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Beom Tae Joo
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El sol se alzaba lentamente sobre la mansión, iluminando sus grandes ventanales y los jardines perfectamente cuidados. T/N, sentada en el comedor principal, jugueteaba con su taza de té, pensativa. Desde que se había convertido en la esposa de Beom Taejoo, su vida había dado un giro inesperado. De ser una criada que conocía cada rincón de la casa y sus rutinas, había pasado a un papel de mayor importancia, pero también de mayor incertidumbre.
"¿Qué hago ahora?" Pensó mientras sus dedos trazaban círculos en el borde de la taza. Había cumplido con todas sus tareas de siempre, y ahora, sin la presión de atender cada detalle doméstico, se sentía extrañamente desocupada.
—No puedo simplemente quedarme sin hacer nada —Murmuró para sí misma, tomando una decisión repentina.
Ese mismo día, T/N comenzó a investigar sobre actividades que pudieran llenar sus horas. Entre las muchas opciones, algo llamó especialmente su atención: jardinería. Recordó los momentos en que, como criada, solía admirar las flores del jardín trasero. Siempre había sentido una conexión con la naturaleza, una calma que la envolvía al estar rodeada de plantas y flores. Decidida, se inscribió en un curso local para aprender las técnicas básicas.
Durante los días siguientes, Beom Taejoo observó en silencio el nuevo interés de su esposa. Aunque era un hombre reservado, su aguda percepción le permitió notar los pequeños cambios en T/N cómo regresaba con libros sobre plantas, cómo sus ojos brillaban al hablar sobre las especies que había aprendido a cuidar. Él no dijo nada, pero comenzó a gestar un plan en secreto.
...
Una tarde, T/N llegó a casa con una pequeña maceta entre las manos, sonriente. Era su primer proyecto del curso, una planta sencilla pero bien cuidada. Entró a la mansión con un aire renovado y, al pasar junto a Beom Taejoo en la sala, le mostró su logro.
—Mira esto, Taejoo —Dijo con entusiasmo, colocando la maceta sobre la mesa frente a él—Es mi primer trabajo.
Taejoo, que estaba revisando documentos, levantó la mirada hacia ella. Sus ojos grises se suavizaron apenas al observar la expresión de orgullo en su rostro.
—Hiciste un buen trabajo —Comentó, su tono serio; pero con un deje de aprobación.
Ella sonrió ampliamente, como si esas pocas palabras fueran el mayor elogio que podría recibir. Taejoo la observó un momento más antes de volver a sus papeles, pero en su mente ya había decidido que quería hacer algo especial para ella.
...
Una semana después, T/N estaba en la cocina supervisando el desayuno cuando un miembro del personal se le acercó.
—La están esperando en el jardín trasero, señora —Le informó con respeto.
Curiosa, T/N dejó lo que estaba haciendo y salió al exterior. Al llegar, lo que vio la dejó sin palabras, el jardín trasero que antes era simplemente un espacio vacío, se había transformado en un hermoso y amplio patio diseñado especialmente para la jardinería. Había camas elevadas para plantar, un pequeño invernadero de cristal, herramientas de primera calidad perfectamente organizadas, y hasta un banco de madera tallado con delicadeza.
En el centro del patio estaba Beom Taejoo, de pie con las manos en los bolsillos, observando su reacción. Su postura seguía siendo tan firme y fría como siempre, pero en sus ojos grises había una chispa de satisfacción al verla tan sorprendida.
—¿Qué es esto? —Preguntó T/N, su voz temblando de emoción mientras recorría el lugar con la mirada.
—Es para ti —Respondió Taejoo con calma—. Dijiste que querías hacer algo con tu tiempo. Pensé que esto sería útil.
T/N caminó hacia él, aún incrédula. Cada detalle del patio mostraba que él había pensado en sus necesidades, incluso en cosas que ella no había mencionado. Las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos mientras lo miraba.
—Es perfecto... No puedo creer que hayas hecho esto para mí.
—Eres mi esposa, T/N —Dijo él, su tono tan serio como siempre—Quiero que tengas algo que sea solo tuyo.
Ella no pudo contenerse más. Corrió hacia él y lo abrazó con fuerza, escondiendo su rostro en su pecho. Taejoo se quedó inmóvil por un momento, sorprendido por la intensidad de su reacción, pero luego levantó una mano y la colocó suavemente en su espalda, devolviéndole el gesto.
—Gracias Taejoo. Esto significa mucho para mí —Susurró contra su pecho.
—Solo haz lo que te haga feliz —Respondió él, su voz más suave de lo habitual.
T/N se apartó ligeramente para mirarlo a los ojos. Aunque él mantenía su típica expresión seria, ella pudo ver el afecto genuino detrás de su mirada.
—Prometo que este lugar será tan hermoso como lo imaginaste —Dijo con una sonrisa brillante.
Taejoo asintió, confiando plenamente en sus palabras. Luego, mientras ella comenzaba a explorar su nuevo espacio, él se quedó cerca, observándola. Había algo profundamente satisfactorio en verla tan contenta, en saber que había podido darle un lugar donde pudiera expresarse y ser completamente ella misma.
Para T/N, ese patio no era solo un lugar para trabajar con plantas. Era un símbolo de cuánto había cambiado su vida, de cómo su relación con Taejoo se había transformado en algo más profundo y significativo. Y en ese rincón del mundo que ahora era suyo, encontró no solo una actividad, sino un refugio que siempre la conectaría con el hombre que tanto amaba.
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