Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Las primeras impresiones son cruciales.

Capítulo III.

Creo que hoy será un excelente día. Empezando con que uno de los directores del evento me comunicó que él se haría cargo de la reunión, mientras tanto tengo que ocuparme de recibir y dar la bienvenida a los invitados, checar que todo esté saliendo bien. Desde que terminó la llamada pude sentir que un gran peso se liberaba de mis hombros, no tengo la experiencia para lidiar con el ego de ese sujeto y ni las ganas después de leer sus mensajes.

Candis se acerca pavoneándose por el pasillo, lleva un vestido celeste con escote de corazón y unos tacones de quince centímetros que disimula su baja estatura, es algo que la acompleja bastante. 

— Hola, hola tú. — me saluda eufórica con una gran sonrisa y sus rulos dorados se mueven a la par.

— Hola Candis, estás hermosa con ese vestido

Candis, formalmente conocida por Constanza Cruz, es conocida por ser una activista que lucha por la educación de niños que se encuentran en zonas alejadas/rurales. Promueve el mensaje para que todos los niños del país tengan el mismo nivel de educación.
Es unos diez años mayor que yo, pero posee un espíritu jovial, que hace fácil el trato con ella.

— Gracias, tenía que venir con algo que amerite el gran evento— dice, mostrándome su vestido mientras gira sobre sí misma. —. ¿Por otro lado, tú que haces con ese abrigo fofo?

Llevaba un abrigo negro, que tapaba por completo mi vestido.

— No quiero manchar el vestido, una vez que comience el evento me lo quitaré.— explicó avergonzada.

— ¡Vamos, Jenna, no puedes estar hablando en serio!— protesto Candis, indignada.

— ¡Oh, vamos! Ni siquiera lo he terminado de pagar— me excusó— Esta preciosura me ha salido una fortuna— digo abriendo mi abrigo dándole una pequeña vista del vestido.

Tomando mi abrigo de los lados lo abrió más. No pudimos evitar sonreír como dos tontas.

— Ay, pequeña, tiene muy buen aspecto— dice esperanzada —. Te dije que el verde claro es tu color. Combina a la perfección con tu cabello castaño.

El evento se llevaría a cabo en una mansión histórica de la ciudad Bonped, era alucinante. La mansión poseía un porte magnífico y una hermosa elegancia en sus detalles. Se mantenía en un excelente estado, también el parque que lo rodeaba. Los invitados estarían allí, y ya todo estaba decorado, los asientos, mesas, el escenario donde tocarían las bandas invitadas, además de las subastas.
A las ocho de la noche nos comunicaron que podíamos ir a descansar una hora. Los organizadores, directores e invitados especiales teníamos acceso al interior de la mansión. Por otro lado, los demás invitados y trabajadores solo poseían acceso a los baños, cocina y el parque.

Gracias a Magnus (director de la ONG) tenía una habitación propia para cambiarme y descansar.
El evento seguiría hasta tarde, pero mis pies no daban mucho más. Había ayudado en muchas cosas, que aunque no eran de mi incumbencia, lo había hecho queriendo que todo salga bien.
Antes de subir las escaleras me quité los zapatos, luego tendría mi momento de princesa.

— Ahí estás— habló una voz desconocida a espaldas mías, como no la reconocí, supuse que no me hablaba a mí y seguí subiendo.

— Por favor es que no me lo creo, también eres maleducada en persona y yo que creía que era porque era tarde.— siguió hablando, ahora en un tono más alto.

— Basta, Louis, debe estar ocupada Jenna.— intervino otra voz.

Cuando oí mi nombre me detuve, volteé la cabeza para ver quienes eran que hablaban de mí.

Un hombre moreno, rapado en un traje gris, de unos cuarenta y tantos, me sonrió amablemente, y a su lado se encontraba el mismísimo Louis Vein con una cara de pocos amigos.

— Oh, hola— digo

— Oh, hola— repite Louis imitando mi voz.

El hombre le da un codazo. Se acercó hasta estar enfrente mío extendiendo su mano.

— Hola Jenna, es un placer conocerte al fin.

— Eso dilo por ti.— intervino Louis, acomodándose a su lado.

El hombre volteó un segundo para mandarle una feroz mirada y continuó.

— Soy Francesco Plubea, mánager de Louis.

Me acerqué un poco más y estrechamos nuestras manos.

— Es un placer, Jenna Zenron— dije amablemente.

— Ya sabemos que eres Jenna— interrumpió Louis rondando los ojos.

Si no fuera un idiota, estoy segura de que caería a sus pies. Su cabello negro, ojos marrones y rasgos asiáticos eran una combinación irresistible. Sumado a su cutis envidiable, parecía un maldito modelo. Y vestía un atuendo impecable: blazer, una camisa  y pantalón de vestir, todo de negro. Era una debilidad andante, pero, lamentablemente, cada vez que abría la boca, daban ganas de patearlo.

— Estamos muy agradecidos de poder participar de este gran evento.— Francesco me sonríe genuinamente— Magnus nos ha informado la decisión de lo que se hará está noche y nuestro itinerario, pero pasábamos a saludar.

— Gracias al cielo, esta ONG cuenta con personas profesionales— agregó Louis, sonriendo socarronamente.

— Gracias al cielo por eso— repito, pero antes que pueda agregar más el teléfono de Francesco suena al ritmo de ABBA; gimme gimme gimme.

Mira su teléfono y levantando un dedo, dice— Disculpen, debo atender, es una llamada importante.

Asiento entendiendo y aceptando las disculpas.

Veo como Francesco se marcha y a la misma vez comienzo a sentir como Louis pincha mi rostro con su mirada fija en mí.

— ¿Te has ocupado del asunto crucial que tenías que atender?

Giró mi rostro para verlo confundida, no sé de qué me está hablando.

— Lo siento, no sé de qué hablas.

— ¿No? Que extraño—dice Louis tocándose el mentón como si estuviese recordando algo—. Magnus se disculpó varias veces con nosotros, luego de hacernos esperar dos horas. Él estaba muy atareado, también dijo que no podrías ir porque tenías asuntos cruciales de los cuales tenías que ocuparte.

— Oh, sí. Todo está atendido y listo— digo rápido, siguiendo la corriente. 

Después de todo es el invitado que más publicidad nos ha brindado y todavía no ha comenzado el evento. Además, de que no quiero hacer quedar a Magnus como un mentiroso.

Louis observa los zapatos en mis manos, luego su mirada se desplaza y me examina de arriba a abajo. En ese momento, me doy cuenta de que no llevo puesto el abrigo, aunque hubiese deseado tenerlo.

— Acepté venir al evento de buena voluntad. Para que mi mánager se calmara sobre todo.— dice sonriéndome—. Los escándalos rápidamente se olvidan cuando aparece otro peor.

— Ya veo— digo sin saber qué decir.

— Me parece que hay buenas causas por las cuales trabajan. Me haría feliz ayudar a los niños— continúa Louis, apoyándose en el barandal de la escalera, muy cerca de mí — ¿Sabes que más me haría feliz?

Confundida lo miró, levantando las cejas.

— Me haría feliz trabajar con profesionales, no con personas despreocupadas que no saben el sentido de responsabilidad y andan descalzas.

En un impulsó salvaje suelto todo lo que estaba conteniendo, sin importar las consecuencias.

— ¿Disculpa? Tú eres el idiota que se ha metido en malas relaciones y vaya a saber que más haces.

Golpeando su pecho con mi dedo, sigo.

— Nadie de la ONG te debe absolutamente nada. Estás muy confundido Vein, deberías estar agradecido y actuar como un niño bonito.

Él me mira como si hubiera perdido el juicio, totalmente sorprendido de mis respuestas, como si no pudiera coordinar otra frase soncarrona.

Y antes que pueda seguir sacando mi mierda. El ruido de un par de tacones  corriendo por el pasillo nos interrumpe.

— Jenna, te necesitamos.— grita Candis, corriendo hacia nosotros.— Ahora mismo, ven.

— ¿Qué sucede?— preguntó alejándome de Vein.

— No hay mucho tiempo para explicar. Es una emergencia, vamos.— dice Candis, tomándome del brazo.

Pero rápido soy tomada del otro brazo, por reflejo tiro de mi brazo.

— Espera, no hemos terminado—exclama Vein con una mirada fuerte que ignora todo lo demás menos a mí.

— Perdona, esto es una emergencia y te la tengo que robar.— dice Candis con una sonrisa de disculpa, mientras, yo lucho para ponerme de nuevo mis zapatos.

Sin darme tiempo comienza a correr tironeando mi brazo.

— Louis, soy tu fan guárdame un autógrafo— grita Candis volteando a verlo sonriendo como una loca.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro