Capitulo 18
Llevo dos días sin que me droguen, o eso creo, honestamente desde que me secuestraron no he vuelto a ver la luz del sol así que no estoy seguro ni de cuánto tiempo ha pasado, ni de que hora o día es. De lo que si estoy seguro es que es el mayor tiempo que he estado sin ningún narcótico ni nada haciendo efecto dentro de mi sistema, y estoy feliz por eso, mi cuerpo no está tan débil, ni tan ido como cuando desperté, siento como si estuviera recuperando mis facultades motoras como cognitivas, y eso me hace feliz.
Por primera vez, desde que llegué creo, he logrado mantener una conversación de tu para tu con mi secuestrador, entre su locura puedo percibir que es alguien inteligente y agradable, lástima que sea un loquito y que me haya secuestrado porque está obsesionado conmigo, en otra vida podríamos haber sido amigos. Realmente me da lástima mi secuestrador, que esté tan ciego en su obsesión que no ve lo que hay a su alrededor, seguramente hay alguien que está enamorado de él, y él ciego de obsesión por mí, está perdiendo la vida ante sus ojos y ni él mismo se da cuenta de ello encerrado en ese círculo vicioso que es su obsesión por mí.
Seguramente todos pensarían que soy un loco por pensar así de alguien que me ha secuestrado, pues obviamente, no es normal que alguien secuestre a alguien, pero me pongo en sus zapatos y analizó la situación desde un punto lógico, él nunca me ha lastimado de ninguna manera por muchas oportunidades que podría haber tenido, dentro de mi vida como secuestrado me trata como un rey y se refiere a mí con términos románticos que solo son evidencia de esa fantasía que si obsesión ha creado, pero de ahí en fuera, es alguien gracioso, inteligente, hasta bien parecido diría yo, pero no me pienso enamorar de alguien así, no porque haya algo malo, sino porque mi corazón pertenece a una persona desde hace muchísimo tiempo.
Han pasado varios días desde que comencé a relacionarme con mi captor, quien me dijo que le dijera J Hope, un apodo para poderlo identificar, supuestamente. Hoy me "llevó", lo digo entre comillas porque estábamos siendo custodiados, para que no me pudiera escapar si ocurría la oportunidad (supongo), a una especie de ¿cita?, si es que se le puede decir así. Fuimos a un parque cercano de dónde me mantiene secuestrado, paseamos un rato, tomamos helado y jugamos en las atracciones del lugar.
Por un momento olvidé que él me había secuestrado, pues fue bastante agradable la salida, sentir el aire cálido del verano sobre mi piel y disfrutar del sol que brillaba como nunca antes, solo para mi, y la brisa cálida y a la vez fresca que era como una caricia en mi rostro..., fue simplemente maravilloso. Fue por primera vez en mucho tiempo el día más feliz que he tenido.
Narra Jungkook
Una semana después:
Bip..., bip..., bip...
"¿Que carajos?"
Abrí mis ojos, y miro alrededor, me duele la cabeza, paredes blancas, todo estaba frío, sentía esa estúpida máquina a mi costado haciendo ese molesto sonido bip, bip, bip. El abdomen me dolía y cuando lo tocó me dió una punzada donde tuve que morder mi labio inferior para no gritar del dolor, creo que no debí tocar. Con sumo cuidado retiro las sábanas que cubren mi cuerpo y miro mi abdomen todo vendado ¿Que fue lo que sucedió?
Ya caí en cuenta de que estoy en un hospital, el olor es inconfundible, además de que las condiciones en las que me encuentro no podrían señalar otra cosa. Trato de hacer memoria buscando entre mi dolor de cabeza y mi mareo un recuerdo que pueda decirme que fue lo que ocurrió y ahí es cuando de golpe mis pupilas se dilatan y todo llega a mi mente en fracciones de segundos:
El lanzamiento, el discurso, un disparo, los gritos, llantos, todo volviéndose negro, la amenaza, Tae...
¡Tae!
Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza y la maquinita ruidosa aceleró el ritmo de sus bip, tanto aumentaron que una enfermera irrumpió en la habitación y comenzó a tratar de estabilizarme mientras me hacía preguntas, yo me dejé hacer por ella mientras trataba de contestar todo entre mi confusión, me dijo que luego pasarían unos oficiales de policía a hacer preguntas y que tenía personas fuera preocupados por mi.
- ¿Sabe usted, señorita, quién me está esperando fuera? - inquirí curioso.
- Por lo que pude investigar, señor, su madre, su hijo, y par de personas más - dijo mientras me daba un analgésico para el dolor vía intravenosa.
- Entiendo... Muchas gracias - dije viendo como ella terminaba y asentía retirándose de la habitación. Sentí fuera de la habitación un murmullo, pero no pude entender que decían, por desgracia. Poco después entró mi madre con el pequeño Ha Yun, de tres años y medio, ambos se acercaban a mí tomados de las manos, pero el pequeño soltó su agarre de la mano de mi madre y se acerco a abrazarme con lágrimas en sus pequeños orbes cafés.
- ¡Papi! - dice el pequeño entre lágrimas sin soltarme, me dolía por dónde me abrazaba, porque ahí estaba mi herida, pero no me importaba, me importaba más el hecho de lo asustado que está mi hijo de creer que me había perdido.
- ¡Ha Yun, vas a lastimar a tu padre! - intentó regañar mi madre, pero yo le hice una seña de que no insistiera, que yo me haría cargo de la situación.
- Tranquilo, hijo, ¿Si? Papi está aquí, recuerda que papi es un súper héroe. Papi está bien. No lo olvides, campeón - lo recosté a mi lado en la cama de hospital y comencé a dejarle caricias en su cabellera castaña - Papá es muy fuerte, no olvides eso, no llores mi pequeño, no me pasó nada - insistí ya que él pequeño no dejaba de sollozar en silencio.
- Clei que papi molilía - dijo mi pequeño hijo con ternura - Los doltoles dijelon que papi podía molil y yo me asusté mucho, polque si papi molía, papi Tae no iba a volvel - me abrazó el pequeño de nuevo, pero esta vez no me lastimó.
Mi madre solo me miró ante el comentario del pequeño y yo suspiré mientras seguí acariciando el cabello del pequeño, el cuál estaba algo largo, justo como el de Tae a esa edad, él vio una foto de Tae cuando era pequeño porque la madre de éste se la enseñó y quiso su mismo peinado, puede que no conozca personalmente a su papá Tae, pero Ha Yun lo admira y ama mucho a pesar de eso, yo le enseñé a amarlo a pesar de no estar acá.
- Pequeño, no digas eso, papi Tae va a volver, la policía lo está buscando, además, yo no puedo morir, no iba a dejarte mi niño, tu y las abuelas me necesitan, al igual que Tae, no les iba a dejar solo, los doctores no saben lo que dicen - traté de calmar al pequeño con eso, al parecer funcionó porque asintió y sonrió apoyando su cabeza en mi costado.
- Te quielo mucho, papi - dijo el pequeño - Yo también, mi niño - respondí viendo a mi madre que tomaba asiento a mi lado.
- Hijo mío.... - comenzó ella.
- Mamá... - dije yo invitándola a continuar.
- Me alegro de que estés bien, hablaremos en otro momento. La policía quiere hablar contigo después, cuando nos vayamos Ha Yun y yo, los chicos estuvieron hasta hace un rato que los envié a sus casas para que se dieran un baño y durmieran algo que llevan días acá, la madre de Tae también estuvo acá y allá, haciendo comida, quedándose de vez en cuando para que yo descansara y cuando no, cuidaba del pequeño. Nos diste buen susto, pero me alegra verte sano y salvó hijo, no es como yo quiero, pero al menos estás con vida - dijo ella entre llantos - si por mi fuera nunca te enfrentarías a peligros así...
Tomé su mano y la acaricio - lo se mamá, tranquila.., te amo mucho - sonreí leve tratando de calmarla - lamento haberlos asustado a todos, Pero estoy bien, y eso es lo que importa - mi madre asiente y yo sonrei.
Estuvimos charlando un rato ella y yo, y yo conversé otro poco con el pequeño y después de un rato algo largo se fueron, ahora toca conversar con los policías...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro