Capítulo 3.
Al día siguiente el pelirosa se levantó de buen humor, a pesar de que sus abuelos el día anterior le habían notificado la propuesta dada por HyunYoon.
Se sentía un poco triste, no iba a mentir. Pero de todas formas, no dejó que ese sentimiento le hiciera pensar mucho, y se dedicó a ver el lado positivo de todo aquello.
Tendría buenos estudios, y hasta un lugar en donde vivir mientras su estadía en Seúl. Además, no era el fin del mundo precisamente; aunque no viera seguido a sus abuelos, y a su amigo Jimin, tampoco es como si no los viera nunca más en su vida. Podría viajar perfectamente, y si se le permitía, podría viajar todos los fines de semana a ver a sus abuelos.
Esos mismos también parecían muy contentos de que su nieto haya decidido ver por su futuro y que ellos no hayan sido un problema a la hora de decidir. Eso los hacía inmensamente felices, puesto a que ellos realmente querían lo mejor para su pequeño nieto.
Taehyung bostezó antes de meterse al baño a darse una ducha antes de ir a su instituto.
Mientras se duchaba, en su cabeza iba pensando en cómo despedirse de Jimin. Sabía que aquel rubio era muy sensible (o al menos para sus ojos), y que si llegaba y simplemente le decía: "Hola Jimin, me voy a Seúl", este muy probablemente se tomaría la noticia demasiado mal. Así que era importante para él buscar una forma correcta en decirle.
No olvidaba que también tendría que hacer una despedida a sus compañeros de clase; sus compañeros afortunadamente lo querían muchísimo, aunque no eran amigos del todo.
El pelirosa salió del baño, acomodando su cabello con sus dedos. Se dirigió hacia su armario (puesto a que había dejado unas cosas ahí que no guardó en la mochila) y sacó una linda camisa azul bebé, y unos pantalones negros que eran flojos de las piernas.
Se comenzó a vestir con paciencia, terminando por poner unos zapatos color café que hacían juego con su vestimenta.
Antes de irse a desayunar, alistó la mochila de su instituto, guardando sus libros; luego colocándose el ganchito amarillo de una flor. Sí, eso definitivamente no podía faltar en él.
Salió de su habitación, encontrándose con su abuela en la cocina, haciendo el desayuno.
Cuando la anciana notó la presencia del pelirosa ahí, se dió la vuelta para saludarlo correctamente.
— TaeTae, cariño. —dijo mientras sonreía, y tenía un plato en su mano derecha— Aquí está tu desayuno, siéntate, ya te lo llevo.
Taehyung obedeció ante la petición de su abuela, sentándose en una silla que estaba en esa pequeña mesa circular que compartían ellos tres.
La abuelita de Tae, colocó plato que contenía el desayuno de su nieto al frente del mismo, mientras que ella colocaba su propio plato antes de sentarse con algo de lentitud.
— ¿Dónde se encuentra el abuelo? —preguntó el pelirosa.—
— Él tuvo que salir temprano para hacer unas cosas; en la tarde volverá. —dijo la anciana antes de sonreírle— Ya le hemos notificado tu decisión al joven Jungkook. Dijo que hoy vendría para hacer unas últimas cosas antes de tu traslado.
— Tengo que despedirme de Jimin, pero aún no encuentro las palabras adecuadas para ello.
Su abuela ladeó su cabeza hacia un lado, viendo con ojos comprensivos a su nieto.
— Jimin sabrá comprender la situación, TaeTae. Él es tu amigo, y se sabe que él también quiere lo mejor para tí, —la anciana colocó su mano sobre los cabellos rosados del otro, acariciando suavemente— aún si eso significa dejar de verse tan seguidamente.
Taehyung asintió con la cabeza, dándole la razón a su abuela. Sabía que su amigo el rubio era comprensivo, y aunque nada quita el hecho de que tal vez se sentiría mal por un momento, él siempre estaría para él apoyándolo en sus decisiones. Hasta lo apoyaría en cortarse absolutamente todo el cabello, y quedar calvo. Sí, muy probablemente el rubio lo haría sin dudar, porque se trataba de Taehyung.
El pelirosa se dispuso a terminar su desayuno; si es que quería llegar temprano a su instituto, y encontrarse con su amigo en la entrada como habían acordado antes.
En cuestión, el de hebras rosadas se puso de pie cuando observó a la más adulta hacer lo mismo, dándole el permiso a él también de levantarse de la mesa.
Rápidamente lavó los cubiertos que habían utilizado los dos, yéndose después a su habitación para recoger la mochila para poder irse a su instituto.
Se despidió de su abuela para comenzar a salir de su casa rumbo a donde estudiaba. Mientras caminaba, pudo observar como un carro negro (bastante lujoso, por cierto), pasaba a su lado, terminando por seguir el camino que él ya había pasado. Alzó los hombros despreocupado, y siguió con su camino hacia su instituto.
Cuándo llegó, pudo ver a su amigo el rubio en la entrada esperando por él justo como habían acordado el día anterior. Cuando su amigo notó la presencia del pelirosa desde lejos, rápidamente agitó su pequeña mañita derecha, que tenía en sus muñecas con par de pulseras adornando su brazo.
El pelirosa también hizo lo mismo; agitó su mano hasta que estuvo lo suficientemente cerca, como para sentir el gran abrazo de su amigo le estaba dando en ese momento.
— ¡TaeTae! ¡Buenos días! —dijo antes de plantear un pequeño beso en la mejilla del contrario; una muestra de cariño muy común para ellos dos.—
— ¡Buenos días, Jimin! —dijo el pelirosa con una gran sonrisa cuadrada en sus labios— ¿Qué tal? —dijo antes de comenzar a caminar junto al rubio hacia el interior de su instituto.—
— ¡Super! Mi padre llegó temprano ayer de su trabajo, y pudimos cenar juntos y convivir como antes. ¡Fue muy lindo! Justo ahora estoy de muy buen humor~
La sonrisa del pelirosa se volvió algo incómoda. No lo malinterpreten, él estaba feliz por su amigo, pero no podía negar en qué se sentía algo mal por tener que decirle a su amigo que se iría a Seúl, y muy probablemente dañar la felicidad del rubio.
— Eso es muy bueno, Jiminie. ¡Me alegra mucho! —dijo al final.—
— ¡Síp! Pero bueno, ¿Qué tal tú? —preguntó su amigo con una linda sonrisa en sus labios, haciendo desaparecer sus pequeños ojitos.—
— ¿Yo? Uhm... —el sonido de la campana para el ingreso a las clases interrumpió al pelirosa, que justo en ese momento pensó en decirle a su amigo que se iría de Daegu— Tengo que hablar contigo más tarde, Jimin.
El rubio asintió ante las palabras de su amigo, murmurando un: "Claro, me lo dices en el almuerzo con más tiempo", haciendo sentir un poco nervioso al pelirosa.
Aún no sabía cómo decirle algo que al final de cuentas, no parecía ser tan grave. Su abuela ya le ha dicho que su amigo lo iba a comprender, y eso lo había tranquilizado. Pero al ver la muy notoria felicidad de su amigo, el miedo de lastimarlo era mucho.
Juntos entraron al salón, para recibir sus respectivas clases de esas horas siguientes.
Y por desgracia, las clases de filosofía pasaron más rápido de lo que al pelirosa le hubiera gustado. De hecho, la campana del almuerzo ya había sonado, y ya ambos chicos iban caminando hacia donde siempre almorazaban juntos hasta la fecha: El árbol con la sombra majestuosa.
— ¿Tae? Te ves un poco distraído. ¿Todo bien? —preguntó algo preocupado el rubio.—
Taehyung asintió ante la interrogante de su amigo, terminando de ingerir aquel trozo de aquella manzana que se había llevado como un supuesto almuerzo.
— Todo está bien, Jiminie. Sólo quiero hablar contigo de algo...
— Dime, Taehyung, sin problemas. —dijo su amigo, prestando completa atención hacia lo que tenía por decirle Taehyung— ¿Es porque te gusta Jungkook? Mira, si es por eso, no te preocupes. Yo también ví como te estaba coqueteando el otro día cuando fuimos a tu casa. "Realmente es un gusto volver a verte, Taehyung" ¿Dijo eso? Bueno, algo parecido. Igual no hay problema con que te guste, entiendo. —dijo el rubio, asintiendo suavemente con su cabeza satisfecho de haberle dicho esas palabras de apoyo a su amigo.—
El pelirosa parpadeó tres veces confundido de las palabras de Jimin, abriendo y cerrando la boca repetidas veces sin saber qué decir ante la idea de su amigo.
— ¿Qué? —continuó el rubio— ¿Pensabas que nadie iba a notar como te estaba coqueteando? ¡Vamos, Taehyung! Tenía un claro: "Oh, Kim Taehyung es el hombre de mi vida" escrito en la frente. —Jimin rodó los ojos ante la ceguera de su amigo— ¿O es porque Jungkook es hombre? Mira, si te hace sentir mejor, a mí también me gustan los homb-
— Me voy a Seúl. —interrumpió rápidamente el pelirosa en un intento de abandonar el tema que tenía que ver con Jungkook, dándose cuenta después de lo que estaba apunto de confesar su amigo— Espera, ¿También te gustan los chicos?
Jimin abrió muchísimo los ojos ante lo que su amigo había mencionado, llevando después sus manos hacia sus labios en un intendo de tapar la gran sorpresa que estaba demostrando en su rostro.
— ¡¿Te vas a Seúl con Jungkook?!
"¿Qué?" pensó Taehyung.
— ¿Qué estás diciendo, Park Jimin? No me voy con Jungkook. —dijo el pelirosa desviando la mirada del rostro de su amigo hacia otro lugar— ¿Recuerdas la propuesta del padre Jungkook?
— ¡No me digas, no me digas! —Jimin seguía igual de sorprendido— ¡La propuesta era que Jungkook y tú se casaran! Ya sabía yo que era muy raro que Jeon HyunYoon llegara a hacer una propuesta normal.
— ¡Park Jimin! ¡Esto no tiene nada que ver con Jungkook! —el pelirosa pudo ver como el rubio reía ante la frustración de él mismo— ¿Qué te parece tan chistoso?
— ¡Tu cara otra vez! —dijo mientras casi lloraba de la risa; Park Jimin nunca iba a cambiar— Ya, ya. Dime de que se trataba la propuesta del señor Jeon. —dijo mientras se limpiaba las pequeñas lágrimitas que tenía en las orillas de sus ojos.—
— El señor HyunYoon le ofreció a mis abuelos un puesto para mí en el mejor instituto y universidad de Seúl, más un cuarto para yo poder estar ahí. A cambio, tenían que venderle unos terrenos, quedándose el señor Jeon una parte del porcentaje de sus ventas. Prácticamente él sería otro dueño de los cultivos. El problema está en que sólo tendría que irme yo, y mis abuelos tendrían que estar en Daegu. —dijo mientras bajaba la cabeza, mientras jugaba un poco con la manzana casi entera.—
— Oh, mi pequeño TaeTae, piensa en que tus abuelos sacrificaron una parte de sus cultivos que tanto trabajo le han llevado, sólo para darte un buen futuro. —dijo suavemente el rubio— ¿Seúl te hará feliz?
— Seúl me hace ilusión, pero me da tristeza dejar a mis abuelos y dejarte a solo aquí. —dijo mientras hacía un pequeño puchero.—
El pelirosa pudo sentir un golpe en la cabeza por parte de su amigo. Extrañado alzó la mirada, viendo a su amigo con reproche.
— ¡Tonto! Ni siquiera pienses en mí en una decisión como esta. Seúl te hace ilusión, ya lo has dicho tú mismo, y el hecho de que yo sea tu amigo, no debe de impedir que hagas lo que quieras, aún si quieres irte a otro planeta. —dijo mientras se acercaba un poco más al pelirosa, para envolverlo entre sus brazos— Te extrañaré, sí. Pero eso no va a cambiar que eres mi mejor amigo, ni siquiera la distancia puede impedir que lo sigamos siendo el resto de nuestros días. Y si te preocupan tus abuelos ¡Yo puedo cuidarlos por tí! No tienes que estar en Daegu para que alguien los cuide.
Los ojos de Taehyung se nublaron un poco por las pequeñas lágrimas que en ese momento quería dejar salir. Definitivamente el pelirosa era muy afortunado, porque tenía a las mejores personas a su lado.
— Gracias, Jiminie. —dijo antes de él también envolver a su amigo entre sus brazos, sonriendo ampliamente— ¡Gracias por ser mi mejor amigo!
Ambos chicos rieron entre ese emotivo abrazo, terminando por separarse lentamente.
— ¿Ibas a llorar, Taehyung? ¡Bobo! El Taehyung que conozco no llora por nada. —dijo el rubio antes de pasar sus deditos sobre las mejillas de su amigo, limpiando esas lágrimas que habían salido de todas formas— ¡Serás un chico de capital! ¿Qué más quieres? Quién sabe, seguro hasta terminas con Jungkook. —dijo alzando las cejas repetidas veces, recibiendo un pequeño golpe en el brazo por parte del otro— ¡Oye!
— ¡¿Por qué siempre tienes que hablar del joven Jeon?! —dijo el pelirosa en una molestia algo fingida.—
— Yo veo cosas, TaeTae. —dijo el rubio asintiendo lentamente con su cabeza— Créeme que yo veo el futuro.
❛ °'. • 🍓↵︶˚ ༘♡ ·˚.
Las clases de ese día habían terminado, dejando al par de amigos algo agotados por los aprendizajes recién obtenidos en su última clase, que por desgracia terminó siendo matemáticas. A ninguno de los dos chicos les gustaba las matemáticas.
— Me duele la cabeza. —dijo el rubio entre ruidos de su berrinche— Esa última clase de matemáticas me quemó las pocas neuronas que estaban funcionando el día de hoy.
— ¿Tenías neuronas y apenas me doy cuenta? —dijo el pelirosa entre risas.—
— Ush, que pesado eres, Kim Taehyung. ¡Tonto! —dijo el rubio para después desviar la mirada hacia otro lugar, abriendo los ojos dramáticamente por segunda vez en el día— ¿Jungkook?
— ¿Jungkook? —repitió de vuelta el pelirosa— ¿Vas a seguir con el joven Jeon? Creo que el pesado aquí es otro, Park Jimin.
— No, bobo. Literalmente Jungkook está hablando con el director; mira. —el rubio señaló hacia donde se encontraba el mencionado.—
Taehyung observó que definitivamente se trataba del azabache. "¿Qué hace el joven Jeon aquí?"
— ¿Deberíamos ir a saludar, Jimin?
Y cuando el pelirosa iba a dirigir su mirada hacia donde se supone que estaba su amigo, es que lo vió ya caminando hacia la dirección del azabache.
— ¡Por supuesto que vamos a ir, Taehyung!
TaeTae caminó rápidamente hasta alcanzar a su amigo, que ya estaba a nada de llegar hacia donde estaba Jungkook. Y justo en ese momento fue cuando el pelinegro notó la presencia de ambos chicos, llevando casi inmediatamente la vista hacia los ojos del pelirosa.
Y cuando ya estuvieron a la par de Jeon, fue que escucharon al mismo decir: "Entonces en eso quedamos, director" antes de dirigirle la mirada a los dos amigos que se encontraban juntos. El rubio con una mirada divertida al ver a su amigo; y el pelirosa con sus mejillas sonrojadas ante la presencia de Jungkook, y porque sabía que su amigo el rubio estaba obsesionado con ese temita.
— Hola, chicos ¿Qué tal están? —saludó el azabache.—
— Estamos de maravilla, algo cansados por las clases, pero todo va super. —respondió el rubio— ¿Verdad, Taehyung?
— Sí, va todo bien... ¿A usted como le va, joven Jeon? —respondió el pelirosa en un tono bajo, volviendo a hablar formal; ganándose una mirada de burla de su amigo.—
El azabache sonrió ante tal escena; a él le resultaba extremadamente tierno aquel tierno pelirosa. Bueno, también le causaba ternura el rubio, porque no había que ser tan inteligente como para notar que la actitud de ese chico no era para nada disimulada.
— También estoy de maravilla ahora. —el rubio casi chilla al oírle decir eso, y es que para Jimin era demasiado obvio que el azabache estaba coqueteando con su amigo— ¿Están cansados, cierto? Puedo llevarlos hacia sus casas si gustan. De todas formas, tengo mi auto en el estacionamiento.
— Oh, no es necesaria la molestia, joven Jeon. —dijo rápidamente el pelirosa— Seguro usted debe estar ocupado, y no queremos ser una interrupción a sus deberes.
— De todas formas, debo ir a tu casa, Taehyung.
— Entonces en ese caso no hay ningún problema. Vivo cerca de la casa de Taehyung, así que le quedará de pasada. —dijo animadamente el rubio.—
— Exacto; entonces andando. —dijo el azabache moviendo sus brazos hacia el frente, como su estuviera dándole el paso a dos príncipes.—
El rubio rió por lo que hizo el azabache, haciendo sonreír al mismo.
— ¿Ves, Taehyung? No vas a conquistarlo si no eres gracioso. —susurró Jimin hacia el pelirosa.—
— Cállate, Jimin, ¿Qué pasa si te llega a escuchar?
Y sí, definitivamente Jungkook había escuchado lo que Jimin le dijo a Taehyung. De todas formas, decidió no comentar nada al respecto, y apuró un poco el paso hasta estar al lado de ambos.
— ¿Hace calor, no? ¿Quieren un helado? —propuso el azabache.—
— Joven Jeon, usted no debería molestarse. —respondió rápidamente el pelirosa, sintiéndose un poco menos avergonzado que antes. Es como si esa confianza que sintió ante su presencia la primera vez que lo vió, hubiera vuelto a él.—
Y es que Taehyung no sentía vergüenza en sí por estar con el azabache, de hecho, como ya había dicho, desde el momento uno en donde se conocieron le transmitió una confianza inexplicable. Probablemente porque Jungkook parecía de una edad similar a la de él, y por eso no se sentía tan tímido. El pelirosa se sentía tímido ahora, porque estaba su amigo Jimin con él, y al rubio le gusta molestarle desde que supo que conoció a Jungkook. Por eso es que se encontraba algo nervioso.
— Kim Taehyung, ¿No te han enseñado que no hay que rechazar los regalos que te ofrecen los demás? —respondió Jimin viendo con mala cara a su amigo; él sí quería un helado.—
— Tu amigo tiene razón, Taehyung. Sólo es un helado, no es ninguna molestia para mí. —dijo el azabache apuntando con su barbilla hacia una pequeña tienda que convenientemente estaba del otro lado de la calle— Miren, parece que el destino está de nuestro lado en querer un helado. ¿Cierto, Jimin?
El rubio asintió hacia el azabache.
— Si quiere yo puedo ir a comprar los helados, mientras se queda con Taehyung. ¿Qué le parece?
El azabache asintió ante la propuesta del rubio, sacando su billetera de su bolsillo; la abrió, y le extendió una Black Card.
— Espero no te moleste, pero no traigo efectivo. —dijo un avergonzado azabache.—
— No importa. —dijo mientras cogía aquella tarjeta: "Dios, tiene una Black Card" pensó— ¡Ya vengo!
Y el rubio se fue, dejando a los dos chicos solos.
— ¿Y como les fue en sus clases?
El pelirosa llevó su mirada hacia el rostro del azabache, viéndolo ahí con su mirada puesta en él. "Me pone nervioso que me vea tanto" pensó.
— Todo fue bien, joven Jeon. Un poco agotador, debido a que empezamos un tema nuevo en clase de matemática, y conlleva mucho procedimiento, y tiene su nivel de dificultad. —dijo mientras pasaba su lengua sobre sus labios; dicho gesto no pasó desapercibido para el azabache— Pero nada realmente imposible.
— Entiendo, solía ver demasiadas matemáticas cuando estaba estudiando contabilidad, ya sabes, por las empresas de mi padre es que debía llevar esa carrera y no otra que me gustara en el momento. Soy bastante bueno en ellas, si algún día necesitas ayuda en algo, con gusto estoy para tí.
Las mejillas de Taehyung se pintaron de un color rosado suavecito, dejándole ver al azabache que sus palabras habían tenido el efecto que él quería.
— Uhm... ¿A usted no le gustaba contabilidad? No debió estudiarlo si realmente no le apacionaba.
El azabache sonrió ante eso, revolviendo las hebras del pelirosa con su mano.
— No importa, ahora estoy en la universidad estudiando psicología. Algo que realmente me gusta.
Los ojos de Taehyung emitieron un brillo especial que fue notorio hasta para el azabache. "Él estudia psicología, wow..."
— ¿En serio estudia psicología? —el pelirosa abrió un poco su boca, formando una linda sonrisa cuadrada en sus labios al ver que la respuesta era positiva— Joven Jeon, eso es realmente bueno. A mí también me interesa la psicología, quisiera estudiarla si la oportunidad me es brindada.
— ¡Tengo los helados! —dijo el recién llegado rubio, justo en el momento en donde el azabache estaba por contestarle al pelirosa— No sabía que sabor le gustaba, así que le traje de chocolate. No hay persona a quien no le guste el chocolate.
El azabache sonrió hacia el rubio, tomando la tarjeta que le estaba dando de vuelta.
Taehyung se volvía cada vez más interesante hacia los ojos del azabache. Le había llamado la atención desde que lo conoció, así que el estar compartiendo más información entre ellos dos, le hacía sentir satisfecho.
"No vas a conquistarlo si no eres gracioso" volvió a recordar las palabras que Jimin le había dicho a Taehyung.
"Curioso, esto es realmente curioso" terminó por concluir el pelinegro antes de que los tres fueran caminando hacia su auto.
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