Cuando no quiero pensar en nada pienso en ti,
porque sé que pensando en ti tú estarás pensando conmigo...
Desbordante la sonrisa de niña sumisa y tierna,
suelto riendas a ilusión de lo prohibido...
Coqueteo y juego trucado por la falta de testigos,
hace de esta linda joven inexperta.
Buscando motivo a gusto de tu sutil experiencia,
refresco memoria del sueño que un día soñé contigo...
Podré ofrecerte mis manos pero te ofrezco mi boca,
y no seas mal pensado que es solo para dar consejos...
Querido amigo imprescindible, ¿cuándo me darás cortejo?
Para seguir pensando en ti y que tu pienses conmigo.
Lo único que ahora pido es esa loca mirada
que envenena mis sentidos y me deja boquiabierta
para luego preguntarte... ¿te
conformas con tan solo amigos?
Y es más fuerte que el dolor,
rencor, agravio y olvido
el deseo de tu boca entre mis piernas...