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03

—Las cosas no están mejor por aquí, los rumores vuelan rápido, pero no permitiré que toquen a ninguno de los dos, te doy mi palabra.

—Confío en ti Min, sé que sabrás cuidarlos a ambos, eso me deja más tranquilo por el momento.

—¿Qué planeas hacer?

—Enfrentarme al consejo, exigir obediencia, algo que jamás ha hecho un líder ante ellos, son la autoridad máxima.
Si quiero mantener a salvo a Taehyung y Jimin debo hacerlo.
Será complicado y ahí es donde entras tú.
Tratarán de llegar a ellos de alguna forma y no podemos permitirlo.
Rodeate de guardias leales, guardias que no sean sobornables y que darían su vida por ti, debe haber alguno, yo también tengo unos cuántos que enviaré hacia acá.

—Lo tengo, nadie se les acercará ni siquiera a un metro Jungkook, pero date prisa y resuelve todo.
Tae no está bien, su lobo le reclama la lejanía y eso es algo que solo tú puedes solucionar —demandó.

Ambos estaban de acuerdo en lo que tenían que hacer.
Jungkook hizo un par de llamadas, sus hombres de confianza estarían allí al atardecer, mientras Yoongi en ese momento salía a recibir a quienes estarían de su lado y daba las indicaciones pertinentes para luego volver a su oficina.

—¿Te quedarás?

—Quisiera... no sé si es correcto, es tu casa Min y mi Omega sigue siendo tu esposo — habló nervioso

—Quédate, a Tae le hará bien tenerte cerca, tendrá calma.
No sabemos si volverás pronto o las cosas se complicarán.

—Vendré a escondidas durante la noche, no quiero dejarlo solo mucho tiempo, siento que ahora que nos encontramos no debemos estar separados, mi lobo se enloquece.

—Quien diría que estábamos a parejas cambiadas —dijo riendo.

—Es gracioso, aunque si te soy sincero Yoongi, agradezco mucho que haya sido así, los cuatro sabremos manejarlo, lo solucionaremos.

—Entonces... ¿Ya están enlazados verdad? —la respuesta era obvia, pero le hacía ilusión ver la felicidad del Omega contrario al contarlo.

—Si —un sonrojo se apoderó de sus mejillas—sé que él es tu esposo y-

El contrario freno sus palabras.

—No lo hagas, no te disculpes por ser feliz, yo lo estoy por ambos, Yoonie y yo siempre fuimos creyentes de que los destinados existían y encontrar los nuestros es simplemente maravilloso.

Los ojos del pelirosa se humedecieron, Taehyung sin querer le había dado las palabras que necesitaba escuchar.

Después de lo sucedido con el padre de Jungkook, Jimin tenía la sensación de que había hecho las cosas mal y le dolía que algo que suponía ser tan feliz se volviera en todo un caos.

Entendía que las circunstancias no eran las adecuadas, ambos estaban casados y no tenían permitido estar juntos, ante los ojos de los demás.

Las palabras de Taehyung le trajeron calma a su corazón, el Omega le inspiraba esa calma, se sentía cómodo, como si lo conociera de siempre.

—Gracias — dijo sin poder evitar abrazar al contrario.

Taehyung recibió feliz el abrazo, mientras reía por lo tierno que le parecía el pelirosa.

Dos alfas curiosos los observaban en el umbral de la puerta y sonreían por la hermosa imagen que les entregaban.

Taehyung levantó su rostro conectando de inmediatos con los ojos negros más bonitos que había visto y que están con su atención por completo sobre él.

—Vengan, vamos a comer —dijo tratando de desviar la atención.

Un silencio se hizo presente en el lugar mientras los omegas preparaban los platos, nadie sabía exactamente que decir o se encontraban muy nerviosos por lo que vendría de aquí en adelante.

Una hora más tarde, Jimin y Yoongi habían subido a una de las habitaciones, el Omega recién marcado necesitaba tiempo con su alfa, necesitaba la atención de su pareja de vida.

Taehyung y Jungkook se mantenían en la sala en silencio, no sabían realmente que debían decir, solo querían disfrutar de la compañía del otro.

Estaban sobre el amplio sofá, uno al lado del otro sin siquiera tocarse, solo estando ahí, no era para nada incómodo y les daba esa paz tan preciada solo con estar cerca.

—¿Te incómoda que me quedé aquí?—se atrevió a preguntar el pelinegro sin levantar su rostro y de forma timida.

El Omega río enternecido por la imagen, su alfa era muy dulce, esa actitud no era muy común en uno de ellos y que el que era su destinado sea poseedor de esas muestras, solo lo hacia sentirse afortunado.

—Quiero que te quedes...te quiero cerca —respondio igualmente nervioso.

El alfa se atrevió a observarlo unos segundos, era sin duda alguna el Omega más hermoso y perfecto que podía imaginar y el solo hecho de pensar en que era su mate, le hacía regocijarse orgulloso, inflar su pecho y sentir la felicidad desbordar desde su interior.

—Quiero besarte—dijo sin mas,
avergonzado de inmediato por ser tan descarado en su petición

—Tambien lo quiero alfa —se vio respondiendo sin poder controlar sus palabras.

El pelinegro sonrió satisfecho por aquella respuesta y sin más lo tomó por su cintura dejándolo sobre su regazo, con sus rostros extremadamente cerca, tanto, que sus respiraciones se mezclaban.

Su nariz rozo mínimamente la mandíbula del peligris, haciendo un camino por su cuello y aspirando ese aroma tan adictivo que se había vuelto su favorito y del que jamás podría cansarse.

Gruño levemente sobre el cuello del Omega mientras sostenía sus caderas con un poco más de fuerza, sacando su instinto posesivo a flote, queriendo que al Omega sobre su regazo le quedara claro quien era su Alfa.

Sus labios fueron había la boca contraria mientras sostenía la cabeza de Taehyung desde la nuca, acercándolo lo máximo posible a el, para comenzar con el ansiado beso, el cuál en el momento de rozar sus labios saco un gemido placentero de ambos que los hizo querer más y tomar con ansias lo que estaban deseando.

Los delgados brazos del Omega se sostenían con firmeza  la espalda del alfa.
Estaban tan cerca, con sus cuerpos sin un centímetro de separación que sentían el calor del contrario y la temperatura subía considerablemente.

Besaron sus labios con ansias, con desespero, como si temieran que todo eso acabara y que fuesen separados.

Jungkook quería reclamar al Omega como suyo marcandolo, pero sabía que sería precipitado y solo lo pondría en riesgo, aún debía solucionar lo ocurrido con Jimin, sin que esté saliera lastimado por el consejo o el pueblo.

—Vamos a la habitación —pidio entre besos Taehyung —llévame a la cama Alfa — Suplicó.

La súplica no era necesaria, el Alfa ansiaba tenerlo para el y estaba esperando que fuese el mismo Omega quien lo pidiera.

Se levantó con el del lugar, mientras esté rodeaba sus caderas con sus piernas y le iba indicando el camino.

Una vez frente a la gran puerta, las dudas del alfa salieron a la luz.

—Por favor dime qué no es la habitación que compartías con Min — su ceño estaba fruncido.

—No alfa tonto —rio—hace mucho tenemos lugares separados, dentro de nuestra casa no nos obligamos a fingir, Gigi me respeta lo suficiente, es mi amigo antes de cualquier cosa —aclaró.

Un suspiro de alivio abandonó los labios del alfa para luego comenzar a ingresar al lugar y recibir de golpe el aroma de su Omega, el lugar sin dudas era solo de el, cada centímetro de la habitación estaba marcado solo por el Omega y su alfa se sentía perdido en todas las sensaciones.

Lo dejo caer con delicadeza sobre la cama y se puso sobre el, apoyando su peso en uno de sus brazos para no aplastar al presioso Omega que lo observaba con sus ojos totalmente abiertos y atento a cualquier movimiento del alfa.

—Quiero que seas mío — demandó.

—Ya lo soy alfa, desde que nuestros lobos se vieron por primera vez —respondio casi al instante.

Jungkook se acercó al rostro de su destinado para contemplar cada facción y acariciar delicadamente antes de posar sus labios sobre los contrarios y comenzar a besarlos con delicadeza, aumentando poco a poco la intensidad y la presión que ejercía sobre ellos.

—Voy a cuidar de ti Taehyung— dijo separandose mínimamente y volviendo a tomar sus labios.

El Omega se deshacia en gemidos y jadeos, estaba disfrutando cada toque que le daba el alfa, el cuál era delicado al tocarlo y lo estaba adorando por completo.

Separó sus piernas inconcientemente dejando que el cuerpo del contrario cayera entre ellas y sus pelvis se rozaran deliciosamente mientras sus miembros se endurecían cada vez más.

Sostuvo una de las largas piernas de Taehyung llevándola hacia su cadera dónde la puso rodeando esta mientras el sostenía el redondo trasero con firmeza.

Los toques comenzaron a ser más atrevidos, llendo a zonas que no habían explorado y que estaban ansiosos por conocer.

Las ropas comenzaron a desaparecer a medida que los labios del alfa devoraban cada porción de piel que iba quedando expuesta ante él, marcando con sus besos y caricias el delicado cuerpo del Omega que mantenía sus ojos cerrados completamente ido en placer.

Con delicadeza, Jungkook fue acomodándose en la entrada de Tae, su miembro goteante pedía a latidos ser recibido por el agujero de su Omega, sentir el calor y la estrechez, como encajaba perfectamente en él que sería una de las tantas confirmaciones de que son destinados.

Así que ingresó, lento, agónico y suavemente ingreso completamente en él, hasta que su falo se asfixiaba por el interior, jadeaba, sus respiraciones eran completamente alteradas, sus pechos subían y bajaban de lo agitados que estaban, ansiosos y esperando a que el placer los dominase, o sería muy pronto para terminar.

Un vaivén comenzó suave, Jungkook veía las perfectas expresiones del chico bajó su cuerpo, como entreabrió sus labios para poder gemir deliciosamente por sus movimientos, o como sus dientes raspaban el inferior conteniendo la locura de sensaciones que querían explotar en sus interiores, y solo para contenerse bajo sus labios besándolo con alevosía, volviendo los pujes más profundos y certeros, más ansiados y precisos tanto que golpeaban perfectamente el punto dulce de Taehyung, llevándolo al mismísimo cielo del placer.

El orgasmo comenzó a hacerse presente en el Omega, la corriente eléctrica y magnética se apoderó de sus extremidades, recorriendo sus nervios hasta concentrarse en su espalda baja, volviéndolo débil y loco por una marca del Alfa, pero sabía que eso no sería nada bueno, y su lobo aún así lo pidió.

— Yo quiero —expresó embriagado de placer—quiero una marca...

—Te daré una —respondió Kook sintiendo  también su orgasmo.

Sabía perfectamente que no podía anudarlo, no en esas circunstancias, no de esa forma en la que su vida estaba en riesgo, no cuando debía pelear con el consejo para que aceptarán sus situaciones.

Pero sí, le daría una marca provisoria.

Besó todo el contorno de su quijada, bajando por su cuello, llegando finalmente a la glándula dónde acarició con su lengua mientras esta palpitaba por ser corrompida.

El semen de Tae se disparó hasta sus abdómenes, y Jungkook cuando sintió que ya no podría más, y antes que el nudo se formase salió del interior terminando también en el mismo lugar, restregando ambos miembros y mezclando el líquido en sus pieles.

Justo en el momento preciso, jungKook acarició con sus colmillos la glándula y succionó tanto, que dejaría una marca momentánea, mostrando que ya tenía un Alfa dueño de él, su cuerpo y su lobo.

Cuando ya habían concluido, el Alfa se separó de su Omega, observando lo hermosamente desastroso que se veía, le dió una sonrisa piadosa y sensual y con la yema de sus dedos acarició la zona roja que para el día de mañana sería de un tono violáceo.

—Prometo que para antes que esta desaparezca, te marcarte como es debido— prometió.

Taehyung asintió feliz, creía en el, confiaba en que sus promesas serían ciertas y que cuando menos lo esperara, tendría a su alfa a su lado, como su pareja de vida.

Esa noche ambos durmieron abrazado, completamente satisfechos de aquella entrega, dónde las promesas, caricias y besos, fueron el tema principal, teniendo a la luna como la única testigo de su unión.

Por la mañana Taehyung despertó agitado.
Había tenido un sueño en el que veía a su padre quitar la vida de su alfa y lo mismo había dado como resultado que ahora despertara llorando mientras buscaba al pelinegro por la habitación, sin tener éxito.

Estaba solo, no había rastro de su Alfa, ni siquiera alguna prenda de el se encontraba en el lugar.

Puso una bata sobre su cuerpo para cubrir su desnudez y bajó hacia la plata baja, buscando con insistencia a Jungkook, sin tener éxito.

Yoongi se encontraba con Jimin en la mesa, desayunando cuando lo vieron llegar junto a ellos y ambos compartieron sonrisas complices al ver el atuendo del Omega.

—¿Dónde está?— preguntó apresurado.

Jimin se puso de pie y camino hacia el para tomar sus manos, intentaría darle calma y hacerle saber que ese tonto no lo había dejado.

—Ven cariño — dijo llevándolo hacia el sofá y tomando asiento juntos— No tienes nada a lo que temer — aclaró.

—Pero... El se fue, No estaba junto a mi luego de... — frenó sus palabras, Yoongi estaba allí y se avergonzaba de lo que iba a decir frente al que aún era su esposo— No esta — dijo simplemente.

El pelirosa entendio de inmediato, no necesitaba profundizar más en lo que el Omega estuvo a punto de decir, era obvio que ellos habían estado juntos y que el se podría sentir rechazado por no encontrar a Jungkook junto a el.

—Hay mucho que resolver, el quiere protegerte, jamás te abandonaría, te lo aseguro — intentaba darle calma.

Taehyung asintió ante sus palabras, aún se sentía triste pero sabía que todo lo que le dijo jimin era cierto, su corazón le decía que debía confiar, pero no podía evitar que sus ojos se inundaran.

—Ya no llores Tae — Dijo Yoongi  acercándose  y agachándose frente a el para quedar a su altura — Ese alfa es bueno, se que no va a lastimarte — acaricio su cabello— A demás, no se fue sin una despedida — se puso de pie camino a buscar un papel que estaba sobre la encimera — Dejó esto para ti cariño, no te precipites— pidió para luego tomar asiento junto a Jimin y rodear su cintura con sus brazos.

El pelirosa acaricio los cabellos de su alfa, amaba lo protector que era con Taehyung, y lo entendía, Jungkook era igual con el, sus amistades eran leales y siempre estarían para ellos.

Taehyung desdobló el papel con dedos temblorosos y comenzó a leer las palabras trazadas allí con impaciencia.

Mi hermoso Omega:
Lamento tanto tener que dejarte,
Pero lo cierto es que debo velar por ti, por ambos, para que nuestro amor pueda vivir en paz.
Si esperaba tu despertar tampoco podría haberme ido, no hubiese Sido capaz de dejarte mientras tus ojos brillaban al mirarme, por eso decidí salir a escondidas, era necesario, tendremos tiempo para despertar abrazados muchas veces y para mimarte como te lo mereces.
No pienses que lo que pasó entre nosotros no tubo importancia, porque no es así, para mí es lo más bello que podría haber sucedido, tuve el honor de estar con mi Omega, de tomar como mío a mi mate, y siempre lo atesorare.
Ni siquiera te darás cuenta cuando vuelva, lo haré lo antes posible y prometo que cuando eso pase, te haré mi esposo, llevarás mi marca y te haré el Omega más feliz de esta tierra.

Te adora, tu Alfa.

Sus lágrimas cayeron con más velocidad, aquellas palabras habían calado tan profundo en su corazón que se sentía emocionado, por completo feliz de que la diosa luna haya enviado ese alfa para el, que su pareja de vida fuese Jungkook.

En Busan, el consejo se encontraba reunido en el gran salón, dónde cada uno de ellos fue citado.

Jungkook los observaba desafiante, completamente seguro que ellos no estarían de acuerdo con lo que escucharían.

—Doy comienzo a esta asamblea —habló con voz dominante y en un nivel alto, reafirmando su autoridad — Pongan atención, no volveré a repetir esto,solo les informaré una vez.

A su lado se encontraba Namjoon, su mano derecha, el amigo incondicional que había tenido por siempre y el que era el segundo al mando de la manada.

Se mantuvo alerta, aún sin saber lo que ocurría, apoyaría a Jungkook hasta el final, sin importar el motivo.

Los miembros del concejo asintieron ante las palabras y observaron atentos a su líder.

— Mi esposo Jimin y yo somos fiel creyentes de las almas destinadas.
Aún sabiendo que ambos no lo somos, nos comprometimos y casamos, dando así la estabilidad que la manada pedía y sacrificando la oportunidad de conseguir a nuestra pareja de vida en algún momento.

Los mayores observaban con el entrecejo fruncido, impacientes por saber dónde los llevaría gordo esto.

—¿Donde quiere llegar líder? — se atrevió uno de tantos a preguntar.


Sin darle más vueltas el alfa respondió sinceramente.

—Encontramos a nuestros destinados y tomamos nuestras decisiones.

—¿A que te refieres Jungkook?— preguntó ofuscado uno de ellos— y dónde está tu padre, no es normal que desaparesca, ni siquiera deberíamos tener esta reunión sin el.

El pelinegro respiro pesado, no era su intención entrar en disputas con aquellos lobos pero si tenían la intención de pasar sobre el, les dejaría las cosas claras.

— Siéntate Yugeom, no tienes la autoridad para pedir explicaciones — Habló severo, haciendo que el alfa se encogiera en su lugar— Jimin y yo nos vamos a divorciar y cada uno tomara su lugar donde corresponde— observó alrededor — El se irá con su alfa y yo traeré a mi Omega aquí.

—¡Eso es imposible!— se atrevió a hablar el mismo alfa.

— Te equivocas, ya está decidido — dijo saliendo del lugar no sin antes detenerse en el humbral de la puerta — Si alguno de ustedes se atreve a despreciar a Jimin por el divorcio, o atacar a mi Omega,  tengan en cuenta que terminarán como mi padre, quien está gozando de unas vacaciones en el calabozo — dijo sin más antes de salir del lugar.

Todos quedaron sorprendidos, sobre todo Nam, que no se esperó esa información.

Salió tras Jungkook para intentar hablar con el.

—Jungkook...—Llamó—

El líder se giro sobre sus pies y encaró a su amigo.

—No te atrevas a estar de su lado — demandó.

—¿Que? — dijo asombrado — Ni de broma.
Sabes que mi lealtad esta contigo, pero me hubiese gustado saberlo antes para poder ayudarte de mejor forma — aclaró.

—Con el simple hecho de estar de mi lado me ayudas mucho Namjoon, necesitaré a alguien allí dentro, que pueda informarme lo que sucede.

—Claro que lo haré, eso ni siquiera debes pedirlo.
Pero quisiera saber que hizo tu padre para ganar el castigo.

Jungkook suspiro profundo.

—Agredio a Jimin... Lo vio con su alfa y lo Ofendió —habló sincero— Tiene suerte de que Yoongi no lo matara por eso.

—Espera — respondio sorprendido — ¿Yoongi? ¿ Como Min Yoongi el líder de Daegu?

—Exactamente.

—Pero el está casado...

El pelinegro sostuvo el hombro de Namjoon y le sonrió.

— Hay cosas inesperadas que te cambian la vida Nam — observó a su amigo— El esposo de Yoongi es mi Omega, mi destinado...

—Espera... Pero, eso quiere decir...

— Si, la diosa luna hizo esta travesura de poner a nuestras parejas de vida cambiadas.

Namjoon sonrió divertido.

—¿Planeas traerlo aquí? Te arriesgas a que ellos lo juzguen —su semblante se tornó serio— y no me mal intérpretes, voy a defenderlo como si se tratara de ti mismo, pero siempre habrá alguien tratando de lastimarlo, sabes bien que esto de separarte de tu esposo no es bien visto en la manada, en realidad en ninguna parte, Yoongi también tendrá que hacer su lucha por su Omega si planea llevarlo allá.

— Lo sabemos, cada uno de los riesgos— suspiró — ¿Pero que hacemos si no? — preguntó — ¿Dejamos que la vida siga su curso y nos lo perdemos? — su voz fue más baja— La diosa luna no siempre trae hasta ti a tu destinado...hasta hace un tiempo suponía para todos que eso ni siquiera existía ya...y veme aquí, completamente imprimado de mi hermoso omega— sonrió — Sentir a mi lobo... Que brinque feliz cuando el está cerca... Eso jamás lo podría dejar pasar.

Namjoon sonrió, se sentía feliz por su amigo.
El también pensó por mucho tiempo que si podría encontrar a su pareja de vida, pero desistió al ver que no pasaba, que nadie  a su alrededor lo tenía.
Saber que su amigo si lo logró, y no solo el, Jimin de igual forma, solo lo alentaba a volver a creer en aquello que veía imposible.

—Bien, sabes que estoy contigo — reafirmó — ahora preparemos todo, pronto tendrás a tu Omega aquí.

—Primero hablare con mi padre, le dejaré las cosas claras y evitaremos enfrentamientos a futuro— habló serio— no me importan los lazos que tengamos si vuelve a cometer un error ante alguno de los dos omegas más importantes de mi vida— aseguró.

Luego de un asentimiento, Namjoon comenzó a caminar tras Jungkook con destino hacia el calabozo.

Dejaría las cosas claras con el viejo Jeon desde ahora.


A medida que escribo surgen más ideas, espero poder concretarlas todas antes de finalizar y les agradezco por estar leyendo esta historia ❤️

🌸 ErLith_🌸

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