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Capítulo único

Besa, besa, besa, besa, besa
Con un toque de ternura
Y roza mis labios con dulzura
Y me derrito en su boca

Pablo Alborán – Caramelo


La primera vez que se besaron fue un accidente. Izuku podría haber jurado por su madre que no quería besar a Shoto, pero no juraba nada porque más tarde se dio cuenta de que muy en el fondo de su ser sí quería besarlo. Aunque no de esa manera.

Estaban teniendo un día libre, un descanso entre tanta preparación para ser héroes. Izuku, quien toda su vida había sido muy solitario, ahora tenía amigos con los que compartía muchas cosas. Sus compañeros de clase eran muy divertidos y amables. En cuanto a organizar actividades para pasar el rato, Ashido y Kaminari eran los encargados. Iida siempre estaba presente para verificar que las actividades no dañen la moral de la UA. Cuando nadie estaba viendo, Uraraka hacía un puchero y murmuraba que Iida era un aburrido.

Si bien no podían salir de la UA por motivos de seguridad, nada les impedía reunirse en los jardines o en la sala común. El día en que Shoto e Izuku se besaron primera vez, estaban pasando la tarde en los jardines. Mina había propuesto hacer un picnic y Denki había llevado su patineta que rara vez usaba.

Hagakure y Sato prepararon la comida y las bebidas. Yaoyorozu aportó una manta para poder sentarse en el pasto sin que la ropa les quede manchada de verde.

La jornada estaba siendo muy divertida para todos, aunque si les preguntaran a Tokoyami o a Bakugo quizás hubiesen respondido de manera negativa. Al menos eso indicaban sus rostros.

Luego de comer, empezaron los juegos. Alguien había llevado una pelota pequeña, Sero propuso jugar al fútbol, pero Ojiro y Asui propusieron jugar al vóley y a los demás les gustó más esa idea, por lo que Hanta armó una red con sus cintas y los interesados se organizaron en equipos. Toru y Ochako se encargaron de animar a los jugadores.

Otras personas prefirieron quedarse en la manta charlando. Tokoyami se había acostado para dormir una siesta y Bakugo criticaba a los que jugaban al vóley.

Midoriya le había pedido a Kaminari que le enseñe a usar la patineta, ya que le parecía muy divertido. Jiro comentó que también le gustaría aprender, por lo que los tres se dirigieron a una zona que tenía una pequeña pendiente. Quizás no era el mejor lugar para aprender a patinar, pero a ninguno se le ocurrió contradecir al profesor Kaminari, después de todo él era muy bueno manejando la patineta.

Izuku fue el primero en probar, Denki le explico como pararse y cómo patear para darse impulso. Claro que no contó con que Izuku tenía mucha fuerza gracias a su quirk, por lo que un par de patadas después, Izuku bajaba por la pequeñísima pendiente a toda velocidad. La verdad es que nadie entendía cómo había agarrado tanta velocidad.

Lo importante es que Midoriya se dirigía justo a donde estaban Kirishima, Todoroki y Shoji hablando tranquilamente. Cuando se dieron cuenta de que Deku iba hacia ellos, Kirishima y Shoji salieron corriendo, sin embargo, Todoroki se quedó parado viendo como su amigo se dirigía a él. Quizás no se había dado cuenta que era peligroso quedarse ahí o quizás su héroe interior le dijo que era momento de salvar a alguien.

—¡Todoroki cuidado! ¡Se van a chocar! —gritó alguien, lo cual hizo reaccionar a Shoto, pero en lugar de correrse o de hacer una estructura de hielo que frene la patineta, se agachó un poco y extendió sus brazos hacia los costados, como si quisiera dar un abrazo.

A lo lejos Denki se golpeó la frente y Kyoka se preguntó qué intentaba hacer al abrir los brazos de esa manera, porque claramente no tenía sentido lo que estaba haciendo.

Izuku intentó desacelerar para evitar el impacto, pero no pudo y tal como estaba previsto chocó con Shoto a quien ni siquiera se le cruzó por la mente moverse. Los dos terminaron en el piso, uno arriba del otro. Lo que nadie había previsto era que Todoroki iba a abrazar a Deku y que sus bocas iban a terminar pegadas.

Se quedaron así, con sus labios unidos y los ojos bien abiertos. A esa distancia no podían verse a ellos mismos, pero tampoco lo necesitaban, estaban muy impresionados. Deku sentía que su alma había abandonado su cuerpo y flotaba por ahí. Shoto pareció entender la situación, pestañeó y apretó sus brazos alrededor del cuerpo pequeño que tenía encima de él.

En ese momento Kirishima se acercó corriendo, pensando que se habían lastimado ya que ninguno se movía.

—¿Chicos están bien? ¡Ah! —Eijiro se había preocupado de verdad por sus compañeros y al correr hacia ellos no vio la patineta de Kaminari, la pisó y cayó al piso cuando las ruedas giraron. Había sido muy gracioso y varios comenzaron a reír.

Izuku sintió que su alma volvía a su cuerpo, separó su cara de la de Shoto, pero no pudo incorporarse, ya que seguía atrapado entre sus brazos. Shoto frunció ceño al sentir que se alejaba de él.

—¡Perdón Todoroki! —Su cara estaba muy roja. Shoto había aflojado los brazos e Izuku se incorporó rápidamente. Le ofreció la mano para ayudarlo a levantarse—. ¿Te golpeaste la cabeza? ¿Te duele mucho?

—Sí, me duele —contestó Kirishima. Izuku volteó la cabeza hacia él. Se sorprendió al verlo tirado en el piso.

—¿Kirishima vos también? —Quiso acercarse, pero Shoto tomó su mano. Su cara, que seguía colorada, se puso aún más roja. Se giró para encararlo—. ¿Qué pasa Todoroki?

Shoto no quería decir nada, solo no quería que Izuku se vaya. Pero algo tenía que decir.

—Me besaste —dijo bajito y sin expresión. Deku comenzó a boquear como un pez y a mover su mano libre de manera errática.

—N-no, no, no fue mi intención.

—Pero...

—Deku, Todoroki, ¿están bien? —Uraraka llegó corriendo hasta ellos.

—Sí, gracias Uraraka. —Izuku se alejó de ellos a paso rápido y se mantuvo lejos de Shoto el resto de la tarde.

Todoroki no estaba contento, pero no podía hacer nada, cada vez que intentaba acercarse, Izuku se alejaba.

El segundo beso llegó gracias a otra actividad organizada por la clase. Se acercaba el festival de Tanabata, pero dado que no podían salir de la UA, organizarían una pequeña fiesta en la sala común. Aunque les hubiera gustado hacer un mini festejo en el exterior, no iba a poder ser porque debían ser los estudiantes quienes se encargaran de organizar todo. Nadie quiso ocuparse de semejante festejo, por lo que se limitaron a hacerlo adentro.

Claro que no faltaron las protestas y ruegos por parte de los estudiantes de la clase 1 A, pero Aizawa los mandó a callar activando su quirk. Aunque a los que tenían quirk del estilo mutante como Asui o Tokoyami no se les movió un pelo. Pero igual se quedaron callados porque su profesor daba miedo.

El día del festejo las chicas se vistieron con yukatas, Shoto y Yuga también lucían ropa tradicional japonesa. Izuku no lo diría en voz alta, pero él pensaba que Todoroki se veía muy bien con esa ropa.

Sato había preparado varios platos típicos, aunque algunos pensaran que solo se le daba bien cocinar postres, la verdad es que Sato era un cocinero excelente.

Luego de la comida comenzaron con los juegos, habían armado puestitos para que sean parecidos a los puestos de feria. Claro que tuvieron que adaptarlos, en lugar de tener que pescar un pez dorado, tenían que atrapar un pez amarillo de plástico que en la boca tenía un imán. La base donde estaban los pececitos giraba muy rápido y los peces abrían y cerraban la boca, por lo que el juego no era tan fácil como parecía.

Bakugo casi explota el puesto por el enojo de no poder atrapar al maldito pez. Por suerte Kirishima se lo llevó antes de que pierda el control y mandara a volar a Koda con mesa y juego incluidos.

En el puesto de Ochako y Toru había pequeñas cartulinas de colores para que cada uno escriba su deseo. Luego las colgaban en una planta de bambú que estaba detrás de ellas.

—¿Está mal si pido por un romance entre dos chicos? —preguntó Toru. Nadie lo sabía, pero Uraraka y Hagakure eran dos fujoshis encubiertas. Shipeaban a sus compañeros de clase y hasta a sus profesores. Soñaban despiertas con presenciar un gesto romántico entre dos chicos.

—Um, capaz un romance sea mucho, ¿qué tal un beso? —propuso Ochako.

—Está bien. Si lo pedimos las dos al mismo tiempo quizás se haga realidad, ¿no?

—¡Sí!

Cada una escribió su deseo y luego lo colgó en el bambú. Varias personas pasaron a dejar sus deseos, Midoriya pidió ser el mejor héroe de Japón, Mineta pidió algo indecente que nadie se atreve a decir en voz alta, Kaminari pidió una novia y Yaoyorozu pidió que a todos les vaya bien en los próximos exámenes.

Después de algunas horas los puestos habían quedado desatendidos y todos estaban charlando en pequeños grupos en los sillones.

—Juguemos a algo, estoy aburrida —pidió Ashido.

—Deberíamos hacer esos juegos de los programas de variedades —comentó Jiro—. Como embocar una pelotita en un vaso o...

—Eso es aburrido —interrumpió Kaminari—. Mejor juguemos a El rey dice.

—Somos muchos —opinó Ojiro.

—Así es mejor. Los que no quieran jugar que hablen ahora o callen para siempre.

Koda y Sato se retiraron para lavar los platos. Momo iba a acompañarlos, pero Iida le pidió que se quede, ya que ella había trabajado mucho en la organización, él ayudaría a los chicos. Jiro estuvo a punto de retirarse, pero al ver que Momo iba a participar, se quedó. Asui se había retirado antes porque estaba muy cansada. Yuga se había quedado dormido en el sillón, Shoji prefirió no participar, pero se quedó para ver el show. Bakugo también se había ido a su habitación, alegando que no le interesaba pasar más tiempo con ellos. Aunque más de uno sabía que solo tenía sueño, pero no se animaba a decirlo.

Usaron un papel de los que usaban en la cocina para hacer la lista de compras para anotar los números del uno al trece. Quien sacara el número uno podría darle una orden simple a uno o más números. Si el elegido no quería cumplir la orden, debía bailar la macarena por treinta segundos.

Ojiro fue el primero en sacar el número del rey.

—Mi primera orden va a ser que el ocho dé una vuelta completa al sofá saltando en un pie.

Tokoyami se levantó con su expresión seria de siempre, lo miraron pensando que se iba a negar, pero simplemente suspiró y comenzó a saltar en una pierna. Varias personas re rieron al principio, pero luego comenzaron a animarlo hasta que completó toda la vuelta y pudo sentarse. Kaminari lo felicitó con efusividad por haber pasado la prueba.

Hicieron el sorteo nuevamente.

—¡Me tocó el uno! Soy la reina —gritó Mina—. Ok, les ordeno al cinco y al doce que se besen por diez segundos.

Un silencio abismal invadió la habitación. En la cocina un plato se cayó y afuera un gato maulló, probablemente se estaba peleando con otro gato.

—Ashido eso es... genial —dijo Denki, todos lo miraron con cara de "¿estás loco?" —. Vamos, muestren sus números, si no cumplen tienen que bailar la macarena.

—Tengo el cinco —dijo Izuku con las mejillas rojas.

—Yo soy el doce —mencionó Shoto.

—Ah, Todoroki no es necesario que...

—Acepto.

Toru reprimió un jadeo y apretó fuerte la mano de Ochako. Se miraron a los ojos con ilusión. Para esto era que estaban vivas, estaban destinadas a presenciar este momento.

Todoroki se levantó y se acercó a Midoriya que tenía la cara muy roja, tomó su mano y tironeó suavemente para que él también se levante. Izuku se levantó mirándolo a los ojos, se sentía avergonzado, pero también estaba emocionado. En ese momento eran solo ellos dos. Todoroki posó un mano en su cintura y la otra en una de sus mejillas.

Hagakure y Uraraka estaban a punto de llorar por la emoción, pero se aguantaron porque sino las lágrimas iban a entorpecer su visión. Kirishima los miraba impresionado, pensando que Todoroki era muy varonil por animarse así.

Izuku se paró en puntas de pie y Shoto se agachó un poco, cerraron sus ojos despacio y sus labios se unieron en un beso suave. Todoroki apretó solo un poco su agarre en la cintura de Deku.

Nadie estaba contando el tiempo, todos estaban muy impresionados ante lo que estaban viendo. Ninguno de los dos había puesto mucha resistencia al beso.

Justo cuando Todoroki hizo un movimiento imperceptible para todos, excepto para Deku, Toru comenzó a aplaudir emocionada y algunos la siguieron, aunque sin tanta emoción.

—¿Pasaron los diez segundos? —preguntó Mina.

—¿No estabas contando? —dijo Mineta.

—No —Ashido rio nerviosa.

—Podemos hacerlo de nuevo —acotó Todoroki con su expresión que no dejaba ver las emociones que tenía en su interior.

—¡Todoroki! —Izuku estaba abochornado. Se había tapado la cara con las manos y evitaba la mirada de todos.

—Mejor sigamos —dijo Kirishima.

Izuku volvió sentarse en su lugar, Shoto quería sentarse a su lado, pero no había espacio. Se quedó parado un momento mirando a Sero que estaba sentado al lado de Deku y luego se giró para sentarse donde estaba antes.

Hicieron el sorteo nuevamente, Momo obtuvo el número uno y su orden fue que el número trece debía ponerse de pie y cantar la canción del payaso Plim Plim. Hanta suspiró resignado, se levantó y cantó. Era eso o bailar la macarena.

Todos rieron un rato, aunque Sero moría de vergüenza. Todoroki no despegaba sus ojos de Midoriya que seguía con las mejillas coloradas. Izuku lo miraba de reojo y luego desviaba su vista.

Cuando el juego terminó Deku se levantó, dijo que tenía sueño y prácticamente corrió hasta el ascensor.

Su tercer beso fue gracias al ambiente romántico que había a su alrededor. Luego del festival de Tanabata no hablaron de lo que había pasado. Todoroki sentía que no había tenido oportunidad y Midoriya trató de tomárselo como un hecho que ocurrió por un desafío durante un juego. Nada más. Claro que había sido el mejor desafío de su vida, pero eso era algo que guardaría en lo profundo de su corazón.

Japón tenía muchos aspectos culturales que se destacaban, uno de esos aspectos eran los festivales de verano. Luego del Tanabata llegó el Bon Odori. Si bien esta era una celebración más pequeña, los estudiantes de la clase 1 A pidieron a su profesor tener el día libre, pero por supuesto no les fue concedido. No faltaron las quejas, sobre todo de Ashido y Kaminari.

—Basta de quejarse, van a poder besuquearse mientras miran los fuegos artificiales. Confórmense con eso.

—¡Profesor! —gritó Iida—. Esas no son palabras dignas de un profesor de la UA. —Aizawa no le dio importancia y se giró para escribir en la pizarra.

Más de una persona se sonrojó pensando en la posibilidad de besar a su crush esa noche.


Todoroki no podía sacarse de la mente el beso que había compartido con Midoriya, muchos menos después de haber escuchado las palabras de su profesor. No entendía qué tenían que ver los fuegos artificiales con los besos, pero si la pirotecnia en el cielo era un motivo para besar a Izuku él no iba a desaprovechar la oportunidad. Aunque no tenía idea de qué hacer.


La noche del Bon Odori los chicos estaban en la sala común, tratando de no quedarse dormidos con la película que estaban mirando. A algunas personas no les interesaba el espectáculo nocturno que había programado la ciudad, por lo que se fueron a dormir. Aoyama otra vez se había quedado dormido en el sillón, Toru lo cubrió con una manta liviana pensando que podría tener frío.

Deku tenía tanto sueño que su cabeza caía hacia un costado y otro. Shoto, que estaba sentado a su lado, empujó suavemente su cabeza para que la apoye en su hombro y le dijo que podía apoyarse en él. En otra ocasión le hubiese dicho que suba a su habitación, pero esa noche estaba decidido a darle un beso.

Se escuchó un estruendo proveniente de afuera. Mina se levantó de golpe, asustando a los que estaban a su lado.

—¡Ya empezó! —Sin importarle nada salió corriendo al exterior. Sero sonrió al verla tan emocionada y salió tras ella.

De a poco todos los que estaban salieron para ver los fuegos artificiales. Bakugo se levantó con su típico gesto que parecía un puchero, Kaminari le había dicho que parecía un ogro cada vez que ponía esa cara, pero Kirishima pensaba que se veía adorable.

Deku observaba el movimiento de sus compañeros con gesto somnoliento, Shoto pensó que lucía muy tierno. Sin decir nada tomó su mano y lo llevó hacia el exterior. Ese gesto hizo que el sueño de Izuku desaparezca por completo. Su corazón latió acelerado y sus mejillas se pusieron rojas, se dejó dejar hacia fuera. En ese momento los fuegos artificiales no le importaban, solo podía concentrarse en el tacto frío y suave de la mano de Todoroki.

Se dio cuenta que habían llegado al jardín cuando escuchó el fuerte ruido de las explosiones en el cielo. Alzó la cabeza y miró fascinado las figuras de colores brillantes. Un movimiento a su derecha lo distrajo, se giró y pudo ver a Ashido besando a Sero. Ella lo sostenía desde el cuello de la camisa amplia que vestía él, haciendo que él inevitablemente se agache un poco.

Sero se veía muy sorprendido, Izuku apartó la vista sintiéndose avergonzado por estar mirando algo tan íntimo. Miró de reojo a Shoto y vio que veía los fuegos artificiales con su expresión neutra de siempre. Después de haber visto a sus compañeros besarse ya no le importaba el espectáculo en el cielo, sintió la necesidad de tocarse los labios. En ese momento se dio cuenta de que seguía agarrado de la mano con Todoroki, quiso soltarse, pero Shoto apretó un poco su mano.

Izuku se giró para mirarlo, otra vez sus mejillas se habían puesto rojas. Shoto solo podía pensar que quería morderlas como si fuesen dos manzanas.

—Todoroki, ¿no te molesta? —preguntó despacio. Shoto le regaló una pequeña sonrisa que fue respuesta suficiente para Deku. Volteó la cabeza y otra vez quedó en shock, Yaoyorozu tenía una mano alrededor de la cintura de Jiro que apoyaba sus manos en los hombros de la otra muchacha. Sus labios estaban unidos en un gesto tierno, se separaron y juntaron sus frentes sonriendo. ¿Qué estaba pasando ese día? ¿Acaso era el día nacional del beso?

Suspiró exasperado, ya estaba sintiendo ganas de dar un beso. De manera inconsciente miró a Shoto, se quedó sin aliento al ver que lo miraba embelesado.

Todoroki pensó que era el momento perfecto. A su alrededor había un ambiente romántico y tenía la atención plena de Midoriya. Era ahora o nunca.

Deku abrió la boca para decir algo, pero Shoto lo interrumpió.

—Quiero besarte, ¿puedo?

Izuku se puso tan rojo que había pasado de ser una manzana a una cereza. Sus ojos brillaban más que nunca, los movía rápido mirando los ojos de diferente color de Todoroki. Respiró profundo y asintió con la cabeza.

Sin dejar de mirarse a los ojos, Shoto soltó su mano y rodeó su cintura, lo empujó suavemente hacia él. Izuku rodeó su cuello y acercó su rostro al de Shoto. Cuando estaban bastante cerca cerró los ojos e inclinó un poco la cabeza.

Besar se sentía como tomar un gran vaso de agua fría en un día caluroso, pero mejor. En ese momento, mientras sus labios se movían suavemente sobre los labios del otro y todos sus sentidos estaban puestos en las sensaciones ese beso les transmitía, se dieron cuenta de lo que sentían por el otro.

Shoto apretó su abrazo e Izuku gimió en respuesta. Se separaron y abrieron los ojos lentamente. Se quedaron mirándose a los ojos como si estuvieran hablando sin emitir palabras y volvieron a besarse, porque no era suficiente. Ambos querían dejar de contar los besos que se daban y que sus bocas dejen de encontrarse de manera fortuita.


A unos cuantos metros de ellos, Ochako y Toru lloraban de alegría mirando a sus compañeros besarse, eso era mucho más de lo que esperaban. Estaban tan felices que no les importaba que al día siguiente les costara levantarse. A su lado Denki se cruzó de brazos enfurruñado.

—Yo también quería un beso.

Ochako y Toru se miraron con complicidad y sonrieron, aunque claro que nadie podía ver la sonrisa de Hagakure. Se pararon una a cada lado de Kaminari y le dieron un beso en cada cachete. Muchos afirman que en ese momento el alma de Denki abandonó su cuerpo y flotaba por ahí como un globo con helio.


Por otro lado, Bakugo miraba a sus compañeros rechinando los dientes.

—Malditos extras. ¡Kirishima! ¿Dónde estás? Nosotros no vamos a ser menos.

—¿Qué pasa Bakugo? —Eijiro apareció a su lado, sonriendo como siempre.

Sin decir nada, y sin cambiar su cara de vinagre, Katsuki sostuvo con fuerza el rostro de Eijiro y le plantó un beso en los labios que apenas duró un par de segundos. Luego de eso Kirishima lo abrazó fuerte y Bakugo le dio varios golpes en la cabeza. Claro que al pelirrojo no le afectaba, su quirk era muy útil en esas ocasiones.


Al día siguiente Aizawa maldeciría los festivales de fuegos artificiales, sus estudiantes no prestaban atención a la clase por estar pasándose papelitos entre ellos o mandándose besos en el aire. Por enésima vez se preguntaba por qué había decidido ser docente. No le pagaban lo suficiente.

Izuku dibujaba corazones mitad rojo y mitad blanco en su cuaderno y Shoto escribía una carta a su madre diciéndole que tenía novio. Era un gran día para muchos, excepto para Aizawa, claro.

Fin ✨

Quería hacer una historia de quinientas palabras y terminé escribiendo más de tres mil 😅 El TodoDeku es uno de esos ships masita que *hace movimientos raros con las manos al no poder expresar lo que siente*

La idea era publicar esto en noviembre, pero no llegué a terminarlo. De todos modos, siempre es buen momento para leer TodoDeku jeje. También me di el gusto de poner otros ship (los que yo llamo "los clásicos"), no podía resistirme a la tentación con tanto ambiente romántico :P

Disfruté mucho escribiendo esto, le puse mi toque personal de comedia que solo me hace reír a mí, pero con eso me alcanza, porque la primera persona que tiene que disfrutar mis historias soy yo, porque yo las escribo. Si no fuera interesante para mí, no escribiría. Pero ojalá te haya resultado divertido a vos también.

Puede que algunas cosas respecto a los festivales que mencioné sean incorrectas, pido disculpas si es así. La verdad que no investigué mucho porque era solo para darle un contexto a la idea que tenía en la cabeza. También puede que el juego donde se besan por segunda vez no se llame "El rey dice", creo que mezclé dos juegos, pero vamos a dejarlo pasar 😋

Espero que te haya gustado y te haya parecido divertido ^^ Muchas gracias por leer esto, que tengas lindo día 😚🍀

✨ Shoto sonriendo ✨

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