—La cena estuvo deliciosa.

SeokJin sonríe guiñandome un ojo y se levanta llevándose los platos, Taehyung nos observa a ambos y con una sonrisa pícara le quita los platos a su tío. —Yo lo haré, ustedes pueden conversar o lo que sea.

—No te quejes después— se burla SeokJin y con la mirada me indica que salgamos al balcón.

Antes de ir tras él, me acerco a Taehyung acariciando sus cabellos.
—Gracias por ser tan dulce en cuánto a nuestra relación.

Él hace un suave movimiento hasta que su mejilla cae en mi mano y me sonríe dulcemente, está sensación de acercamiento me hace sentir agradecido, es cómo si definitivamente Taehyung haya roto esa barrera de protección ante mí.

Dejándolo solo me dirijo al balcón, SeokJin se encuentra sentado en la orilla fumando un cigarro. Y de nuevo tiene esa mirada, llena de nostalgia, es como si deseara algo.

—Hola.

—Hey— él voltea golpeando a su lado para que me siente a su lado y justo eso hago. —Nuestro pequeño es una dulzura, ¿Verdad?

Me río ligeramente y me tomo el atrevimiento de quitarle con suavidad el cigarro de entre sus dedos. —Sé que te gusta pero es dañino para tu salud.

—Oh, ¿Acaso detestas mis besos sabor a tabaco?— él eleva las cejas pero finalmente toma el cigarro de vuelta tan solo para apagarlo.

Nos quedamos callados sintiendo el frío aire golpear nuestros rostros, es un silencio tranquilizador hasta que él habla de nuevo, sus siguientes palabras me toman por sorpresa.

—Una vez estuve enamorado, locamente enamorado.

Si, escuchar esto de SeokJin me sorprende pero no como creí que lo haría ya que por mi cabeza paso una y otra vez que este hombre ya había amado en el pasado pero algo en su romance había fracasado por eso, tomo el camino más fácil: amoríos de una sola noche. Nadie salía herido porque no habría sentimientos de por medio.

—Pero fui dejado a un lado por una mujer— SeokJin observa a la nada y luego me mira fijamente. —Él se casó, formó una familia, la cual a mi lado nunca iba poder tener.

Me acerco negando con la cabeza y tomo su mano. —Una familia no solamente consta en una esposa, esposo e hijos. Justo ahora podemos llamarnos una familia, ¿No es así?

SeokJin me mira con sorpresa y sonríe. —¿Taehyung, tú y yo?

—Eso mismo— aprieto su mano entre la mía, y pienso en Taehyung, él mismo ha dicho que nos ve como sus padres. —¿Para ti eso no significa ser una familia?

—No quise decir eso, me refiero a que toda mi vida he escuchado decir eso a cada persona que se cruza por mi camino— Jin se inclina besando mi mejilla con suavidad. —Tú eres el primero que me dice algo así, gracias.

Sonrojado trago en seco, no importa cuántas veces SeokJin me bese, me siento como si fuesen los primeros. Y con el corazón en la mano puedo decir lo que tanto estaba obligándome a esconder.

—¿Está bien que me quedé a tu lado, verdad?— le pregunto besando sus nudillos. Y por primera vez puedo apreciar algo que jamás olvidaré.

Un SeokJin sonrojado.

Él desvía la mirada e intenta huir pero no sé lo permito. —Por favor, ahora con profunda honestidad puedo decir que estoy enamorándome de ti.

—Cállate profesor engreído— murmura débilmente mientras busca acurrucarse en mis brazos.

Sonrío dejando caer mi cabeza en la suya y aún con nuestras manos entrelazadas buscamos refugio en los brazos del otro.

—¿Qué están haciendo?— un travieso Taehyung aparece metiéndose entre ambos y se ríe colgándose a nuestros brazos. —No me excluyan, par de enamorados tontos.

Más tarde cuando Taehyung ya se ha dormido, SeokJin me sigue hasta mi auto. —Puedes quedarte esta noche— me dice abrazándose a si mismo.

—De verdad me gustaría pero no sé si podría controlarme teniéndote tan cerca— le confieso algo avergonzado, reconocer mis deseos en voz alta me apena pero es la verdad. —Perdón.

Pero SeokJin niega con la cabeza acercándose a mi rostro. —No quiero que te controles, Yoongi. Quiero que hagas de mi un desastre.

—¿Un desastre?— pregunto totalmente rojo.

—¿Fui demasiado lejos?—  me pregunta con un ligero rubor en sus mejillas y se muerde el labio elevando las cejas.

Suspiro profundamente revolviendo mis cabellos y antes de que SeokJin se arrepienta lo jalo hacía mi cuerpo besando su cuello. —Quiero hacerte el amor pero aquí no es el lugar...

—¿No me invitarás a tu departamento?— susurra contra mi oído acariciando mis cabellos y se aferra a mi camiseta.

Y eso fue suficiente para dar el siguiente paso. El camino a mi departamento fue tortuoso, a penas llegamos parecíamos niños en busca de algún tesoro aunque ahora estábamos verdaderamente ansiosos por recorrer el cuerpo del otro con pasión infinita, agradecí internamente que Kihyun estuviera en casa de su pareja ahora mismo.

—Quiero hacerlo aquí— jadeo SeokJin mientras torpemente intentaba desabrochar cada botón de su camisa.

—¿Justo aquí?— le pregunté entre caricias torpes hasta que finalmente logré deshacerme de su vestimenta. Y me encontré a mi mismo adorando a Jin tal cual fanático adora la estatuilla de su Dios, la palabra hermoso quedaba corta ante su desnudez.

Mis manos recorrieron cada rincón suyo, besé cada extremo de su piel y memorice cada lunar aviente en su cuerpo mientras le hacía el amor en la sala de mi departamento. SeokJin se entrega totalmente meciendome entre sus brazos mientras susurraba mi nombre con una adoración total, no era nuestra primera vez juntos pero se sentía como tal, cómo si recién conociéramos está pasión. Porque era la primera vez que manteníamos intimidad poniendo nuestros sentimientos en ello.

—¿Crees que Taehyung se enoje al no verte en casa?— le pregunto mirando el techo.

SeokJin rueda sobre la cama colocando su cabeza en mis piernas desnudas. —Comprenderá las necesidades de su tío.

—Ya veo— deslizo mis dedos hacía su rostro, bajo la luz que se filtra por mis ventanas puedo apreciar cómo me mira fijamente. —Eres precioso.

—No empieces, no quiero otra ronda me dejaste exhausto— bromea cerrando los ojos y hago lo mismo, por ahora solo dormiremos, ya mañana será otro día en el cuál pensaremos en lo que le diremos a Taehyung.

Despierto lentamente debido a la luz del sol que me da en la cara, es molesto así que me levanto y me asusta no ver a SeokJin a mi lado. Con rapidez salgo a la sala y un sonriente Kim sale de la cocina.

—Buenos días, ¿Es usual para ti andar desnudo en tu casa?— me dice elevando las cejas mientras mira mi parte baja, me sonrojo negando con la cabeza y corro de vuelta a mi habitación para cambiarme.

Por un momento pensé que él se había ido y que quizás se había arrepentido del paso que habíamos dado en nuestra relación. Y me alivia ver qué no es así, incluso está bromeando cómo siempre.

Me doy una ducha rápida y salgo nuevamente a la cocina, SeokJin se encuentra sirviendo el desayuno.
—Oh, justo a tiempo. Hice omelette.

—Buenos días— lo observo de reojo sintiendo que no podría haber algo mejor que despertar con él. —Gracias por el desayuno, y quedarte.

Él me mira fijamente y sonríe. —Me tomé el atrevimiento de cocinarte, espero no verme muy exagerado.

—¿Cómo dices eso?— pruebo un poco de su comida, es la más deliciosa que haya probado. —Creo que no podría pedir nada más, pasar la noche con mi novio, despertar y que él haya cocinado para mí es lo mejor, me siento bendecido contigo.

—Me pregunto cómo es que puedes ser tan dulce y aún así me gustas tanto— él dice sin mirarme y comienza a comer evitando mi mirada, así es SeokJin, tan sincero y al mismo tiempo tímido.

De pronto el timbre suena y aunque no quisiera recibir a nadie ahora me levanto a abrir la puerta, al hacerlo me sorprende ver a mi hermano, él entra sin que pueda detenerlo y es cuestión de segundos para que se encuentre con Seokjin. Algo nervioso intento pensar en la manera para presentarlos cuando mi hermano rompe el silencio.

—Jin, ¿Eres tú, verdad?— pregunta totalmente sorprendido.

SeokJin abre la boca pero no dice absolutamente nada, solo asiente moviendo la cabeza formando un ligero "si". Y yo no comprendo absolutamente nada de lo que está pasando.