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ѕυєñσ
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   —JungKook, despierta.

   El azabache abrió lentamente los ojos, notando que estaba en una cama y frunció el ceño al no saber cómo había llegado ahí. Levantó la mirada y se encontró con Lisa, sonriéndole. Talló sus ojos y miró con atención, ¡era ella!

   —¿L-Lisa? ¿No estabas e...?

   Estaba confundido, ¿no estaba en el hospital?

   —¿Y Priya?— preguntó, a lo que Lalisa frunció el ceño.

   —¿Quién es Priya?

   Negó con la cabeza y se sentó en la cama. Le tocó el brazo y sintió la suavidad de su piel al tacto; se acercó y tomó su rostro en sus manos.

   —¿Eres tú?— preguntó con las lágrimas a punto de salir.

   —¿Por qué lloras? No llores, amor— hizo un puchero—. Sea lo que sea, estoy aquí— lo abrazó y él lloró en sus brazos, sintiéndola y pensando que todo había sido un sueño.

   Jamás había existido Panpriya, el accidente de su madre ni el desmayo de su pequeña. Solamente había tenido una pesadilla.

   Y cuando supo que había sido un mal sueño y que su Lisa estaba bien, despertó. Vio la oscura realidad en la que estaba viviendo y se dió cuenta que lo vivido había sido real, que estaba sufriendo al no tenerla consigo.

   Miró la hora en su celular, notando que eran las seis de la mañana cuando una enfermera entró.

   —Oh, no quise despertarte— se disculpó la chica—. Mi nombre es Yuju y seré la persona encargada de Lisa— le sonrió.

   —Oh, sí. Está bien— asintió nada más, sin mirarla ni devolverle la sonrisa. Aún seguía pensando en ese extraño sueño y hubiera sido muy bonito si hubiese sido real.

—Aquí en la habitación hay cámaras de seguridad— dijo Yuju, cambiándole las sábanas a Lisa—. Por lo se puede ver y escuchar todo lo qué pasa en la habitación— explicó—. Y verás... estoy también a cargo de algunas cuantas cámaras y, por casualidad, me tocó vigilar la tuya.

JungKook la miró y relamió sus labios.

—Cantas muy bonito— admitió sonrojada—. Ella debe estar muy afortunada en tenerte cantándole a su lado— miró a su paciente con una sonrisa—. ¿Alguna vez pensaste en ser un idol?— preguntó mirándolo—. Tienes la imagen y la voz.

El azabache negó con la cabeza y se levantó del sofá, caminando hacia la puerta. Yuju, al ver esto, hizo una reverencia, en forma de disculpa.

—Perdón si te incomodé con mis palabras— mordió su labio—. No era mi intención...

—No te preocupes— le dió una media sonrisa—. Lo que dices, me lo dicen seguido— hizo una reverencia y salió del cuarto, yendo al baño a lavarse la cara.

—Dios... ese hombre está muy guapo— admite la enfermera poniendo una mano en su pecho.

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Eran las tres de la tarde cuando TaeHyung entró a la habitación en donde descansaba la novia de su mejor amigo. HeeAe no pudo ir al hospital debido a que tenía que cuidar su repostería, por lo que le pidió amablemente al peligris y éste aceptó con gusto. No había visto a su mejor amigo hace tres días y estaba emocionado por verlo.

—¡Hola, JungKookie!— saludó alegremente Tae, dándole un beso en la mejilla al azabache.

—Hola, Tae— intentó sonreírle, pero en vez de eso, una mueca salió de sus labios. El peligris miró la camilla y mordió su labio con pena al mirar el estado de la pelinegra—. ¿Sabes? Hoy tuve un sueño bonito— empezó a decir—, en donde me despertaba y miraba que todo lo que está pasando ahora, era un sueño. Que el accidente de su madre no había ocurrido, que Priya no había existido y que mi Lalisa estaba bien...

Lo miró con los ojos acuosos, con un puchero en sus finos labios.

—¿Sabes lo feliz que me sentí en esos segundos?

TaeHyung lo miró con pena, sintiendo lástima por su JungKook. Lo abrazó y acarició su cabeza, mientras que el azabache lloraba en silencio.

—Está bien no estar bien.

Lo miró y le dió un beso en su cabeza. Acunó su bonito rostro en sus grandes manos y le dió un besito en los labios, algo que no habían hecho antes y que Tae había tomado la iniciativa de hacer.

—Todo va a estar bien— le sonrió y JungKook lo miró sonrojado. No se esperaba para nada ese beso y su mejor amigo rió al ver su expresión nerviosa—. No te lo tomes personal, pero descubrí que me gustan los hombres— le guiñó el ojo.

—¡¿Qué?!— lo miró shockeado.

—¡Es broma, hombre!— carcajeó—. Lo dije nada más para levantarte el ánimo y hacer que sonrieras. No puedes estar triste todo el tiempo, Kook.

—L-Lo sé, pero no es fácil ver algo así— miró de reojo a Lisa.

—Lo sé, pero tienes que salir adelante— sonrió—. Y sé que apenas ha pasado un día de esto, pero tienes que ser fuerte y salir adelante— el azabache asintió—. Ve a casa, dúchate y vamos a algún lado.

   —P-Pero, Ta...

   —Pero nada— interrumpió—. Déjala descansar al menos por unas horas, luego volvemos y te quedas a cuidarla. Tu madre cerrará la repostería temprano para venir a cuidarla mientras no estamos— explicó antes de que se lo negara—. No va a estar sola.

   —No lo sé, TaeHyung— agarró la mano de la chica—. No quiero dejarla sola...

   —No va a estar sola— repitió—. Vamos a despejar tu mente por unas horas y luego volvemos. Ya te lo dije.

   —Está bien, pero no muy tarde porque sino no me dejan pasar y no podré quedarme— aceptó el azabache. TaeHyung asintió con una sonrisa.

   —¡No te arrepentirás!

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Hola, sé que a nadie le importa jsjs pero mañana comienzo mis clases en línea, por lo que voy a estar muy ocupada con las tareas, proyectos, etc, que la fecha de actualización de la historia va a cambiar.

No faltan muchos capítulos, y a pesar de que tengo tres borradores listos, no los publicaré porque quisiera terminar la historia en borradores para luego compartirla con ustedes.

Bueno, ya lo dije antes, sé que a nadie le importa, pero era algo que les quería decir :c