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Aviso escena de sexo y desnudo
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Beom Tae Joo
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El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, tiñendo el cielo de un tono anaranjado dorado mientras el avión privado aterrizaba en una isla paradisíaca. T/N miraba por la ventana, con las manos entrelazadas en su regazo y el corazón latiendo acelerado. Estaba nerviosa, aunque no lo admitiera en voz alta. No solo era su primera vez en un lugar tan remoto y exclusivo, sino que también era la primera noche de su luna de miel con Beom Taejoo, su recién estrenado esposo.
Beom Taejoo, como siempre, mantenía su porte sereno y calculador. Vestido con una camisa blanca perfectamente ajustada y unos pantalones oscuros, exudaba elegancia y autoridad incluso en un ambiente más relajado. Sus ojos grises, que tantas veces habían intimidado a otros, se suavizaron al posarse en T/N.
—Estamos aquí —Dijo con su voz grave y calmada, extendiéndole una mano para ayudarla a levantarse.
T/N asintió, sintiendo el calor en sus mejillas al tomar su mano. Desde el momento en que había dicho "Sí" en el altar, su vida había cambiado drásticamente, pero algo dentro de ella seguía sintiéndose como la humilde criada que un día sirvió el café de Taejoo. Era difícil asimilar que ahora era su esposa, la mujer que ocupaba su corazón y su vida.
Fueron recibidos por el personal de la villa privada, un lugar que parecía sacado de un sueño. Rodeada de palmeras, con una vista directa al océano cristalino, la villa tenía todas las comodidades que una pareja podría desear. Taejoo no escatimaba en nada cuando se trataba de T/N.
—Espero que sea de tu agrado —Comentó Taejoo mientras recorría con la mirada el lugar. Su tono era tranquilo, pero T/N notó la leve tensión en su rostro, como si realmente le importara su opinión.
—Es hermoso —Respondía ella con una sonrisa sincera. Su voz temblaba ligeramente, delatando sus nervios.
Después de una cena ligera servida en la terraza con vista al mar, Taejoo la guió hacia la habitación principal. El ambiente estaba iluminado por velas, con una suave fragancia a jazmín llenando el aire. T/N sentía que su corazón podría explotar en cualquier momento.
—Estás tensa —Observó Taejoo, dejando su vaso de vino en la mesa antes de acercarse a ella. Colocó una mano firme pero gentil en su hombro, obligándola a mirarlo a los ojos.
—Un poco... —Admitió ella en un susurro, incapaz de sostenerle la mirada por mucho tiempo.
Taejoo esbozó una leve sonrisa, algo raro en él, y llevó una mano a su mejilla, acariciándola con el pulgar.
—No hay razón para que lo estés. Estás conmigo.
Su voz era como un ancla que la arraigaba al momento presente, alejando cualquier duda o inseguridad que pudiera tener. Taejoo siempre tenía esa habilidad de hacerla sentir segura, incluso cuando el mundo parecía tambalearse.
—Es solo que... —T/N tomó una pausa, buscando las palabras adecuadas— todo esto es nuevo para mí. Nunca imaginé... estar aquí contigo, de esta manera.
—Ni yo imaginé encontrar a alguien como tú —Replicó él, su tono más suave de lo habitual—Pero aquí estamos.
Se inclinó hacia ella y depositó un beso en su frente, un gesto que era tanto tranquilizador como lleno de promesas. Luego la guió hacia la cama, sin prisas, dejando que el momento fluyera de manera natural.
Las manos de Taejoo eran firmes pero gentiles mientras la ayudaba a despojarse del vestido de seda que había elegido para la noche. T/N sentía el calor subir por su cuerpo, una mezcla de nervios y deseo que la dejaba sin palabras. Taejoo, por su parte, mantenía una calma imperturbable, aunque sus ojos grises brillaban con una intensidad que hablaba más que cualquier palabra.
—Confía en mí —Susurró contra su oído antes de capturar sus labios en un beso profundo y apasionado.
Taejoo no dejaba de besar por todo el cuerpo de T/N recordándole cuanto la adoraba, sus manos se detuvieron donde sus glúteos empezando acariciarlos darle leves mordiscos, que le provocaba gemidos a T/N, le dejo un suave beso en los labios para ponerla en una posición como la de un animal de cuatro patas, acaricio su miembro para luego introducirlo en su entrada escuchando un gemido ahogado besando rápidamente el cuello de T/N para que distraerla del dolor, donde una linea roja recorrida por la pierna de la chica.
Se quedaron quietos por un tiempo, la muchacha inclino su cuerpo como el estiramiento de un gato apretando las suaves telas que estaban debajo suyas, moviendo un poco su pelvis dándole una señal a su amado que estaba lista. Las manos del hombre se posicionaron en las caderas de la joven dejando entrar toda esa enorme cavidad en su interior, cosa que hizo gemir a ambos por el sentimiento apretado al estar unidos.
—Ah...agh..Ta-aejo-o—Gemia T/N con los ojos llorosos.
Las embestidas fueron suaves hasta que llego un punto que sentían que debían acelerarse, las paredes y la luna eran testigos de la dureza que se estaban dando, T/N no paraba de gemir suplicaba al hombre de su vida que la hiciera ver las estrellas, hasta poder llegar a tocar una de ellas, su mente estaba tan nublada que sentía que abandonaría la realidad.
La ultima estocada los hizo tener sus ojos abiertos como el miembro del hombre llenaba todo el interior de su amada, las manos de Taejoo hizo que el cuerpo de su amada fuera volteada, admirando el tono rosado de sus mejillas y nariz, abriendo las piernas preparado para la segunda oleada de demostración de amor para T/N, le dio un beso apasionado en los labios que fue correspondido para después el hombre dar varias embestidas sintiendo las pequeñas manos suaves recorrer en su enorme espalda y siendo arañada por las uñas como un gato en defensa.
—Eres mía T/N, solo mía.
T/N solo podía cerrar los ojos con fuerzas y sentir cada movimiento de las estocadas que le propinaba su amado a ella, ese toque de pureza que tenia antes T/N se desvanecía, solo recordaba las palabras de su madre "Ahora eres toda una mujer" es lo que repetía su mente como un disco duro.
En ese instante, T/N comprendió que el amor no solo se trataba de la unión de dos cuerpos, sino de un encuentro de almas que se entrelazaban en un abrazo etéreo. Beom Taejoo, con su seriedad habitual suavizada por el amor, la cuidaba como si ella fuese una joya preciosa, un tesoro que merecía ser protegido. En su primer encuentro, T/N sintió que cada latido, cada roce, la unía más y más a Beom Taejoo, quien, a pesar de su fría apariencia exterior, se había convertido en su abrigo en una noche helada.
Finalmente, bajo la luz de la luna y el abrazo del silencio, sus cuerpos se encontraron en una danza suave y delicada, uniendo sus corazones en una armonía perfecta. El amor, en su forma más pura, les envolvió como un manto cálido, prometiendo que, aunque el momento llegaba a su fin, su vínculo sería eterno.
...
El amanecer filtraba su luz suave a través de las cortinas del ventanal, bañando la habitación con un resplandor cálido y dorado. T/N parpadeó lentamente, adaptándose a la claridad mientras el sueño comenzaba a disiparse. El peso y la calidez del brazo de Beom Taejoo rodeándola le recordaron dónde estaba y lo que había ocurrido la noche anterior. Una sonrisa pequeña y suave se formó en sus labios al girar la cabeza hacia él.
Taejoo estaba profundamente dormido, su rostro relajado y sereno. Incluso en ese estado, su postura reflejaba su esencia firme, imponente, pero ahora también vulnerable de una manera que solo ella podía presenciar. T/N se perdió por un momento en la forma en que la luz del sol acariciaba sus facciones. Su cabello negro desordenado caía sobre su frente, y sus pálidas pestañas descansaban contra su piel. No pudo evitar alzar una mano temblorosa y rozar suavemente su mejilla con la yema de los dedos. Taejoo entreabrió los ojos, grisáceos y profundos, que la miraron con una mezcla de somnolencia y afecto.
—Buenos días —Murmuró con su voz baja y ronca, haciéndola estremecer—¿Has dormido bien?
T/N asintió, sonrojándose ligeramente mientras apartaba la mano, pero él la atrapó con delicadeza antes de que pudiera alejarse. Entrecruzó sus dedos con los de ella y la atrajo más cerca, hasta que sus frentes se tocaron.
—Me alegra —Susurró, plantando un beso suave en su frente.
—¿Tú cómo dormiste? —Preguntó ella, su voz también en un murmullo.
Taejoo se permitió una pequeña sonrisa, una que raramente mostraba fuera de momentos íntimos como este.
—Contigo a mi lado ¿Cómo podría no haberlo hecho?
T/N sintió su corazón acelerarse mientras lo observaba. Había algo tan encantador en verlo así, relajado y abierto, contrastando con la figura poderosa y reservada que mostraba al mundo. Ella deslizó una mano por su cabello, peinándolo cariñosamente hacia atrás.
—¿Qué quieres hacer hoy? —Preguntó ella, tratando de mantener su voz estable.
—Hoy quiero dedicarme a ti —Contestó Taejoo sin vacilar, su tono firme y decidido—Hemos esperado demasiado para estar así de juntos, y no pienso desaprovechar ni un solo segundo.
T/N se cubrió la cara con las manos, tratando de ocultar el rubor que invadía sus mejillas, pero Taejoo rápidamente apartó sus manos con una suavidad que la desarmó.
—No te escondas de mí —Ordenó con ternura—Quiero ver cada expresión tuya.
El peso de su mirada la dejó sin aliento, ella simplemente asintió, incapaz de articular palabra. Taejoo la besó de nuevo, esta vez con más intención, más profundidad, como si quisiera grabar ese momento en sus memorias. T/N se perdió en el calor de sus labios, en la forma en que sus manos la sujetaban con firmeza pero con cuidado, como si fuera algo precioso. Cuando finalmente se separaron, ella apoyó la cabeza en su pecho, escuchando el ritmo constante de su corazón.
—Nunca imaginé que podría ser tan feliz —Admitió en voz baja.
Taejoo deslizó una mano por su espalda, tranquilizándola.
—Tienes que acostumbrarte a esto —Dijo con convicción—Porque pienso hacerte feliz cada día de nuestra vida.
T/N levantó la cabeza para mirarlo, sus ojos brillantes de emoción.
—¿Incluso cuando soy torpe o hago algo que te molesta? —Preguntó, medio en broma, medio en serio.
—Especialmente entonces —Respondió él con una pequeña sonrisa—Porque todo lo que haces, T/N, me recuerda lo afortunado que soy de tenerte. La gravedad de sus palabras la hizo sentirse ligera, como si flotara en un sueño del que no quería despertar.
Pasaron un rato más en la cama, compartiendo risas suaves y caricias tiernas, hasta que Taejoo sugirió que desayunaran juntos. Ayudó a T/N a levantarse, ofreciéndole una de sus camisas blancas para que la usara. Ella se la puso, encantada por cómo el tejido ligero olía a él. Mientras bajaban al comedor privado de la villa, Taejoo no soltó su mano ni por un segundo, como si quisiera recordarle que, en ese mundo, ella no estaba sola. Eran un equipo, un solo corazón latiendo al unísono.
T/N sonrió para sí misma. El día apenas comenzaba, y aunque no sabía qué aventuras les esperaba en su luna de miel, estaba segura de que cualquier cosa sería perfecta mientras estuvieran juntos.
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