Todos los pensamientos cambian,
así como los días,
así como el tiempo,
así como nosotras,

nos prometimos amor,
uniendo nuestras manos en lo oculto,
fusionando nuestras bocas en ingenuidad,
sucumbiendo a las tentaciones de nuestra rosagante,
y agonizante juventud,
me miraste a los ojos,
rezando por tus "siempre",
con la cabeza en Marte,
y el cuerpo pegado al mío,

hubiese querido descifrar tus maquinaciones,
encontrar verdad en las lágrimas,
adelantarme a tu cambio,
a tu odio,
a tu olvido.