Capitulo 42.
NIALL.
—¿Estas seguro de que quieres hacer esto? —Susurré dejandome caer de espaldas sobre la cama, deteniendo el celular contra mi oido.
—Ya no sé que más hacer, Nialler. —La lastimosa voz de Zayn traspasó la línea.— Douglas llegará nosotros, ambos sabemos que lo hará.
Suspiré pasando una mano por mi rostro.— Lo sé, Zayn, estoy muy consciente de ello pero quiero que tengas en cuenta todo lo que esto conlleva.
—¿De que hablas?
—Todo el mundo sabrá lo que sucedió, lo que ese enfermo nos hizo. —Podía sentir las lágrimas cristalizando mis ojos.— Cada vez que nos vean, lo recordarán.
—No habia pensado en ello. —Aceptó.
Arrojando mi cabeza contra la almohada, cerré mis ojos con fuerza escuchando la respiración acompasada de Zayn desde el aparato en mi oído. Estaba harto de toda esa maldita situación, quería que se terminara de una vez y que todo volviera a la normalidad.
Que metieran a Douglas y Magda en la carcel y se pudrieran como las ratas que eran. Que Zayn fuera feliz por una vez en su vida. Y poder tener un poco de jodida paz mental para mi mismo.
El hecho de que aun no habia hablado con mis padres de lo sucedido hacia años tambien esta taladrando mi cabeza. Debía decirlo en algún momento o lo sabrían por otros medios, si habia algo que odiaba de nuestros vecinos es que eran todos una manada de chismosos, se lo contarían sin pensarlo dos veces. Y si Zayn hacia la denuncia como estaba planeando, la mierda golpearia el ventilador y yo preferia estar de pie del lado contrario.
—¿Zayn? —Musite.
—¿Si?
—Douglas no solo te golpeaba, ¿verdad? —Susurré al fin poniendole voz a mi mayor temor desde hacia años.
La línea quedo en silencio por unos minutos y llegué a separar el telefono para mirar la pantalla, asegurandome que la llamada siguiera en curso.
—No, Niall —Contestó al fin.— Douglas hacia más que golpearme.
Asentí con la cabeza, aun si sabía que el moreno no podía verme. Mis ojos se cerraron involuntariamente y pude sentir las lágrimas calientes recorriendo mis mejillas. Soltando un largo suspiro, luché para que mi voz no se quebrara.
—Hagamoslo.
—Niall, tú no tienes que hacerlo. —Se apresuró a decir.— Si quieres ni siquiera aparecerá tu nombre, con las cosas que yo contaré bastará para que lo detengan. En realidad no es...
—¿Zaynie? —Lo corté.— ¿Recuerdas la última vez que el imbecil de Tony Queen te golpeo?
—¿Eso que tiene que ver?
—Contestame.
Suspiró.— Si, lo recuerdo. Fue en cuarto grado, ¿No?
—Sep. —Sonreí limpiando mis lágrimas.— El idiota rompió tu ceja izquierda.
—Y tu pateaste sus joyas. —Rió.
—Si, lo hice. —Acepte con orgullo.— ¿Recuerdas lo que te dije cuando estabamos en la enfermeria?
—¿Qué exactamente? —Podía escuchar la sonrisa en su voz, el tono ahogado estaba comenzando a desaparecer y supe que estaba distrayendo a Zayn pero toda la historia tenía un motivo.— ¿La parte en que prometiste venganza? ¿O en la que me convenciste de robar el maquillaje de la enfermera?
—Luego de la venganza, antes del robo.
Pude escuchar su inhalación cuando lo recordó.— Prometiste protegerme siempre.
—Rompí mi promesa, Zaynie.
—No, no lo hiciste. —Respondió rápidamente.— Tu me protegiste de los matones y siempre cuidabas de mi.
—Ignoré lo que Douglas te hacia porque tenía miedo de recordar lo que me habia pasado a mi. — Confesé.— Te fallé de la peor manera, pero ya no más.
—Niall, no...
—Iré contigo, Zayn, le contaremos todo al juez. —Me trague un sollozo, intentando mantener mi voz firme.— Ya no más mentiras, ni secretos.
—E—esta bien.
La voz rota de Zayn solo hacia que me sintiera peor conmigo mismo. Me habia comportado como un imbecil por años, era mi turno de ayudar verdaderamente a mi amigo. Y si eso involucraba recordar todo, lo haría. Por él.
—Zayn, tú... —Me callé de golpe cuando visualicé un movimiento extraño fuera de mi ventana.
—¿Que sucede, Niall?
—Espera un segundo. —Susurré mientras me arrastraba hasta el final de la cama y me ponia de pie con ayuda de una muleta. Del otro lado de la calle, debajo de un gran y viejo árbol, podía distinguir a alguien intentando esconderse bajo la poca sombra que este daba.
—¿Niall? ¿Niall que sucede? —La voz de Zayn se escuchaba más lejana con cada paso al frente que daba.— Niall contestame, por favor.
Cuando logré llegar frente a la ventana la sombra se escondió detrás del tronco del árbol, afirmandome en el marco de la misma me incliné en un intento de ver mejor pero no logré nada. Antes de que pudiera hacer algo más, el sonido ahogado del motor de una motocicleta hizo eco en la cuadra antes de que Josh apareciera frente a mi casa.
Haciendole un saludo al castaño, llevé nuevamente el telefono a mi oreja sin apartar la vista del árbol. Estaba seguro de quien fuera el que estaba espiando hacia mi ventana aun se encontraba allí.
—¿Niall? —Centré mi atención en el telefono cuando escuche el llanto de Zayn.
—Hey, Zayn, no seas llorón no pasa nada.
—¿Que sucede?
—Nada. —Suspiré.— Yo... me pareció que Greg habia llegado, solo estaba cerciorandome.
—Oh, bien. No vuelvas a hacerme algo así, pensé que te habia sucedido algo.
—Porque eres negativo, siempre pensando lo peor. —Escuché la puerta principal abrirse, la voz de Josh anunciandose le siguió.— Debo irme, Josh llegó.
—¿Josh? Dijiste que era Greg.
—Me equivoque. —Mentí, observando nuevamente por la ventana.— Debo atenderlo pero antes, hazme un favor, ¿Si?
—Seguro, lo que sea.
—No salgas de la casa sin compañia, por nada del mundo.
—¿Niall sucedio algo?
—Nada, Zaynie, solo quiero estar seguro, ¿puedes hacer eso por mi?
Parecio dudarlo unos segundos antes de suspirar.— Te prometo que no saldré sin compañia.
—Gracias. —Susurré, volteandome para ver a Josh entrar a mi dormitorio.— Nos vemos mañana,
Zayn.
—Mañana.
Cortando la llamada arroje el telefono sobre la cama. Miré un momento hacia la sonrisa de Josh antes de caminar hasta mi closet y sacar mi bate de beisbol. Los ojos del castaño se abrieron de par en par y me pregunte si el chico pensaba que iba a golpearlo. Idiota.
—Necesito que hagas algo por mi.
—Hola, Niall, ¿como estas? Yo bien, gracias por preguntar.
—De nada. —Contesté arrojando el bate hacia él.— Sal y ve quien es la persona detrás del árbol al otro lado de la calle.
—¿Quieres que agreda a una persona solo porque esta de pie bajo un árbol?
—No dije que lo agredas, solo fijate quien es.
—¿Y para que el bate?
—Nunca esta de más prevenir. —Rodeé los ojos, maldiciendo mi yeso.— Ahora, ve. Y ten cuidado.
—Lo tendré, pastelito de nata. —Dijo, saliendo de la habitación.
—¡Ojala y te atropellen cuando cruces la calle, imbecil! —Grite, sintiendo mis mejillas arder.
—Tambien te amo, corazón.
Gruñí mientras me daba la vuelta y observaba a Josh salir de mi casa por la puerta principal. El chico se dirigio directamente hacia donde lo envie, cruzando la calle. La sombra detrás del árbol se movió, saliendo de detrás del tronco y apresurandose por la vereda. Josh le gritó algo pero yo ya no estaba prestando atención. Mi aliento habia quedado atascado en mi pecho cuando reconocí la robusta forma que se alejaba media escondida detrás de una capucha negra.
—¡Douglas, jodido hijo de perra! —Grité, sin importarme quien rayos me escuchara.
El maldito imbecil me estaba espiando. Tenía ganas de correr detrás de él y romperle la maldita cara. Entonces una idea me golpeo, seguramente tambien estaba vigilando a Zayn. Maldición.
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