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Capítulo 5.

Ya tenía completamente planeado por completo el día de hoy, y él mismo se juró a sí mismo que haría de todo para que Taehyung no la pasara mal en su primer día en Seúl. Planificó todo la noche anterior, cuando se supone que iba a dormir, su cabeza no podía parar de dar vueltas una, y otra vez hasta terminar con querer arrancarse la cabeza.

Y en un intento desesperado por querer distraerse con algo, mejor prefirió hacerle caso a su mente, y pensar en ese pelirosa que bien se había metido en su cabeza con apenas unos cuantos días de haberlo conocido. Y así fue como Jungkook terminó haciendo planes para el día de hoy.

Y es que cuando decía que tenía absolutamente todo planeado, es porque literalmente tenía todo planeado; desde recogerlo a su casa, hasta cuando llegue la noche. Maravillosamente, las cosas parecían querer ir bien.

Se terminó de poner la chaqueta de cuero negro mientras se veía en el espejo. A diferencia de otras veces en las que había visto a Taehyung, esta vez iba vestido de manera informal; siendo su outfit un pantalón negro de cuero ajustado a sus piernas, una camisa blanca bastante olgada, unas botas negras altas, y aquella chaqueta que no dejaba ver los tatuajes que llevaba ocultando cada vez que iba a visitar a los Kim.

Salió de una vez de su habitación, bajando las escaleras que daban al primer piso donde estaba la salida. Tomó su mochila (que estaba colgada a la par de la mochila que había dejado el pelirosa en su auto), y antes de salir, se inclinó hacia la pequeña bola de pelos que se encontraba viéndolo fijamente con la lengua afuera.

— Pórtate bien, Yeontan. Prepárate que hoy conocerás a alguien nuevo, y tienes que ayudarme. —sonrió cuando vió al perrito inclinar la cabeza hacia un lado.—

Se puso de pie de nuevo, y finalmente salió hacia el estacionamiento de su casa, o bueno, se podría decir que esa "casa" parecía más un palacio que una casa en sí. De todas formas, ingresó, tirando su mochila en uno de los asientos de atrás, y comenzó a manejar en dirección a la casa de Taehyung.

Era un viaje bastante largo, puesto a que tenía que salir de la capital, y manejar hacia otra provincia con una distancia considerable.
Prendió la radio de su Mercedes Benz, para ir acompañado de música y no morir de aburrimiento mientras llegaba hacia Daegu.

Y Taehyung por su parte, se encontraba terminando por empacar todo aquello que no había guardado antes. Él se encontraba nervioso a decir verdad, le daba algo de miedo Seúl, y más porque a idea de él, el tener que vivir solo no era algo de lo cual estaba mentalizado. Pero bueno, la vida da muchas vueltas, y siempre te trae sorpresas en ellas.

Se encontraba algo sensible ese día, ya que estaría dejando su lugar, el lugar donde nació y donde compartió los mejores momentos con sus abuelos y su amigo Jimin. Le traía algo de nostalgia, puesto a que aunque sabía que no se iría a vivir a otro continente, sabía que la distancia aún estaría ahí marcando la diferencia. Pero bueno, eso ya es algo que él ya había pensado antes, y él ya sabía la solución de todo eso, y era simplemente viajar e intentar verlos lo más que pudiera a partir de ahora.

— ¿Seguro que tienes todo listo ya, Taehyungie? —mencionó Jimin que se encontraba en el closet del pelirosa terminando de sacar algunas camisas que estaban ahí— Ya sabes, ropa, zapatos, accesorios, bóxers y todo eso. ¡Oh! Y también las golosinas que te traje para que comas en el camino, y no mueras de hambre.

— Sí, Jimin, ya tengo todo listo. —dijo cuando vió que el rubio terminó por guardar esas camisas— No se me olvida nada, había guardado la gran mayoría apenas me avisaron que debía irme a Seúl.

— Wow... ¿No te parece todo esto extraño? Quiero decir, hace nada estábamos juntos en el instituto, o simplemente estábamos disfrutando de nuestra compañía, y un día de la nada simplemente tienes que irte a Seúl; todo en tan pocos días.

— Ya lo sé, es extraño, Jiminie. Aún no termino por creer que de verdad iré a Seúl. Como dijiste antes, hace nada estábamos juntos, y ahora nos vamos a separar más de lo que estamos acostumbrados. ¡Ush! Dije que no iba a llorar, y mira que ahora ya lo haz provocado. —dijo haciendo un puchero mientras le daba la espalda a su amigo, cuando sintió sus ojos picar.—

— ¡Taehyungie! —el rubio saltó abrazándolo por detrás, mientras rozaba su mejilla repetidas veces en la espalda de su amigo— ¡No tienes que llorar! Estarás bien en Seúl, la distancia no es nada. Seguiremos siendo amigos ¿Sí?

Taehyung asintió con su cabeza varias veces, haciendo sonreír a su amigo que no dudó ni dos segundos en soltar su espalda y encararlo, dejando muchos besos en las mejillas algo sonrojadas del pelirosa.

— ¿Me lo prometes? —dijo entre los besos que su amigo le estaba brindando.—

Jimin sonrió, y estiró su dedo meñique hacia su amigo, invitándolo a que los juntaran. Taehyung también formó una linda sonrisa cuadrada al ver el gesto de su amigo, y rápidamente unió su meñique con el de Jimin.

— Lo prometo. —respondió entonces el rubio.—

— Y-ya... debemos ir a desayunar, probablemente Jungkook debe venir de camino. —dijo el pelirosa con un lindo sonrojo en sus cachetitos.—

— ¡Yah! ¿Desde cuando dejó de ser "Joven Jeon", a ser sólo "Jungkook"? ¿De qué me perdí, eh? —dijo divertido.—

El pelirosa sonrió un poco al recordar aquella plática, y sólo comenzó a empujar a su amigo el rubio hacia la cocina.

— No te perdiste de nada, Jiminie. —contestó— Simplemente hablamos, y él me permitió hablarle de manera informal. Fue algo incómodo; se me olvidó como hablar por unos algunos segundos.

— ¡Ihh! ¡Te pusiste nervioso! —Taehyung rodó los ojos ante el comentario de su amigo, que ya bien le extrañaba que no hiciera un comentario referente a "su enamoramiento" por Jungkook— ¡Yah! Acepta que te gusta y ya, no es tan difícil como parece.

— ¿Por qué mejor no paras de molestarme con él? Es r-raro... —susurró cuando ya estuvieron cerca de la cocina— Admito que él es atractivo, es divertido, y es una buena persona ¡Eso es lo más importante! Pero de todas formas, él no me gusta, Jiminie. Aún no entiendo el porqué me molestas con él.

— Ya te lo he dicho, TaeTae, yo veo cosas, y sé que él te gusta. Y bueno, si es que realmente no te gusta ahora, te va a terminar gustando en cualquier momento. ¡Oh! ¡Ya sé! —dijo de repente en un tono relativamente alto— Si te llega a gustar en algún momento, me debes un helado de este sabor en específico: Crema chips. De verdad, no me regales nunca un helado de ese sabor, hasta que te guste. ¿Aceptas?

Taehyung se lo pensó un poco. La verdad él dudaba que en algún momento le llegara a gustar Jungkook, es decir, como ya lo había dicho antes, a vista de él, el azabache era atractivo, y tenía algo en esa personalidad suya que lo hacía pensar demás, porque seguía sin saber descifrar cómo poder definirla. Pero hasta ahí, para él no había sentimientos de por medio por el momento, así que lo dudaba.

— Mira, sólo voy a aceptar tu propuesta, porque realmente lo dudo mucho. Pero bueno, acepto; y más que nada porque cada que me pidas un helado, no te voy a comprar de ese sabor, que justo es tu favorito.

— No, no; ya vas a ver, TaeTae. Muy pronto voy a obtener un helado de ese sabor de tu parte.

El pelirosa rodó los ojos divertido, y terminaron por ingresar a la cocina, donde ya estaba su abuela como era de costumbre. Ambos decidieron ayudarle a terminar de preparar el desayuno de hoy. El último desayuno que iba a tener junto a sus abuelos, y su amigo. ¡Pero, hey! No es momento para estar tristes; Taehyung estaba tranquilo, sabía que no había nada malo de por medio en todo esto, y que su estadía en Seúl será un nuevo comienzo para muchísimas aventuras y oportunidades que se le brindará.

Él confiaba plenamente en ello, se mantenía muy positivo hacia Seúl, y esperaba que la capital lo recibiera gustoso y con los brazos abiertos.

Después de un rato, el desayuno ya estaba listo, y ahora los cuatro se encontraban sentados en la mesa desayunando pacíficamente, compartiendo pequeñas charlas y risas entre todos. Aún sus abuelos no habían mencionado el tema de que hoy precisamente se iría a la capital; parecían intentar a toda cosa evitar el tema, y Taehyung era completamente consciente de ello, puesto a que se notaba en sus caras esas pequeñas facciones de melancolía en sus rostros, y ese brillo de ligera tristeza adornando sus ojitos ya cansados por sus edades.

— Hoy será la última vez que te veremos, muchacho. —pronunció su abuelo justo cuando él pensó que el tema no se iba a tocar hasta que llegara el pelinegro—

— No diga eso, abuelo. Yo vendré las veces que se me permitan a visitarlos; lo intentaré arduamente. —respondió el pelirosa soltando el cubierto para tomar las manos de ambos señores y envolverlas con sus palmas.—

— TaeTae, ven a vernos cuando realmente dispongas del tiempo. No me gustaría que sacrifiques tus días donde debes estudiar, sólo para venir a vernos. —habló su abuelita.—

— Sé que puedo con ambas cosas, intentaré tener un horario accesible.

Y justo cuando el adulto mayor estaba punto de volver a hablar, un toque en la puerta los interrumpió; todos allí presentes sabiendo de quién se trataba.

La abuela alzó a ver a su nieto con los ojos algo húmedos. Era su niño, y por supuesto que la decisión de dejarlo ir, y que él se diera la tarea de explorar por su cuenta el mundo era algo difícil. Ya Taehyung era grande; sí, tenía sus actitudes de niño pequeño, pero ya no lo era más. Ya era hora de dejarlo volar, tal cual como a una mariposa.

— Mi niño... —mencionó suavemente la adulta mayor, haciendo que el pelirosa volviera a dirigir su mirada hacia ella. Y cuando Taehyung notó los ojos húmedos de su abuela, pudo sentir los suyos picar inmediatamente— Discúlpame, esto es algo sensible, cariño...

— Abuela... no llore por favor, m-me hará llorar a mí... —y después de haber dicho eso, efectivamente no pudo aguantar las lágrimas y fue a abrazar a la adulta mayor, que rápidamente comenzó a darle pequeñas caricias en su espalda.—

Y todo esto, a ojos de Jungkook, que se encontraba viéndolo todo desde que la puerta fue abierta por el señor Kim; dejando ver tan sensible escena. Dios, a Jungkook se le contrajo el pecho al ver eso.

Y por esa razón fue que en la noche se había quedado hasta tarde planificando el primer día del pelirosa en Seúl, para precisamente distraerlo, y no hacer que esté triste por  estar lejos de sus abuelos y de Jimin.

El mismo vió como Taehyung se separaba de su abuela, la misma secando las lágrimas de su rostro con sus ya arrugadas manos, creando una escena bastante tierna y a la vez algo triste de ver. Sino, pregúntenle a Jimin, que justo ahora también estaba llorando al haber presenciado esa escena que logró hacer que su corazón pegara un vuelco.

Taehyung alzó a ver hacia dónde se encontraba Jungkook, sonriendo levemente con un pequeño sonrojo en sus mejillas por el llanto.

— Buenos días, señores Kim. —dijo mientras hacía una reverencia— Taehyung, Jimin; buenos días también.

— Buenos días. —pronunciaron al unísono Taehyung y su amigo.—

— Pase, joven Jeon.

Jungkook se disculpó sutilmente mientras decía que sólo venía de pasada para recoger a Taehyung, pero que de igual forma podía esperar a que terminaran de despedirse.

Y así hicieron, ahora Taehyung estaba afuera de su casa (específicamente en el portoncito), con Jimin y sus abuelos despidiéndolo entre abrazos y besos en sus mejillas. Jimin, a pesar de todo, no parecía estar muy conectado a la situación, de hecho, se podría decir que Jimin simplemente estaba viendo como los abuelos de Tae se despedían de él, a unos cuantos centímetros de distancia.

Y cuando sus abuelos terminaron de despedirlo, Taehyung se volteó hacia Jimin; mismo que veía el suelo jugando con los deditos de sus manitas, mientras intentaba a toda costa no alzar a ver a su amigo, porque él sentía que en cuanto dirigiera su mirada hacia su amigo, se pondría a llorar como un bebé, y él no quería hacer llorar a su amigo nuevamente, sobre todo cuando él le dijo que no debía llorar.

— ¿Jimin? —llamó el pelirosa a su amigo, haciéndolo levantar la cabeza con pesar— Debo irme ahora...

— Y-yo... ¡Te extrañaré muchísimo, Kim Taehyung! —dijo eso para lanzarse a sus brazos, sollozando un poco— Por favor, ven a visitarme cuando puedas, o moriré...

Taehyung rodeó con sus bracitos el cuerpo de su amigo el rubio, formando un cálido abrazo entre ambos.

— No te vas a morir sólo porque yo no esté, Jiminie. Y vendré lo más seguido que pueda, lo prometo...

El rubio se separó de su amigo, y lo vió a la cara. Taehyung no estaba llorando, pero sí tenía las mejillas sonrosadas, y eso era una clara señal de que quería hacerlo otra vez.

— Cuídate muchísimo, TaeTae. Y no te preocupes, yo cuidaré a tus abuelos... estaré esperándote con los brazos abiertos junto con mi helado de crema chips ¿Sí? —el rubio llevó su mirada hacia Jungkook, que miraba todo desde una distancia prudente para no meterse en todo eso— Tienes que cuidarlo, eh.

El pelinegro asintió, haciendo sonreír en grande a Jimin, y haciendo que las mejillas de Taehyung se sonrojaran un poco más de lo que ya se encontraban.

Y por última vez, Taehyung se despidió de su familia y de su amigo antes de ingresar al asiento de copiloto del auto de Jungkook. Y cuando cerró la puerta, el pelinegro bajó la ventana, permitiéndole al pelirosa agitar su mano en forma de despedida.

Y así fue como el carro arrancó, comenzando a dirigirse a Seúl, y dejando a su querida Daegu a sus espaldas, comenzando un rumbo nuevo de muchas metas y proyectos por cumplir. Porque sí, Taehyung quería llenar de alegría a sus abuelos, y poder cumplir con aquello que ellos querían hacer; que justo era permitirle un mejor futuro.

Así que Taehyung se prometió comerse al mundo.









❛  °'. • 🍓↵︶˚ ༘♡ ·˚.









Ya llevaban un tiempo bastante considerable de viaje. El pelirosa podía reconocer que estaban a nada de salir de Daegu, y aún le quedaban muchos lugares por atravesar antes de llegar a la famosa capital que nunca había tenido la oportunidad de conocer hasta el momento.

Iban en un silencio tranquilo, sólo siendo acompañados por el sonido del viento, y de los otros autos que iban manejando a esta hora.
Jungkook se decidió en que pondría algo de música para matar un poco el silencio y al menos ser acompañados por música.

Y así es como llegó una canción bastante famosa por esos lados. Taehyung ya había tenido la oportunidad de escucharla antes por la radio, ya que la pasaban varias veces cada vez que lo prendía. Y así es como "Never Not" de Lauv, los acompañaba en ese viaje.

Taehyung iba tarareando inconscientemente mientras veía por la ventana todo el paisaje que la naturaleza le estaba permitiendo admirar. Y del otro lado estaba Jungkook, que estaba manejando, mientras escucha aquella hermosa melodía; y no precisamente la canción en sí, sino que aquel suave canto del pelirosa que para él era hermoso.

La voz suave del cantante original, siendo acompañada por la voz grave pero a la vez cálida de Taehyung formaban el compás perfecto; haciendo sonreír inconscientemente a Jungkook.

Y claro, Taehyung no pasó por alto aquella sonrisa que mostraba los dientes del pelinegro, porque lo vió sonreír desde el reflejo de la ventana. Así que dicha sonrisa lo hizo voltearse, y verlo directamente.

— ¿Qué te hizo sonreír? ¿Me perdí de algo? —dijo suavemente el pelirosa con una leve sonrisa en sus labios.—

— Nada en realidad... —el pelinegro lo miró de reojo, sonriendo otra vez, y ésta vez, directamente hacia él.—

Taehyung le sonrió de vuelta, dirigiendo de nuevo su visión hacia la ventana, esta vez cantando la canción y no sólo tararear.
Y después de unos segundos, es que una segunda voz lo acompañó, y ese era Jungkook, que también había comenzado a cantar al unísono junto a Taehyung.

Taehyung se volteó otra vez a ver a Jungkook sin dejar de cantar. Y cuando la canción terminó, Jungkook dirigió su vista a los ojos del pelirosa que aún lo miraban atentos.

— ¿Qué pasa, Taehyung? —preguntó, volviendo a concentrarse en el camino después de unos segundos.—

El pelirosa no respondió nada, y sólo se quedó viéndolo unos segundos.

— Tienes una hermosa voz, hyung. —terminó por responder.—

Jungkook sonrió un poco ante el cumplido, viendo al pelirosa de reojo.

— Lo mismo digo, Taehyung. Tu voz es realmente hermosa...





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[Por si no saben qué sabor es Crema chips, es helado de vainilla con pedacitos chiquitos de chocolate. Por lo que sé, en otros lados se le llama: "Vainilla chips."]

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