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Beom Tae Joo

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Un año había pasado desde que T/N se había convertido en la esposa de Beom Taejoo, y aunque la transición de ser su criada favorita a su compañera de vida había sido un cambio abrumador, también se había convertido en el mejor año de su vida. Taejoo, a su manera firme y silenciosa, había aprendido a demostrarle su amor a través de gestos sutiles: un ramo de flores en su cuarto, una joya elegante dejada en su tocador, o un cálido abrazo al final de un día largo.

Sin embargo, los últimos días habían sido extraños para T/N. Había estado sintiendo náuseas constantes, una fatiga inusual que no podía explicar. Trató de ignorarlo, pensando que quizás era estrés o un simple malestar pasajero. No quería preocupar a Taejoo, quien estaba ocupado manejando su organización.

Aquella mañana, mientras bajaba las escaleras para dirigirse al jardín, un mareo repentino nubló su visión. Todo sucedió en un instante, su cuerpo perdió el equilibrio, y T/N cayó por las escaleras, golpeando su cabeza contra el suelo.

El sonido de su caída resonó por toda la mansión, alertando a los trabajadores. Los gritos de las empleadas llenaron el aire mientras corrían hacia ella.

—¡Llamen a una ambulancia! —Ordenó uno de los hombres de Taejoo, su rostro pálido por el pánico— ¡Ahora mismo!

Cuando llegaron los paramédicos, el cuerpo inconsciente de T/N fue colocado cuidadosamente en una camilla. Entre los presentes, la preocupación era palpable. Nadie se atrevía a pensar en la reacción de Beom Taejoo cuando se enterara. El asistente personal de Taejoo, su mano derecha, tomó su teléfono y marcó rápidamente.

—Jefe, hubo un incidente —Dijo con un tono apresurado pero controlado—La señora cayó por las escaleras. La estamos llevando al hospital.

El silencio al otro lado de la línea fue ensordecedor, seguido por la voz grave y tensa de Taejoo—Dime en qué hospital estará. Estoy en camino.

...

En el hospital, T/N fue ingresada de emergencia. Los doctores trabajaron rápidamente para estabilizarla mientras Taejoo llegaba a toda velocidad, sus pasos resonando por los pasillos como una tormenta implacable. La tensión en su rostro era evidente, y sus ojos grises parecían más oscuros de lo habitual.

—¿Dónde está mi esposa? —Preguntó con voz fría al recepcionista, quien apenas pudo articular una respuesta.

Cuando finalmente lo guiaron a la sala de espera donde su mano derecha lo esperaba, Taejoo apenas le dirigió la palabra.

—¿Qué pasó? —Preguntó, su voz baja pero peligrosa.

—Cayó por las escaleras, jefe. Los doctores están revisándola ahora.

Antes de que Taejoo pudiera responder, un doctor salió de la sala con un expediente en la mano.

—Señor Beom, su esposa está estable, pero hay algo más que debemos informarle —Dijo el médico, con un tono profesional; pero cauteloso.

Taejoo lo miró con impaciencia, sus ojos perforando al hombre.

—Hable.

—La caída no causó daños graves, afortunadamente, pero hemos hecho algunos exámenes adicionales debido a los síntomas que ella mencionó antes del incidente... Señor Beom, su esposa está embarazada.

Por un momento, el tiempo pareció detenerse. Taejoo se quedó en silencio, procesando la información.

—¿Embarazada? —Repitió, como si necesitara confirmar lo que acababa de escuchar.

—Sí, señor. Aproximadamente unas seis semanas.

El médico continuó hablando sobre los cuidados necesarios, pero Taejoo apenas lo escuchaba. Un torbellino de emociones se desató dentro de él. Su mirada, normalmente fría y calculadora, se suavizó ligeramente al pensar en lo que esto significaba.

Cuando finalmente entró en la habitación, encontró a T/N despierta, con una expresión cansada pero alerta. Al verlo, trató de incorporarse, pero él rápidamente la detuvo.

—No te muevas —Le ordenó suavemente, sentándose a su lado.

—Lo siento... Taejoo, no quise preocupar... —Empezó a decir, pero él la interrumpió.

—No tienes nada que lamentar —Dijo, tomando su mano con cuidado—Solo preocúpate por descansar.

Ella lo miró, confundida por el cambio en su tono.

—Los doctores dijeron que estás bien... pero también me dijeron otra cosa —Añadió, con una ligera curva en los labios que podría haber sido una sonrisa.

—¿Otra cosa? —Preguntó T/N, sintiendo un nerviosismo inexplicable.

—Estás embarazada.

Sus ojos se abrieron de par en par, y su mano instintivamente se movió hacia su abdomen.

—¿Embarazada...? ¿De verdad?

Taejoo asintió, sus ojos grises fijos en los de ella.

—Sí. Y desde ahora, no darás un solo paso sin que yo lo sepa. No permitiré que nada te pase, a ti o al bebé.

T/N sintió que las lágrimas llenaban sus ojos. A pesar de su tono autoritario, podía ver la ternura escondida detrás de sus palabras.

—Gracias Taejoo —Susurró, apretando su mano con fuerza.

Él inclinó la cabeza para besar su frente, un gesto que contenía una promesa silenciosa: protegería a su familia a cualquier costo.