A veces pienso que mi musa va a la fuga, en mis noches de inquietante soledad.
¿Dónde está? ¿Por qué se habrá perdido?
cuando me consumo en tan fría hostilidad.

Como voz resonante en mi cabeza,
grita el cielo contoneándose al temor,
y en la fricción de la pluma en la libreta,
suelto las riendas a una desilusión.

Corro fuerte hasta el momento justo,
en que vi desaparecer mis alas,
Y en tinta literalmente gastada,
Tristemente suelto melodías a mi gusto.

Y la musa que se ha ido me señala,
a lo lejos desde casa de otro artista,
se ha cansado que la use en desahogo,
cuando manos misteriosas me desvistan.

Y conciertos ostentosos de palabras,
se colocan en papel sin preguntar.
Egoístas, se cuelan en mi mente,
versos libres de una extraña libertad.

Como voz resonante en mi cabeza,
grita el cielo contorneándose al temor,
y en la fricción de la pluma en la libreta,
suelto riendas a otra desilusión de amor.