Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 12; La prueba de embarazo

En cuanto llegaron al centro, Prim advirtió a Alison que fuera con cuidado de no nombrar ni su nombre ni su apellido. No fuera que el farmacéutico tuviese memoria y recordara que la hija de los que iniciaron la revolución estaba comprando una prueba de embarazo. Al escuchar eso, Alison no pudo evitar preguntar si le venderían la prueba a ella, tal vez al verla demasiado pequeña se negaban. Pero Prim había negado con la cabeza, pues Rose había hecho lo mismo hacía varios años por culpa de un… desliz que tuvo, y no le dijeron nada. Al parecer, ya no se preocupaban por ese tipo de cosas.  

No muy convencida, Alison se escabulló gracias a la intromisión de Prim en la conversación de los adultos. Por supuesto, Finnick no había apartado la mirada de ella mientras su novia no miraba, y Sofía ni siquiera la había visto. Así que nadie la estaba mirando cuando se marchó corriendo por una de las calles del Nuevo Capitolio en busca de la primera farmacia que encontrara.

Resultó ser una bastante pequeña. Mejor ―se dijo―, así menos gente podía llegar a verla.  Entró en la farmacia sin pudor y se acercó confiada al farmacéutico… si realmente lo era, claro.

― Hola, buenos días ―dijo amablemente, el hombre le devolvió la sonrisa con una mirada tierna―. ¿Podría darme una prueba de embarazo?

La sonrisa del hombre se desvaneció al instante. Ya no había nada tierno en su mirada, y por un momento Alison creyó que iba a negarse. Sin decir nada el hombre se dio la vuelta y fue a buscar lo que pedía. Alison empezó a mover el pie con nerviosismo, pues el hombre estaba tardando demasiado. ¿Tan difícil era coger una maldita prueba de embarazo?

― ¿Sabes que puedes meterte en líos si vas sola por aquí?

La voz a su espalda hizo que le recorriera un escalofrío. Se trataba de la misma sensación que había tenido en la plaza, cuando había aparecido Sofía y les había presentado a su hermano… La misma sensación que tuvo al tenerlo entonces detrás.

Alison se dio la vuelta poco a poco y alzó la vista para encontrarse con unos ojos verdes preciosos. Instintivamente miró detrás de él temiendo que viniesen todos. Al parecer, él lo entendió al instante.

― Yo también sé escaparme ―dijo encogiéndose de hombros.

 A Alison no le salían las palabras. ¿Por qué no hablaba? Normalmente siempre era muy habladora. Siempre socializaba enseguida. ¿Qué narices le ocurría?

― Aquí tiene. ―La voz del farmacéutico la salvó. Se volvió hacia él y cogió apresuradamente la prueba de embarazo para que Luca no lo viera.

― ¿Cuánto le debo? ―El hombre la miró incrédulo, luego observó a Luca, de nuevo a Alison, y negó con la cabeza.

― No te preocupes, en esta ocasión nada… pero… no vuelvan a cometer el mismo error… ―Alison no pudo evitar ponerse roja como un tomate.

Había entendido perfectamente lo que el hombre insinuaba. Al ver a Luca allí había creído que la prueba de embarazo era para ella… y que él debía ser el culpable. Por suerte, Luca no pareció enterarse de nada, pues no había visto lo que ella había comprado. Quiso retractarse y explicarle que no era para ella, pero supo de inmediato por la mirada del hombre que de nada serviría dar explicaciones. Bueno sí, para que Luca supiera qué era lo que había comprado, algo que no le interesaba en absoluto. Intentó contener el sonrojo mientras veía al hombre marcharse por el pasillo por el que había desparecido antes. Y sin más, se dio la vuelta dispuesta a ignorar a Luca y marcharse cuanto antes.

― ¿A qué ha venido eso? ―preguntó extrañado. Alison se dedicó a ignorarle―. ¿No vas a hablarme? ―siguió diciendo al ver que no le hacía caso.

Alison siguió avanzando a paso ligero con la mano apretada alrededor de la prueba de embarazo, la cual estaba escondida en uno de sus bolsillos. Como se había negado a mirarle de nuevo, pues el sonrojo causado por la insinuación del farmacéutico seguía vigente, no esperó por nada del mundo que una mano atrapara su muñeca haciendo que esta saliera de su bolsillo. Alison frunció el ceño y lo miró sorprendida al ver que su mano con la prueba de embarazo había quedado expuesta.

― ¿Qué traes ahí? ―dijo curioso, y antes de que pudiera hacer algo para ocultarlo, con la otra mano se lo arrebató.

― ¡Dámelo! ―gritó Alison desesperada. Él la miró un instante con una ceja alzada mientras ponía la prueba en alto para que no pudiera alcanzarla.

― Vaya, ahora sí hablas. Por un momento creí que eras muda ―dijo con ironía.

― No tengo por qué hablarte. ¡Dame eso! ―le exigió.

Y contra más insistía ella, más curiosidad parecía tener él.

― ¿Qué es? ¿Algunas pastillas? ¿Algún tipo… de droga? ―preguntó mientras alzaba la mirada y examinaba con atención lo que tenía en la mano. ¿En qué tipo de farmacia había tenido la maldita suerte de entrar?

― ¡No te importa! ―Sin embargo, era demasiado evidente. Y Alison supo el momento exacto en el que Luca había adivinado lo que era al ver sus ojos abrirse de par en par.

― Vaya con la niña buena… ―dijo con una media sonrisa a la vez que la miraba de reojo―. No tienes cara de ese tipo de chicas. ¿No eres demasiado joven para este tipo de cosas? ―Alison lo miró ceñuda.

― No soy mucho más joven que tú. ¡No vengas con aires de hombre, que seguro que ni siquiera has terminado de formarte! ―dijo a la defensiva sin ser consciente de que no había negado que la prueba era suya.

― Si quieres puedes comprobarlo ―dijo con una mirada de lo más perturbadora―. Así de paso compruebo si tú me dices la verdad… y no eres tan joven como pareces ser…

Alison estaba con la boca abierta. Jamás, nadie, nunca la habían tratado de ese modo. Como si estuvieran… como si… ¿como si estuviera flirteando con ella? No. No, Alison ―se recriminó―, está tomándote el pelo, que no es lo mismo.  

― Mira, rubito… ―dijo Alison con todo el desprecio del que fue capaz―. Nunca te… demostraría… absolutamente nada. ¿Cómo te atreves a decir algo así? ―Él enarcó una ceja y miró la prueba con suspicacia.

― Bueno, al parecer alguien lo hizo y funcionó. Solo quería comprobar si yo tenía la misma suerte ―puntualizó enseñando los dientes blancos en una sonrisa cargada de dobles intenciones.

Alison abrió de nuevo la boca, miró la prueba de embarazo e intentó arrebatársela.

― Mira, devuélvemela y piensa lo que quieras. Podría decirte que no es mía, que la he comprado para una amiga. Pero no me creerías ―Al ver su ceja alzada supo que había acertado. Ignorándole, alzó las manos y se puso de puntillas para intentar alcanzar la prueba ―. Así que… solo dámela.

― ¿Y qué saco yo a cambio? ―dijo él mirándola divertido por sus esfuerzos fallidos por intentar coger la prueba.

― ¡Nada, es mía! ―le gritó ella enfadada mientras lo cogía por la sudadera para que se inclinara un poco y así poder coger la prueba.

― Pero ahora la tengo yo.

Alison cada vez estaba más desesperada, en cualquier momento la echarían de menos, se darían cuenta de que no estaba y entonces se metería en un buen lío. Con cansancio, se rindió y dejó de ponerse de puntillas.

― ¿Qué es lo que quieres conseguir haciendo esto, eh? ―murmuró con frustración.

Y antes de ser consciente de lo que ocurría, los labios de Luca se habían posado sobre los suyos en un leve y suave beso. Apenas fue un roce, pero fue suficiente para que Alison se le dispararan todos los sentidos. El corazón le martilleó en el pecho desesperado, como si quisiera salir para dar brincos por todas partes. Y tan rápido como la besó se separó de ella y le tendió la prueba delante de sus narices.

― ¿Alison?

La voz de su padre hizo que volviera de una patada a la tierra. Luca se separó prudentemente de ella y apartó la prueba de embarazo de delante de ella. Sin embargo, ya era demasiado tarde. Él la había visto y ahora le miraba realmente sorprendido y confundido.

― Pa… papa… ―consiguió decir Alison.

Katniss apareció detrás de Peeta junto con Prim y el pequeño Leo. Al parecer solo eran ellos. Sin embargo, eso no hacía más soportable la situación.

Peeta miró la mano de Luca y luego lo miró a él. Parecía, por la expresión de su cara, que sabía qué era eso. Alison se quedó muda y totalmente blanca. Katniss no parecía haberse percatado de nada y miraba a su hija extrañada. Y aunque Alison sabía que su padre era lo suficiente discreto como para no preguntar nada acerca de la prueba de embarazo que Luca llevaba en la mano, el joven no lo sabía. Así que en parte no era de extrañar que Luca dijera lo siguiente. Aunque lo que si sorprendió a Alison fue lo que dijo después…

― Si se pregunta por esto… ―dijo alzando la mano con la prueba de embarazo―. Es mío.

Alison solo atinó a mirarle confundida para luego volverse discretamente hacia Prim, la cual estaba tan desconcertada como ella. Aunque tenía que añadir que también estaba blanca ante la posibilidad de que se enteraran de todo. También pudo ver el instante en el que Katniss reconocía la prueba de embarazo. Y apretó los labios ante lo que sabía que iba a ocurrir. Pues no iba a librarse de las preguntas que no tenía ni la menor idea de cómo contestar…

-------

Bueno! Pues aquí otro capitulo ^^ Lo he puesto antes por dos razónes. La primera, ella ya lo sabe ¬¬

La segunda es que me he dado cuenta, revisando hasta donde tengo escrito, que no es demasiado largo. Así que pondré el siguiente en uno o dos días como mucho. ^^

Por lo demás.. ¿Qué os ha parecido? :) Podeis votar, si os a gustado. Criticar y comentari si no, si sí o si teneis preguntas XD Y.... em... nose, podeis hacer lo que querais en realidad jejejej

Como siempre, gracias por comentar, votar y leer. Sobretodo leer. :D

Y eso es todo! ^^ El siguiente capítulo....  ¿De quién narices es la maldita prueba?

Besos a todooos!! ;)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro