5. With friends
—¡Eiji! ¡Nos volvemos a ver por fin!
El aludido se revolvió un poco en su asiento con un sonrojo de vergüenza en su rostro. Su teléfono celular vibró en la mesa.
—¿Qué sucede? — preguntó Ash con tono preocupado mientras tomaba con su mano vendada la del omega. El hilo rojo se posó luciendo su esplendoroso color.
En eso, el omega hizo una mueca de incomodidad y observó al pelo pincho.
Otra vez, al móvil le entraron varios mensajes.
—No recuerdo quien eres.
Una orquesta de jadeos y feromonas ofendidas llenó el apartamento de Ash y de su amigo el alfa chino. Tenía que admitir que olía a rosas por el piso recién trapeado. Estaba muy arreglado, quizá porque tendrían visitas.
—¡Pero sí me presenté delante de ti! — su voz se quebró.
—¿Cómo lo puedes olvidar... a él? — señaló despectivo —. ¡Hasta corrió en taparrabos! Por desgracia ya vi los videos...
—¿Cuál desgracia, Yut Lung? Si ese es el cuerpo que siempre ves cuando folla-
El sonido de la cachetada dejó impactado a Eiji y su celular seguía llegando mensajes.
—¡No necesitan saberlo, estúpido Shorter! — estaba molesto de verdad, casi podía apreciar el humo sacado de sus orejas.
No solo estaban ellos tres, sumando a la reunión también estaba un omega precioso de cabellos largos negros y lacios.
Al sentirse más cómodos en pasar el tiempo juntos, Ash propuso presentar a sus amigos para que, según sus palabras, conocieran a la persona más maravillosa del mundo.
Ante el pensamiento, Eiji apretó sus dientes y su cabeza le comenzó a dar vueltas. No quería armar una escena por su maraña de emociones con gente ajena. Sin embargo, a juzgar por la interacción de la otra pareja, parecía que eran muy llevaderos.
Por lo mismo, sujetó con cuidado la mano lastimada de Ash y lo mimó con toques suaves como el aleteo de una mariposa.
—Aún si iniciamos con el pie izquierdo, estoy encantado de conocer a los amigos de Ash. — la cordialidad en su mirada provocó que los otros cesaran de pelear.
En eso, el omega chino hizo un manoteo.
—No, no, te equivocas — fulminó con la mirada al rubio. —. Yo no soy amigo de ese escuincle.
El alfa no iba a permitir que su orgullo fuera pisoteado por un narcisista.
—Pues lo mismo digo, vividor emocional.
Los cabellos de Yut Lung se crisparon.
—¡¿Qué?!
La incesante vibración del móvil de Eiji empezó a ser un fastidio. Por lo mismo, lo sacó de su bolsillo, exhaló exasperado después de notar que los demás lo estaban observando.
—Disculpen... es una llamada que debo atender.
Ash relajó su rostro mientras lanzaba un aroma agradable para relajar el ambiente.
—Claro.
Al momento de ponerse de pie tras excusarse, giró su rostro hacia el lado de Yut Lung y contestó, recibiendo gritos por parte de la otra persona en la llamada. A pesar de que fueron palabras ahogadas, el omega chino pudo apreciar el tono flemático.
Algo no cuadraba bien del todo.
—Así que... alma gemela — pausó para generar expectativa. —. ¿Seguro que no fueron las drogas?
El rubio gruñó bajito, mostrando un colmillo de desprecio.
—Te mostré las tijeras, Yut Lung, no jodas— Shorter salió a defenderlo a capa y espada. —, aunque sea invisible para nosotros, ese hilo es más resistente que la telaraña de Spiderman.
—Ajá, sí, claro —no le prestó atención su novio. —, ¿y cuál es el plan? Por qué si dicen ser destinados es una tontería lo que hacen...
—Oye... — calló el alfa chino, desorientado.
No obstante, Ash ni se inmutó por ese veneno en sus palabras.
—Eso no quita que somos desconocidos — inclinó su torso para relajar sus músculos. —, queremos llevar esto a nuestro ritmo, nada más.
Shorter y Yut Lung se vieron las caras. Ellos, al verse por primera vez, tuvieron sexo desenfrenado siendo completos extraños hasta el amanecer. Luego llegó el tiempo de las charlas y las citas, pero quiénes eran ellos para juzgar las virginales intenciones de la nueva pareja.
—Que noble — dijo con sarcasmo el pelo largo. —, pero creo que te complicas la vida.
—Explícate. —entrecerró sus ojos.
—Si quieres saber cómo es Okumura en realidad, charla con sus propios amigos... —se deleitó por el silencio del alfa.—, oh, no me digas que es antisocial y no tiene....
Shorter sudó frío. La enemistad estaba escalando muy rápido.
—No peleen... — pidió sin éxito.
Sin embargo, Eiji se asomó nuevamente a ellos; se le denotaba estresado en sus músculos pero lo ocultó lo mejor que pudo con una sonrisa.
—Lo siento, era una llamada de mi jefa.
Así, Ash se acercó a él inesperadamente, acortando la distancia, y por ende, el largo del hilo para sostener una de las manos de Eiji y masajearla con cierta ternura.
Por su lado, los demás presentes contemplaron el afecto, extrañados de ver al alfa tan meloso.
—¿Todo en orden? — buscó su preciosa mirada.
El omega se ruborizó levemente.
—Sí, es algo que debo encargarme después.
—¿Día sábado? — alegó Shorter, descontento.
—Los periódicos nunca descansan... — agregó con un tono cansado y sintió que Ash entrelazó sus dedos contra los suyos.
—Eh... y yo que iba a sugerir que llamaras a tus amigos para ir a un bar... —el omega chino exclamó con cierta cizaña. —. Claro si es que los tienes...
—Yut Lung. —siseo Shorter para que le parara.
La reacción de Eiji fue la menos esperada: con el rostro iluminado y las feromonas fortalecidas en alegría, sonrió de oreja a oreja y comenzó a mensajear a través del móvil.
—¡Me parece una buena idea! — carcajeó dulcemente. —. Estoy seguro que les encantarán conocerlos. —. ¿A cuál discoteca vamos?
Al malintencionado del pelo largo le salió por el tiro por la culata.
A Ash se le contagió la buena vibra de Eiji al querer presentar a sus amigos, y la curiosidad se activó rápidamente cuando iban a camino a la cantina.
Sin embargo, nada ni nadie los preparó al verlos por primera vez.
Todos se quedaron tiesos de la perplejidad al tenerlos de frente. La música fuerte no ayudaba en absoluto en el ambiente que se había creado.
Dos ancianas, betas, amas de casa, quienes se dijeron que se llamaban señora Coleman y señora Owen; ambas estaban siendo escoltadas por dos corpulentos hombres, de casi dos metros cada uno cuyos nombres eran Blanca y Sing.
Aunque todo la atención se la llevaba el rubio mientras que Eiji sonreía de vergüenza y la pareja de chinos se limitó a observar.
—Ay, con que este es el famoso Ash. — la señora Owen chilló maternalmente.
—Hemos escuchado mucho de ti, cosas muy buenas. — la señora Coleman pellizcó los mofletes del alfa.
En eso, la fuerte mano de Sing golpeó el hombro de Ash de manera amistosa y Blanca hizo lo mismo pero con su espalda. Por un momento, al rubio le faltó el aire.
—Así que eres la razón del por qué Eiji ha dejado de ir a entrenar. — sonrió Sing.
—Quizá deberías de ir a clases con él, verás que tan fuerte es tu omega. — guiñó un ojo, haciendo que las viejitas gimoteen de la emoción.
—¡Blanca! —musitó el japonés, cubriendo su rostro. —. Que pena...
El admirar el contraste de las amistades siendo las vecinas y los entrenadores del gimnasio era abismal. ¿Con qué clase de gente se junta Eiji realmente?
N/A: yo sería como la señora Owen y Coleman si Blanca me coqueteara AKDKFKG 😂 no digamos Sing quien está mamado en esta historia. Que suertudo es Eiji 🙈
Veremos más de ellos, incluyendo a Shorter y a Yut Lung ❤️✨ así que no se preocupen ❤️✨
De nuevo, millones de gracias por todo el apoyo que le dan a esta pequeña historia ❤️❤️❤️✨ espero que lo estén disfrutando tanto como yo al escribirla.
Nos vemos mañana ❤️✨
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