Capítulo 3
La noche llegó a Star Park, y saltando sobre los techos de los edificios se encontraba Edgar, haciendo lo que más le gustaba y en lo que era definitivamente el mejor: El Parkour, con cada salto que esté daba, aumentaba cada vez más la dificultad y la precisión, a la hora de ir de un punto a otro.
Y con la ayuda de su bufanda, Edgar tomaba aún más impulso, lo que le permitía alcanzar lugares que parecían estar fuera de límites, hasta que la ronda de parkour de la noche llegó a su fin cuando dio un poderoso salto.
Para finalmente aterrizar en el borde del edificio más alto, con una perfecta pose, además con sus cabellos y bufanda ondeando ligeramente con las suaves corrientes de aire.
A pesar de que Edgar solía practicar casi todas las noches para aumentar la adrenalina que solo el parkour podía proporcionarle, no podía quitarse de la cabeza el inesperado beso de su compañera albina en la tienda de regalos, este se desplomó en el borde del edificio, suspirando con molestia mientras recordaba ese momento.
Sus mejillas se tornaron de color rojo oscuro al recordar la sensación cálida y suave de los labios de Colette tocando los suyos, haciendo que su corazón palpitara acelerado ante el recuerdo, sin duda era una mezcla entre molestia y emoción que llenaba sus pensamientos de confusión.
Edgar: (¡¿Por qué diablos no puedo dejar de pensar en ese maldito beso?!, aunque debo admitir que los labios de Colette eran muy suaves) - sus ojos se abrieron ampliamente al recordar la sensación de los labios de Colette contra los suyos, mientras su rostro se tornaba de un rojo brillante - (¡¿En qué demonios estoy pensando?!!!) - gruñó suavemente, agarrándose los lados de la cabeza mientras negaba con fuerza intentando desesperadamente olvidar lo que había pensado hacía unos momentos - (Creo que será mejor regresar a casa, tal vez mañana... haya olvidado todo esto).
Sin detenerse a pensarlo, el joven Brawler dio un potente salto aterrizando en el techo de otro edificio, y siguió saltando de techo en techo, y gracias a los movimientos ágiles y rápidos que hacia, estos lo llevaban de un punto a otro, en un viaje vertiginoso hacia su hogar.
Al Día Siguiente...
Era otro día en la tienda de regalos de Star Park, pero este no era como cualquier otro, ya que Edgar había pasado la noche con insomnio, pues este había intentado sin éxito, olvidar el beso que Colette le había dado en los labios el día anterior, al entrar en la tienda de regalos, saludó con indiferencia a su compañera albina que ya lo esperaba ahí, en un intento por parecer estoico y tranquilo.
Conforme trabajaba, Edgar tenía ojeras debido a la falta de sueño, y un sonrojó en su rostro que intentaba disimular con ayuda de su bufanda, mientras acomodaba algunas cajas y productos en los estantes, se sentía incómodo por los constantes y intensos ojos de Colette observando todos sus movimientos en silencio, y gracias a esto sin duda le resultaba difícil ignorar su mirada, pero intentaba mantener el control y actuar como si nada pasara..
El peli-negro podía sentir la intensa mirada de la albina puesta sobre el, pero este hacía todo lo posible por evitar hacer contacto visual con ella, aunque lo que le parecía aún más extraño era que, en lugar de ir acosar a los otros Brawlers como de costumbre, esta se mantuviera junto a él en la tienda de regalos, esto sin duda lo desconcertaba aún más y le añadía una capa extra de incomodidad a su ya agitado estado emocional.
Una vez que Edgar, había colocado los productos en los estantes, este se colocó detrás del mostrador junto a Colette, pero manteniendo una cierta distancia entre ellos, además de que pudo observar que la albina se encontraba callada y con una sonrisa muy diferente de lo acostumbrado, lo que no le daba un buen presentimiento, el silencio a su alrededor se sentía un poco incómodo, y podía notar que algo no estaba bien, y que la tensión entre ellos estaba aumentando constantemente
Además de que aún podía sentir, que los ojos de la albina aún seguían fijos en el, haciendo que el rubor en su rostro aumentara aún más, el joven Brawler, desvió la mirada a un costado, tratando de controlar el torrente de emociones que recorrían su mente, haciendo lo posible por controlar el acelerado latido de su corazón.
Edgar: - hace un gran esfuerzo por controlarse y mantener la calma - (¡Tranquilo, Edgar! sólo ignóra su mirada; todo estará bien si no le prestas atención).
Pensaba para si mismo mientras intentaba desesperadamente evitar hacer contacto visual con la albina, por más que sus ojos no dejaban de intentar buscarla, a pesar de sus mejores esfuerzos por ignorarla, sin embargo, los pensamientos de este fueron interrumpidos por una leve y cálida respiración en su nuca, haciendo que voltee para ver hacia dónde provenía dicha respiración, encontrándose de frente con Colette, quién estaba extremadamente cerca, apenas a unos milímetros de distancia, sin duda la cercanía lo tomó por sorpresa, y su respiración se aceleró levemente ante la repentina invasión de su espacio personal.
Edgar: ¡¡¡Aahhhh!!! - da un pequeño brinco del susto, y se aleja de inmediato de la albina un par de pasos hacia atrás - ¡No vuelvas a hacer eso, Colette!, ¡¿quieres matarme de un infarto, o qué?! - dice con voz un poco agitada, mientras se apoyaba en el mostrador para controlar su acelerado corazón.
Colette: ~Jijiji~ - se cubre la boca con ambas manos mientras da una pequeña risa - Lo siento Edgy, pero es que te veías tan distraído, que quería jugar te una pequeña broma.
Edgar: - se cruza de brazos con una expresión de enojo en el rostro, mientras miraba a Colette - ¿Realmente te parezco alguien a quien le gusta que le hagan bromas? - pregunta claramente molesto, reflejando su incomodidad ante las travesuras de la albina.
Colette: No pero... - su sonrisa se ensancha ligeramente, y mira a Edgar con un pequeño brillo travieso en sus ojos - Si quieres otro beso mío, claro que puedo darte uno más~.
Edgar: - su rostro se intensifica aún más, mientras la mira totalmente perplejo ante tales insinuaciones - N-No sé a qué te refieres... - tartamudeó, esforzándose por mantenerse tranquilo, ante la creciente tensión entre ellos.
Colette: ¿Ah no~? - su sonrisa se ensancha aún más, y se acerca con paso decidido hacia Edgar, extendiendo los brazos, lista para poner en práctica su insinuación - Entonces tal vez tenga que repasar lo que sucedió ayer para refrescarte la memoria... - dijo, moviéndose con confianza hacia él.
Edgar: ¡E-Espera! ¡n-no te acerques!.. - retrocede nerviosamente, tratando de poner distancia entre él y la albina, quien se acerca amenazadoramente hacia él.
Colette: Aww~ Edgy~ - continúa caminando hacia él, con una sonrisa traviesa y predatoria en el rostro, mientras observa la expresión nerviosa del peli-negro, pensando que se veía muy tierno cuando estaba a la defensiva - Te ves tan adorable cuando te pones nervioso.
Edgar: ¡N-No soy tierno! - continúa retrocediendo, tratando de alejarse de la albina.
Aprovechando la oportunidad, Colette se lanza hacia él y rodea su cuello con los brazos, ante la inesperada acción por parte de la albina, el peli-negro pierde el equilibrio y cae al piso, quedando en una posición muy comprometedora, con la albina encima de él y sus miradas conectadas a pocos centímetros de distancia.
Colette: - lo mira a los ojos directamente, casi a distancia de un beso, y sonríe con picardía - ¡Rendirte, Edgy~!, sé que realmente lo deseas - dijo con voz suave con un tono travieso y provocador.
Edgar: - gira su mirada hacia un costado, y su rostro se sonroja intensamente ante la cercanía de la albina - E-Eso.. no es... - tartamudea, incapaz de terminar la frase, atrapado por un torrente de emociones contradictorias.
Colette: ¿Cierto? - completó la frase, atrayendo la atención de él nuevamente - Entonces, respóndeme esto: ¿por qué, cuando te besé ayer, tomaste mi cintura y no me apartaste? - lo miro con expresión desafiante, buscando respuestas, y un toque de picardía en los ojos.
Edgar: - se queda callado, sin poder responder, con su mente confundida, ante la inesperada pregunta de la albina, además de posibles sentimientos que intentaba negar.
Colette: Lo ves, Edgy~... - se inclina aún más hacia él, acortando la distancia entre sus rostros - Lo quieres, y para serte totalmente sincera... también lo quiero - los labios de la albina, estaban a escasos milímetros de hacer contacto con los del peli-negro, hasta que...
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro