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11: El Baile

—Apartamento Van Dyne.

Ben abría la puerta casi se golpe, dejando entrar rápidamente a Anya y a Esme, cerrando la puerta detrás de él y entrando con Faye en sus brazos, envuelta en una cobija y rodeada con el brazo izquierdo de Ben, mientras que en la otra mano este llevaba una gran mochila, llena casi al punto de reventar. Janet rápidamente se puso de pie y extrañada corrió a ver que sucedía, abrazando a Faye con su brazo derecho y guiandola hacia la ventana, donde pegaba el rayo de sol por la ventana, esto último para secar su cabello y darle calor.

—¿¡Qué pasó, Ben!?— pregunto Janet, mientras sacaba una toalla y empezaba a ponerla en la cabeza de Faye —¿¡Por qué estas mojado también tu!? ¿¡Y quienes son ellas!?

—Ellas...— la mirada de Ben se centro fugazmente en Anya y Esme, quienes en respuesta le miraron, rogando que no hablara —, son amigas de Faye, ella, paso un mal rato y va a quedarse aquí si no te molesta ¿Esta bien, Janet?— pregunto Ben, mientras sacaba la chamarra dentro de su mochila y se secaba el cabello, viendo como es que con calma, Janet asentía

—Gracias— escucho en su mente Ben, girando para ver a Esme, quien se mostraba apenada

—Creo que iré a prepararle la ducha, esta helada— anunció Janet, a lo que Faye, con una mirada un tanto perdida, la miraba —, acompáñame linda.

Faye entonces obedeció y acompaño lentamente a Janet hacia los cuartos en búsqueda del baño. Ben por su lado se dirigió hacia la cocina y sacó un envase de jugo, sirviéndose en un vaso para después beberlo con cierta desesperación.

—¿Por qué no le dijiste? No me conoces, Ben Parker, y técnicamente le hicimos daño a tu novia...— hablaba apenada Esme, en la mente de Ben, mientras que el resto del lugar era víctima de un incómodo silencio

—Por qué aunque fue una estupidez, en el fondo querían ayudar a Faye, y eso lo agradezco— hablo Ben, a lo que Esme se mostró cabizbaja y Anya algo confundida

—¿C-Con quien hablas?— pregunto Anya, mientras empezaba a dar una especie de baile, tenía que ir al baño —¿Hay algún otro baño? Es que tengo que...

—Al final del pasillo hay un baño pequeño, usalo— aclaro Ben, antes de ver como es que Anya prácticamente salía disparada hacia el baño

—Lamento tanto lo de tu padre, Ben— susurro ahora Esme, dirigiéndose a la cocina —. Y también lo que le paso a Faye, no era nuestra intención, creí que como callaba las voces en mi cabeza, tal vez la haría relajarse de todo, pero creo que se malviajo o se...

—¿Resistió?— pregunto Ben, a lo que Esme asintió —Bueno, Esme, así es ella, no es presa fácil, lo se.

—¿Sabes de algún lugar de contratistas?— pregunto Esme, notando algo de confusión de parte de Ben —Iré a hacerles creer que quieren hacer una buena obra para que reparen la puerta de Faye, y tal vez le den una mano a la casa— declaró entre susurros Esme, tocando un costado de su frente y sonriéndole a Ben

—Das algo de miedo, Esme...— pero Ben no pudo terminar la frase —¿Cuál es tu apellido, perdón?

—Frost— aclaro con una apagada sonrisa Esme

—Bueno, gracias Esme pero creo que deberían irse, debo acomodar todo para que Faye tenga donde dormir, yo dormia en el suelo, quizás haga que Nadya duerma en el suelo también y yo me iré al sofá...

—Descuida, iré a dejar a Anya a su casa y regresaré a mi departamento— susurro Esme, sorprendiendo así a Ben —¿Qué?— al leer la mente de Ben, supo que este pensaba que lo había robado, acto que la hizo reír indignada —¡No lo robe! ¿¡Okey!? Lo comparto con roomies, spidey...

—Se van con cuidado— susurro Ben, mientras dirigía hacia los cuartos, dejando ahí a Esme —Ustedes...— inicio Ben tras detenerse —, sospechaban que Faye estaba en algo desde que su mamá la dejó para irse con su pareja unos días, me llamaron y la ayudamos antes de que hiciera algo muy malo— declaro Ben, algo que, aunque al inicio Esme no le entendía, terminó por captar el mensaje y sonreír —, si dejan esa mierda de las drogas, creo que podrían venir un par de veces al departamento conmigo y con Faye, ella necesita apoyo y no solo mío o de Nadya, de sus amigas.

—¿L-Lo dices enserió?— pregunto Esme, sabía que lo decía en serio, pero quería oírlo

—Si, pero si vuelven a hacer algo como esto, las voy a dejar pegadas al Empire State— declaró Ben, a lo que Esme trago saliva, pues sabía que si lo haría

Las horas pasaron, y con ellas los dias; Faye era ayudada con las cosas femeninas, por sus amigas, Anya, Esme y Nadya, o por Janet, mientras que Ben se encargaba del resto, la acompañaba a la escuela y de regreso, salía con ella a distintos lugares y ocasionalmente veían todos juntos una película en aquella sala, solo la Tía May, Nadya, Janet, Ben y Faye; haciendo sentir tanta calidez como fuera posible a la joven peliazulada, además claro, del calor de la familia que los Parker siempre habían gozado. Todo iba bien, y ella ya estaba limpia, además de feliz, como no lo había estado en mucho tiempo, y ahora llegaba el día de volver a casa, aunque sería más difícil de lo pensado.

—¿Estas lista?— pregunto Ben, recargado en el marco de la puerta y viendo la pálida espalda desnuda de Faye, quien estaba sentada al borde de la cama, secándose el cabello pues acababa de salir de la ducha

—Ben Parker, estoy desnuda a medias, si Janet o tu tía entran aquí, te matan— declaró sonriente Faye, aun dándole la espalda a Ben

—Bueno, tu lo dijiste, a medias. Además estás de espaldas y yo estoy hasta acá, no pasa nada clasificación R— bromeo el joven, viendo como entre risas, Faye se colocaba una camiseta de Anna Frank sosteniendo una barra de jabón —¿Esa es mi camisa?— pregunto Ben, algo extrañado pero fascinado por el como le quedaba su camisa

—Esta genial, la vi y me gusto ¿Puedo usarla un poco, no?— pregunto Faye sarcástica, mientras se acercaba entre un provocador andar adornado con una sonrisa

—Faye Ito— inicio entre un suspiro —, soy virgen y mi novia esta usando mi camiseta, sin brasier y recién bañada...— declaró mientras su corazón parecía estar por estallar —¿Sabes que me hace sentir eso?— pregunto algo ruborizado, y a su vez causando algo de rubor en Faye

—¿Qué?— pregunto Faye, mientras miraba con una sonrisa de complicidad a Ben

—Lo hace ir a darse una ducha fría, aun queda tiempo— dijo desde el pasillo Janet, a lo que Ben rápidamente se ruborizo y se retiro unos centímetros de Faye, apenado —¿Estas lista, Faye?

—Si, Ben y yo iremos a casa, si mamá esta en casa ya, tal vez se haga un escándalo pero meh, es lo usual, y si no, pues no está y ya, otra cosa usual— declaró algo apagada Faye, mientras tomaba un suéter de color magenta oscuro y se lo colocaba —Le diré a Nadya que le tome prestado su suéter, esta calentito

—¿Donde esta Nadya, por cierto?— pregunto Ben, algo extrañado de no ver a la castaña cerca

—Se está vistiendo, nos va a acompañar— respondió Janet con los brazos cruzados —, vamos a ir con ustedes, creo que tendré una pequeña charla con mi consuegra— declaró Janet, yendo hacia la sala —, aliestense.

—¿Consuegra?— pregunto Ben, extrañado del término

—¿Charla?— pregunto preocupada Faye

—Residencia Ito.

El auto de Janet se estacionó lento frente a la casa, con puerta ya reparada, de Faye. Janet veía un tanto molesta como es que en la casa yacía un auto estacionado frente a la cochera, además del estado de la misma, a su lado, Ben y Faye solamente se tomaban de las manos mientras veían el hogar de la fémina, Nadya por su lado, solo podía ver extrañada como es que había un gnomo de jardín decapitado.

—¿Aquí vives?— pregunto Janet, viendo como es que las luces de la casa estaban encendidas

—Sip, el viejo rancho Ito— bromeó Faye, mientras se quitaba el cinturón y se acercaba para abrir la puerta, pero esto fallo —, hay... creo que rompí tu puerta, Janet...

—Puse los seguros— susurro molesta Janet —, niños se quedan aquí, ahora vuelvo.

—Janet, espera no tienes que...— pero el abrir de la puerta de Janet paro en seco el hablar de Ben

—¿Mamá, que vas a...?— la puerta del auto cerrándose detuvo las preguntas de Nadya, dejandolos a todos encerrados —Carajo, nos encerró...

—¿Tu crees?— pregunto Ben sarcástico, mientras buscaba las llaves —, me lleva, tiene las llaves...

—¿Y si rompes el vidrio?— pregunto Nadya, a lo que ambos la miraron extrañados

—Si claro, rompamos el vidrio de tu mamá— declaró sarcástica Faye, moviendose a duras penas hasta llegar a la ventanilla

Janet avanzo a pasos veloces y fuertes, avanzando sobre césped y concreto del camino descuidado hacia la puerta; Janet dio tres firmes toquidos que resonaron hasta el auto donde los jóvenes estaban observando. La puerta no se abrió al instante, sino que tardo en hacerlo tras el oír de latas y los fuertes pasos de alguien al otro lado, abriéndose así la puerta y develandose finalmente a la madre de Faye, con ojeras y una clara resaca.

—¿Si?— pregunto la madre de Faye, pero no hubo respuesta —¿Quién es usted? N-No voy a comprar nada y...

—Su hija esta en mi auto— contestó tajante Janet, mientras miraba con atención y enojo a la mujer

—¿Qué hizo esta vez?— pregunto molesta su madre

—¿Disculpe?— contrapregunto Janet con indignación

—Si, pensé que se enderezaba con eso de las calificaciones y ahora sale con otra cosa mientras me voy de viaje— respondió la mayor —¿Qué hizo esta vez, señora?

—¿¡Señora!?— pregunto Janet, a un volumen tal, que casi fue un grito

—¿Qué pasó?— pregunto Ben, intentado escuchar más

—Mi mamá le dijo señora a tu mamá— sentencio Faye, a lo que Nadya rápidamente se preocupo

—Uy...— fue lo único que pudo salir de la boca de Nadya

—¿Sabe quien soy, señora?— pregunto molesta Janet, a lo que está solo le negó con la cabeza —Soy Janet Van Dyne, una ex vengadora.

—¿Tan grave es el problema?— pregunto la madre de Faye, dando una fingida sonrisa que disfrazaba molestia

—No me entiendes, Ben se queda en mi casa mientras que la suya la reconstruyen, y vino a ver a su novia que ¿Adivina que? Estaba sola en casa, sin cuidado ni señal de cuando volvería su madre, y entonces yo, la cuide como si fuera mía por días— reclamo Janet, dejando boquiabiertos a los jóvenes en el auto —¿Y tu que? Estabas con tu novio en algún lado festejando ¿No? Dejando a ti hija casi ahogarse en la piscina del patio trasero de no ser por que tiene a alguien como Ben Parker de novio, quien literalmente salto al agua para ayudarla...

—Y-Yo no sabía que— pero ella trago saliva y continuo —...no sabía que algo así había pasado...

—Escucheme, Señora Ito— inicio de nuevo Janet —Ben Parker perdió a su padre hace días, y usted casi pierde a su hija y ni siquiera le importo saber donde estaba con tal de ¿Qué? ¿Tener cinco putos minutos para usted misma?— tras el regaño de Janet, todo quedó en silencio total, al menos hasta que tanto Janet como la madre de Faye, empezaron a hablar entre susurros, sorprendiendo los jóvenes

—¿Qué están diciendo?— pregunto extrañada Faye

—No tengo ni idea— susurro Ben, justo antes de ver como es que Janet los llamaba con la mano, a lo que estos decidieron bajar

Lentamente, los tres chicos bajaron para ir hacia donde ocurría la platica, aunque no escuchandose del todo su platica, logrando así solo verse a la madre de Faye, en total silencio, tomar a Faye y abrazarla con fuerza, para así después jalar a Ben hacia ambas, para abrazarlos a ambos en sus brazos. Con el pasar de los minutos, los visitantes decidieron entrar, logrando hacer que Ben y Faye se sorprendieran de ver que aquella casa que hace días estuvo vuelta un desastre, ahora estaba casi como nueva con la excepción del obvio desastre hecho por la madre de Faye; un par de horas fueron las que pasaron, Ben y las Van Dyne se retiraron a casa, dejando únicamente en casa a Faye y su madre. Faye solo sonrió mientras retiraba los trastes de la mesa y los llevaba al lavabo.

—Hasta mañana mamá— se despidió Faye, mientras se dirigía callada hacia su cuarto —, te quiero.— finalizó con una sonrisa algo apagada

—Hasta mañana hija, te quiero yo también— aquello último hizo parar en seco a Faye, pues aunque esta si se despedía, cuando estaba presente claro, no terminaba del todo la frase, acto que hizo a Faye correr hasta su madre y abrazarla fuertemente, solo para volver de nueva cuenta hacia su cuarto

Faye entró a su cierto y se vio algo extrañada al notar una caja de cartón en el colchón de la misma, acercándose lento para abrirla con delicadeza; un vestido negro salio de esta, con detalles en la parte del torzo de brillante color azul adiamantado; una falda que cubría hasta arriba de su rodilla izquierda y hasta el talon de su pierna derecha. La joven se vio maravillada de esta cosa, y el rechinar del suelo bajo ella, le hizo mirar hacia quien había sido responsable de tal regalo.

—Pensé que, si soy una mierda como mamá, al menos podría darte un vestido para tu baile— confesó la madre de Faye, viéndola desde el marco de la puerta

—¿Recordaste el baile?— pregunto Faye, luchando por no dejar salir una lagrima

—Al parecer más que tu, creo que ni tienes ningún otro vestido además de este nuevo, quiero que mi hija se vea bien para su baile— declaró la madre de Faye, acercándose para besar la frente de su hija y abrazarla —, lamento ser como soy, pero no por ello te amo menos...

—Descuida, nadie es perfecto ma, lo se— susurro Faye, correspondiendo al abrazo y terminando con calidez aquel día

—En alguna parte de New York.

Reed Richards trabajaba de la misma manera mórbida de siempre, estirándose de un lado a otro en su laboratorio, experimentando con una energía rosada que provenía de una esfera metálica, conectada a cables y tubos con esta misma energía corriendo por ellos. Reed tenía también encendidos varios televisores por los que veía distintos canales de televisión, entre estos noticiarios donde se podía ver a Spider-man con su nuevo traje.

—¿Es plateado?— susurro Reed, mientras se detenía para ver las noticias —. Bien por él— respondió sonriente justo antes de ver que tenía una llamada entrante de Richard Fisk. —¿Diga?

—Ey Reed— inicio con emoción Fisk —¿Qué tal va mi puerta al oro lunar?

—Estoy en ello Señor Princepin— respondió calmado el elástico hombre —. El sujeto no está exactamente cooperando— añadió Richards tras oprimir un par de botones y ver como aquella caja se habría lentamente

—Haz que coopere, para eso te conseguí los malditos collares supresores, háblale bonito o algo así, Richards— ordenó Fisk al otro lado de la línea, haciendo a Reed denotar molestia

—De acuerdo, futuro alcalde Fisk— declaró Reed con calma, a lo que una risa fue oída al teléfono

—Así se habla Reed, ahora si me disculpas, tengo una cita ardiente en el barrio italiano— anunció Fisk justo antes de colgar

—Bueno linda, el Princepin quiere que vea como hacer un arma con tus poderes y tu no cooperas— Reed entonces se llevó la mano a la frente y se quito el sudor mientras que el resplandor rosado lo envolvía todo y luego se apagaba de pronto, revelando a una mujer con rasgos asiáticos, vestimenta verde, piel y cabellos rosados y unos intensos ojos verdes; todo con el añadido de un collar con luz amarilla en el cuello—, así que tendré que subir de nivel para que nos des una mano ¿Verdad?

—Clarice...

—Apartamento Van Dyne.

Ben estaba frente a un espejo, era de noche y su Tía May lo ayudaba a medirse aquel traje de etiqueta que estaba por llevarse al baile; el pelirrojo se veía nervioso y a su vez algo emocionado. Nadya y Janet veían desde la sala como es que el traje le quedaba bien a Ben, a la par que Janet bebía de su copa y Nadya una taza de café. May terminaba de fajar bien al chico, hasta que se tomó un momento para mirarlo de pies a cabeza, y entonces, notar algo con una alegría y pesar por igual.

—¿Tía May?— pregunto Ben, extrañado de ver tal cambio en su tía abuela

—E-Estas...— tras una pequeña pausa, y el tragar de su saliva, la mujer mayor continuo —, estas idéntico a tu padre, sobre todo con ese traje.

—¿Era de él?— pregunto Ben, mientras abrazaba a su abuela con fuerza y cariño, también dejando salir algunas lágrimas al ser el abrazo correspondido

—¿Listo para bailar, niño?— pregunto Janet, acercándose a Ben para tomarlo del hombro y ver hacia su reflejo

—Estoy algo nervioso...— susurro Ben, terminando de acomodarse el moño y viendo su reflejo —m-me veo ridículo...

—Te vez bien, vamos Parker, te llevo— añadió Janet, tomando sus llaves y avanzando hacia la mochila de Ben, para tomarla y luego dársela al pelirrojo

—¡Espera, espera!— grito Nadya, corriendo para abrazar a Ben del cuello y tomarse una foto con Ben —Listo, ahora ve por ella tigre ¡Yepa!— grito antes de darle una nalgada a Ben, haciendo que este avanzará con rapidez, y cierta confusión, hacia la puerta

—Preparatoria Midtown.

El auto de Janet se estacionaba lento fuera de Midtown, en donde más luces y el lejano sonido de la música tras los muros no se hacían esperar. Janet paro y simplemente se giro hacia Ben, quien venía viendo videos junto con Nadya en su celular.

—Ben Parker, su parada— anunció alegre Janet, a lo que Ben asintió y se acercó a los asientos delanteros para darle un beso en la mejilla a Janet

—Gracias por traerme Jan— agradeció Ben mientras salía con todo y su mochila

—No hay de que hombrecillo— exclamó Janet, mientras veía a Ben alejarse lentamente, aunque paro a medio camino —¿Qué pasa esta vez?— pregunto preocupada a si misma

—¡Janet!— exclamó Ben antes de correr a gran velocidad y llegar de nueva cuenta al auto —¿¡Puede ir Nadya!?

—¿Qué?— preguntaron ambas Van Dyne

—No se me hace justo esto, yo en el baile y ella sola en casa, al menos aquí estará conmigo y con Faye, así que...— pero no tardo mucho para que Nadya lo interrumpiera al salir del auto y correr hasta él para abrazarlo y darle un beso en la mejilla

—¿Nos vamos?— pregunto Nadya, dejando a la vista unos vaqueros de color magenta y una camisa de manga larga y gris, cuyo pecho decía: Yeah science!

El gimnasio estaba lleno de jóvenes, luces de distintos colores y neblina artificial, Ben y Nadya entraron lentos pero seguros, notando como que todos los presentes o bailaban, se tomaban fotografías o simplemente no hacían nada más que estar sentados en sus teléfonos o viendo el baile. Rápidamente llegaron hasta Joaquin, cuya vestimenta era un traje de oscuro verde, quien quedó algo boquiabierto tras ver a Nadya.

—Creí que Faye sería tu pareja para el baile, estoy confundido— sentenció Joaquin, justo antes de quedar atónito al ver a Nadya —H-Hola, soy, soy Joaquin, Torres, eh yo...

—Nadya Van D-Dyne— se presento Nadya, dándole lentamente la mano para saludarlo

—V-Van Dyne ¿De las Van Dyne de los...?

—¿Los vengadores? Claro buapo— añadió Nadya con una gran sonrisa y mientras de echaba hacia atrás un par de mechones de cabello

—¿Okey?— pregunto Ben, confundido y algo extrañado de la situación

—Le gusta tu hermana— escucho de nuevo en su mente Ben, por lo que volteo hacia la entrada y vio a Esme, vestida con un suéter blanco y falda a cuadros con muchos tonos de rosado; a su lado venía Anya, quien vestía un largo vestido negro con detalles en blanco

—No es mi hermana— susurro a un volumen inaudible Ben, a lo que Nadya y Joaquin lo vieron extrañados

—Dicelo a tu mente, Parker— añadió Esme, esta vez si hablando y llegando con él —Hola Joa, soy Esme.

—Hola Esme, hola Anya— saludo el joven latino, a lo que Nadya en silencio saludo a ambas

—¿Y Faye?— pregunto Anya

—Pensé que vendría con ustedes...— aseguró Ben, notandose algo preocupado

—Lo sabe, pero Anya quería que tuvieras ese momento de duda— aclaro Esme mientras se giraba hacia la entrada, dejando ver a Faye

—Wow...— dijeron Ben, Nadya y Joaquin al ver a Faye entrando, mientras que la canción Flightless Bird empezaba a sonar a la par de su entrada lenta

Faye se había arreglado el cabello, amarrado en un par de chongos y maquillaje oriental; su vestido tenía una que otra incrustacion de joyas de fantasía, por lo que brillaba con las luces del lugar; y finalmente, su piel blanca hacia un contraste, y a la vez combinación, con su vestido oscuro. Faye entró tomándose del brazo apenada de que fuera vista por tanta gente así, por que de hecho, no sólo había cautivado las miradas de sus amigos, sino también de otras personas, cosa que por momentos le dio un pequeño empuje de seguridad para ir hacia Ben.

—Hola, lobito— saludo Faye, llegando frente a Ben y viéndolo de pies a cabeza, dejando que tanto su mirar, como sus pupilas dilatadas y tenue rubor hablaran por ella

—Hola Faye Ito...— correspondió Ben, entre un suspiro que se llevaba sus palabras —Te vez muy hermosa...

—Gracias Ben— declaró apenada Faye —, tu también te vez hermoso— respondió la fémina, justo antes de acercarsele rápidamente a Ben y besarlo con pasión

—¿Eso es romance para ellos?— pregunto Anya, a lo que Joaquin y Nadya asintieron —iugh, muy melosos

—Da gracias que no lees mentes— contestó Esme, notándose algo ruborizada y levemente asqueada

—¿Bailamos?— pregunto Ben tras separarse de Faye, pero sin apartarle la mirada

—¿Con esa canción? Vaya te habías tardado, vamos ya— exclamó Faye, tomando la muñeca de Ben y llevándolo con rapidez a la pista de baile

—¿A quien invitaste tú?— pregunto apenada Nadya, a lo que Joaquin negó con la cabeza, algo apagado —¿No viniste con nadie?— nuevamente, la respuesta fue no —¡Genial!— exclamó con alegría Nadya

—¿Genial?— pregunto Joaquin, justo antes de sentir la mano de Nadya sobre su muñeca, jalandolo hacia la pista —¿A donde vamos?

—¡A bailar niño!— exclamó alegre Nadya

Ben mantenía sus manos a la cadera de Faye, mientras que esta le abrazaba el cuello y bailaban juntos al son de la canción, mientras lentamente y a ojos cerrados, unían sus frentes entre un cálido suspirar. Todos a su alrededor se desvanecieron, nadie más, nada más, un gimnasio vacío, Ben, Faye y la música sonado a todo volumen, mientras que un faro cubría a ambos mientras bailaban. Ambos terminaron por abrir los ojos, viendose mutuamente solo ellos, solo el uno al otro, escuchando sus latidos, su respirar, su mirar. La luz blanca se volvió un tenue gris, y entonces, ante un lento baile, ambos se plantaron un profundo, lento y pasional beso bajo aquella luz.

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