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01

Hubo un tiempo donde encontrar a tu destinado era ley para un lobo, el instinto te llevaba hasta este y era inevitable no seguir el destino.

El vínculo era tan profundo y tan sublime, que se decía que una vez encontraras a tu pareja de vida, estarías con él hasta el final de los tiempos, en cada una de tus vidas.

Un día, todo eso comenzó a dejar de importar.

Al ver qué eran muchos los que se negaban a compartir su vida con una sola persona o jurar amor a alguien que la luna ya había destinado para ellos, los lobos se durmieron.

Se escondieron en lo más profundo de cada uno, haciendo una protesta silenciosa por sentirse inservibles al no poder coordinar con su parte humana.
Se negaron a tener un celo y mantuvieron bajo silencio cada recuerdo de lo que alguna vez podría haber sido la conexión natural de alfa y Omega.

Pero la diosa Luna tenía a sus servidores fieles, que a pesar de las decisiones de sus humanos, seguían buscando a sus mates como corresponde y mantenían la esperanza de que un día sus lobos abrieran sus ojos y todo volviera ser, como era antes, que el orden natural recuperará su sentido.




Actualidad.
Busan, Recidencia Lider Jeon.

Se celebraba una de las reuniones más famosa de todo el país, cada cinco años, cuando la luna de sangre se hace presente, se celebrará por lo alto en conmemoración de las leyendas pasadas y los grandes lobos que conquistaron las tierras, haciendo valer cada jerarquía, mientras el instinto predomina ante cualquier circunstancia.

Esa noche había tantos olores como personas.

Por alguna razón Jungkook se sentía inquieto, había una sensación extraña en su pecho y un leve calor que no había experimentado jamás.

Se sentía el mismo, pero había algo más ahí dentro, tomando fuerza y despertando.

-¿Estás bien Kook?

-Si Jimin, solo me sentí un tanto mareado, pero ya estoy bien.
Vamos a recibir a los invitados.

Ofreció el brazo al Omega de cabellos rosas, el que era su esposo hace ya dos años, no eran destinados, pero decidieron casarse al sentirse lo suficientemente cómodos el uno con el otro, sabiendo que era la mejor opción, antes de vivir una vida solitaria.

Sus lobos se aceptaban, pero no por completo.

Había un gran cariño entre ellos, se protegían y se querían incondicionalmente, pero no se amaban, no como una pareja.

A los ojos de todos eran el matrimonio perfecto, pero en la intimidad de su hogar, solo eran dos mejores amigos, optando por compartir su vida, aunque ambos aún tenían la loca idea que las leyendas de los destinados fueran reales.

Esa era otra parte de su acuerdo, se mantenían juntos hasta que uno de ellos lo encontrara, hasta que llegaran a su pareja de vida, la que la diosa luna había elegido para ellos.

Caminaron hacia la entrada, sonriendo y viéndose tan enamorados como los viejos del consejo se lo creyeran.

No querían tener un enfrentamiento con ellos, y fingir como lo hacían, era una buena opción, cada paso en falso solo les traería problemas.

Saludaban a todos lo presentes, algunos conocidos, otros nuevos miembros de la manada, aunque esta vez la atención de la pareja se posó en los líderes de la manada vecina, ellos harían su primera aparición esa vez, nadie los había visto nunca y ahora los ojos del salón están por completo en ellos.

El líder alfa caminaba con elegancia y determinación, viéndose poderoso e importante ante la vista de los demás, pero la atención principal estaba en su Omega, la criatura más bella que los ojos presentes habían contemplado, la única criatura que estaba enloqueciendo al lobo de Jungkook, un lobo que debía estar dormido como todos los otros.
Lo sentía arañar en su interior por salir a la superficie y marcar con su olor a la tierna maravilla que tenía ante sus ojos.

-Jimin-susurro a su esposo-

-Lo se Kook, tranquilo... El mío está igual - Habló nervioso.

Ambos se observaron, no podían creer que estuviese pasando ante sus ojos, pero sí sabían que debían hacer todo lo posible por mantener la calma y no dejarse en evidencia.

La pareja se acercó a ellos, se veían calmados, no era posible que no lo hubiesen sentido.
¿Qué clase de control tenían esos dos para poder mantener la calma de esa manera?

-Es un placer conocerlo Líder Jeon -Habló él contrario una vez llegó a su lado-Soy el Líder Min, manada de Daegu -se presentó-y este hermoso Omega es mi esposo Min Taehyung - aclaró.

El Omega peligrís hizo una reverencia ante los dos contrarios en señal de respeto.

-Gracias por la invitación - dijo de forma educada.

Aquellas palabras hicieron que una corriente bajara a lo largo de la columna de Jungkook, la melodiosa voz se había colado en todo su ser, pero lo que más lo tenía al borde de la locura, era el aroma de ese Omega, ese que lo llamaba a reclamarlo, vainilla y chocolate.

Respiro profundo, no era conveniente nada de lo que su lobo le demandaba en esos momentos.

Aún ni siquiera podía comprender que estuviera despierto del todo.

-El placer es de nosotros al recibirlos en nuestro hogar -dijo Jimin, al ver que su esposo no lograba sacar las palabras- adelante, siéntanse cómodos-dijo antes de jalar el brazo de Jungkook llevándolo a otro lugar de la sala.

Los dos invitados se quedaron en el lugar como si nada hubiese pasado, mostrando tanta calma como fuese posible.

Solo el que viera la fuerza con la que tomaban sus manos, entendería que el autocontrol de esos dos, era algo de admirar.

-Solo respira Tae... necesitamos calmarnos, lo que acaba de pasar es... Algo increíble -Le dijo Yoongi, manteniendo el semblante indiferente para que nadie supiera de qué se trataba lo su conversación.

-¿También lo sentiste?

- Sí y me parece increíble que ambos los encontramos y que estén en la misma situación que nosotros, casados y liderando una manada.

-El Omega no olía a él...no está marcado -acotó Tae.

-Ese Omega a lo único que olerá será a mí -gruñó-vamos a encontrar una solución Tae -acarició su mejilla-no te preocupes, estoy aquí, te tengo. -finalizó.

No era un secreto para todos en Daegu que el líder era un hombre serio y frío, y que con la única persona que lo habían visto sonreír, era con su esposo, Taehyung había sido el único que había logrado entrar en el corazón del pálido, aunque no de la forma que todos pensaban. Ellos, al igual que la pareja contraria, solo eran los mejores amigos.




La noche transcurrió con normalidad, al menos para todos los ajenos a la tensión que había entre esas dos parejas.

-Necesito ir al baño, vuelvo enseguida -le susurro en el oído a su esposo.

-Está bien Tae, no tardes.

Lo vio alejarse y él se dirigió hasta la mesa de bocadillos, mientras al otro lado de la sala, un imponente alfa, caminaba tras los pasos del Omega peligris, dejando a su esposo solo, quien era guiado por su lobo hacia el alfa pálido.

Frente al espejo, mojaba su rostro y su nuca, se sentía demasiado inquieto, no era fácil mantener la compostura con aquel alfa tan cerca de él. Con su esposo Yoongi siempre habían sido fieles creyentes de que los destinados sí existían, que tal vez eran pocos, pero que estaba ahí.

Fue una sorpresa vivirlo en primera fila y estaba siendo casi doloroso mantener la distancia de ese hermoso Alfa azabache que olía a menta.

Secó sus manos y se dispuso a salir del lugar, pero antes de cruzar el umbral impactó con un cuerpo fornido que le hizo frenar el paso en seco y casi caer al piso por la fuerza de la colisión.

No sé movió ni un centímetro, el Alfa lo sostenía con firmeza, evitando que se golpeara o lastimara.

El olor a menta llenó sus sentidos y por primera vez en la noche, cerró sus ojos para disfrutar de aquel aroma.

Un golpe de realidad se hizo presente.

Estaba entre los brazos de un alfa disfrutando de su aroma y sintiendo a su lobo quien jamás había reaccionado mover la cola dichoso, el problema era que ese alfa no era su esposo y cualquiera que los viese desataría el mismo infierno.

Se separó rápidamente de él y acomodó su ropa y cabellos con nervioso.

-Lo siento líder Jeon-dijo reverenciando.

El contrario solo podía observar y apretar sus puños para no lanzarse sobre el Omega, su Omega destinado, para reclamarlo y marcarlo como suyo.

- No hay problema -respondió suave-¿Te lastimaste?

-No- no lo hice señor, estoy bien... gracias por preocuparse - habló tratando de salir del lugar.

Su lobo desgarraba su pecho para tomar el control, estaba llamando al lobo del pelinegro y si se mantenía más tiempo ahí, las cosas se volverían un desastre.

En un impulso descontrolado, Jungkook lo acorraló en la pared poniendo sus manos a los lados del rostro del Omega y oliendo con descaro su cuello, dejando levemente el rastro de su olor.

-Líder Jeon - alertó nervioso -Esto es... inapropiado

-¿Lo sientes también? Por favor dime qué sabes lo que pasa aquí - habló suplicante.

-Esto no es correcto ...

-Esa no fue la pregunta Taehyung -Habló la demandante.

-No es correcto que me hable informalmente, ni mucho menos que me tenga acorralado en la pared... mi esposo está fuera esperando y el suyo también debe estar -Dijo con un toque de tristeza.

-¡Sabes lo que somos, esto es todo menos incorrecto!-volvió a oler con descaro, mientras cerraba sus ojos-¡Dios! ¿Dónde estabas?

- En Daegu... casado con el líder de la manada...-trató de huir- No debo estar aquí.

Los brazos del alfa le impidieron el paso, no lo dejó salir de su lugar, sentía que si Taehyung se apartaba ya jamás podría volver a tenerlo tan cerca.

La figura imponente del pelinegro estaba frente al pequeño omega, cubriéndolo casi por completo, haciéndolo sentir diminuto entre su cuerpo y la pared.

Quería besarlo, quería morder los labios de su mate y marcarlo de todas las maneras posibles.

Lo vió cerrar sus ojos y su cordura abandonó su cuerpo de inmediato.

Acercó sus labios a los contrarios, sin ningún tipo de duda, sin vacilación y con las ansias justas para hacer que ambos se incendiaran.

Entonces pasó.

Sus labios se unieron y el descontrol llegó junto con aquello, haciendo que todo a su alrededor desapareciera y solo se encontraran ellos dos, reconociéndose y probándose por primera vez.

Con rapidez el pelinegro se giró y aseguró la puerta, antes de volver a su lugar y tomar los labios de su destinado nuevamente, está vez más demoledor y más caliente que la vez anterior.

Las manos de ambos tocaban ansiosos cada rincón, mientras sus intimidades se atraían entre sí desesperadas por rozarse. El calor subía y la cordura desaparecía. Eso solo significaba una cosa y en el lugar que estaban sería un desastre, una completa masacre si alguien intentaba separarlos.

-Estoy ardiendo -jadeo el Alfa- es mi celo - habló jadeante, consciente de que era la primera vez que eso pasaba, que estaba en celo.

El Omega no lograba articular palabra, se encontraba en las mismas condiciones y solo podía pensar en tener más de aquel alfa, sé su alfa, porque aunque fuese imposible su lobo ya lo había reconocido así y nadie podría cambiarlo.

Movió su cabeza para dar acceso a su cuello, necesitaba sentir esos labios apetecibles recorriendo su piel, aunque solo fuese una vez.

-Él-el mío también ... Ahh~- gimió-Ayúdame Alfa - suplicó.

Jungkook se apresuró a empotrar al Omega en la pared y hacer que enredará sus piernas en su cadera, eso le permitía presionar su miembro con mayor intensidad y mantenía al contrario a su completa disposición.

Tomó sus labios apresuradamente mientras sus manos se paseaban por la delgada cintura, tocando sobre la ropa y perdiendo el control de sí mismo.

Estuvo a punto de quitar las ropas del Omega y reclamarlo, lo hubiese hecho si su esposo no estuviese llamando desde el otro lado de la puerta.

Avisando que estaba a punto de ingresar al lugar.

En cuanto el Omega Jeon había llegado el alfa se había separado de Taehyung con rapidez y este había aprovechado la oportunidad para huir, dejando al matrimonio dentro del lugar, sintiéndose avergonzado por haber Sido infiel a su esposo y por haber hecho que el Omega del líder Jeon, fuera consciente de la infidelidad de su esposo.

-¿En qué pensabas Jungkook?- Habló molesto-¡Con tu padre y los líderes del consejo aquí, te estabas sentenciado al exilio!- reclamó- Sé cuidadoso.

El lobo bajó sus orejas, se sentía regañado y sabía que se lo merecía, había sido imprudente.

-No pude evitarlo Jimin, fue más fuerte que yo - habló nervioso.

El Omega lo observó comprensivo, lo entendía, él mismo estuvo a punto de perder el control con el Alfa Min, pero al parecer él tenía más autocontrol que su esposo.

-Lo sé -dijo abrazando a Jungkook -también lo sentí, sentí que mi lobo rasguñaba por salir.

-Tengo que salir de aquí Jimin, mi celo se activó - Dijo nervioso.

Jimin se sorprendió, era la primera vez que se presentaba el celo del alfa y el Omega sabía que debía ayudarlo, como su esposo debía calmarlo, pero no podía, sentía que no podía hacerlo, su lobo solo le reclamaba por el alfa Min y se negaba a colaborar en cualquier otra interacción.

-Jungkook yo-...no puedo - Habló suave.

-Tranquilo - acarició su mejilla -tampoco puedo hacerlo, mi lobo solo reclama a ese Omega, se niega a qué pase mi celo contigo y es frustrante, eres mi esposo, siento que te estoy ofendiendo al hacer esto.

-No lo haces, el mío tampoco permitirá que me toques - rio -estamos jodidos, necesitamos a ese par.

Ambos se observaron cómplices, sabían lo que debían hacer y también el riesgo que corrían al llevar a cabo lo pensado.

Salieron del lugar luego que Jimin marcara con su aroma a Jungkook para ocultar el del otro Omega.

Mientras lo hacía, Jungkook no podía evitar gruñir, no quería deshacerse de ese aroma que era un elixir para él, el elixir más prohibido, pero el más exquisito que podía percibir.




-Hueles por completo a él-dijo Yoongi, abrazando a su esposo para cubrirlo con su aroma- No seas descuidado Tae, temo por ti y por mí, porque mataré a cualquiera que intente dañarte.

-Estoy en celo- habló tembloroso.

-¡Mierda! Hay que ir a casa -respondió tomando la mano de su esposo para salir de forma disimulada del lugar sin que nadie notara que se habían retirado.

Una vez en los jardines, apresuró el paso para llegar hasta su transporte y pedirle al chófer que los sacara de ahí de inmediato, abandonado el lugar y viendo cómo la pareja Jeon quedaba atrás, de pie observando cómo se perdían por el camino.

-Vamos dentro Kook, ya encontraremos la forma de llegar a ellos -dijo Jimin mientras lo tomaba de un brazo.

El alfa asintió cabizbajo, y camino hacia el interior, aún quedaba una larga noche y la casa estaba repleta de invitados.

Necesitaba salir de ahí, sin que nadie se cuestionara la desaparición del líder.




Hola personas hermosas, aquí les dejo el primer capítulo.
Cómo les dije en un principio está historia es algo cortito, espero lo disfruten y puedan darle amor❤️

🌸 ErLith_🌸

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