Capítulo 6. 🔥
"Hacernos adictos de quien nos hace sentir bien".
Anónimo.
Seth.
Veo como Camila y su amiguito bajan las escaleras después del desmadre que han hecho. Me siento en uno de los sillones y Eli se acerca rápidamente a mí, se pone de rodillas y me revisa el golpe que tengo en la boca.
—No es nada —aparto su mano rápidamente.
—Deja que te revise —intenta acercarse, pero de nuevo aparto su mano con coraje.
—Seth por favor —levanta la mano, pero antes de que esta llegue a su destino la agarro por la muñeca deteniendo sus movimientos y la miro mal.
—He dicho que no.
—Sabes Seth, siempre he intentado ser algo más que solo sexo para ti.
—No empieces Elizabeth —le advierto —. Este no es buen momento.
—Es que nunca es un buen momento para nada. Contigo todo es complicado, contigo nada es enserio, contigo nada es fácil y ya estoy harta de esto, de ser solo tu pañuelo de lagrimas y a veces ni siquiera eso porque me tratas peor que un perro —se pone de pie y se suelta de mi agarre —. No me importa si me quitas la ayuda, no me importa si me mandas matar, ya no me importa lo que pase contigo porque desde este momento estás muerto para mí.
—Elizabeth —me pongo de pie.
—Ya no Seth, a la mierda todo lo que pase contigo y tu maldita vida. Púdrete.
Escupe las palabras con tanto odio que sé que esta es la última vez.
—Eli espera —Cas me mira y niega con la cabeza, Eli baja las escaleras y Cas va detrás de ella.
Regreso a sentarme y me paso el dedo por el labio, todavía me sale un poco de sangre.
Lo que me dijo el imbécil ese me deja pensando. Nelly no se ha ido, ella está aquí, ella sigue en Nueva York y si es cierto lo que he dicho ella buscará vengarse de mí por todo lo que le hice, no me puedo esperar menos de ella, es una mafiosa de armas tomar, no se va a quedar de brazos cruzados, hará lo que sea para que pague lo que le he hecho, puede que me merezca eso pero no lo acepto y jamás lo aceptare, daré batalla y me enfrentare a ella de ser necesario.
Castiel.
Seth no hace nada para evitar que Eli se vaya, solo se queda ahí de pie pensando.
—Eli espera —miro a Seth y niego con la cabeza. Sigo a Eli que baja las escaleras rápidamente, cuando llega abajo la detengo agarrando su codo y dándole la vuelta.
—Déjame Castiel.
—Oye yo no te he hecho nada, no tienes que cobrármela a mí.
—Lo sé, pero quiero irme.
—No tienes que irte solo por su culpa. Tu mundo no gira alrededor suyo —pongo mis manos en sus hombros.
—Cas, estoy terminando con la única persona que me ha aceptado tal y como soy, que bien o mal me quiso aun sabiendo mi pasado. No es fácil. Tú no lo sabes porque jamás te han roto el corazón.
Claro que sé de que habla ella, pero es inútil hacerle entrar en razón que lo mejor que le pudo haber pasado es alejarse de Seth y toda la mierda que lo rodea. Estar lejos de este mundo.
—Está bien, solo no desaparezcas, sabes que te tenemos mucho cariño y no porque ahora ya no tengas nada con él significa que te alejes de nosotros —la abrazo.
—No te preocupes Castiel, no me alejaré, cualquier cosa que necesites sabe dónde estoy.
—Lo sé —me separo un poco de ella y le doy un beso en la frente, sonríe y se aleja.
Cuando veo que ha salido del lugar subo las escaleras y encuentro a Seth bebiendo, parece que es lo único que sabe hacer.
—Si sabes que por tu culpa Cami ha terminado conmigo ¿verdad? —me siento a su lado.
—Lamento eso, pero ella no sabe lo que se pierde.
—¿Sabes que es lo peor? Que no tuve yo la culpa y que no sé exactamente que mierda hiciste para que ella se pusiera así.
—Entre menos sepas, mejor.
—Me estoy cansando de esto Seth, que ocultes cosas que son importantes, parece que estás alejando a las personas y si eso es lo que quieres está bien.
—Por favor Cas, solo hay cosas que por ahora no te puedo decir, solo eso. Sabes que cualquier cosa mala o buena lo sabes, pero esto no, no por ahora, es demasiado delicado.
Me voltea a ver.
—¿Ahora en que te has metido?
—No te voy a decir nada, Cas, ni lo intentes.
—Eres un imbécil, lo sabes.
—Gracias.
Levanta su vaso diciendo salud.
—No es un cumplido.
—Lo sé —me entrega un vaso con no sé qué bebida y brindamos, ni si quiera sé porque estamos brindando, pero lo hacemos.
Nelly.
Siento tanto calor, mis mejillas arden y el sudor empapa mi rostro. Las manos me tiemblan, los nudillos me arden, mis piernas parecen gelatina. Miro al ruso frente a mí, tiene una cortada en la ceja, la nariz le sangra, aprieta los puños. Me paso la mano por el labio, tengo sangre la cual empapa la venda que hasta hace unos minutos era blanca.
—Bueno, creo que ha sido suficiente por hoy —Alek entra al ring y empuja lejos al mastodonte que al igual que yo se ha quedado con ganas de seguir dando golpes —. Basta Born, he dicho basta —Alek lo empuja fuera del ring.
Cami sube con una toalla que me entrega cuando está frente a mí, me limpio el rostro y me da una botella con agua.
—Necesito decirte algo.
—Ya vamos a empezar con los secretos sucios —sube y baja las cejas.
—Tienes una mente muy cochambrosa Camila.
—Bueno dime que es eso que me ibas a decir —bebo agua y bajamos del ring.
—¿Recuerdas que el otro día dije que Nate el hermano de Seth me ayudó mucho? —la miro y asiente con la cabeza.
—Creo que sí —se ríe un poco —. Perdón por no recordar algunas cosas.
Se hace la digna.
Nos sentamos en una de las bancas que están alrededor del gimnasio, me pongo la toalla alrededor del cuello y Cami me empieza a quitar las vendas.
—Bueno, dime que pasa con ese hombre.
—Él no es como Seth —Cami levanta una ceja —. Es diferente a Seth, es noble, tiene un enorme corazón, es dulce, cuidó de mí, me hizo sentir bien, se enfrentó a Seth más de una vez por mí y bueno, pasaron muchas cosas entre él y yo, no dejo de pensar en él, en cómo me hacía bien su compañía.
—Pero.
—Pero es imposible, lo sabes —la volteo a ver —. Somos enemigos Cami, su hermano me hizo mucho daño y no sé si él quiera verme.
—Tú lo has dicho, el que te hizo daño fue su hermano no él, si dices que fue muy amable contigo y te cuidó fue por algo.
—Quizá solo fue eso, que fue amable nada más.
—Una pregunta ¿Se acostaron?
—Sí, pero eso no quiere decir nada.
—¿Sientes algo por él o solo es agradecimiento por lo que hizo por ti?
—En definitiva, no es solo agradecimiento. Siento cosas por él, aquí —señaló mi pecho —. Las mismas cosas que sentía por Seth —niego con la cabeza —. Y eso no es bueno.
—¿Por qué no?
—Por que puede que me pase lo mismo que con Seth, que todo lo que pasó solo sea una mentira, que todo lo que pasó ahí dentro fue confusión por su parte y que ya se haya olvidado de mí.
—¿Y sino es así? Y si él está enamorado de ti tanto como tú lo estás de él.
—No digas esa palabra, no sé si es amor.
—Pero si se te ve en los ojitos que estás idiotizada por él —se burla de mí.
—¡Oye! —le doy un golpe en el hombro —. Hablando de eso ¿Ya hablaste con Castiel? —niega con la cabeza —. ¿Por qué?
—No tiene caso, él ni siquiera sabe lo que Seth te hizo y cuando lo sepa lo va a defender a él y yo no puedo estar con una persona que defienda a ese monstruo, no puedo. Ni siquiera sé como me pude fijar en él.
—Quizá no sea así, pero no lo vas a descubrir si te quedas aquí sin hacer nada y no hablas con él. La verdad nunca te había visto tan feliz, él te hace bien Cami y no puedes dejar ir a una persona que te haga bien.
—Entonces tú tampoco puedes dejar ir a Nate.
—Ese ya es otro cuento —me pongo de pie y me sigue.
—No, no, no. Nelly es lo mismo, no te hagas pendeja y vas a hacer algo con respecto a él —salimos del gimnasio.
—Ya veremos.
—No creas que te vas a salvar de mí.
—Está bien, está bien. Ya pensaré en una opción para verlo.
—Te estaré jodiendo para que lo hagas —la miro de soslayo.
—Sabes que eres la mejor jodida amiga que alguien puede tener.
—Nadie tiene el honor de tener una amiga tan jodona como la tienes tú.
Me abraza de lado. Es cierto, nadie tiene una amiga como Camila y nadie la tendrá jamás. Tengo la bendición de tener a gente que me ama y que estaría dispuesta a dar la vida por mí, así como yo daría la vida por ellos.
Ileana.
—La policía acaba de confiscar un gran cargamento de droga que provenía de Colombia.
—Qué raro —dice Dixon.
—Lo raro es que esto no haya pasado en los últimos meses.
—Sabes que los mafiosos tienen comprada a la policía.
Papá asiente con la cabeza mientras mamá y yo nos miramos, cuando Dixon y papá empiezan a platicar de estas cosas se les suelta la lengua y no hay quien los calle.
—No quiero aceptarlo, pero sí, lamentablemente es así, la policía protege a esta gente que solo hace cosas malas mientras que a los que nos ganamos de manera limpia el dinero estamos más desprotegidos.
—No empiecen con lo mismo por favor —les pide mamá a los dos —. Sabemos perfectamente lo que piensas de este tipo de gente, Darek ¿podemos desayunar en paz?
—Está bien mujer —mi papá se desliza un poco sobre la mesa para agarrar la mano de mi mamá y darle un beso en el dorso.
—Pero que monos —dice Dixon al ver la escena.
—Ya deberías conseguirte una pareja —papá suelta la mano de mamá y sigue desayunando.
—Las parejas son realmente hostigosas.
—Que tu última relación no haya terminado bien no quiere decir que todas terminaran igual —le dice mamá.
—Estoy bien así madre.
Todos sabemos perfectamente las preferencias de Dixon, sabemos que le gustan los hombres y las mujeres por igual pero que solo con ellos mantiene relaciones amorosas y con ellas sexuales, sabemos que, así como hoy puede gustarle una chica al día siguiente puede estar en una relación con un hombre. Papá acepta a Dixon tal y como es, pero parece que el que no se acepta es él.
Las preferencias de Dixon no tienen etiquetas, no es gay, no es heterosexual, simplemente es Dixon, mi hermano.
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