Capítulo 01
«Lo que debimos ser»
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El olor a tabaco y alcohol impregnado en su ropa era algo que hacía tiempo que no sentía tan intensamente como en ese momento.
Algo que, aprendió a repudiar y evitar con todo su ser dado los amargos recuerdos que ello le generaba producto de una pequeña, pero significativa etapa de su vida que sencillamente prefería superar y dejar de lado al evocar el mínimo atisbo de dolor y frustración que había sentido en ese entonces a causa del abandono y soledad que él mismo había provocado.
Dolor que por lo demás, tenía la dicha de haber superado. Pero que por desgracia, ahora tenía la mala suerte de presenciar en alguien más. Alguien tan importante para él como lo era Kirishima Eijirō.
Su mejor amigo.
Ese que nunca dudó en acercársele cuando era apenas un adolescente inmaduro e impulsivo que podía explotarle la cara en cualquier momento, el mismo que con su exuberante alegría y positivismo desbordante había logrado traspasar tan fácilmente la barrera de indiferencia que se había encargado de forjar tan minuciosamente durante años. Sí, el mismo Kirishima que aprendió a conocer y querer con el tiempo. El buen amigo. El de brillante sonrisa. El que a pesar de sus temores e inseguridades siempre encontraba la forma de ver lo positivo de la vida.
Ese, que ahora mismo no podía reconocer al verlo en tan deplorable estado.
Y es que no necesitaba estar al lado del pelirrojo para saber lo destruido que estaba en ese momento, pues aquello se hacía notar con sólo ver la complexión derrotada del cuerpo de su mejor amigo sobre la barra del local de mala muerte en el que estaba seguido de unos cuántos vasos vacíos que le acompañaban a su lado.
—¡Caallero, siirvam oro! —oyó gritar a Kirishima entonces mientras lo veía erguirse brevemente en su sitio y dejaba su vaso junto a los otros, sabiendo Bakugō allí, que era su momento de intervenir. Por lo que no tardó en dedicarle al hombre que servía los tragos una fría y peligrosa mirada en señal de advertencia, haciendo que éste rápidamente se tensara y alejara en silencio con botella en mano bajo la confusa mirada del héroe de quirk de endurecimiento. Quién estuvo a nada de abrir la boca y reclamar por su vaso de whisky en las rocas hasta que sintió como una mano apretó su hombro con firmeza, obligándolo a voltear de manera inmediata para así encontrarse finalmente con el entrecejo fruncido del rubio ceniza que tenía como mejor amigo. Haciéndolo sonreír como idiota— ¡Blasty! ¿Vienes haceme comañía? ¡Siéntat-
—No vine a eso —se apresuró en responder Bakugō interrumpiendo el torpe hablar que tenía el contrario, dedicándole ahora una mirada que hizo reflexionar al pelirrojo de sólo ver la profundidad con la que ésta le era dirigida—. Vamos a casa —fue lo único que tuvo que decir entonces para que Kirishima guardara silencio, sacara unos cuantos billetes de su bolsillo y los dejara en la barra para así ponerse de pie con ayuda del ojirubí. Quién amablemente llevó el brazo ajeno hacía sus propios hombros para que Kirishima se sostuviera de él mientras que le rodeaba la cintura con su brazo libre.
Provocando que una débil sonrisa se esbozara en sus labios apenas sus ojos se encontraron con los ojicarmínes que lo miraban con tristeza y culpa, sabiendo inmediatamente a que se debía aquello último.
—Despreocúpate idiota, no eres una molestia en absoluto —dijo para tranquilizarlo y en efecto, lo hizo.
Pues tan rápido como soltó esas palabras, sintió el cabello del contrario hacerle caricias en sus mejillas en señal de agradecimiento. Casi como si se tratara de un perro callejero al que había acariciado y dado comida cuando todos los demás habían pasado de largo.
—Gracias, Blasty.
—Sí, sí, agradéceme subiendo al puto auto por tu cuenta, mira que con tu quirk lo que menos eres es una pluma, pelo de mierda —pidió luego, provocando que el borracho de Kirishima se soltase de su agarre para así terminar sentándose él mismo en el asiento del copiloto a la vez que se ponía torpemente el cinturón mientras soltaba una desganada risa al aire.
Y en cuanto Bakugō dio la vuelta y se puso en el lugar del conductor, miró de reojo el descuidado aspecto de su amigo que apenas se sentó en el cómodo asiento cayó dormido, provocando que el rubio ceniza suspirara y pusiera el auto en marcha con dirección a la casa de sus padres. Porque de llegar a su departamento o al de Kirishima sabía que probablemente uno de sus entrometidos vecinos no tardaría en preguntarle cosas que no estaba dispuesto a responder o bien a sacarles fotos que seguramente se filtrarían “misteriosamente” a los medios periodísticos, los cuales podrían usar dicho material para malinterpretar la situación y sacar un chisme de todo ello sin pensar en el dolor o las disputas que eso podría generar como consecuencias.
Así de malintencionada y estúpida resultaba ser la gente a veces, por eso prefería irse con cuidado y confiar sólo en los que verdaderamente conocía. Aún si el pelirrojo que tenía como mejor amigo le decía que estaba bien abrirse a otros y confiar en que no todos eran así, Bakugō no podía evitarlo.
Pues el pasado se había encargado de enseñarle que ni siquiera podía confiar en aquella persona que se había ganado su corazón en algún momento.
Ya que si ésta le había traicionado ¿qué podía esperar entonces del resto?
—¡¿Cómo te atreves a venir sin siquie- —venía gritando su madre en cuanto él cerraba la puerta de su casa a sus espaldas, pero la mujer se detuvo al ver como cierto conocido y querido hombre con un fuerte olor a tabaco y alcohol yacía dormido en la espalda de su hijo, haciendo que de inmediato la ojirubí ablandara su mirada en un gesto de preocupación que para Bakugō no pasó desapercibido.
—Hablaré con él mañana, no puede seguir arruinando su vida así como así sólo porque ese bastardo lo dejó —soltó con molestia para luego pasar de su madre hasta perderse por las escaleras hacia su antigua habitación.
Dejando a Mitsuki con un sentimiento familiarmente angustioso en el pecho, pues aquella escena que había visto segundos antes era exactamente la misma que había presenciado en más de una ocasión años atrás, sólo que con los roles invertidos.
Su hijo siendo llevado en ese estado a las espaldas de ese alegre y amable pelirrojo.
El que por cierto, ahora mismo había sido arrojado sin cuidado alguno sobre la antigua cama de Bakugō mientras que éste último se le subía encima para encargarse de quitarle de manera rápida y brusca la ropa que lo cubría.
Despertando a Kirishima en el proceso, quien abrió los ojos con cansancio hasta encontrarse con tan confusa escena de su mejor amigo quitándole los pantalones hasta dejarlo sólo en ropa interior. Donde luego se levantó para ir a quién sabe dónde.
—¿Blasty qué est- —intentó sentarse para ver mejor lo que estaba ocurriendo, pero apenas hizo un ademán de levantar su cabeza ésta comenzó a palpitarle y darle vueltas de inmediato— ¡Agh mi cabeza!
—Cierra la boca y ponte esto —avisó el ojirubí cerrando uno de sus cajones para luego arrojarle una polera de manga corta y buzo a la cara en cuanto él cambiaba sus ropas por una polera sin mangas negra junto con un short del mismo color, esperando que en ese momento que tardó en cambiarse el pelirrojo también lo haya hecho, aunque al voltear se llevó la molesta sorpresa de ver a su mejor amigo tal cual lo había dejado, haciéndole suspirar en el proceso—. Tú ganas bastardo, siéntate para que pueda vestirte.
—Si me siento la cabeza me da vueltas.
—Entonces muérete de frío, porque a mi puta cama no entras sin ropa —advirtió Bakugō con su característico entrecejo fruncido, provocando que Kirishima suspirara y lentamente se sentara mientras sostenía su cabeza con ambas manos, haciendo sonreír burlonamente al rubio ceniza.
—Eres malo, Blasty —dijo el ojicarmín entonces en cuanto veía como las manos del contrario deslizaban aquel buzo oscuro por sus trabajadas piernas sin mayor problema, para entonces hacer lo mismo con aquella polera negra donde tuvo que soltar su cabeza por un momento y flexionar los brazos para que a Bakugō le fuese más fácil ponérsela.
Y en cuanto hacía aquello, Kirishima recordó una escena muy parecida a esa que estaban protagonizando. Escena que de pronto, tomó un giro inesperado cuando se topó con aquella salvaje mirada color rubí perteneciente a su mejor amigo, mandándole una fuerte corriente eléctrica que atravesó todo su cuerpo de un segundo a otro. Provocando que instintivamente agarrara a su mejor amigo de los hombros para voltearlo y dejarlo acostado de espaldas a la cama en cuanto ahora él se le subía encima. Toda esa acción siendo provocada y hecha con el terrible palpitar de su cabeza que en ese instante le jugaba una mala pasada.
—¡Salte de encima idiota, no soy esa maldita rata eléctrica para que me hagas ésta mierda! —gritó Bakugō sin medir sus palabras, removiéndose como un gusano bajo el fuerte agarre que le propiciaban tanto las piernas como manos del idiota pelirrojo sobre él. Agarre que desapareció en su muñeca izquierda para entonces ser reemplazada por un cálido toque en su mejilla— ¿Qué estás haci-
—Sé que no eres él, tampoco deseo que lo seas —interrumpió Kirishima con una voz suave en compañía de una mirada perdida mientras seguía acariciando la mejilla de su Blasty, aferrándose a esa pequeña cálida sensación que logró sentir en su cuerpo frío y desolado—. Sólo me pregunto que habría pasado si... ambos nos hubiésemos enamorado del otro. Habría sido todo más fácil ¿no crees?
Preguntó perdido en sus pensamientos, sin fijarse realmente en que el hombre bajo él había invertido los papeles, dándose cuenta recién de ello cuando sintió como unas suaves y abrigadas frazadas rodeaban su cuerpo.
—Déjate de decir mierdas, ya mañana vamos hablar seriamente los dos así que duérmete de una puñetera vez —exigió el rubio ceniza ya de pie dirigiéndose a la puerta de su habitación para irse a dormir al sofá de la sala. Aunque antes de siquiera llegar a poder agarrar el pomo de la puerta, una adormilada voz se escuchó a sus espaldas.
—Blasty a mí... —había comenzado a decir Kirishima, interrumpiendo su hablar con un bostezo que se le escapó para luego terminar acomodando mejor su cuerpo entre las frazadas y seguir hablando mientras el sueño se lo llevaba poco a poco— de verdad me hubiese... gustado enamorarme de ti...
Fueron sus últimas palabras de la noche.
Acabando luego de ello completamente rendido ante los brazos de morfeo, haciendo que Bakugō volteara a verlo con una pequeña sonrisa asomándose en sus labios. Pues aquello dicho por el pelirrojo era algo que él ya había pensado con anterioridad.
—A mi también, Eijirō —confesó el ojirubí en su soledad y sin más tardanzas, salió de su habitación.
Y en cuanto él se dirigía a pasos tranquilos hacía el lugar que por esa noche sería su cama, en otro lugar mucho más alejado pero con el mismo caminar tranquilo y seguro de Bakugō, un hombre de heterocromáticos ojos se dirigía a un pequeño auto color amarillo estacionado fuera del aeropuerto que esperaba por él en compañía de una albina con pequeños mechones rojos.
—¡Bienvenido, Shōto! —dijo la alegre mujer dándole un abrazo de oso a su hermanito al que no había visto hacía ya cinco años atrás, recibiendo de él una cálida sonrisa apenas se separaron— ¡Estás sonriendo, hace tiempo que no te veía sonreír! —exclamó emocionada para luego reparar en que tenía al pobre de su hermano en mitad de la calle cuando debería estar descansando en casa luego de aquel largo viaje, pues la plática podía esperar. Ya que ahora lo importante era la comodidad y acogida que debía de recibir Shōto—. Tus maletas, dámelas para meterlas en el portaequipaje.
—Fuyumi.
—O quizás las prefieras llevar dentro.
—Fuyumi está bi-
—¡Pero qué digo, mi auto es una pequeñez, claramente es mejor llevar-
—Fuyumi —interrumpió el menor de los Todoroki sujetándola de los hombros para captar su atención y verla a los ojos—. No importa dónde vayan las maletas, sólo importa que estamos juntos de nuevo ¿si? —dijo para tranquilizarla, metiendo él sus maletas al auto para luego subir al lugar del copiloto mientras su hermana se subía al del conductor con una alegre sonrisa en sus labios en cuanto ambos se ensimismaban en un cómodo silencio camino a casa.
Pues como Fuyumi había pensado, la plática podía esperar. Y para Shōto, aquel silencio en el que estaba sumido más la vista de aquella ciudad que por la noche hacía tanto tiempo no veía, no lograba más que convencerlo de que esa decisión de haber vuelto era la mejor que alguna vez haya tomado en su vida.
Porque así podría volver a ser parte de la vida de ese explosivo y salvaje ojirubí que ocupó incesantemente sus pensamientos durante todos esos años. Siempre extrañándolo, deseándolo y amándolo a la distancia.
Siempre esperando su tan ansiado reencuentro.
Y ahora que estaba allí no iba a esperar demasiado para ello. No después de que en una de sus conversaciones con su amigo Midoriya éste le dijera que la única forma de contactar con su Katsuki era por medio de Kirishima, el único al que el rubio ceniza parecía hacer caso.
—Duerme bien, hermanito.
—Lo mismo digo, Fuyumi.
Por lo que sabiendo que seguramente tanto Bakugō como el pelirrojo estaban sentidos con él por haberse ido así como si nada, optó por llamar en la tranquilidad de su antigua habitación a la segunda persona que creía podría citar al rubio ceniza a escondidas.
—¿Todoroki? ¿En serio eres tú? ¡Nadie ha sabido de ti por años! —fue lo primero que oyó apenas le respondieron la llamada, y aunque sabía debía explicaciones, al primero que se las daría sería a Katsuki. A quién esperaba y deseaba ver mañana a toda costa— ¿Hola?
—Kaminari, sé que quieres explicaciones y te las voy a dar pero por favor, necesito que antes me ayudes con una cosa...
Y así, la lucha por recuperar el amor de Bakugō Katsuki comienza.
Cuando dices que la historia va a ser más light y sin embargo ¡Bam! Llego y escribo esto :'v (mis intenciones eran buenas, más me di cuenta que parece no puedo no agregarle drama).
Matando el KiriBaku desde el capítulo uno, por si no quedó claro pero eso quería hacer ver xd
Ah, si ven cambios en Bakugō es porque han pasado cosas que lo hicieron madurar y ser más preocupado con Kirishima dado la ruptura que tuvo u.u (aunque igual sigue siendo explosivo, de ahí lo dejaré ver, pero ahora mostró como su otro lado?)
¿KiriKami o KiriDeku? La decisión más difícil de este fic por los caminos que ambos pueden tener...
En fin, gracias por leer, votar, comentar, y espero haya sido de su agrado 😍 ¡Se les adora! 💕
¡Nos vemos!
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