Es posible que te tragues spoilers si continúas... Te lo advierto.

Llegamos al final de la ceremonia del Eclipse. Casca es una muñeca rota y Guts ha salido huyendo de la cueva de los elfos, lugar al que los espíritus malignos no podían acceder. El tío Skull lo confronta, lo aconseja y le sugiere regresar con Casca, quien también ha escapado del único lugar seguro donde podía estar. Ella da a luz a un feto maldito y deforme, un feto que es consciente y que mira fijamente con un ojo protuberante y conocedor. Se le informa a Guts que, sin saberlo, había embarazado a Casca durante su reunión bellamente escrita. Poco tiempo después de que la pareja consumara esto, Griffith viola a Casca frente a Guts. Este acto fue lo que acabó infectando al niño.

Horrorizado, Guts intenta matar al feto porque, vamos, ¿esa cosa horrible e inhumana es su hijo? Sinceramente, el hombre está traumatizado por los monstruos que mataron a la única familia real que tuvo, y se vio obligado a ver cómo la mujer que amaba era violada hasta la locura frente a él. No importaba que fuera su hijo, para Guts seguía siendo un demonio y, por lo tanto, merecía morir.

¿Te acuerdas del tercer apóstol que mató en escena? ¿El Conde? ¿El padre de Theresia? No tuvo reparos en matar a esa cosa frente a ella porque sabía que no había otra opción. Puede que el Conde todavía albergara sentimientos de amor hacia su hija, pero aún era más un demonio que un hombre y había matado a muchas personas inocentes. Si tuvieras la oportunidad de matar a un monstruo antes de que pudiera dañar a alguien más, estoy segura de que lo hubieras hecho. O, por lo menos, yo lo hubiera hecho.

Y, no obstante, era su hijo; corrompido por Femto, pero seguía siendo su hijo. Sin embargo, la forma en que lo persigue y se le aparece constantemente es un recordatorio eterno del Eclipse, y todo el trauma asociado a él. No lo odiaba, sino más bien odiaba los recuerdos que le traía a la mente.

Bastante similar, ahora que lo pienso, a Gambino, quien parecía odiar a Guts porque no sabía de qué otra manera lidiar con la muerte de Shisu.

Ese niño es producto de los mejores y peores momentos de la vida de sus padres. Él es el potencial infinito de todos los niños aplastado por la pura crueldad. Y, más tarde, Guts piensa en él varias veces y hasta siente remordimiento.

Posteriormente aparece él, el "chico de la luz de la luna".

Allí me di cuenta de que ese niño también podría significar un faro de esperanza: la humanidad frente a la inhumanidad, de cómo a veces lo peor de las personas y del mundo no sólo no logra destruir lo mejor, sino que a veces, lo mejor puede enfrentar el desafío, crecer y volverse igual, más poderoso en parte debido a lo peor.

Si Griffith finalmente representa la desesperación que se camufla como esperanza (léase: Arco del Halcón Milenario), entonces el Niño Demonio es la esperanza que parece desesperación. Y el chico de la luz de la luna es la más rara de todas las cosas en el mundo de Berserk: la verdadera esperanza, que se eleva intacta desde la oscuridad más profunda.

Con su nacimiento, el Niño Demonio agregó otra capa de tragedia al final de la Edad de Oro. Este es un niño que definitivamente habría sido amado por Guts y Casca, un niño cuyos padres son el tipo de personas que hubieran hecho cualquier cosa para protegerlo. Ninguno de los dos pudo ayudarlo. En realidad, la llegada del niño resulta en momentos terribles tanto para Guts como para Casca: Casca dejando que el niño bebiera su sangre (eso no es saludable, cariño), Guts tan horrorizado por la mezcla del mal que les hizo esto que casi lo mata.

Y claro, en cierto modo ese chico tiene tres padres. Su poder maligno y, más tarde, la magia que utiliza para salvar a Guts y Casca una y otra vez provienen de Griffith, que violó a su madre y, en consecuencia, a él.

Griffith infectó a ese niño inocente con el mal, al igual que hizo todo lo posible para convertir el vínculo entre Guts y Casca en una fuente pura de dolor y trauma que luego se explora en la historia.

Pero Griffith en realidad podría haber sido el tercer padre de este niño, aunque no de la manera convencional. Antes del Eclipse se muestra que Griffith es la razón por la que Guts y Casca se conocieron. De hecho, durante varios años Casca y Guts no se llevaban bien: pasaban tiempo juntos y se hicieron camaradas porque ambos eran leales a Griffith. Ambos creían en Griffith: Casca porque él le había dado "propósito" y "una espada", y Guts porque Griffith era la primera persona en su vida que parecía realmente valorarlo como individuo, hasta el punto de arriesgar su propio pellejo.

Ambos arriesgaron sus vidas, y la vida del otro, para salvar a Griffith de la Torre. Griffith podría haber sido el padrino de ese niño; en cambio, se convirtió en su asesino.

Pero la historia del niño no terminó con su "muerte", al igual que la historia de Guts y Casca no se hizo completamente añicos por la maldad de Griffith. De hecho, en cierto modo, incluso lo mejor de Griffith sobrevive a través del niño. Ese niño no existiría sin las cosas malas que le sucedieron, pero no habría sido concebido sin lo mejor de Guts, Casca y Griffith.

Al principio, parece que el niño no puede escapar del ciclo de tragedia y desesperación en este mundo. Aunque protege a su madre y trata de ayudar a su padre, al final sólo termina ayudando involuntariamente al plan de La Mano de Dios. Convoca a Guts a la Torre de la Convicción, lo que está fuertemente implícito que empeora la situación con los espíritus demoníacos (dos personas marcadas en solo lugar significa problemas). Y aunque el niño salva a su madre de esas tortuosas almas muchas veces, al final la entrega directamente en manos de Mozgus, quien la va a quemar. Al tratar de detener la profecía, el niño la hizo realidad.

Pero, de nuevo, no es así como termina la historia. El niño sobrevive incluso después de haber jugado su papel en la causalidad, y el Apóstol Huevo lo encuentra moribundo entre los escombros. Cuando Guts salta de la Torre para salvar a Casca ("como un pez que agita la superficie del agua y lucha salvajemente contra la corriente"), cambiando la narrativa, el niño comienza a vivir a pesar de los repetidos intentos de la causalidad por usarlo y destruirlo. El niño, al igual que su papá, no se dio por vencido, y eso lo llevó a estar en el lugar incorrecto en el momento equivocado, similar a cómo Guts no se rinde y busca quemarse en su propio odio (al menos, en el Arco del Espadachín Negro). Allí, su cuerpo se convierte en la vasija de Femto.

Y a pesar de todo, todo el horror, la autodestrucción de Griffith, su posterior encarnación en el mundo material, la devaluación de todo lo bueno que alguna vez fue, el peligro de Guts de perderse en la bestia de la oscuridad y la mente fracturada de Casca: este chico, el resultado de los sentimientos que estas tres personas alguna vez compartieron, todavía está vivo. Todo lo "bueno" no terminó permanentemente en el Eclipse.

Esto se refleja luego en la forma física del bebé: donde una vez el mal lo abrumó y distorsionó, atrapándolo en un cuerpo deforme, ahora también ha podido crecer físicamente y se ve con la edad aproximada que debería haber tenido en realidad. Ha sido capaz de proteger tanto a su madre como a su padre de peligros tanto internos como externos. Si antes el chico parecía pura desesperación, ahora es una manifestación de las esperanzas que pueden vivir en Fantasia; de las hermosas posibilidades que pueden surgir en medio del malvado plan de la Mano de Dios.

Así como Guts ha viajado por el mar para tratar de recuperar a Casca, el chico de la luna ha viajado por el cielo para tratar de reunirse con sus padres. La Mano de Dios ha logrado todos los objetivos que ha tenido hasta ahora. Pero las personas que pretendía usar y descartar no se han ido, y no se han dado por vencidas. De hecho, se han fortalecido en la pelea. El poder mágico del niño, el legado del horror de su nacimiento, ha salvado a sus padres más de una vez, al igual que la Bestia de la Oscuridad de Guts, el legado de su trauma durante el eclipse, lo ha mantenido vivo a él y a las personas que ama. Ese niño a la luz de la luna, una vez símbolo de tragedia y potencial perdido, puede terminar siendo la gran esperanza en la oscuridad de este nuevo mundo plagado de dioses y demonios.

Entonces, ¿qué es lo opuesto a un Eclipse? ¿El sol? No. Una luna llena.

Con eso me refiero a que literalmente el chico de la luz de la luna podría ser la única oportunidad de Guts para derrotar a Femto. Quizás.