veintinueve (final)
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Narra Amelia
La nota es hermosa, la felicidad que contenía en mí, era increíble. Levanté la mirada y ahí estaba, el dueño de tantas notas que fui acumulando a lo largo de estos meses, mirándome con una sonrisa y en sus ojos pude notar una combinación de miedo, duda y una chispa de emoción.
Sonreí ampliamente y me acerqué lentamente hasta quedar cerca de él
—Perdón por dejarte plantada —dice al momento de agachar la cabeza.
Más tierno no podía ser
—Ese día... —carraspeé— me dolió que no llegaras —lo miré a los ojos y le sonreí tímidamente. Él se acercó y agarró mis manos delicadamente
—Te quiero —dijo de repente, llevando una de sus manos a mi cintura y la otra hacia mi rostro. Instintivamente llevé mis manos a su cuello y lo rodeé—. Me gustas desde hace tiempo, y me daba miedo acercarme y que me rechazaras —ríe para si mismo—. Así que, se me ocurrió dejarte notas —Sentí sus dedos jugando en mí espalda, comprendí que estaba nervioso.
Era tan perfecto, su cabello, su sonrisa, su amabilidad y carisma. Las ganas de besarlo me invadieron cuando bajé mi mirada hacia su boca. Él era perfecto, me transmitía tranquilidad y seguridad estar entre sus brazos, su mirada estaba clavada en la mía, y nuestros sentimientos eran mutuos. Estoy segura que llegó el gran momento que tanto esperó.
Poco a poco me acerqué hasta que nuestros labios se unieron. El beso que tanto anhelaba, por el que rechacé a tantos chicos, llegó; y con el chico más dulce que pude conocer. Fue un beso suave, tranquilo, en que nos transmitimos lo que sentimos el uno por el otro.
Poco a poco nos separamos por la falta de aire. Seguía sosteniéndome y no despegaba su mirada de mí. Me analizó de pies a cabeza y me sonrió, mientras que yo solo pensaba en que no quería separarme de él.
—Me gustas mucho —dijo cuando nuestras miradas se encontraron de nuevo
—Y tú a mí —dije casi en un susurro. Volvió a sonreír y juntó sus labios con los míos en un corto y dulce beso.
—Amelia Kess me besó —dice burlón, a lo que le doy un pequeño golpe en el hombro.
Pero tenía razón, por fin besé a alguien. No me arrepiento de haber esperado tanto, ya que Jordan es el indicado. Me siento segura en sus brazos y sé que él me ama, y eso es lo único que esperaba.
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