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Capitulo 16.

MICHAEL.

Deteniendonos frente a la puerta de la gran casa de ladrillos de dos pisos, propiedad de mi hermano, tomé un a profunda respiración antes de estirarme y tocar el timbre. Calum miró hacia mi cuando me movi inquieto a su lado, elevando una ceja en mi dirección.

—¿Que?

—¿Te estan picando las hormigas o tienes ganas de ir al baño? —bromeo—. Quedate quieto.

—Uh... no. Es solo que esto siempre me pone nervioso —admití.

—¿Que? ¿Presentar a tu esposo de dos horas a tu hermano y su familia? Me imagino que esta situación es nueva para ti.

—Lo es pero no es por eso —negué—. Es solo que no me gusta estar bajo el ojo critico de las personas y sé que al menos Rachel estara vigilandome.

—¿Quien es Rachel?

—La esposa de mi hermano. —la puerta se abrio en ese momento dejando ver a un delgado hombre en traje que nos saludo en frances—. Hey, Alfred, soy Michael, ¿esta Matteo?

El hombre balbuceo algo en otro idioma antes de hacernos un gesto para que entremos, dirigiendonos a una gran sala con sofás tapizados y una realmente fea alfombra tipo india. Que mal gusto para la decoracion tenian algunas personas.

—¿En serio se llama Alfred? —Calum miró hacia arriba con una media sonrisa—. ¿Como el de Batman?

—No tengo ni idea de como se llama —admití, dejandome caer en un sofá y atrayendo su silla hacia mi—. Lo dije para fastidiar y por lo que entendi de su balbuceo, lo logré.

—¿Hablas otros idiomas?

Lo pensé un segundo—. ¿Además del frances? —asintió—. Español, ingles, portugues y un poco de aleman.

—¿Como sabes tantos idiomas? —parpadeo hacia mi, como sino pudiese creerselo.

—Vivi en paises que los hablaban —me encogi de hombros—. Aprendia a adaptarme, hablando el idioma y cuando lo lograba, estabamos mudandonos nuevamente a otro lugar con un lenguaje diferente. Alemania fue uno de los primeros paises donde estuvimos por lo que no lo he usado muy a menudo.

—¡Tio Mike! —la voz de Ally hizo eco en la sala y me levante justo a tiempo para atrapar a la pequeña rubia en mis brazos. Sus pequeñas manitos acunaron mis mejillas mientras sus ojos verdes se abrian de par en par—. ¡Si, viniste! Viniste.

—Por supuesto que vine, no podia perderme a las princesas —rei, dejando un sonoro beso en su mejilla.

—¡Oh, estara La Cenicienta, tio! —dijo emocionada—. Papá la traera.

Matteo entro a la habitación en ese momento, por lo que levante una ceja hacia él—¿En serio? —pregunté—. No creía que eras el tipo de personas que tenia el numero de las princesas en tu telefono personal.

Matteo me hizo un gesto obsceno con la mano, aprovechando que su hija estaba de espaldas. Ally comenzó a revolverse en mis brazos por lo que la deje en el suelo, viendola rodearme para dirigirse directamente a Calum y detenerse frente a él con una sonrisa—. ¡Mira, papi, tio Mike trajo al principe de Blancanieves!

La expresión de desconcierto de Calum logró que me riera—. Okey, Cal, ¿desde cuando me engañas con esta chica, la Blanca?

"Idiota" gesticulo el moreno, dandole un sonrisa a Ally quien parecia decidida a treparse sobre él. Tomandola de debajo de los brazos, la subio sobre sus piernas quedandose quieto cuando Ally acuno su rostro y lo examino de cerca, como si estuviese intentando buscar algo en él. Sus pequeñas manos se movieron a su cabello, subiendolo al frente antes de alejarse para examinarlo.

—¡Si eres él! —chilló finalmente, rodeando el cuello de Calum con sus brazos.

Y eso solo logró que me quedara sin aire riendome. Aceptenlo, era gracioso. Mi sobrina realmente parecia convencida de que Calum era el principe de Blancanieves y el pobre moreno estaba más confundido que Adán en el dia de la madre. Era demasiado y el golpe en la cabeza proviniente de Matteo solo logró que me ahogara, intentando encontrar aire.

—Ya que mi hermano esta demasiado ocupado asfixiandose a si mismo será mejor yo mismo me presente —se acercó y extendio la mano hacia Calum—. Matteo Clifford, hermano del mono en evolución de pelo violeta.

Calum le sonrió, estrechando la mano ofrecida—. Calum Hood, pareja del mono.

—Si, lo sé, aunque no lo entiendo —lo miró incredulo y vi la expresión dudosa de Calum, por lo que me erguí rapidamente dispuesto a detener a mi hermano si decia algo ofensivo hacia mi pareja—. Realmente siempre pensé que Michael iba a terminar emparejado con una cebra o un payaso, ¿que haces tu, una persona normal, con él?

—¡Rompe-huesos! —grité antes de arrojarme sobre mi hermano, trepandome en su espalda y enviandolo al suelo, antes de darnos cuenta estabamos trenzados en una pelea tipica de niños pequeños.

—¡Tio Mike! ¡Tio Mike! —le eché un vistazo a Ally para verla agitando sus manos, dandome animos.

Por desgracia para mi, Matteo siempre habia sido más fuerte que yo por lo que no tarde mucho en tener la cara aplastada contra la alfombra y mi brazo torcido detrás de mi espalda mientras mi hermano lo jalaba en un angulo imposible—. Pide perdon, vamos, pidelo —rascó mi cabeza con brusquedad—. No te escucho, Mike, dilo.

—Perdón, perdón, perdón —palmee el suelo con mi mano libre, soltando un suspiro de alivio cuando senti el peso de mi hermano desaparecer junto a su mano. Me ergui y me sente en el suelo, frotando mi brazo.

—Bravo —un aplauso sarcastico logró que volteara la mirada en dirección a la puerta, sintiendo un escalofrio recorrer mi cuerpo—. Mis hijos siempre mostrando su vergonzoso lado salvaje, ¿acaso no han aprendido nada de mi?

—Veo que no te limitaste con las princesas —miré a mi hermano—. Tambien trajiste a la bruja.

—¡Michael Gordon Clifford, no hables así de tu madre! —me rasque la barbilla con el pulgar, mirando a la mujer frente a mi de arriba abajo.

—Avisame cuando ella llegue, porque que recuerde mi madre fueron varias niñeras. —le recordé, poniendome de pie y acercandome a Calum quien parecia querer entretener a Ally para que no prestara atención a lo que deciamos. Tome la mano del moreno y gesticule un "Lo siento" con los labios cuando me miró ya que sabia lo que se avecinaba.

—No tienes ningún derecho a llamarme de esa manera —mamá se movió hacia mi con expresión enojada—. Les he dado mi juventud a ambos, dedicandome a criarlos, ¿y de esta manera me pagas?

La miré con una ceja alzada recordandome que habia una niña presente antes de decir algo fuera de lugar—. Tu no nos criaste, Tiffany, ni siquiera estuviste allí el tiempo suficiente para que desarrollaramos algún sentimiento hacia ti, así que no me vengas con esas estupideces.

—¿Como puedes decirme algo así a mi? —jadeo, dramaticamente y hasta vi sus ojos cristalizarse y todo—. No puedo creer que mi propio hijo me este soltando difamando de esta manera.

Soltando un sonido fastidiado, me acerque a Calum y deje un beso en su mejilla, intentando disculparme con él de algún modo por ser testigo de la escenita de Tiffany. La mujer era simplemente insoportable, no podia verla siquiera en pintura. Era simplemente infernal y por desgracia compartiamos sangre y ADN.

Me arrepenti del gesto cariñoso cuando escuché el jadeo sorprendido de la mujer—. ¿Que significa esto, Michael? ¿Acaso te atreviste a traer a uno de tus enfermos amigos a la casa de tu hermano?

Comencé a levantarme, dispuesto a decirle unas cuantas verdades cuando la mano de Matteo cayó sobre la mia, el castaño negó suavemente con la cabeza y miró a la mujer—. Estas cruzando la linea, mamá, retractate.

—No hay manera, ¿tu tambien Matteo? —lo miró incredula antes de poner una mano en su pecho dramaticamente—. Ustedes dos solo me dan amarguras y verguenza.

—No me digas, ¿sabes donde esta la puerta o te acompaño? —masculle sarcasticamente, fulminandola con la mirada.

—No creas que voy a pasar esto por alto, Michael, tu padre sabra de tu desobediencia de inmediato.

—Ya que vas a ir a chismosearle, puedes decirle que no se gaste en intentar amenazarme —gruñi—. Calum y yo nos casamos esta mañana, así que no hay modo de que me convenzan de alejarme de él.

Eso logró que su ya de por si palida piel, quedase aun más blanca—. ¡No lo hiciste! No puedo creer que hayas hecho algo así —su voz bajo sonando como un chillido antes de dirigir sus ojos a Calum—. ¡Un hombre! Y ni siquiera podrias haber elegido a un hombre sano, ¡Te casaste con un maldito invalido!

—¡No hables de esa manera de él! —me puse de pie, interponiendome entre ella y Calum—. ¡Ese hombre me ha dado más amor del que tu alguna vez conoceras!

—¡Eres un maldito enfermo! —grito.

—¿Sabes que? Lo soy y amo serlo, porque estando enfermo, como dices tu, soy feliz y encontré el amor.

—¿El amor? —rio sarcasticamente—. Yo lo único que veo es un caso de caridad, ¿acaso quisiste una hacer una obra de bien con el pequeño estorbo? ¿Te dio lastima que no pudiese caminar? Porque si es de ese modo, podemos darle un poco de dinero y deshacernos de él, hijo.

—Me dices enfermo pero la única enferma en esta habitación eres tu —señale—. Tu mente esta tan podrida que me da nauseas el solo escucharte hablar.

—Esto no se quedará asi, Michael —gruño cerca de mi rostro—. Será mejor que esto sea una de tus retorcidas bromas o...

—¿O que? —desafie—. ¿Que vas a hacer?

—Te voy a desheredar —aseguró—. ¡Te quedaras en la calle!

Eso logró que yo me riera—. Hazlo, madre, desheredame. Metete todo tu dinero, billete por billete donde te quepa pero no vuelvas a mirar en mi dirección ni hablar mal de mi marido o destruire tu vida social hasta que no quede nada y sabes que puedo hacer.

—¡Ya destruiste mi vida social si alguien se entera de con lo que te casaste! —gritó.

Antes de que pudiese hacer nada, una pequeña sobre paso a mi lado y arrojo un vaso de jugo sobre el vestido de mi madre—. ¡Bruja! ¡Bruja! —gritó Ally, empujandola con sus pequeñas manos—. Hiciste llorar al principe, bruja.

Volteandome sobre mi mismo, vi a Calum intentado esconder su rostro entre sus manos mientras sus hombros se sacudian. Matteo paso a mi lado, atrapando a su pequeña hija entre sus brazos cuando me acerque, dejandome caer de rodillas frente a Calum y quitando sus manos para ver sus ojos inundados por lagrimas, las mismas caian por sus mejillas humedeciendo su piel.

—No llores, amor —pedí, limpiando sus mejillas y besandolo suavemente—. Lo que ella dijo no es verdad, lo sabes.

Escuché a Matteo gritando con mi madre y pidiendole que se fuera mientras esta hacia una dramatica escena sobre la verguenza que le causabamos. Calum me miró con los ojos empañados—. Tiene razón —musitó—. Ni siquiera soy un hombre completo, solo soy un maldito invalido.

—No —gruñi, acunando su rostro con mis manos—. Eres un hombre entero, cariño, eres el hombre que amo, ¿entiendes? No te degrades de esa manera, tu eres la cosa más importante para mi y mi madre solo es una cabeza hueca que no sabe lo que dice.

—Podrias estar con alguien mejor, con alguien que pudiese caminar.

Tomando su mano, giré el anillo en su dedo anular logrando que lo mirara—. Tu eres mío, Calum, aceptaste serlo y lo serás hasta que me mate haciendo alguna estupidez o algo suceda con nosotros. Te amo como eres y te ame desde el primer momento, así que no digas idioteces porque te quiero solo a ti —deje un pequeño beso en sus labios—. Y tu volverás a caminar, estoy seguro.

—¿Y sino puedo hacerlo?

Sonreí contra sus labios—. Te cargare en mis brazos hasta que muera, bebé, no existe nada en el mundo que me haga separarme de ti.

Eso logró que me dedicara una pequeña sonrisa—. Te amo, Michael. —susurró.

—Y yo te amo a ti, aunque me engañes con Blancanieves. —bromee, logrando que me diera un pequeño golpe.

Los gritos de Matteo y mi madre se alejaron justo en el momento en que Ally se acerco a nosotros y nos miró a ambos antes de dejar su mirada en mi—. Si ustedes son novios —musitó—. ¿Te disfrazaras de Blancanieves para mi fiesta, tio Mike?

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