Capítulo 10.- La despedida
[Si estan comiendo...aguantense tantito, y mas si son de estomago debil]
Héctor comenzó a despertar, volveo a su derecha y vio a Ernesto dormido a su lado, se miraba tan bien. Inconcientemente dio una pequeña sonrisa y se le quedó mirando, tanto que no se dió cuenta cuando el otro lo tomó de la cintura y lo acercó mas a el.
-Buenos días mi amor~
-Je, buenos días Ernesto.
-Aww, ¿Y tu no me dirás un apodo?- Dijo Ernesto haciendo un puchero y finjiendo "tristeza", ya que hizo una pequeña sonrisa.
-¿Y qué quieres que te diga? Eres demaciado cursi.- Héctor ponía una sonrisa burlona.
-No soy cursi, solo...me gusta demostrarte cuanto te amo mi canelita~
Ernesto se acercó al cuello de Héctor, empezó a besarlo y darle pequeñas mordidas.
-Mmmm~ Eres demaciado cursi.
-Bueno, si sigues haci tendré que ponerme mas cursi turroncito~
-¿M-más cursi?~
-Mucho más mi chocolatito caliente~
Y siguieron los besos, pero cada vez bajaban. Cuando estaba ya en la parte baja del estomago Héctor lo paró.
-H-hey, se nos va a hacer tarde, tenemos que alcanzar el tren.
-Pero...
-¡Nada de peros! Hay que empezarnos a alistar ¿No querrás perder el tren?
-P-pero...
-Ernesto me voy a meter a bañar, ahorita salgo.
Héctor corrió rápidamente al baño que se encontraba en la habitación dejando al pobre Ernesto confundido.
-Pero el tren viene al atardecer...y a penas son las seis de la mañana.
Héctor salió del baño, frustrado. Exaló y hablo, mirando a los ojos a Ernesto.
-Escucha, mi trasero duele como patada de mula, hoy es mi último día en el pueblo, además hay familiares que se toman en serio el dicho de quien madruga Dios le ayuda, y no quiero que nos escuchen.
-Como si nadie nos hubiera escuchado ayer~
-Ernesto...
-Jejeje, bien, bien, ya paro.
Héctor se acercó a Ernesto y se sentó en su regazo, lo tomó del mentón y lo miró a los ojos.
-Ay Ernestito, apenas somos pareja, hasta para mi que soy bien desesperado se me hizo bien rápido que a los seis días hicieramos el amor, y dos noches seguidas. Mira, hoy quiero disfrutar tantito mas a mis familiares y tener un día sin temor a que me duela mas el trasero. Además estaremos un mes solos, en ese tiempo podemos hacer lo que quieras pero, solo, no hagas que piense que nuestra relación es puro sexo ¿Si?
Ernesto se quedó callado, viendo con preocupación al moreno, lo abrazó fuertemente y el otro le correspondió.
-Yo...pedón mi amor, no quería...no era mi intención hacerte sentir de esa manera.
-¿Qué? Ah, no me malinterpretes yo...
-No, no te preocupes, no te forsaré a nada, lo haremos cuando tu quieras.
-¿Estas seguro?
-¿Encerio te hago sentir tal mal?.
-Ernesto yo...solo tengo miedo, tu sabes cómo soy con estas cosas y yo...
-No tienes que temer, estando juntos ¿Qué ha de pasar?
Se acercaron y se besaron, un beso cálido y tierno. Lleno de amor.
-Bueno, yo me meteré, ahora si, a bañar.
-¡No tardes mucho mi caramelito!
Héctor cerró la puerta del baño. Enamorado, tocó sus labios y susurró: Realmente eres muy cursi.
***
Ya todos se encontraban almorzando. Al ser un chingamadral de personas en una misma casa pos en varias habitaciones estaban comiendo. Unos andaban el el comedor, otros en la sala, unos en la cocina y se rumoreaba que Poncho andaba en el baño.
El almuerzo eran gorditas de huevo con tomate y frijoles, a pesar de ser algo "simple" mamá Fatima y los demás batallaron un chingo para preparar para todo ese montón de gente mas la limpieza de la casa.
Luis no pudo dormir toda la noche y no solo por los sonidos hechos por "el par de jotos" como el le llamaba, sino tambien por los ruidos hechos por los demás, así que para compensarlo decidieron ayudarle y para cuando acabaron estaban tan exaustos que hasta las gorditas le sabian a caviar.
-Mamá Fatima, estas gorditas estan re buenas ¿Cómo le haces?.- Preguntó el tio Joaquín.
-Bueno, supongo que le ayudo los tomates que cultivé de afuera.
De la nada un portazo se escuchó, seguido de pasos apresurados. El tio Poncho apareció de la nada y bien asustado.
-L-las cultivaste del jardín.
-Si, ¿Por qué?
Flashback
-Ay mamá, tengo unas ganas de orinar tremendas pero ¿Dónde hago?
Entonces Poncho vió un pequeño arbusto con tomates, no dudó ni un segundo y se fue a orinar ahí.
-Uy, hay tomates...aunque no creo que importe, para cuando los agarren para cocinar yo ya estaré en mi casa.
Fin del flashback
-Bueno, lo que pasa es que...
Y sonidos de disgusto llenaron la casa. De repente ya no había suficientes baños.
-¡¡¡CÓMO SE TE OCURRE VIEJO COCHINO!!!.- Gritaba mamá Fatima mientras le pegaba con la chancla.
Al terminar de superar el trauma que Poncho les causó todos se fueron a arreglar, limpiar, jugar, tomar o conversar.
Entre los que no se encontraban cerca de todos era Joaquín, quien se escapó tantito de la casa. No avanzó mucho cuando se encontró con un joven moreno, ojos color ámbar, pelo negro con una pequeña coleta y el fleco de forma de espiral. Este, al darse cuenta de la presencia del mayor corrió hacía el y sellaron sus labios con un beso.
-Manolo, te tengo grandes noticias.- Decia Joaquín con emoción.
-¿Qué sucede amor?
-Verás, un familar mio confesó su homosexualidad y lo aceptaron ¡A nosotros tambien nos aceptará, estoy seguro!
-¡¿Encerio?! ¿No es una broma?
-Claro que no, por fin seremos felices mi cafe con leche.
Finalmente se besaron y siguieron así por un rato.
Volviendo a la casa de Luis, Poncho estaba en una esquina, todo moretoneado por la chancla de mamá Fatima, reflexionando de que la proxima vez tendría mas cuidado.
En fin, cerca de ahí estaba la tia Sandra, escribirendo en una pequeña libreta, soñando en que Jesús Alberto de la Cruz Vazquéz la iba a pelar pero pos el era muy inteligente e intelectual y ella escribía novelas de amor homosexual así que siguió soñando.
Las demás mujeres seguian limpiando, aunque todo parecia un progama de chismes.
-Oigan ¿Escucharon la noticia?.- Decia Josefina.
-¿Cuál?.- Preguntó Sofía con curiosidad.
-Pues fijense que Nadía, mi prima, ya salió con su domingo siete.
-¡No!.- Decia Mariana sorprendida.
-Si, fijate, fijate, fijate...
-Oigan, ¡dejen de hablar de mija a sus espaldas!.- Gritó la tia Juana.
-¡Obligame!.- Gritó de vuelta Josefina.
-Pos te obligo.- Dijo Juana amenazante mientras entraba al cuarto.
-A-ah, Juanita, perdón, Juana, e-era broma, tu hija es un encanto y si va a tener un chamaco pues...será una gran madre.- Decía con nervisismo.
-No mijita, ¡Ahora no te salvas!
Y así Juana persiguió por toda la casa a la joven Josefina.
Los hombres tomaban tranquilamente unas caguamas (aunque me atrevo a decir que eso ni a huachicol llegaba), cuando el gritadero dentro de casa les llamó la atención.
-Mujer ¿Qué pasó?.- Preguntó Manuel, esposo de Juana.
-Esta condenada chamaca que anda esparciendo rumores.
-¿Cuáles rumores? A poco creyó que el Rafa namas entraba por una tacíta de café.- Decía Josefina mientras se formaba una sonrisa en sus labios. Con eso Juana explotó, casi se la ahorca si no es porque los demás la agarraron.
-Tia, ya no está en edad de que este haciendo escandalo.- Dijo Héctor.
-Pues su hija tampoco andaba en edad para enbarazarse.- Dijo Josefina lo que hizo que las ganas de golpearla que tenía Juana aumentaran más.
Y sin fin de cosas mas se vivieron en la casa, en verdad, esa familia era única.
Después de la pelea, Héctor subió con Ernesto al su habitación para arreglar sus maletas, ya que muy pronto se tendrían que ir.
Todos se quedarían algunos días mas, excepto nuestros protagonistas claro. Ellos saldrían del pueblo de San José para darle paso a Valle de Santiago. Estaría ahí un mes y después regresarían a Santa Cecilia a descansar un poco.
Ya estaba por llegar el tren así que todos fueron a despedirse de la pareja.
Ya en la estación los primeros en despedirse fueron los niños. Corrieron rápido a abrazar a Héctor y Ernesto. Uno que otro sollozaba en las piernas de ellos.
-Aw, te extrañaremos tio Héctor.
-Si, y tambien a ti tio Ernesto.
-¿Tio?.- Preguntó Ernesto estupefacto, no se esperaba que tan rápido los niños lo aceptaran.
-Si, eres novio de tio Héctor ¿No? Eso te comvierte en nuestro tio tambien.- Dijo una pequeña emocionada. Ernesto se acercó a ella y la abrazó, pero después los demás niños reclamaban a su tio así que los terminó abrazando a todos.
Después le siguieron los adultos, los abrazaron, les dieron palabras de aliento y les deciaron suerte.
-Ay mijo, cuidate mucho chamaco.- Decía la tía Juana.
-Ey, y cuidadito con tu novio, no los vayan a cachar.- Dijo el tio Jesús dando algunas risas.
-Si mano, cuidate mil ¿Si?.- Dijo Josefina.
-...Espero que te vaya bien.- Dijo Esteban con su característico tono serio.
El tio José hizo unas señas con las manos, Héctor así pudo entender el mensaje de despedida que le estaba dando.
El tren llegó y la hora de partir tambien. Agarraron sus maletas pero antes de subir mamá Fatima los paró.
-Esperen, no pueden irse sin esto.- Mamá Fatima sacó una considerable suma de dinero y se la dió a Héctor, este claro la rechazó.
-Mamá, esto es mucho dinero, lo necesitas mas que...
-No nos lo nieges.
-¿Nos?
-Pos claro, esto es un regalo de parte de todos. Para que sigan viajando y cumplan su sueño.- Dijo mamá Fatima emocinada y, junto con los demás miembros de la familia, le sorieron a la pareja.
-M-mamá.
Héctor se acercó a abrazarla casi sollozando, en verdad, se sentía afortunado de haber nacido en esa familia.
-Señora Fatima.- Ernesto hablo.- Estoy muy agradecido de que nos haya ayudado así, en verdad...
-Deja las formalidades a un lado y abrazame muchacho.
Ernesto abrazó a la mujer y de el le siguió toda la familia Rivera. Una cálida sensación invadió el lugar. Una sensación llamada amor.
-¡Vamonos!.- Gritó desde el tren el maquinista dando aviso a los pasajeros que la hora de irse llegó.
Se separaron, Héctor y Ernesto tomaron sus maletas y subieron al tren, no sin antes gritar un: Hasta luego.
Ya dentro y en sus respectivos asientos Héctor susurró:
Los amo familia, con todo mi corazón.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola, aqui Sombra reportado desde mi cuarto. Tardé en actualizar por un pequeño bloqueo pero ya estoy bien...mas o menos.
Quiero dar gracias a los que me ayudaron en facebook con los apodos. Sin ustedes le hubiera puesto "Dios azteca" a Héctor :u
Y en general, gracias por su apoyo, en verdad, no creí que esto tuviera mucho éxito y...gracias ♡♡♡
Lo se, repetí gracias dos veces pero es que esto no se me da mucho :u
Ah, y llegamos a los 69 seguidores...7u7
*c da un golpe por andar como babosa haciendo chistes nada maduros que no van acorde a su edad* Papá, si lees esto, perdón knal :v
Ah, por cierto, les dejo el link de un dibujo de Héctor pasivo (no explicito) aqui:
https://my.w.tt/UiNb/yCVhatzYPI
Sin mas, hasta luego :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro