La misión de atrapar a este misterioso ladrón
Luego de un larguísimo viaje de regreso por fin habíamos regresado a la capital, e incluso mejor, gracias a Darkness pudimos conseguir llegar al palacio real sin tanto papeleo, aunque claro, tuvimos que utilizar el nombre de su familia.
Dentro del palacio preguntamos a un par de sirvientes si sabían en donde se encontraba Kazuma-senpai, y ellos se refirieron a él como "el inútil huésped de la princesa", su mala reputación le había hecho ganarse ese sobrenombre y estuvieron más que dispuestos a decirnos en donde se encontraba cuando escucharon que pretendíamos llevárnoslo. Estaba en una habitación en una de las torres más altas, y a pesar de que era pasado el mediodía, otros sirvientes decían que aún seguía dormido Darkness tocó la puerta y sin esperar respuesta por parte de nuestro senpai entró, nosotros detrás de ella. Kazuma estaba envuelto en sábanas y no se veía ni su pelo, pero ya estaba despierto pues dijo:
—Buenos días, Mary. No pienses que te voy a dejar cambiar las sábanas tan fácilmente, ¿vale? Ven, si quieres acabar rápido este trabajo y volver al resto de tus obligaciones tendrás que decir "Mi señor, por favor...
Kazuma-senpai se había asomado y no terminó su frase cuando vio a Darkness a los pies de la cama.
—... Mi señor, por favor —dijo ella malhumorada—. ¿Y después qué, Kazuma? Vamos, continúa. Deja que todos los demás escuchen tus sucias intensiones.
Megumin y Aqua se veían atónitas por lo que vieron y escucharon. Mi mirada y la de mi senpai se cruzaron un segundo, él me pedía ayuda sin decir nada, pero solo aparté la mirada para que no me arrastrara consigo. Mi senpai tuvo la audacia de termina su frase, una muy pervertida por cierto, y ocasionó que Darkness se le abalanzara para sacarlo de la cama mientras ellos discutían. Tuvimos que intervenir para que ella no le rompiera el cuello en el acto. Y no fue hasta que los ánimos se hubieron tranquilizado que le explicamos que estábamos aquí para que regresara. Pero Kazuma-senpai alegó que no tenía la menor intención de irse, porque, según él, ahora era el compañero de juegos de la princesa. No iba a mentir que me tomó por sorpresa, pero ahora los cuchicheos de los sirvientes que se escuchaban en los pasillos tenían sentido, ellos alegaban que era mala influencia para la Princesa Iris.
Aqua entonces hizo de las suyas y comenzó a quejarse de la injusticia que era que Kazuma pudiera permanecer ahí y ella no, y solo nos dio dos opciones: O se quedaba con Kazuma también, o lo obligábamos a volver a Axel. Y así de simple la pelea comenzó.
—¡Darkness, aléjate de mí! —gritó Kazuma— ¡De lo contrario me veré obligado a usar Steal en ti y lo haré tantas veces que terminarás desnuda frente a todos. ¿Entiendes el peligro de eso?
—¡Adelante! —respondió Darkness—. Hazlo, ¿crees que eso me importa? Aun siendo el caso puedo derrotarte sin el menor esfuerzo. ¡Vamos hazlo! Que todos vean la clase de basura que eres. ¡Atrevete!
Kazuma se veía decidido a hacerlo, pero al último momento se arrepintió y usó Toque Drenador para tratar de debilitar a Darkness, cosa que no funcionaría. Sin embargo, luego de un rato de estar discutiendo, y una vez que Darkness tenía a mi senpai sometido en el suelo una voz detrás de nosotros nos hizo detenernos.
—Lady Lalatina. ¿Sería mucho pedir que dejases a Onii-sama?
La voz de la Princesa Iris se escuchó, tan débil y apenas perceptible, pero nos hizo detenernos. La sorpresa de que ella hubiera llamado "Onii-sama" a Kazuma-senpai fue lo que más nos extrañó, y Kazuma aprovechó para zafarse de la situación, alegando lo inapropiada que era Darkness y lo deplorable que fue su actitud para entristecer a la princesa. Claro que Darkness expuso sus puntos de vista, y jugó sucio diciendo que mi senpai era un aventurero de renombre en la Ciudad de Axel, y que no podía estar desaparecido más tiempo sin levantar sospechas.
—¡Ey! —gritó Kazuma-senpai— ¡No le digas esas cosas a Iris! Mira que entristecer a la realeza... No es nada propio de una noble como tú, Lady Lalatina.
—¡Qué no me llames así, Kazuma! —Darkness comenzó a ahorcarlo.
La princesa entonces, se interpuso entre ellos y aceptó que Kazuma-senpai ya había permanecido demasiado tiempo en el palacio y pidió que se quedara solo una noche más, para poder ofrecer un banquete como despedida y agradecimiento por todo el tiempo pasado. Y ya que no estaba en nuestros planes, tuvimos que tomar prestados trajes y vestidos de la servidumbre para estar más presentables, pues como era de esperarse, muchos nobles no dudarían en llamarnos aventureros mugrosos si nos vieran con nuestra ropa actual.
Ya avanzada la tare todos los preparativos se habían terminado de una manera impecable, y al comenzar la noche todo el evento comenzó. Había muchos más nobles invitados que la última vez y nos veían como si fuéramos bichos raros, en especial por la falta de modales que Aqua, Kazuma y Megumin estaban demostrando. De hecho, Aqua había arrastrado una pequeña mesa cerca del rincón en donde se encontraban los criados y meseros para que éstos pudieran servirle de la forma más rápida posible, haciendo así su propia fiesta privada. Darkness era acosada por los nobles de otras familias que querían tomar su mano en matrimonio y al ver esto, Kazuma-senpai me dijo que no desaprovecharía la oportunidad para molestarla, vengarse por lo de la pelea, y sobre todo porque no le gustaba ver que otros la pretendieran.
Por mi parte, yo me fui, luego de comer un rato, hacia uno de los balcones para tomar aire fresco. Y poco tiempo después se me unió Claire. La guardaespaldas de la princesa se veía muy exhausta. Conversamos un poco; y confirme que se encontraba cansada por todo lo repentino del banquete, pero agradecía que pronto mi senpai se iría del lugar, ya que en realidad pensaba que era una muy mala influencia para la princesa, misma que se había vuelto un poco insolente y grosera, aunque poco después soltó una pequeña risa y admitió que por lo menos nunca la había visto tan feliz y contenta en el último tiempo.
—Y si dices algo de esto a alguien —me amenazó—. Te ofreceré como sacrificio a los cultistas de Axis, y les mentiré diciendo que andas por ahí burlándote de su tonta diosa.
—¡Hey, esa es una sería amenaza!
—Vaya que ustedes son muy raros. Todos los de tu clase le tienen demasiado miedo al Culto de Axis, son muy molestos y pervertidos, además en lo personal creo que desperdician su talento con cosas sin importancia.
Claire dijo "ustedes", así que asumí que se trataba a los demás reencarnados, pues además de Mitsurugi y Kazuma-senpai, y yo, había visto que en la capital se encontraban otras personas con rasgos similares a los nuestros, con esto me refería a una apariencia japonesa, tanto chicos como chicas, aunque me sorprendía también la cantidad de gente de nuestra edad que se encontraba, ¿no era muy alarmante ver la frecuencia con la que adolescentes morían en la tierra? Pensé demasiado en eso. Claire también se había referido a nuestro talento, así que podía suponer que estaba hablando de las reliquias mágicas y habilidades únicas que muchos habían optado por tomar.
—... Si no fueran como son, apuesto que incluso tú podrías atrapar al Ladrón Solidario, y de esa forma la Princesa Iris dejaría esas tonterías de querer ser como él. —continuó ella.
—Voy a ignorar el hecho de que la primera parte se sintió como un insulto —dije mientras apretaba sus mejillas—. Me interesa saber quién ese sujeto. Nunca antes lo habían mencionado.
Y Claire se libró de mi agarre. Explicó después que nunca lo había mencionado porque no había necesidad, pero desde que mi senpai había influenciado de mala manera a la princesa, ella no dejaba de mencionarlo. El Ladrón Solidario era un individuo desconocido que solía robar a los nobles que tenían mala reputación; las riquezas, por cierto, eran conseguidas de una manera poco legal. Y al día siguiente una gran donación era realizada de manera anónima a algún orfanato dirigido por la Iglesia de Eris. Era como una especie de Robin Hood, y honestamente no veía nada de malo en su actuar, pues era un dinero sucio invertido en una buena acción, aunque claro, Claire era la guardaespaldas de la princesa y veía de mala manera que ella anduviera por ahí diciendo que quería ser una ladrona.
Claire me encaró y me miró con decisión. Sentía por alguna razón que algo absurdo iba a pasar.
—¡Oye! —dijo—. Si quieres que piense de ti de una manera más agradable, e incluso usar el nombre de mi familia para conseguirte alguna recompensa ¡Demuéstrame que puedes atrapar a ese ladrón!
...Sabía que una tontería así sucedería. Aunque luego de pensarlo largo rato, llegué a la conclusión de que no tenía nada mejor que hacer, pensaba que sería una tarea sencilla y obtendría una recompensa. Así que terminé por aceptar.
Lo que más me sorprendió fue que cuando me encontré con Kazuma-senpai por los pasillos del palacio, él se plantó delante mío y me tomó de los hombros. Me miró con desesperación y decisión, y sobre todo, con mucha seriedad.
—¡Tú! Tienes que ayudarme a encontrar al tal Ladrón Solitario —me exigió.
—¿Qué?
—¡Lo que oíste! La princesa me lo mencionó hace poco y quiero atraparlo.
No entendía nada, pero lo había conocido lo suficiente que si quería hacer algo así no era por una razón noble, sino porque tenía una ambición maliciosa. Pero, tampoco yo lo hacía por una buena causa...
—¡De esa manera yo podré quedarme aquí, viviendo en gran lujo!
... Pensándolo bien, mi ambición era mucho más noble que la de mi senpai.
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