Cuando sus manos rozaron, ambos se sobresaltaron como si hubieran recibido un choque eléctrico. Ash estaba complacido y sorprendido por la mano de Eiji tocando la suya, aún si fue por mero accidente. Se le cayeron sus palillos en el mantel cuando armaron un picnic de comida japonesa en el parque de Nueva York y cuando quiso recogerlo, el omega pensó hacer lo mismo. Ese impulso gentil poseía un motivo, por culpa de una distracción se lastimó su mano con ácido, provocando una quemadura de primer grado. Fue al hospital para que lo trataran, lo más curioso es que, a pesar de estar vendado a totalidad, el hilo rojo aún sobresalía.

Preocupó a su familia y amigos por ese percance, pero en especial no pudo olvidar la angustia de Eiji al momento de enterarse.

Aunque todo había salido relativamente bien, todavía no podía usar su mano perfectamente.

—Ah... sabía que debía preparar algo para comer sin cubiertos — Eiji se lamentó, emanando feromonas pesadas. —. ¿Te duele?

Ash negó con la cabeza, intentando tranquilizarlo con una sonrisa suave. Apreciaba en demasía la comida que había servido Eiji para encontrarse un poco con su cultura. Cada platillo tenía su... encanto. Había una que otra comida que apestaba a rancio (como esa plasta café encima del arroz) y no quería probarla, pero solo por ser Eiji lo intentaría.

—En realidad no, creo que todavía no puedo usarlos correctamente.

—Es porque los movimientos de tus dedos están restringidos — suspiró con frustración. —. Sabía que debía traer un tenedor.

—Oye, yo insistí en aprender... no te culpes, por favor.

Eiji encogió sus hombros.

—Pensé que sabrías cómo usarlos... vives con tu amigo chino...

—Él come como animal, no lo pongamos de ejemplo.

Así, regresó el buen ambiente entre ellos, destellando feromonas cuyo aroma floreció como flores silvestres en pleno otoño.

Rápidamente, Eiji cogió los palillos ociosos sobre la tela, formando una sonrisa al momento de hallar la mano sana del alfa y alzarla cuidadosamente.

—No eres zurdo pero... déjame enseñarte cómo se usan al menos...

—Eiji. — parpadeó varias veces, un poco sonrojado.

En ese momento, ambos se dan cuenta que es la primera vez que se toman de las manos.

En búsqueda de aprobación, se vieron a los ojos para perderse en el reflejo de sus emociones. Sin mediar palabra, los dedos de Ash se deslizaron sobre la tersa piel del dorso del omega, sintiendo su calidez embriagante, hasta encontrarse con los propios dedos de su destinado y entrelazarlos con vacilación.

Esa osadía soliviantó a Eiji a que fuese un poco más atrevido, con los sentimientos queriendo desembuchar por el percance acaecido en el laboratorio, agarró con suma delicadeza la mano herida de Ash, tocando con ternura el vendaje.

—Todavía tengo miedo... — susurró, abriendo su corazón. —, no proceso lo que te pasó... lo siento...

—No — contestó sin darle tiempo de seguir hablando y estrujó débilmente ambos agarres de sus manos. —, yo lamento en preocuparte... créeme que estoy bien.

Entonces, ellos se acercaron aún con las manos tomadas y juntaron sus frentes mientras cerraban sus ojos para disfrutar la cercanía. El latido de sus corazones erráticos manifestaba el afecto del momento que cada vez era más común en ellos. 

Cuando el hambre se asentó, Eiji cubrió la mano izquierda de Ash entre los palillos y así comenzaron a comer juntos. 

Todo iba a color de rosas, hasta que las arcadas del alfa se pronunciaron tras probar el natto. 

Menudo melindroso... 

N/A: que Ash no le guste el natto es un clásico que no podía evitar pasar 🙈

Estos dos ya van queriendo 🤧💖✨ el siguiente capítulo es uno de mis favoritos porque saldrá un personaje muy querido para la mayoría, a parte de otros que quizá será una sorpresa verlos akakskd.

Muchas gracias por su tiempo ❤️✨ nos vemos mañana ❤️😊