Mi voz fue un sonido tan bajo y apagado que nadie pareció escucharme. Harry, Louis y Gemma mantenian los ojos fijos en las fotografías de los hermanos cuando eran pequeños. Sonriendo de vez en cuando cuando encontraban alguna vergonzosa.

— Lo sabías, ¿Verdad? —Mire a Liam fijamente, él humedeció sus labios antes bajar la mirada.

— Lo sospechaba. —Susurró.— No sabía que tú no recordabas a tus padres, si no yo... no lo sé, lo hubiera tomado con más calma.

Baje la mirada hacia la fotografía que aún descanzaba sobre las oscuras ceramicas del suelo, repasando los rasgos del hombre impreso en ella. Donde estaba mi mente en ese momento, no lo sabía. Mi mente reproducia una y otra vez la escena en el pasillo del hospital pero parecia que nada sucedia en mi. Estaba confundido. Habia estado frente a mi padre apenas una hora antes y no lograba sentir ninguna emoción. ¿Que estaba mal conmigo?

Tomé la fotografía y sin darle un nuevo vistazo la deje caer en la caja, pasando rápidamente a otra en la que se encontraban Anne y mi madre, al mirar más de cerca la fotografía reconocí el edificio detrás de ellas. Era la casa de mis tíos.

— Anne. —Murmuré, tragando el nudo en la garganta mientras ignoraba el ceño fruncido de Liam. La mujer levanto sus amables ojos verdes hacia mi, dandome toda su atención. — ¿Donde estaban cuando tomaron esta fotografía?

Mirando la fotografía más de cerca, Anne sonrió.— Oh, esa fue tomada frente a la casa de tus abuelos, los padres de Trisha. —Miré directamente sus ojos, y ella negó, contestando a mi pregunta no formulada. — Murieron poco despues de que Trisha entrará a la universidad, apenas los conocí.

Asentí, empujando las fotos nuevamente dentro de la caja pero sin sacar más. No habia nada para mi allí dentro. Al parecer la mayoría de mi familia se habia ido, no quedaba nada por lo que seguír llorando y rogando. Parapadeé rápidamente, sintiendo mis pestañas humedas por culpa de las lágrimas. Tomando una gran bocanada de aire, reprimí el impulso de llorar y levante la mirada hacia los demás que parecían esperar algo de mí.

— ¿Podemos ir a tomar ese helado? —Las cejas de Liam se juntaron en un ceño preocupado, pero asintió lentamente.

— Claro. —Asintió poniendose de pie.— Claro, vamos.

— Gracias, Anne. —Murmuré hacia la mujer que me miraba confundida mientras me ponia de pie.— En verdad, muchas gracias.

— No es nada, Zayn. — Se puso de pie, revolviendo rápidamente dentro de la caja y ofreciendome una fotografía que no habia visto. En ella estabamos los tres, mis padres se mantenian sonrientes mientras un yo pequeño se aferraba a los brazos de una versión joven del Dr. Yaser. — Está fotografía la tome yo misma, si quieres puedes quedar...

— No, gracias. —Respondí cortandola. — Lo siento, Anne, pero no la quiero.

Me dí vuelta sin esperar a nadie y baje las escaleras corriendo, pasando por la florería sin prestar atención hasta que estuve en la vereda frente a la misma. Tomé aire rápidamente, intentando llenar mis pulmones sin lograrlo. Sabía que estaba hiperventilando pero no lograba detenerme.

— ¡Zayn! — Creí escuchar el suave sonido de un motor cerca pero no lograba centrarme, estaba desorientado mientras mi mente pasaba de un pensamiento a otro. Lo único que me mantenía en

pie era la pared detrás de mi. — ¡Zayn, contestame! ¿Que te sucedé?

Subí la mirada desde donde la mantenia en el suelo, aferrandome a la persona frente a mi. Lo único que sentía real en mi vida, la única persona que me conocía mejor que yo mismo y podía decirme lo que me sucedia. Lo que estaba mal conmigo. Niall.

— Shh, estoy aquí, Zaynie. — Susurró acariciando mi cabello mientras escondia mi rostro lloroso en su cuello, intentando normalizar mi respiración.— ¿Qué sucede, hermano? ¿Qué está mal?

— Estoy solo, Niall. —Susurré contra su cuello. — Ellos no me querían, no volverán.

— Tú no estas solo, Zay. —Me abrazo fuerte y me sentí un poco mejor aunque mis costillas se quejaron por la presión.— Estoy aquí, ¿Si? Soy tu hermano, Nialler, ¿Recuerdas?

— No te irás, ¿Verdad? Tú no me dejarás.

— Claro que no, me vas a soportar por el resto de tu vida. Así que preparate. —Sentí su sonrisa cuando dijo eso. Me estaba aferrando a Niall como un niño pequeño pero al rubio parecia no importartle. — Ahora levanta esa cabeza y deja de llorar como una niñita lo suficiente para decirle a tu sexy hermano irlandes lo que te sucede.

— Tu ego expotará algún día y nadie estará a salvo de eso. —Reí entre mis lágrimas mientras levantaba la cabeza y me apoyaba contra la pared detrás de mi. Por el rabillo del ojo pude ver a los demás parados a unos cuantos metros de nosotros, mirando con preocupación mi mini escena de pánico.— ¿Hace cuanto que están allí?

— Cuando llegue ellos salían de la tienda. —Niall llamo mi atención nuevamente hacia él. — Suelta la sopa Zayn, y dime que sucede. —Solté un tembloroso suspiro, el rubio levanto una de sus palidas cejas mientras miraba hacia los demás y de nuevo a mi. — ¿Fue culpa de Liam? Porque sabes que puedo golperalo, sabia que era un asaltacunas pero dame un segundo que lo pongo en su lugar.

— No es por Liam. —Sonreí mientras detenia a mamá gallina para que no recibiera una paliza de mi no—novio—aún—espero. — Además, no saldrías favorecido en esa pelea.

— ¿Me estas tratando de débil, Malik? Mira que siempre puedo practicar contigo. —Puso sus puños cerrados frente a su boca, en una posición de lucha. Rodeé los ojos antes de comenzar a reir, él sonrió.— Bien, eso esta mejor. Ahora, cuentame.

— Averigue el nombre de mis padres. —Susurré, mi sonrisa se borro.

— Eso es genial, ¿No? —Me encogí de hombros. — ¿Porque no estas feliz?

— ¿Sabes como se llama mi padre? —Él negó con la cabeza, me mordí el labio.— Yaser Malik.

— ¿Eh? —En otro momento me hubiera reido de la cara de confusión de Niall, en otra situación tal vez.— ¿Cómo el doctor del hospital?

Me quede en silencio, mirando el suelo mientras esperaba que el rubio uniera los puntos. Sabía que Niall lograría unir todo en menos de un segundo y el susurrado "Mierda", me dijo que lo habia logrado.

— Mhm. —Asentí.— Mierda.

— ¿Entonces que haces aquí? ¿Porqué no estás en el hospital? Ese hombre podría tener todas las respuestas que siempre has buscado.

— No lo entiendes, ¿Verdad? —Él me observo directamente, su sonrisa de siempre habia desaparecido siendo remplazada por una expresión de preocupación.— Ellos estaban perfectamente, tenían una amorosa relación y parecian felices. Al parecer yo arruine eso y decidieron abandonarme.

— Zayn, tú no sabes eso. No puedes asegurarlo.

— ¿Ah no? Entonces no encuentro ninguna otra explicación. —Murmuré.— Mi padre siempre a

estado aquí, en la misma ciudad que yo. Maldición, a solo un par de cuadras. Si me queria,

¿Entonces porque no me busco? ¿Eh? ¿Porque rayos fui criado por mis tíos?

— No lo sé, hermano. —Negó.— Pero él si. Ese hombre sabe lo que sucedió, ve y preguntale, exigele que te lo diga.

— ¿Y si me dice lo que no quiero oír? —Mis ojos se llenaron de lágrimas. — ¿Si confirma mis sospechas?

— ¿Y si es lo contrario? Tal vez ellos tuvieron una razón para hacerlo.

— Nada justifica el abandonar a un hijo. —Dije entra dientes.

— Estás enojado, Zayn. —Me tiró a un abrazo, pasando las manos por mi espalda suavemente.— Cuando tengas la cabeza fría hablaremos, si aún sigues pensando de esa forma nadie te obligará a nada, ¿De acuerdo?

Asentí, tomando una bocanda de aire antes de separarme de mi rubio amigo. Cuando miré su rostro vi que su usual sonrisa estaba en su lugar pero sus ojos aún parecian preocupados, sabia que su mente estaba trabajando a mil por hora en todo lo que le habia dicho. Niall tomo aire y pasando su brazo por mi cuello miró hacia los demás.

— ¿No ibamos a tomar un helado? —Grito, sacandome una sonrisa.