Capítulo II

Cuando alguien era manchado era fácil contactarlo, más cuando eres de una organización benéfica, y es que rápido quieren involucrarse con cualquier cosa que los ayude a limpiar su imagen.

El vestido, la persona famosa invitada y lo que iba a decir estaban todo listo.
Ahora mis ganas de dormir, ¿dónde estaban?
Tendría reuniones importantes por la mañana. Tenía que hacerme cargo de mi invitado, y de su agente. Que por lo que me había dicho Lauren eran un dolor de cabeza, que solo sabían exigir.
Si bien la asistencia de Louis Vein representaba mucha publicidad gratis, por montones. Debía escuchar su versión de los hechos, no podía trabajar con alguien que estaba realmente metido en las malas.
Si como sospechaba era un malentendido o algo pequeño, podía fácilmente trabajar con él. Los dos quedaríamos excelente frente a nuestros jefes.
Matando dos pájaros de un tiro.

Al menos por dos horas dio vueltas en la habitación, ordenando carpetas y su escritorio varias veces. Tenia muchas cosas rondando en la cabeza.
La interrumpió el pip de su móvil. Era extraño que alguien mandará un mensaje a las dos de la madrugada, algo había sucedido.

Era un mensaje de un número desconocido.

“No es muy profesional de tu parte no contactarte conmigo a unas horas de trabajar.”

Atrás de ese mensaje llego otro.

“Guarda mi número, y no lo divulgues.”

Que clase de persona mandaba tan tarde mensajes y en ese tono autoritario.

“¿Pero tú quién eres?”Respondí.

“¿Vives en la luna o qué?”

“Louis Vein, ¿acaso tú no eres Jenna Zenron?”

Joder, ¿qué hacía este tipo con mi número y hablándome a esta hora? Tenía una entrevista con él pero al mediodía.

“Soy Jenna, un gusto hablar contigo, pero la entrevista es al mediodía y el evento de noche.”

“Lo sé.” “No recibí nada del itinerario, tampoco ninguna información sobre lo que haré”
“No es común que trabaje con tanta falta de responsabilidad”

Me habían dicho y lo había escuchado en la televisión que era un tipo engreído, insoportable, hasta altivo. No soy de creer rápido y descartó las opiniones ajenas hasta tener una experiencia propia, pero el sujeto por mensaje ya era un dolor de cabeza.

“Mañana en la reunión hablaremos de eso. Hasta pronto.”

Tenía que dormir, ya se podía sentir que el día sería muy cargado. Tenía que esforzarme al ciento por ciento.

Tres pip seguidos sonaron.

“El propósito de mis mensajes era prever esos asuntos, querida.”

“Te esperaré puntual en la junta, no aceptó más de cinco minutos extras.”

“¿Acaso tienes alguna idea de lo que haremos?”

-¿Qué?-grité ya exasperada.

¿Él me esperaría a mí? Era una de las encargadas del evento, era quién lo esperaría y era quién daría la palabra final si lo aceptaba en el evento. Este chico estaba muy equivocado, tenía los humos subidos, pero no sabía con quién estaba hablando. No dejaría que lo arruine, para nada, no haría trizas por lo que tanto había trabajado.
Tenía unas cuantas ideas en mente, pero él no lo sabría.
Y no sería nada blanda con Louis Vein.