otros, era de mala educación hacerlo.

Tener siempre un parche encima y tomar supresores era algo normal, el mismo rubio los utilizaba, por eso a veces su olfato no es el mejor ni tampoco puede oler a otros. Realmente que Shouto fuera omega no es importante, sino que ahora no lo podría ver durante un buen tiempo, al parecer el padre de este amenazó con destruir la empresa de… Linaza? ¿Asana? (el alfa calvo de Shouto), si no llegaba a cumplir sus órdenes de alejarse de él, o sea, que se fuera a estudiar al extranjero.

Los padres tóxicos son una cosa seria, pero de cierta manera el señor Enji tenía razones para enojarse, encontrar a su hogar vuelto un desastre con personas extrañas usando sus habitaciones y para peor, descubrir a sus hijo durmiendo desnudo con un desconocido, digamos que sí podrían ser excusas suficiente para volverse loco.

—Oh, cosita no pongas esa cara, seguramente el tonto de mi hermano podrá escribirte todo el tiempo, además volverá para navidad, siempre va al hospital para pasar año nuevo con nuestra madre. —Dabi acarició el rostro de el pequeño rubio, frotó sus muñecas sobre el cuello de este y le sonrió—, conozco una buena manera de hacerte olvidar todo lo malo.

Dicho eso, Denki fue cargado y llevado a la habitación del mayor, al final no salieron a comer, con toda la conmoción Dabi invitó a su pareja a su apartamento para pasar el rato, le dijo que lo mejor era estar en un ambiente tranquilo y familiar para que pudiera relajarse. Y funcionó, ya cuando el día se estaba acabando el omega miró desde su posición, acostado en la cama del albino, como el mayor fumaba un cigarro en el balcón que tenía la habitación.

—Dabi, ven acá conmigo. —estaba triste, no podía creer que ni siquiera pudo despedirse correctamente de su primer amigo real, quería el consuelo de su pareja, no importaba mucho si se acababan de conocer hace poco ¿no?

El albino se volteó y lo miró desde su lugar, el humo del cigarrillo fue expulsado por su nariz y después de otra calada aplastó la colilla en el barandal. Sus ojos celeste devoraban al hombre más pequeño que estaba desnudo entre las sábanas. Bien, si eso era lo que Denki quería, él no se lo iba a negar. Entró cerrando las puerta del balcón, sería una buena noche.

Cuando Denki apareció en su casa la mañana siguiente trató de entrar en completo silencio, eso significaba que sus padres dormían, o no estaban en casa, cualquiera de las dos funcionaba bien. El rubio tenía ganas de dormir un poco, estaba agotado mentalmente por lo sucedido en los últimos días, además de que no debía descuidar sus estudios. Por suerte algunas clases de la mañana fueron canceladas y solo quedaba ir después del almuerzo a las otras.

Iba cruzando la cocina cuando notó la figura de su madre sentada en el comedor. La mujer de cabellos rubios tenía una mirada de muerte, una taza de café al lado y un bote de fideos instantáneos que al parecer había comido hace rato ya, de inmediato sintió el aura de enojo que la rodeaba y sabía que entró directamente a la boca del lobo.

—¿Se puede saber que has estado haciendo? Hoy es lunes y desde el viernes no regresabas, ¿crees que esto es un hotel al cual entras y sales cuando se te da la regalada gana? —La señora Kaminari preguntó llena de ira, no gritó pero su voz estaba pesada y eso era igual de peligroso.

—S-Simplemente salí con unos amigos, —Era malo, bastante, de todas las veces de la que se quedaba fuera de casa (desde que conoció a Shouto), ¿Por qué hasta ahora viene a joderle con eso?—, uno de mis amigos se fue hoy a otro país, estábamos haciendo una despedida.

Odiaba poner al bicolor como excusa, y en realidad fue echado ayer a un avión privado con destino hacia el extranjero. Pero esos detalles no lo sabría su madre, además, ¿que le importaba a ella?, no es como si se preocupara realmente por él, lo único que ella temía era que llegara con un embarazo, sí, ese era el destino que la señora Kaminari ya había supuesto para él, solo siendo un ama de casa atormentado por sus cachorros y esposo. En parte, como lo es ella.

—¡Hueles a Alfa, Denki! —exclamó la mujer parándose de su puesto, el rubio menor no iba a soportar gritos de su parte, así que se dio media vuelta caminando directamente a su habitación—, ¡¿a donde crees que vas?! ¡Tienes mucho qué explicar jovencito!

—No voy a decir nada, no te importa. —Denki subió las escaleras por hacia el pasillo qué daba a su habitación, de reojo pudo ver como su padre parecía despertarse y eso solo significaba más pelea.

En cuanto estuvo en la seguridad de su cuarto, cerró la puerta con llave y se tiró a la cama. Afuera empezaba una discusión llena de gritos, su padre tenía la secuelas de una noche llena de alcohol, por lo que no era de extrañar qué le estuviera reclamando a su madre por despertarlo tan temprano, mientras que su progenitora lo culpaba a él, porque según ella "era su culpa de que Denki ahora estuviera actuando de forma tan rebelde".

—¡El cuidar de los cachorros es el rol del omega, si actúa como una puta, es tú culpa! —Su padre gritó y Denki solo se tapó los oídos con la almohada.

¿Una puta? Iba a cumplir diecinueve y Dabi ha sido su primer novio, ¡es normal que quiera experimentar a esa edad! Tiene la madurez y saber sobre las cosas sexuales necesaria para llevar a cabo una relación seria. Incluso compró un tratamiento de pastillas anticonceptivas aún si su pareja utiliza un condón, la razón es simple, Touya dijo claramente que lo que menos quería en esa vida eran hijos, pero le gustaba el sexo.

Después de un mes le diría que ya podrían hacerlo sin la protección de látex, pero mientras tanto era mejor seguir de ese modo. Más tranquilo, el rubio le colocó una alarma a su teléfono antes de tratar de dormir un rato. El ruido podía seguir en el fondo, pero era algo a lo que estaba acostumbrado, ya no le importaba, no era su culpa.

Una hora y media antes de que empezarán las clases su celular sonó, el omega rubio se sentó en su cama quitándose la baba del mentón y tratando de aplanar su cabello revuelto, con un gruñido apagó la su alarma estridente y se golpeó ligeramente las mejillas dándose ánimo. Era hora de prepararse para el estudio. Primero lo primero, un buen baño con agua fría, después se cambió y lavó sus dientes.

Acomodó todo lo necesario en su mochila antes de bajar al primer piso para hacerse algo de comer, sintió un deja vú al ver a su padre allí sentado, el hombre bebía una lata de cerveza con tranquilidad. Denki tuvo que armarse de valor y entrar en el mismo espacio que ese hombre, comenzó a buscar en la nevera con qué hacerse unos sandwiches, era lo máximo que su tiempo le permitía.

—Te lo diré directamente sin rodeos, llegas a esta casa en cinta y te echaré a la calle, ¿entiendes? —Un lata medio vacía cayó a los pies del joven rubio, el alfa arrastraba las palabras mostrando su obvio estado alcoholizado—, me importa una mierda lo que hagas con tu vida, pero no aceptaré bastarditos metidos aquí. Hazme de comer, la perra de tu madre tiene la culpa de todo esto.

Dicho eso, tomó otro sorbo de su bebida, el rubio no dijo nada, solo preparó la comida en silencio, fue unos sandwiches sencillos de huevo con jamón, tendría que ir de compras pronto, y tenía que pedirle a su madre el dinero para eso, odiaba tener que interactuar con ella, pero si no lo hacía, entonces su padre armaría un escándalo cuando no le hicieran de comer.

—Es todo lo hay. —murmuró en voz baja colocando dos sandwiches para su padre en la mesa, los suyos los guardó, iba a comer afuera, no quería estar allí un segundo más.

—¡Dile a la bruja de tu madre que te de dinero pronto o ella me va a oír! —el mayor agarró la comida con algo de desagrado y se la comió de todas formas.

Denki salió del sitio sin despedirse ni siquiera, tomó rápidamente el tren, cuando llegó a la universidad notó qué tenía algunos minutos de sobra, por lo que se dirigió a un banco para sentarse a comer, puede que haya estado algo frío, pero sus sándwiches estaban deliciosos. Su celular vibró por un mensaje, el cual rápidamente leyó.

"
De Dabi:

¿Tienes tiempo hoy? Te quiero presentar a mis compañeros de manada, ellos están ansiosos de conocerte, además así aprovechas y pasas la noche en mi apartamento otra vez.
"

Con una sonrisa, el rubio respondió positivamente, estaba feliz de haber conocido a su novio. Guardó pronto su teléfono y después corrió a clases, lo mejor era concentrarse lo más posible en lo que tenía que ver ahora, después de todo, Dabi no se iría a ningún lado hasta la noche.

"Pon el dinero de la despensa en el lugar de siempre, mañana lo tomaré para hacer las compras"

Dejando la nota pegada al refrigerador, Denki le dio una última mirada a su desmayado progenitor en el sofá y él salió no sin antes tomar sus llaves. Se vistió hermosamente para la ocasión, pantalones de mezclilla semi leggins ajustados junto a una camisa algo corta de color negro, llevaba una chaqueta y zapatilla para sentirse cómodo.

Aparte de eso también se maquilló un poco, labial y un delineado gatuno que acentuaba sus ojos. No tardó en llegar al punto de encuentro, era un bar llamado Red-Dynamight. Solo le tomó un momento mostrar su identificación, no había fila al ser un día entre semana, fue recibido por una música suave en el interior y luces neón de colores rojo y naranja qué daban una buena iluminación algo intensa al lugar.

—Aquí estás. —Dabi apareció de sorpresa, abrazando al omega rubio por la espalda, quién soltó un pequeño chillido al verse atrapado de repente.

—¡No me asustes de esa forma! —A pesar de sus quejas, este volteó para besar al más alto en los labios—, estaba bastante emocionado por venir, ¿en donde están tus amigos?

—Allá, por aquella mesa, vamos con ellos. —El hombre de cabellos blancos lo llevó hasta el lugar en donde estaban los otros, ya se habían visto en la fiesta de Shouto, así que una presentación como tal no era muy necesaria—. Será mejor que cuiden de él.

—Hey, rayito, no pudimos hablar esa noche, es bueno saber que Dabi te acogió. —Tomura, si mal no recuerda el nombre de este alfa de cabellos azulados, sonrió de una forma escalofriante, como ese tipo de villanos psicópatas de película.

Denki asintió con algo de vergüenza, Tomura fuese bastante popular en la tele si actúa como villano en películas, lo jura. Mientras el grupo hablaba casualmente llegó un joven, era más bajo que él y de cabellos verdes, vestía modesto pero bien, tenía dos vasos de cervezas y una se la dio al alfa que se dirigió a él momentos antes.

—Toumuchan, aquí están las bebidas, me tarde un poco porque tuve que buscar hielo. —El joven, que aparentemente también era omega igual que él, se sentó en las piernas del alfa nombrado anteriormente.

—Oh, Zuzu, él es Denki, la pareja de Dabi, ahora es parte de nuestro grupo también. —Tomura colocó una de sus manos sobre la pierna derecha de 'Zuzu'.

—¡Hola, soy Izuku Midoriya, me da gusto conocerte! ¡Me puedes llamar Izuku! —El peliverde agachó la cabeza ligeramente desde su posición, sus ojos eran verdes y tenía muchas pecas en el rostro, se podían distinguir un poco incluso con las luces neones del club.

—¡El gusto es mío Izuku, espero que nos llevemos bien! —Con una reverencia leve, Denki inició una nueva amistad hermosa, igual e incluso mejor a la de su amigo Shouto.

A quién por cierto pudo volver a escribirle desde un nuevo número, su padre le confiscó el celular, pero el bicolor podía grabarse rápidamente los contactos de memoria, por lo que los esfuerzos de Enji por controlarlo eran prácticamente inútiles. Denki descubrió algo genial, Izuku y Shouto eran amigos también, solo que Izuku iba a una universidad diferente a la del omega de dos colores, ya que este fue comprado por los programas de beca en investigación de laboratorio especializado en física de partículas que el Shiketsu le ofreció.

Todo un nerd como lo era de igual forma Iida, al parecer estos dos fueron juntos a la misma preparatoria y como ahora Izuku anda demasiado ocupado con sus proyectos, pasantías y su novio Tomura, perdieron un poco el contacto, pero siempre se escribían cuando podían. Aunque debió suponer que el Izu que tanto mencionaba Shouto era él. Sin embargo, eso no importaba tanto en esos momentos, algún día en el futuro los tres, junto a también Iida y Ochako, podrían salir juntos y ponerse al día.

Su vida siguió como de costumbre, solo que ahora una mata de cabellos verdes rondaba a su alrededor cada vez que tenían tiempo libre. Estudiar, trabajar y salir con su novio y amigos, Denki nunca se había sentido más feliz. Como compartió números con Izuku, pudieron hablarse en todo momento, él le ayudaba con sus tareas más complicadas sin reprocharle nada cada vez que lo consultaba. No podía creer que fueran diferentes en muchos gustos, pero bastantes iguales en otros. Izuku compartió su pasión por los superhéroes y los cómics, mientras que Denki reveló su fascinación por la música y la innovación.

Fue perfecto, demasiado perfecto, hasta que el omega rubio notó un comportamiento extraño en su novio, llevando unos seis meses de relación era entendible que aprendiera su forma de ser. Por tanto, notó de inmediato como este se volvió, ¿más posesivo y gruñón?, por decirlo así, antes Denki se podía poner cualquier tipo de ropa y Dabi no diría nada, pero ahora decía cosas como; "no deberías colocarte ese tipo de pantalón mientras estás en la calle", "¿no tienes mucho maquillaje, para quienes te arreglas así?" y literalmente lo máximo que usaba era rubor, delineador y labial.

Se enojaba con más frecuencia cada vez y más cuando le veía hablando con alguien que no era perteneciente de su manada. Se estaba hartando de ese comportamiento tan controlador y celoso, ¡Denki no podía pasar más de veinte minutos con su celular en presencia de Dabi ya que este lo tomaba sin permiso para revisarlo! ¡¿Y buscando qué?! Solo se escribía con sus amigos de la universidad, con Shouto e Izuku.

Y sin embargo, Denki no recriminaba sus acciones tóxicas, porque, de la forma en la que una crianza saludable de padres e hijos ayudaba a las relaciones sociales, estas influyen aún más en las relaciones sentimentales, la única referencia de una pareja que había en su vida era la de sus padres. Ellos seguían juntos a pesar de todos los problemas, eso significa que se amaban ¿o no?

Era horrible no saber qué hacer, Denki tenía un nudo en el pecho, últimamente la exigencia sexual de su pareja era mayor y menos placentera, Touya era rudo y no le gustaba mucho, su deseo había bajado mucho desde que él comenzó con esa faceta, incluso ahora le estaba escribiendo mensajes preguntando en dónde era que estaba, y el rubio solo estaba en un café esperando a Izuku, este había aceptado explicarle unos ejercicios de matemáticas que dejaron de tarea.

¿Quién diría que para la música también se necesitan ecuaciones y álgebra?

Al final, Denki tuvo que sacarse una foto con Izuku, qué estaba metido en su libro de matemáticas avanzadas, para después enviárselo a Dabi como prueba de que decía la verdad. El pecoso sabía todo lo que ocurría y no podía evitar mirar con preocupación a su amigo de cabellos amarillos, al parecer necesitaban aclarar dudas en ese momento, era más importante que las tareas si la salud mental estaba en juego.

—¿Dabi sigue actuando tan mal? —Izuku cerró su libro y lo dejó a un lado, sus pedidos acababan de llegar y el rubio le dio un gran sorbo a su malteada de mora antes de responder.

—No lo entiendo, empezamos tan bien, y ahora, no sólo actúa como si quisiera tener el control completo de todo lo que hago sino que es totalmente diferente a ese chico bueno que conocí. —El rubio absorbió su nariz, lo ponía triste saber como se han puesto las cosas de mal—, la relación más cercana qué tengo de ejemplo son mis padres, y mira que ellos apenas pasan unos minutos en una sola habitación antes de pelear, no se como sobrellevar las cosas.

—Quisiera decirte algo, pero estoy igual, yo no tuve una relación de ejemplo con mis padres, mi madre me crió prácticamente ella sola y nunca tuvo más parejas, así que no sé bien como ayudarte, pero mi mamá siempre me ha dicho algo que debes tener en cuenta al cien por ciento. —Izuku tomó una mano de su amigo y lo miró fijamente, Denki estaba curioso por ello, esperaba que fuera algo que lo ayudará a tomar una decisión definitiva—. Primero, un alfa infiel, una vez que lo es, siempre lo será, ella lo sabe por experiencia, al parecer perdonó más de una aventura qué tuvo mi padre, y segundo, pero la más importante, si un alfa alza una mano en contra tuya para lastimarte en vez de darte una caricia, debes salir de allí sin mirar atrás.

—¿M-m estás diciendo que sí Dabi intenta o es agresivo conmigo debo dejarlo? —Denki preguntó con duda, la violencia no sólo era física, así que debía tener cuidado, y al parecer Izuku notó sus pensamientos.

—Ni siquiera lo pienses dos veces antes de irte, si te trata mal e insulta, huye, después pasará a mayores, por favor, si algo como eso ocurre no dudes en buscarme, por ayuda o consuelo, no estás solo Dens, nos tenemos uno al otro, incluso Ochako es un apoyo. —Esto era la hermandad qué Denki siempre estuvo buscando, alguien que incluso podría dar su vida por él, estaba maravillado y feliz, tuvo que agarrar una servilleta para secarse los ojos antes de llorar a mares.

—Sí, tienes razón, no dudaré en buscarlos, en serio. —El rubio asintió varias veces en acuerdo con su amigo pecoso, y este se relajó un poco al notar que Denki ya tenía elecciones previstas por si algo ocurría.

—Bien, es bueno saber eso, también necesitaré ayuda, Tomura se comporta extraño también, se ha distanciado un poco. —Izuku suspiró, al parecer las influencias de sus novios sobre ellos mismos era de lo peor, tenía sospechas de que lo estaba engañando, pero necesitaba pruebas o quedaría como un loco.

—¡No te preocupes Izu, esos tontos no se saldrán con la suya, solo habrá que esperar el 'detonante'. —Con el brillo de determinación en sus ojos ámbar, Denki se prometió así mismo no terminar en una vida amargada como la de su familia, no, él no iba a dejar que su futuro fuera infeliz. Tampoco dejaría que su mejor amigo tuviera ese destino.

Ese "detonante" qué esperaba llegó una noche cuando estaban en una salida con todos los miembros de la manada. El bar Red-Dynamight estaba bastante lleno ese día, al parecer se celebraba un aniversario del local y había porciones en bebidas. El rubio bailaba gustoso junto a su novio e Izuku, Tomura no era muy fan de la danza pero se mantenía cerca.

Hacía calor, la música electrónica llenaba todo el sitio y hablar era imposible entre tanta gente bulliciosa. Era uno de esos días buenos, en los que Dabi no se había enojado por algo y Denki estaba feliz, más con haber pasado una buena nota un parcial, gracias a la ayuda de Izuku más que cualquier cosa, sus métodos de estudio le ayudaron bastante.

—¡Vuelvo en un momento, buscaré unas bebidas! —había dicho el rubio casi gritando a su novio antes de salirse del cúmulo de personas sudorosas.

Se fue rápidamente hacia la barra para hacer un pedido al chico de cabellos negros, algo largos y de sonrisa grande que atendía. Pero antes de que pudiera pedir sus cócteles de mimosas apareció un alfa, era alto y lleno de músculos, tenía una sonrisa afilada, cabellos de un tono rojo, por lo que podía distinguir, de igual forma que sus ojos, en sus manos había una bandeja llena de copas de diferentes tamaños y colores.

—¡Hola lindura, como hoy es el quinto aniversario del bar estoy haciendo una promoción de tres por uno, dos margaritas y una mimosa suave! ¿Te gustaría aceptar? —El muchacho tendió la bandeja hacia él, esperaba a que tomara las que quisiera y la verdad la oferta era buena, se podía ahorrar un poco para otra cosa.

—¡Lo tomaré con gusto, muchas gracias señor! —Denki sonrió en grande, primero tomó las margaritas para colocarlas sobre la barra del barman.

—¡No me digas señor, mi nombre es Eijiro Kirishima! Espero que sigan volviendo pronto, nuestro chef hace buenos bocadillos nocturnos, su especialidad son las alitas de fuego, también hace algunas promociones por el aniversario. —El pelirrojo sonrió haciendo que el omega rubio sintiera rápidamente, la comida sonaba tentador, podía hacer qué Dabi comiera con él un poco antes de irse al hotel.

Sin embargo, antes de que pudiera tomar su cóctel de mimosa una mano grande tomó la suya haciendo tropezar la bebida y que cayera al suelo. El video se esparció por el suelo en varios pedazos, Denki jadeó con cierto dolor en el brazo, el agarre era muy fuerte, lo peor fue que ese dolor era infligido por su pareja, Dabi olía muy mal, enojado y las copas qué tenía encima haría qué todo fuera peor, lo sabía .

—¡Vámonos! —Fue lo que dijo el alfa sin dar más explicaciones, pero Denki no quería irse, sentía que iba a estar en peligro si se quedaba solo con él.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué, qué pasó?! —No entendía nada, en un momento estaba tranquilo y al otro parecía que podría incendiar el lugar.

—¡¿Acaso importa, maldita puta?! —Dabi insultó haciendo que al omega rubio se le helara la sangre—, ¡si te he dicho que nos vamos, eso haremos!

—¡Dabi, Denki! ¡¿Qué ocurre?! —Izuku llegó a ellos preocupado, el chico de antes que le ofreció las bebidas también seguía allí, parecía como si estuviera debatiendo si era buena idea meterse en problemas que no le incumbia.

Debían irse, no quería hacer una escena allí y menos al frente de sus amigos, Tomura llegó tomando al pecoso de la cintura y sacándolo lejos de ellos, aunque el peliverde protestaba, este se lo llevó del sitio, Denki estaba siendo arrastrado afuera del bar antes de que pudiera parpadear. El chico de cabellos rojos pareció seguirlos, sin embargo; fue perdido entre la multitud y Dabi lo metió rápidamente en su carro antes de arrancar.

El viaje estuvo callado y muy incómodo, aún había feromonas enojadas qué venían del mayor. Le recordó a su padre, ese hombre detestable qué con el alcohol en su sistema era de lo peor, no podía creer que estaba repitiendo el patrón de su madre al encontrar una persona así. Tenía miedo de lo que fuese a pasar ahora, pero debía arreglar el problema, hablarlo, deseaba que Dabi lo escuchara.

Llegaron al hotel y como la habitación ya estaba reservada solo se buscó la llave y fueron hasta ella, el peliblanco entró dando un portazo, metiendo allí al rubio de un empujón, cuando entró el mayor tiró las llaves de su carro con rabia a la mesita de noche, de allí rebotaron y cayeron al suelo.

—Estás siendo irracional, lo que sea en que estás pensando está mal, ¿puedes al menos escuchar lo que tengo que decir? —Denki habló rompiendo el silencio, pero solo hizo que el aroma del alfa se volviera más agrio e imposible de respirar.

El cuarto del hotel estaba impregnado de tensión mientras Denki y Dabi estaban en un amargo enfrentamiento. Los celos habían consumido al hombre de cabellos blancos, convirtiendo su aroma a madera quemada en un olor a humos negro imposible de respirar. Sus ojos azules ardían con rabia mientras miraba fijamente a Denki, quien estaba visiblemente nervioso pero decidido. Los puños de Dabi se cerraron con fuerza, y su voz tembló con furia contenida.

—¿Qué te crees, Kaminari? ¿Qué puedes coquetear con todos a tu alrededor y no enfrentar las consecuencias? —El de cabellos blancos dijo con ira y Denki retrocedió instintivamente, su corazón latiendo rápidamente, lleno de miedo.

—E-escucha, esto es un malentendido. No estaba coqueteando con nadie, solo estábamos hablando, —El rubio trató de estar calmado, pero las cosas ya eran absurdas—, ¡estaba siendo amable! Acepté las bebidas porque estaban en promoción. —Denki intentó dar explicaciones, pero parecía ser que Dabi no estaba cuerdo como para escucharlas.

El de ojos celestes se lanzó hacia adelante, intentando golpear a Denki con un puñetazo cargado de ira. Sin embargo, el omega logró esquivarlo por poco, retrocediendo hacia la pared. Los objetos en la habitación temblaron con la fuerza del impacto, dejando una brecha en la pintura.

—¡Basta! —exclamó Denki, su voz estaba llena de miedo y angustia—. No puedo lidiar con esto. Tú me asustas, Dabi. No puedo seguir así.

El alfa de cabellos blancos se quedó paralizado por un momento, su expresión se suavizó brevemente antes de que la furia volviera a inundarlo.

—¡Vete entonces! ¡No te necesito! ¡No necesito a nadie! —Los gritos del mayor solo hicieron qué Denki tomará una última mirada de dolor y desesperación antes de girar rápidamente y abandonar la habitación de hotel.

Las lágrimas amenazaban con caer mientras se apresuraba por los pasillos, sintiendo un nudo en el estómago. No se atrevía a mirar atrás, temiendo encontrarse con la mirada fría y furiosa de su ahora ex-pareja, Izuku tenía razón, no podía dejar que una situación así avanzará más, lo mejor era huir sin volver jamás.

(...)

—Hola, ¿Denki se encuentra? —Izuku miró nervioso a la mujer rubia de enormes ojeras que le veía desde la puerta, la mayor alzó una ceja curiosa.

—¿Quién eres? —Ella preguntó desconfiada—, ¿vienes en nombre de ese tal Dabi?

—No señora, soy amigo de Denki, no de su ex novio, mi nombre es Izuku Midoriya. —El pecoso hizo una leve reverencia de presentación a la mujer, era la primera vez que la veía y aunque era muy parecida a su amigo, su mirada era bastante sería y penetrante, nada comparada a la mirada cálida del omega rubio.

—Bien, —La mujer se resignó después de unos minutos de silencio—, lleva un par de días en su habitación sin salir, un chico vino a hablar con él, pero por lo que pudimos oír en sus discusiones por teléfono, ese alfa es un desgraciado que trató de golpearlo, ¿sabias eso?

—Sí, me lo contó por mensajes. —dijo el pecoso notando como los hombros de la mujer cayeron, se veía cansada—. No sé si pueda ayudar mucho, pero no quiero que él se encierre de esa manera, puede ser peligroso para su salud.

—A mí no me escucha, y la verdad no lo culpo, espero que lo hagas entrar en razón. —la señora Kaminari salió dejándole la puerta abierta, ella le dio una mirada al interior de su hogar antes de irse.

Izuku entró poco después cerrando la puerta tras él, siguió el rastro del aroma triste de su amigo que inundaba un poco la casa, subió las escaleras hasta dar con una puerta cerrada y el origen del olor agrio. Suspiró una vez antes de darle dos toques suaves a la puerta, no hubo respuesta al otro lado, así que volvió a tocar un poco más fuerte.

—Dens soy yo, Izuku. ¿Me puedes abrir, por favor? —habló en voz suave, no hubo una respuesta, pero si escuchó algo de movimiento en el interior del cuarto—, Denki, bien sabes que no puedes esconderte para siempre, él no vale la pena para que le guardes luto ni nada, solo te salvaste de un abusador.

Las respuestas tardaron en llegar e Izuku creyó que en realidad no le abriría la puerta, pero el rubio si lo hizo y la abrió, sus ojos estaban hinchados y seguía llorando en silencio, se quedó mirando el suelo sin atreverse a alzar el rostro. El pecoso no le dijo nada pero lo abrazó dejando que el omega se enterrara en su cuello.

—P-perdón, pero tenía tanta vergüenza, —sollozó en el cuello del pecoso—, de alguna manera siento que esto es mi culpa, él dice que lo provoqué.

—Eso es mentira, tu conducta no afecta la suya, pero te entiendo, descubrí que Tomura me estaba siendo infiel. —decir eso hizo que el rubio se separara de él mirándolo con los ojos bien abiertos—. Sí, al parecer las cucarachas se juntan con su propia especie.

Izuku suspiró, sonrió con algo de tristeza y alzó una bolsa llena de dulces, había un helado que quizás ya esté más derretido qué cremoso pero peor era nada. "Es hora de pasar nuestro despecho juntos", fue lo que dijo el peliverde haciendo reír al rubio, tal vez las cosas no estaban tan bien como quisieran, pero al menos ellos estaban bien y podían cuidarse mutuamente.

—¡Muerte a los infieles y a los tóxicos! —Los vasos llenos de licor fuerte fueron chocados.

Había pasado un mes desde aquel día en el que Denki al fin pudo salir de ese luto que lo quería consumir por completo, pero eso era cosa del pasado, podía doler un poco, sin embargo; eso no lo detendría en su vida. Ahora estaban en Red-Dynamight, bebiendo todo tipo de copas fuertes y comiendo alitas super picantes, era una mala combinación, aparte de la resaca, su estómago y cuerpo se lo iban cobrar después.

—¡Otra ronda de margaritas y alitas con salsa picante BBQ para este par de hermosuras! —El mesero de cabellos rojos llegó colocando la comida en la mesa en donde estaban los casi ebrios omegas—, es bueno que disfruten de la noche, debo decirles que los alfas qué los acompañaron la última vez están vetados del local, no podrán entrar de nuevo nunca.

—¡Hurra! Eso significa que podemos volver cuando queramos sin miedo a encontrarnos con sus caras feas. —Denki celebró antes de echarse dos alitas de pollo a la boca, lo único que quedó de ellas fueron los huesitos. Antes de que Izuku pudiera preguntar la razón por la cual fueron prohibidos en ese lugar Kirishima se le adelantó.

—La actitud violenta en este bar es algo que se paga caro, no me gustan los problemas así que es mejor prevenir que lamentar. —El alfa de cabellos rojos sonrió en grande—. Por otro lado, ustedes siempre serán bienvenidos, así que, lindo canario, no dudes en venir las veces que quieras.

Denki se sonrojó levemente cuando el mayor le guiñó un ojo antes de irse a atender a más personas, estaba mareado pero el licor no le quitaba completamente la vergüenza, Izuku se rió de él y bromeó sobre tener ya ojos de un cazanova puestos en él, ¡pero Denki no se dejaría llevar! Sí, puede que Eijiro se vea como un buen chico, carismático y de buen cuerpo. Aunque, no tiene que olvidar que así fue la primera cara de la moneda con la que Dabi se mostró.

—Cuando acabe el año, si todavía sigue así de coqueto dejaré que lleve a alguna cita. —El rubio debió un trago de su vaso y exhaló gustoso—. Pero de todas formas, ¿para qué quiero un novio? ¡Si ya te tengo a ti, Izu, si fueras alfa serías mi tipo, completamente!

—¡Me halagas! —Izuku se rió divertido, el alcohol también estaba en su sistema haciendo que su timidez se fuera un poco a la borda—, pero ambos sabemos que con nuestra mala suerte seguramente yo sería amarrado por algún omega rabioso, escuché de mamá que ellos siempre eligen a los alfas dóciles porque son fáciles de manipular.

—¡¿Ah, acaso eso existe?! —El omega dijo antes de hipar y beber más—, ¡entonces yo me aseguraría de amarrarte primero, o mi nombre ya no será Denki!

El par se rió a carcajadas, era la primera vez en un buen rato que se podían divertir al cien por ciento, ya no habían novios celosos ni novios que se la pasaban mirando a todas partes menos a su pareja, no había ninguna presión sobre sus hombros, solo eran omegas solteros disfrutando de una buena noche de chicos, aunque fuera entre semana. Quizá debieron darse cuenta antes, ahora todo tenía que seguir adelante.

Y mientras más comida y bebida llegaba, al final llegó el momento irse, Izuku ganó por insistencia en pagar todo lo que se habían gastado y Denki gritó; "¡Hey, pelirrojo bonito, ayúdanos a conseguir un taxi!" casi a todo pulmón en el bar, una mujer en la barra se rió por lo bajo mientras miraba a Kirishima sonrojarse levemente antes de ir hacia ellos.

Izuku también estaba muriendo de un ataque, el alfa de cabellos rojos no solo les ayudó a buscar un taxi, sino que también se utilizó él mismo como apoyo para llevarlos hasta el. Una vez los dos en el auto, el pecoso dio una dirección, no distinguió si era de su apartamento o un hotel que quedaba cerca para más comodidad y seguridad, pero lo que Denki apenas podía recordar era su risa mientras se apegaba físicamente a su amigo.

—Eres tan lindo Zuzu, te quiero morder las mejillas, seguro que tus pecas saben a chocolate. —murmuró el rubio, su voz apenas podía distinguirse por la forma en la que hablaba ebrio, pero no dejaba de frotarse el rostro con el contrario.

—Denkii~, no digas esas cosas, el chófer nos mira raro. —dijo el pecoso antes de reírse, el conductor si los veía mucho por el espejo retrovisor, pero también era porque los omegas estaban soltando aroma levemente excitados y no dejaban de tocarse entre ellos.

Durante el viaje algo incómodo para el conductor qué duró unos diez minutos o más, los omegas no dejaban de reírse y murmurar cosas sin sentido en los asientos traseros. Una vez llegado a lo que parecía ser un hotel y buscar las llaves, entraron a la habitación tambaleándose. Denki fue directo a la cama, se tiró sobre esta como si fuera una piscina para después enrolarse con las mantas como si fuera un burrito.

—Zuukuuu, durmamos aquí los dos así. —dijo el rubio con una cara soñolienta, en parte, porque esa cara de bobo siempre la hacía cuando se emborrachaba.

—Espera, quiero una ducha, mi ropa huele mucho a salsa de alitas. —Al decir eso, Izuku comenzó a sacarse la ropa, la tiraba a todas partes sin importarle en donde caía, parecía una marioneta con sus movimientos desequilibrados de bebedor.

Denki no dijo nada, pero tampoco le quitó la vista de encima, se sonrojó más de lo que ya estaba cuando el pecoso se quitó hasta la ropa interior antes de irse al baño tambaleándose. El rubio se quedó allí un rato, cuando escuchó el agua caer en la otra parte de la habitación él se levantó de la cama. Se sacó la ropa de forma rápida y torpe, se fue en dirección de su amigo empujando la puerta entreabierta.

—¿Vienes a bañarte conmigo? Es una buena idea, así se ahorra agua. —Izuku rió por lo bajo, estaba bajo el chorro de agua tibia, había vapor en el aire haciendo que todo fuera más caliente y la piel del omega pecoso brillaba por la luz del pequeño cuarto de baño.

Sin decir nada Denki fue hasta el otro omega, dejó qué este lo metiera bajo el agua antes de tomar el jabón y enjuagar con él su delgado cuerpo pálido, no era como el de Izuku, qué era un poco más rellenito, con tintes rosas qué hacían ver su piel saludable y sus pecas le hacían tener un aire más apetitoso. No había vergüenza entre ellos mientras el peliverde pasaba sus manos resbalosas por el abdomen del rubio, frotando de arriba abajo, llegando a su pecho y masajeando sus pezones con suavidad.

Se detuvo por más tiempo del debido en aquellos botones rosa, admiro como ellos se ponían erectos y eso le pareció atractivo, continuó jugando con ellos está vez a conciencia mirando las reacciones del Omega al frente.

—¡Ah! ~ —Un gemido se escapó del rubio, se recostó más contra el pecoso que no dejaba sus pechos en paz, eran pectorales un poco abultados mostrando su casta de omega, pero era bastante diferentes a los que tendría una mujer.

—¿Te gusta? —Izuku preguntó, una de sus manos llena de jabón tiró de un pezón rosado del rubio haciendo que este temblara—, parece que sí, tienes un cuerpo bastante sensible, bueno, eso es algo que tenemos en común.

Aunque el rubio no respondió, sus jadeos y la forma en la que apretaba un poco las piernas hablaba bastante por él. Izuku sonrió con picardía antes de lavar una mano con el agua de la regadera y llevarla a la entrepierna del rubio. Estaba muy húmedo allí, aparte de que su pequeña polla estaba erecta. Pero lo que estaba más desesperado por recibir placer era su entrada chorreante .

Izuku sintió su propio cuerpo estimularse al sentir la humedad contraria, jadeo bajito antes de morder su labio y aventurarse a deslizar con más seguridad su mano en la entrepierna de Denki, pegó más su cuerpo con necesidad de sentir la piel contraria, caliente como estaba le comenzó a gustar ser él quien provocaba aquellos gemidos dulces en vez de que fuera él quien los soltara.

—Estás muy excitado Denks, ¿este mes de abstinencia te pasa factura, eh? —Izuku murmuró colocando su rostro en el hombro del rubio, deslizó su mano bajando de la pequeña polla que estaba exigiendo atención hasta la apertura un poco más abajo.

El dedo índice del peliverde abrió se adentró entre los labios calientes y mojados, Denki jadeó con más fuerza, el dedo se estaba frotando contra la entrada de su coño y la palma del pecoso también hacía fricción contra su polla, el aliento cálido del contrario pegaba en su cuello, además; Izuku empezó a dejar pequeños besos en este, llendo desde el lóbulo de su oreja hasta su hombro, poco a poco comenzó también a agregar pequeñas mordidas que no dejarían marca pero que provocan una estimulación placentera en Denki.

—I-Izuku, me quiero correr~ —gimió Denki con la voz temblosora, su pequeña polla empezó a chorrear un presemen bastante claro, casi parecido a la mancha qué se deslizaba de su coño, y sería todo lo que saldría de allí.

—Hazlo, —Izuku sonrió contra el cuello del rubio antes de introducir sus dígitos centrales en el interior de este, buscó rápidamente su punto g y lo frotó con las yemas de sus dedos—, no puedes negarle a tu cuerpo el placer que se merece después de tanto.

El alcohol qué aun seguía en sus cuerpos hacia que sus cachondos pensamientos y acciones salieran a flote, ni siquiera sabían porqué se dio ese resultado, pero a ninguno de los dos les importaba, para Denki, lo que más quería en ese momento era correrse, tener un orgasmo de lo más increíble siendo provocado por los dedos de su mejor amigo.

—¡N-no vayas tan… Proofundshoo!~ —Denki se agarró de los brazos del pecoso, sus piernas temblaban como una gelatina mientras se corría fuertemente, un montón de viscosidad transparente salió disparada de su pequeña polla, ensuciando más la mano del contrario, tal vez se hubiera caído al suelo, pero estaba apoyado a Izuku quién tenía fuerzas a pesar de ser un poco más bajo que él.

—Vamos a la cama. —Izuku murmuró, fue dicho y hecho, el rubio ni siquiera supo en que momento ya estaba sobre la cama, el agua de la regadera se escurría de su cuerpo y mojaba las sábanas, pero era más importante centrarse en el pecoso.

Quién se metió entre las piernas del rubio, ambos estaban sentados, entrelazados, mojados y antes de que Denki pudiera siquiera jadear, Izuku lo besó, invadió su boca con la lengua cálida qué empezó a recorrerlo, al ser omegas los dos, iban con calma, no buscaban dominarse ni tener el control de todo como lo haría un alfa, pero era evidente que era el omega pecoso quien guiaba al otro.

Tomaba la iniciativa para acariciar y frotar en todas partes, sus coños húmedos se tocaban levemente y se frotaban de vez en cuando por sus movimientos superiores. Izuku inclinó hacia atrás al rubio, dejando que su espalda cayera a las sábanas, gotas caían de su cabello verde al rostro sonrojado del contrario cuando se separó levemente de él, sonrió mientras miraba a Denki jadear y gemir tratando de llenar sus pulmones de aire nuevamente.

—¿Quieres seguir sintiéndote bien? —preguntó el pecoso jugando con la pequeña polla del rubio con sus dedos índice y pulgar.

—¡S-Sí, por favor! ¡A-ah.. ¡Hazme sentir otro orgasmo! —exclamó el omega arqueando la espalda y temblando, los dedos del pecoso se volvieron más firmes, pellizcando mientras tiraba del pequeño miembro haciendo que Denki tuviera espasmos por todo el cuerpo, los pies del rubio se torcieron sobre las sábanas y al mismo tiempo sus ojos giraron hacia arriba.

—Tienes una linda expresión~ —El pecoso sonrió sentándose sobre sus rodillas, llevó su mano libre al coño de su amigo y sin vacilar metió dos dedos dentro de él, eso sacó un grito ahogado de Denki y pronto se volvió a correr sobre las manos de Izuku.

El pecoso no le dio tiempo a Denki llevando sus labios al vientre del contrario, sus besos eran suaves con la intensidad necesaria, bajo cada tanto más hasta llegar al pequeño miembro del contrario, pasó su lengua por él, deslizandola de forma circular, trataba de darle al otro lo que él deseaba cuando lo follaban, esos juegos que elevaban la temperatura hasta un nivel que el cuerpo mismo temblaba de tanto.

—Aah mmgh… —Denki enredo sus manos en los cabellos del peliverde tirando con fuerza, su espalda se arqueó un poco cuando los dedos de Izuku se adentraron en su coño, aquellos dígitos tocaban sus paredes haciendo que deseara más.

Izuku acomodo su mano buscando un punto que estaba justo debajo de la pequeña polla que tenían, lo había descubierto hace un momento y era el punto débil del ojiambar, cuando llegó a él comenzó a frotarlo con sus dedos sin parar. Denki abrió los ojos de golpe cuando Izuku encontró ese lugar, su boca se abrió en un grito ahogado y la saliva se escurrió de sus labios.

—Aagh Izuku —El golpe de placer lo invadió haciendo que su cuerpo temblaba de pies a cabeza, otro orgasmo, Denki sentía que moriría e Izuku no lo quería dejar descansar, el pecoso continuó abusando de su zona erógena mientras su boca succionaba su pequeña polla.

Al final el rubio se corrió con un gemido sonoro, Denki quedó con su respiración agitada y el peliverde seguía entre sus piernas. Izuku se separó del coño del omega despacio, los hilos gruesos y transparentes de ese delicioso resbaladizo  conectaron parte de su rostro con la piel sensible de la zona, rompiéndose por los movimientos del pecoso al al volverse a sentar sobre sus talones.

Cuando Denki pudo enfocar su vista a duras penas por las lágrimas que no dejaban de caer de sus ojos, notó como la mitad inferior del rostro pecoso de Izuku estaba brilloso, la iluminación del cuarto le demostraba y confirmaba qué ese omega acababa de hacerle sexo oral, y joder, eso era muy excitante para el rubio. Ya estaban a mitad del acto, no había que hacer más que seguir hasta el final.

—De nuevo, —Denki alzó sus temblorosas rodillas dejando abierta su intimidad para su mejor amigo—, pero no sólo yo, quiero que también disfrutes Izu.

Al decirle eso el omega pecoso pareció enternecido, sonrió y se acercó un poco más inclinándose hacia adelante, utilizó su mano acariciar un poco más el sobre estimulado coño del rubio, Izuku introdujo sin vacilar un par de dedos dentro de él. Dejó un pequeño beso sobre los labios de Denki antes de separarse  sin sacar los dedos de su intimidad.

—No se trata de mí, yo quiero que tengas una noche llena de estrellas y olvides todo lo demás. —confesó el pecoso sus intenciones, en parte porque era cierto, lo que más quería era que el rostro del estúpido de Dabi se volviera borroso en la mente de Denki, pero también estaba disfrutando de todo lo que hacía.

El interior del rubio estaba apretado, sus paredes suaves y cálidas eran húmedas, trataban de succionar los dedos del pecoso profundamente. Izuku sonrió, volvió a frotar un poco los dulces puntos dentro de su amigo antes de apartar su mano, la llevó a la boca abierta que jadeaba por aire e hizo que la lengua de Denki pudiera sentir el sabor de su propio coño.

Con una expresión tan lasciva, ¿cómo iba a poder resistirse? Izuku quería tener más de esa cara, verlo temblar y rogar para que se detuviera. Aunque esta vez, y que incluso el rubio lo pedía, no sólo iba a darle placer a Denki con sus dedos o con su boca. Mientras el rubio estaba ahogándose un poco, lleno de vergüenza y excitación por saborear su propia mancha, el pecoso se acomodó mejor entre las piernas de este.

Hubo un suspiro entrecortado por parte de ambos omegas cuando Izuku, con movimientos torpes, hizo que sus coños estuvieran completamente pegados uno del otro. Podían sentir el calor de sus pieles, era extraño, totalmente diferente a una polla dura, que tenía por objetivo principal penetrar y dejar su semilla dentro de sus úteros.

No, este tipo de sensación era más blanda, húmeda y caliente, pero cada movimiento de arriba abajo hacía que sus caderas tuvieran un especie de tic nervioso que las sacudían levemente tratando de hallar más fricción. Con un ritmo suave como las olas del mar, Izuku comenzó a mover su pelvis de adelante y hacia atrás.

Denki se sentía tan excitado que la vergüenza había sido olvidada dentro de su mente hace mucho tiempo. Se agarró de las sábanas y con sus débiles fuerzas, también hizo uso de sus caderas para moverse al ritmo del pecoso, el rubio trató de poner más firmeza para que el placer de la fricción fuera más grande para ambos.

Logró esa meta cuando él e Izuku temblaban, el pecoso empezó a jadear de forma sonora y su rostro hacia una expresión erótica. Estaban muy mojados, los jugos de sus coños se mezclaban, caían a las sábanas haciendo un pequeño charco viscoso y pegajoso, el sonido morboso, tan asquerosamente sucio de la piel empapada que era frotada con rapidez llenaba el aire, aparte del coro de gemidos qué ambos omegas no dejaban de soltar.

—¡I-Izuku! ¡N-no puedo más! —Era un bochorno que le quemaba el cuerpo como si estuviera muriendo de fiebre, su coño estaba demasiado sensible con todo lo que el pecoso había hecho antes.

Sus aromas estaban cada vez más mezclados en el aire, todo olía a sexo desenfrenado y los gemidos de Denki eran música para los oídos de Izuku. El pecoso acercó su rostro al mentón de este, su lengua viajaba en el cuello del rubio mientras sus caderas, que no se detenían e iban aumentando la velocidad, continuaban haciendo un desastre pegajoso que seguía cayendo sobre las sábanas.

—Izu-zuzu más ah más ~ —El ojiambar chilló con la voz quebrada, el peliverde mordió uno de sus pezones que provocaron más espasmos, su orgasmo estaba a punto de llegar, y parecía ser uno más fuerte que el anterior.

Pero antes de que el omega rubio pudiera llegar a su clímax, Izuku se detuvo, la respiración de Denki era errática mientras que la del peliverde era pesada, el pecoso se sentó en frente de su compañero.

—Quiero intentar algo diferente, ven —Denki hizo caso y se sentó con sus piernas abiertas, estaban en la posición de flor de loto. Sus coños se restregaban mientras Izuku ponía la mano de Denki en su propia erección y viceversa—. Denks, quiero ver tu cara, y yo también quiero terminar…  Ayudame

El rubio se mordió el labio inferior avergonzado, debía de admitir internamente que estaba ansioso de ver la cara que su amigo iba a poner en cuanto su orgasmo se hiciera presente. Sus manos subían y bajaban por sus pequeñas erecciones y sus coños se frotaban, el ambiente era tan sexual, tan exquisito para ambos omegas.

—Se siente muy bien, Denks, ¡Aahh mmng!~ —La cara de Izuku tan sexual provocaba más excitación en Denki, y de igual forma él no podía evitar sus expresiones lascivas, quería probar ya su orgasmo, aumentó el ritmo.

—Izu, ¡me voy a correr! ¡aah!~ —Ambos se corrieron tan fuerte que sus coños apretaban por tan delicioso orgasmo, después se acostaron en la cama para poder descansar.

El rubio miró hacia el techo, su cuerpo y mente ya no podía con más, escuchó al pecoso murmurar algo, pero no entendió qué, solo dejó qué sus ojos se cerrarán y cayera en un profundo sueño, fue una buena noche, esperaba que el día siguiente no le doliera mucho la cabeza.

Grandes cantidades de sol entraban por las ventanas, Denki estaba más que incómodo con eso, ni siquiera había abierto los ojos y ya le dolía la cabeza, parecía como si estuviera en el campo trabajando sin usar un gorro siquiera. Lo peor de todo era la irritación que tenía en su parte baja, era parecida a sus días después de un celo lleno de masturbación desenfrenada. Pero no era así, no sentía ese cansancio provocado por el postcelo y reconocía una resaca en donde fuera.

Entonces, ¿estuvo con algún alfa? Parecía ser que sí, no recordaba nada, pero al parecer las cosas estuvieron bastante bien. Un brazo cayó por la cintura del rubio, rodeándolo un poco, Denki quiso conocer a su cita de una noche, así que se giró lentamente y abrió un poco los ojos.

Se quedó de piedra cuando su mente registró quién era la persona a su lado, el rostro pecoso de su amigo mostraba que estaba en el quinto sueño de su vida. Un poco de baba caía de su labio inferior y su mejilla izquierda era aplastada por la almohada. Denki se mantuvo así un momento antes de que una alarma se encendiera en su cabeza.

—¡AAAAHH! —Él gritó de forma muy poco varonil y se apartó lo más que pudo de su amigo pecoso. Quién también se despertó sobresaltado por el arrebato del rubio.

¿Cómo pudo no haberlo notado antes? La habitación no tenía ningún rastro del aroma de un alfa en ninguna parte. Todo olía a sí mismo, con un toque extra de menta y alpaca.

—¡¿Qué ocurre, un ladrón?! —El pecoso se sentó en la cama, su cabello estaba revuelto y tenía un ojo medio cerrado aún, miró a un desnudo Denki qué trataba de quitarle la única sábana qué había para cubrirse y también gritó.

Fue una mañana incómoda, más cuando sus recuerdos volvieron y pudieron ver toda una película porno de omegas en sus mentes. Denki se enterró bajo las mantas, qué estaban sospechosamente olorosas y algo pegajosas, mientras Izuku trataba de sacarlo de ahí para que se diera una ducha.

Cuando al fin pudieron salir del hotel ya estaban bañados, aunque con la misma ropa sucia de la noche anterior y cada se fue por su lado. Al llegar a su casa Denki se fue a su habitación, la vergüenza no dejaba de carcomer sus sistema y no pudo hacer más que echarse en su cama, se golpeó internamente hasta el cansancio mientras se repetía una y otra vez que nunca volvería a tomar.

Una semana después Denki estaba en sus últimas clases del día, era un viernes bastante cálido y el cielo estaba despejado. Su celular vibró en el bolsillo avisándole la llegada de un mensaje, tuvo que sacarlo con cautela y sin que el profesor se diera cuenta, ese anciano era muy quisquilloso y no quería un regaño en medio de una explicación.

"
De Izu:

¿Quieres ir ésta tarde al bar Red-Dynamight? Trae a Urachan y a Tenchan contigo.
"

Denki se quedó mirando la pantalla de su celular por un minuto entero, ninguno de los dos mencionó nada de aquella noche, es más, hicieron como si nunca hubiera sucedido, y aunque había cierta tensión entre ellos cada quién seguía con lo suyo. Incluso el rubio descubrió el número de Kirishima guardado en un bolsillo de su pantalón y se han escrito bastante a lo largo de esa semana. El de ojos ámbar no pudo evitar tragar saliva antes de formular una respuesta.

"
Para Izu:

¡Sí! ¡Hagamos qué Iida se emborrache por primera vez y baile con nosotros en la pista!
"

Bien, se podía sobrevivir si al final eso no volvía a pasar y cada quien se concentraba en su propia relación futura, aunque allí se mantuviera esa pequeña química entre ambos.

Fin.

(...)

Según yo es un buen final(?

Ustedes no tienen a ese amigx qué quieren mucho y pasar de nunca serán nada ni se aman tienen esa química y tensión como de ganas de comerse (?
Ah no? Yo creí que sí alskskakfks

Siempre quise excrbir cosas de pasivas, pero nunca supe como abordar eso y ahora tuve que hacerlo (con ayuda porque yo era un mar de problemas a la hora de escribir f)

En fin, espero que te haya gustado Gigi, trate de mantenerlo pegado a una realidad ficticia (^_-)

Zaorycast. ✨✨

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