Capitulo 30.
Tomé el pestillo de la puerta, girandolo suavemente hasta que esta se abrió unos centimetros dejando entrar una fina linea de luz que pareció iluminar por completo la habitación, haciendo visible los oscuros contornos de los objetos. Ojos azules me observaron con temor mientras poco a poco iba abriendo la puerta hasta dejar un espacio suficientemente grande como para que pudieramos observar lo que sucedia.
—No podemos permitir que esto quede impune, Maura. —La voz del padre de Niall flotó desde el final del pasillo llegando algo ahogada, gracias a las paredes que nos separaban, hasta nuestros oídos.— Debemos hacer algo.
—Y lo haremos. —Un sonido parecido a un repiqueteo nos dijo que Maura se habia movido unos pasos haciendo resonar sus zapatos de tacón sobre el suelo de madera.— Pero lo más importante ahora es mantener a los niños a salvo y seguros.
—¿Cómo rayos lo haremos cuando ese hijo de puta sigue suelto?
Mis ojos se abrieron mientras me giraba hacia el castaño, encontrando la misma expresión en su rostro. Los ojos azules parpadearon hacia mi mientras su boca se abría para luego cerrarse.
—Tu papá dijo una mala palabra. —Susurré, Niall asintió tan sorprendido como yo.— ¿No sé supone que eso esta mal?
—No seas tonto, Zaynie. —Dijo obvio.— Papá tiene permitido decirlas, él es grande.
—¿Porqué? —Susurré.— ¿No se supone que de todas maneras son malas?
—Lo son. Pero cuando papá las dice, no.
—No entiendo. —Incline la cabeza frunciendo el ceño, Niall me observo unos segundos antes de sacudir la cabeza y poner el dedo indice sobre sus labios.
—Luego te lo explico, ahora escucha.
Asentí acercandome nuevamente a la puerta.
—¿Que haremos con Zayn? —Me sorprendió escuchar mi nombre en la voz de Maura.
—Aún no lo sé. Tardaron demasiado en decirnoslo, ya no tienen marcas. —Suspiró.— No tenemos ninguna prueba de lo sucedido.
—No podemos dejarlo volver, él se tiene que quedar donde esta seguro.
—Debemos proteger a nuestro hijo sobre todo. —Me aleje lentamente de la puerta sintiendo mis ojos escocer.— En verdad me duele no poder ayudar a Zayn, pero él no es mi responsabilidad.
Volteandome me apresuré hacia la cama de Niall arrojandome sobre el suave edredón y rebotando cortamente sobre el colchón. Sabía que estaba solo desde que mis padres me habia dejado, pero que ellos no me consideran parte de su familia me dolia. Manos torpes acariciaron mi cabello, revolviendolo cortamente mientras la cama se hundia a mi lado.
—No te preocupes, Zaynie, tu eres mi hermano y nadie va a cambiar eso, no importa lo que ellos digan. —Quite el rostro del edredón, volteando mi cabeza hasta que logré ver el rostro del oji—azul con la tenue luz de la luna que se filtraba por su ventana.— Arreglaremos esto.
—¿Como? —Niall me observo por unos minutos, su rostro pensativo mientras revolvia mi cabello.
—Debemos decirle a mis padres que nada sucedió. —Aseguró.— Si ellos creen eso, las cosas volverán a ser como antes, volveremos a ser solo tu y yo contra el mundo.
—¿Y si vuelve a suceder?
—No lo hará. —Negó.— Nadie va volver a lastimarte, lo prometo hermanito.
—Gracias.
Volteandome jale a Niall hacia mi, envolviendonos en un cálido abrazo que parecia nunca terminar.
—Zayn, despierta. —Una suave voz llamo a mi oído.— Vamos, hermoso, abre los ojos.
Luces y colores se mezclaron frente a mis ojos hasta que el rostro de Liam tomó nitidez frente a mi. Sus brazos seguían enroscados a mi alrededor y mi cuerpo aún estaba sobre su regazo, envuelto en su chaqueta como un bebé. Fruncí el ceño hacia Liam, intentando entender mi entorno.
—¿Que soñabas, bebé? —Pregunto suavemente, lo mire confuso.— Tenías una sonrisa en tu rostro.
—Estaba soñando con Niall. —Admiti.— Cuando éramos pequeños.
—¿Fue un buen sueño, entonces?
—Más que un sueño, un recuerdo. —Me mordí el labio.— ¿Aun no despertó?
—Josh y Greg han ido a averiguar. —Miró hacia el final del pasillo antes de volver a mi.— Pero hay dos personas que te quieren ver antes de que entres con Niall.
Con un movimiento de su barbilla apunto hacia las sillas frente a nosotros, aparte los ojos de su rostro lentamente, volteando la cabeza hasta toparme con dos rostros demasiado familiares.
Trisha estaba sentada en la silla frente a nostros, llevaba su cabello recogido y un traje bordo, que parecia hecho a su medida. Yaser en cambio parecia más casual, las hebras de su cabello iban hacia todas direcciones en un look que lo hacia parecer más joven, delatando nuestro parecido.
—Uh, hola. —Salude en un susurro sin saber muy bien que decir.
—Hola, Zayn. —La suave voz de Trisha flotó hasta mi, obligandome a mirarla fijamente. Su voz, eso era lo único que lograba recordar de ella y ahora mi madre estaba frente a mi, ahora podía ponerle rostro a aquella voz que me llamaba en sueños.— ¿Cómo estas?
No contesté, si no que volteé la vista hacia la camiseta negra de Liam mientras acomodaba mi cabeza mejor en su hombro. Flashes del sueño que habia tenido aún parpadeaban en mi mente, como una maldita luz de alarma. Sabia que tenía que hablar con Niall, el rubio debia despertar y ayudarme o mi mente explotaría.
Mi cabeza palpitaba, como el segundero de un reloj contando el tiempo faltante para que la bomba explotará. Y lo peor era que explotaría directo en mi rostro, como todo en mi vida. El olor caracteristico de los hospitales comenzaba a producirme nauseas, o tal vez era el recuerdo de aquellas manos tocandome o de aquellas asquerosas palabras susurradas en la oscuridad de una habitación.
Por ocho años intente convencerme de que aquello no habia sucedido, que era solo un mal sueño que debía olvidar. Ocho años repitiendole a Niall que no recordaba nada de aquella noche, mintiendole a mi mejor amigo para que no se diera cuenta de lo podrido que realmente estaba.
Mintiendo cuando la primer persona que realmente se preocupó por mi intento ayudarme.
Recuerdo que de pequeño Magda solía decirme que las mentiras tienen piernas cortas. Ironico ya que me mintió por años, pero esa lección la dejo grabada en mi. O más exactamente en mi piel al golpearme con un cinto cada vez que descubria que habia dicho una mentira o cuando ella decia que yo lo habia hecho, eso no era algo que le importará. Me golpeaba de todas formas.
Mentí cuando me preguntaron lo que habia sucedido. Mentí cuando quisieron saber quien me golpeaba. Mentí cuando Niall pregunto por mis recuerdos. Mentí al decir que las cosas estaban bien. Mentí al decir que habia algo de perdón en mi.
Podía sentir la ira burbujeando en mi, intentando salir para ir contra alguien. Estaba enojado por mi infancia, por los golpes, por esa noche, porque no fui el único dañado en esta historia y porque mis padres estaban frente a mi y no lograba verlos a la cara sin arremeter contra ellos. Y es que...
¿Como perdonas a las personas culpables de tus inseguridades? ¿Cómo actuar como si nada sucediera cuando en verdad no queria siquiera mirarlos a la cara?
—¿Zayn? —Liam susurró en mi oído, soplando su aliento cálido en mi mejilla. Sus manos corrian por mi espalda, apretandome contra su pecho.— ¿Quieres que se vayan? Si no estas preparado, ellos pueden esperar.
—No queremos presionarte, Zayn. —Yaser llamó mi atención.— Podemos esperar a que te sientas listo.
—¿Porque me dejaron? —Susurré tomandolos por sorpresa.
—No creo que sea un buen momento para hablar de eso. —La melodica voz femenina hablo con suavidad.— Comprendemos que quieras saber pero no queremos aumentar la presión sobre ti. Supongo que debes estar mal por tu amigo y...
—¿Porque me dejaron? —Repeti.— No intenten fingir que me conocen porque no lo hacen, solo respondanme.
Ni siquiera me digne a voltear a verlos, me quedé quieto mirando el rostro de Liam quien me observaba con una expresión resignada. Sabía que él quería retarme por haberles hablado de una manera tan brusca y eso en algún lugar escondido en mi mente me causaba gracia.
—Bien, si eso es lo que quieres. —Acepto Yaser.— Nosotros no quisimos dejarte Zayn pero la situación nos obligo a hacerlo.
—¿Que situación?
—Magda y Douglas hicieron una denuncia en mi contra. —Volteé la cabeza hacia él, mirandolo sorprendido.— Ellos decian que yo abusaba de ti, que ambos lo haciamos.
—Éramos jovenes, no teníamos dinero y apenas podíamos mantenerte. —Susurró Trisha mirando el
suelo como si decirlo le avergonzara.— Ellos en cambio tenian la casa de mis padres, estaban casados y tenian dinero suficiente como para mantenerte con todos los lujos que quisieras. Era el ambiente perfecto. Intentamos luchar y llegamos hasta un juicio.
—El juez falló a su favor. —Prosiguió Yaser.— Nos quitaron tu custodia y consiguieron algún tipo de orden para que nos mantuvieramos alejados. Intentamos acercanos a ti más de una vez pero siempre amenzaban con llamar a la policia por lo que nos mantuvimos alejados, mirandote crecer desde lejos. —Suspiró.— Cuando Andrew llegó a mi oficina preguntandome si te conocia fue el mejor día de mi vida, era la ocasión perfecta para acercarme a ti y conseguir las pruebas necesarias para alejarte de tus tíos.
Mi mente estaba luchando por entender sus palabras. Mis padres no me habian abandonado, al contrario, ellos habian intentando mantenerme a su lado. Mis tíos me habian alejado de su lado, pero ¿Porque? ¿Para que? Ellos no me querian, muchas veces llegue a pensar que me odiaban.
¿Que los hizo mantenerme a su lado?
Me voltee hacia mis padres con el ceño fruncido y noté que Trisha me observaba con lágrimas en los ojos, alejando la mirada de su rostro me enfoque en Yaser. No es que ignorara su dolor pero en ese momento no podía intentar consolar a nadie.
—¿Porque Magda y Douglas hicieron eso? —Pregunte.— Ellos no me quieren, ¿Para que lucharon por mi custodia?
—No lo sabemos. —Trisha susurró con la voz quebrada.— Nunca nos lo dijeron.
Yaser parecia a punto de agregar algo pero la voz de Greg y Josh acercandose por el pasillo logró que se quedará en silencio. El castaño se acercó a mi con una gran sonrisa en su rostro.
—Niall esta despierto. —Josh parecia divertido mientras me lo decia.— Y en este momento esta amenzando a las enfermeras con quitarse la bata y dar un espectaculo si no te llevan con él.
Rodee los ojos mientras me ponia de pie.— Debo ir, Niall es muy capaz de cumplir su amenaza. — Miré a Trisha y Yaser intentando darles una sonrisa tranquilizadora pero estoy seguro de que solo logré una mueca.— Gracias.
Mi voz fue un susurro mientras me volteaba y comenzaba a caminar hacia la habitación del duende irlandes. Niall era el único que podía darme un consejo sobre esto. Era hora de dejar de mentir o de inventar una mentira aún más grande.
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