Vaggie Vs...
Ben, aún encapuchado y sin revelar completamente su identidad, decidió mostrar personalmente la ciudad a sus invitados. Charlie prácticamente saltaba de emoción, sus ojos brillantes recorriendo cada detalle del distrito reformado.
"¡Esto es increíble!" exclamó Charlie, girando para tomar todo. "Nunca había visto nada parecido en el Infierno. ¿Cómo lo has logrado?"
Ben sonrió bajo su capucha. "Con paciencia, trabajo duro y un poco de ayuda de mis amigos," respondió enigmáticamente.
Alastor, por su parte, mantenía su característica sonrisa, pero algo en su postura delataba su incomodidad. La presencia de Ben, aunque oculta, emanaba una energía que lo inquietaba profundamente.
Vaggie observaba la interacción entre Charlie y el misterioso encapuchado con una mezcla de recelo y celos. No le gustaba cómo su novia parecía tan cómoda con este extraño.
Mientras caminaban, Charlie comenzó a explicar entusiasmadamente su proyecto. "Verás, tengo este hotel, el Hotel Hazbin. La idea es ofrecer a los pecadores una oportunidad de redención para que puedan ir al Cielo. ¿No es emocionante?"
Ben escuchó atentamente, pero no pudo evitar notar algunas fallas en el plan. Con delicadeza, decidió abordar el tema.
"Es una idea noble, Charlie," comenzó Ben, "pero me surge una duda. ¿Qué pasa con los criminales más atroces? Aquellos que han cometido actos imperdonables. ¿También son bienvenidos en tu hotel?"
Charlie pareció dudar por un momento. "Bueno, sí. Creo que todos merecen una segunda oportunidad."
Ben asintió, pero continuó: "¿Y qué pasa si alguien usa tu hotel como refugio sin intención real de cambiar? ¿O si alguien finge redimirse solo para abusar de tu confianza?"
"Yo... no había pensado en eso," admitió Charlie, su entusiasmo disminuyendo un poco.
"No quiero desanimarte," añadió Ben rápidamente, "pero por experiencia sé que no todo el mundo es digno de redención. Algunos eligen el mal una y otra vez, sin importar cuántas oportunidades se les den."
Charlie frunció el ceño, pensativa. "Entiendo tu punto, pero ¿no crees que todos merecen al menos una oportunidad?"
"Una segunda oportunidad, tal vez," concedió Ben. "Pero también creo que es importante proteger a los inocentes y a aquellos que realmente quieren cambiar, te aconsejo que primero deberías de mínimo preguntar los pecados que tus pacientes cometieron."
Alastor, que había estado inusualmente callado, finalmente intervino. "Oh, qué debate tan fascinante. El idealismo contra el pragmatismo. Me pregunto, querido anfitrión, ¿qué te ha llevado a tener una visión tan... realista del mal?"
Ben guardó silencio por un momento, recordando a Vilgax y otros enemigos que había enfrentado. "Digamos que he visto lo suficiente para saber que algunos corazones simplemente no quieren cambiar."
El grupo continuó su recorrido, con Charlie sumida en sus pensamientos, reconsiderando aspectos de su plan que nunca antes había cuestionado.
Ben se inclinó hacia adelante, su voz adquiriendo un tono más firme mientras explicaba:
"Verás, Charlie, el servicio comunitario no es solo una idea abstracta aquí. De hecho, tenemos un programa en marcha." Hizo una pausa, como si estuviera considerando cuidadosamente sus siguientes palabras. "Un... compañero mío, cuyo nombre prefiero no revelar por ahora, derrotó a un grupo de Imps esclavistas, así fue como comenzamos a transformar esta ciudad."
Charlie escuchaba atentamente, sus ojos brillando con curiosidad. Ben señaló a varios Imps que pasaban cerca, todos llevando collares verdes en sus cuellos.
"¿Ves esos collares?" preguntó Ben.
Los ojos de Charlie se abrieron de par en par, una chispa de indignación comenzando a formarse en ellos. "Espera, ¿eso es...?"
Ben levantó una mano, interrumpiéndola antes de que pudiera protestar. "No es lo que crees. Estos collares son un artefacto que creé, pero no son para esclavizar."
Charlie frunció el ceño, claramente no convencida. "¿Entonces qué hacen exactamente?"
"No dañan a los Imps," explicó Ben con calma. "Solo les impiden salir de la ciudad y, si se vuelven violentos, los sedan para que puedan ser detenidos de forma segura, no son esclavos, Charlie, están cumpliendo una condena por sus crímenes pasados."
La expresión de Charlie se suavizó un poco, pero aún parecía preocupada. "¿Y cómo los tratas?"
"Con respeto," respondió Ben firmemente. "Reciben tres comidas al día, solo trabajan ocho horas diarias en proyectos de reconstrucción y mejora de la ciudad, no reciben salario, es cierto, y el trabajo es pesado, pero están alojados en un edificio seguro donde pasan el resto del día, como en una prisión normal."
Charlie pareció considerar esto por un momento, su rostro una mezcla de emociones. "Es... diferente a lo que había imaginado. Pero aún así, ¿no es un poco duro?"
Ben asintió, entendiendo su preocupación. "Puede parecer duro, sí, pero piensa en ello como una forma estructurada de redención, están aprendiendo el valor del trabajo honesto, contribuyendo a la sociedad y, lo más importante, les da un propósito, algo que después de saber información de algunos de ellos me di cuenta."
"Además," añadió, su voz suavizándose un poco, "una vez que cumplen su sentencia y demuestran un cambio genuino, el collar se retira y son libres de quedarse como ciudadanos o irse, muchos parece que quieren quedarse."
Charlie asintió lentamente, procesando la información. Su expresión se transformó de preocupación a una de comprensión cautelosa. "Entiendo, no es perfecto, pero veo la lógica detrás, es una forma práctica de aplicar la redención."
"Exactamente," dijo Ben, el alivio evidente en su voz. "No pretendo tener todas las respuestas, pero estoy tratando de encontrar un equilibrio entre justicia y compasión."
Charlie sonrió, una nueva luz de respeto brillando en sus ojos. "Es impresionante, Ben. Has tomado ideas similares a las mías y las has aplicado de una manera práctica y efectiva. Creo que podemos aprender mucho el uno del otro."
Ben asintió, su postura relajándose visiblemente. "Estaría encantado de compartir más sobre nuestros métodos y aprender de tus ideas también, Charlie. Juntos, quizás podamos hacer una diferencia real en este lugar, eres la primera que está en sintonía con mis ideas, fuera de mi distrito desde que llegué"
Vaggie, con una mirada desafiante, se dirigió repentinamente a Ben:
"Oye, encapuchado, ¿eres tan fuerte como dices ser?"
Ben, sorprendido por la pregunta, se encogió de hombros. "Pues sí, lo soy. Y mis compañeros también."
Vaggie, con una sonrisa maliciosa que ocultaba su verdadera intención de darle un buen golpe a Ben, propuso:
"¿Qué tal una pelea amistosa entonces?"
Ben parpadeó, confundido. "¿Una pelea? ¿Ahora?"
Alastor, con su sonrisa característica y un brillo de diversión en sus ojos, intervino:
"¡Oh, qué idea tan encantadora! Nada como un poco de violencia amistosa para animar las cosas."
Charlie, visiblemente incómoda, intentó mediar:
"Chicos, no creo que sea el momento para..."
Pero Vaggie la interrumpió, mirando directamente a Ben:
"¿O acaso todo ese poder del que hablas es pura palabrería?"
El rostro de Ben, aunque oculto por la capucha, se tensó visiblemente. Su voz adquirió un tono lleno de orgullo.
"Bien, si eso es lo que quieres, acepto el desafío."
Charlie se cubrió el rostro con las manos, murmurando:
"Oh, no... esto no va a terminar bien."
Minutos más tarde, en una zona despejada, el grupo esperaba. De repente, notaron que Ben ya no estaba con ellos. En su lugar, un Hellhound con un uniforme blanco y un sello de color verde se acercó.
"Ben ha ido a buscar a uno de sus guerreros más fuertes," explicó el Hellhound de 3 cabezas, que se presentó como Cerbero.
Con un tono lleno de orgullo, Cerbero continuó, lanzando una mirada desafiante a Alastor:
"Deben saber que Ben tiene bajo su mando a seres increíblemente poderosos. Tan fuertes que podrían hacer que incluso los Overlords se arrodillasen."
Alastor, aunque mantuvo su sonrisa, apretó su bastón con fuerza, sus ojos brillando peligrosamente ante la insolencia del Hellhound. Sin embargo, decidió no decir nada, limitándose a observar la situación con un interés cada vez mayor.
Charlie, notando la tensión creciente, intervino nerviosamente:
"Estoy segura de que todos aquí son muy fuertes. No hay necesidad de comparaciones, ¿verdad?"
Vaggie, por su parte, parecía arrepentirse ligeramente de su desafío, pero mantuvo una postura firme:
"Bueno, supongo que pronto veremos de qué son capaces estos guerreros tan impresionantes."
El ambiente se cargó de anticipación mientras esperaban el regreso de Ben y su misterioso combatiente.
El sonido de pasos acercándose captó la atención de todos. De repente, una figura extraña emergió del suelo a pocos metros de Vaggie, dejando a los presentes boquiabiertos.
Ante ellos se alzaba un ser humanoide hecho enteramente de plantas, con un rostro que irradiaba confianza. Cruzando sus brazos de manera desafiante, el ser se presentó:
"Mi nombre es Fuego Pantanoso, y seré tu oponente hoy."
Vaggie parpadeó varias veces, incrédula. "¿Qué demonios eres tú?"
Incluso Alastor, normalmente imperturbable, no pudo ocultar su sorpresa. "Fascinante," murmuró, inclinándose ligeramente para observar mejor al recién llegado.
Fuego Pantanoso hizo un gesto provocador hacia Vaggie. "Vamos, muéstrame lo que tienes."
Vaggie, recuperándose de la sorpresa inicial, empuñó su lanza y cargó contra Fuego Pantanoso. Para su asombro, el ser vegetal no hizo ningún intento de esquivar el ataque. La lanza atravesó limpiamente su pecho, provocando un grito ahogado de Charlie.
"¡Vaggie!" exclamó Charlie, preocupada.
Pero para sorpresa de todos, Fuego Pantanoso simplemente miró hacia abajo, al agujero en su pecho, con una sonrisa divertida. Ante sus ojos, el hueco comenzó a cerrarse, las fibras vegetales entrelazándose hasta que no quedó rastro de la herida.
Mi turno," dijo Fuego Pantanoso con un tono juguetón.
Vaggie solo alcanzo a decir un "oh oh"
De repente, sus brazos se extendieron como látigos verdes, obligando a Vaggie a saltar hacia atrás para evitarlos. Ella contraatacó con una serie de estocadas rápidas, pero cada corte se cerraba instantáneamente.
"Imposible," murmuró Vaggie, frustrada.
Fuego Pantanoso respondió haciendo brotar enredaderas del suelo, que serpentearon hacia los pies de Vaggie. Ella las esquivó ágilmente, pero cada movimiento la llevaba exactamente donde Fuego Pantanoso quería.
"Eres rápida," comentó Fuego Pantanoso, "pero predecible."
Con un movimiento fluido, Fuego Pantanoso creó una densa nube de esporas que rodeó a Vaggie, nublando su visión momentáneamente. Cuando intentó salir de la nube, se encontró con que sus pies estaban firmemente plantados en el suelo, atrapados por raíces que habían brotado silenciosamente.
"¡Maldición!" gritó Vaggie, luchando por liberarse.
Fuego Pantanoso aprovechó la oportunidad para lanzar una oleada de lianas desde todas las direcciones. En cuestión de segundos, Vaggie se encontró completamente inmovilizada, sus brazos y piernas firmemente sujetos por la vegetación viviente.
"Creo que esto concluye nuestro pequeño combate," declaró Fuego Pantanoso, acercándose a la ahora inmóvil Vaggie.
Charlie corrió hacia ellos, una mezcla de asombro y preocupación en su rostro. "¡Eso fue increíble! Pero, ¿está Vaggie bien?"
Fuego Pantanoso asintió, aflojando ligeramente las lianas. "Está perfectamente bien, solo un poco... atada por el momento."
Alastor, que había observado todo con un interés creciente, aplaudió lentamente. "Bravo, mi verde amigo. Eso fue ciertamente un espectáculo digno de verse."
Vaggie, aún luchando contra sus ataduras vegetales, gruñó: "Está bien, lo admito. Eres fuerte. Ahora, ¿podrías soltarme?"
Fuego Pantanoso sonrió y, con un gesto de su mano, las lianas se retrajeron, liberando a Vaggie. "Ha sido un placer," dijo, haciendo una pequeña reverencia burlona.
Mientras todos se apresuraban a ayudar a Vaggie, distrayéndose con las lianas que se retiraban, nadie notó el sutil movimiento detrás de Cerbero. En un instante, Fuego Pantanoso se transformó de nuevo en Ben, y Cerbero, con un movimiento rápido y practicado, le colocó la capucha sin ser visto.
Ben, ahora de vuelta en su forma encapuchada, se acercó al grupo y preguntó con un tono casual:
"Entonces, ¿qué les pareció mi amigo?"
Vaggie, aún frotándose las muñecas donde las lianas la habían sujetado, mantuvo un silencio humillado, evitando el contacto visual con todos.
Alastor, sin embargo, no pudo contener su curiosidad. Con una sonrisa intrigada, se dirigió a Ben:
"Debo decir, ese 'Fuego Pantanoso' es una criatura fascinante. Nunca había visto nada igual en todos mis años en el Infierno. ¿Qué clase de ser es exactamente?"
Ben, con un tono enigmático, respondió:
"Lo único que puedo decirles es que no es un demonio y ni siquiera tuvo que mostrarles del porqué del fuego en su nombre.
Charlie, miró a Ben con ojos brillantes de emoción:
"¡Es increíble! Tu amigo tiene habilidades asombrosas. Me encantaría saber más sobre él y cómo lo conociste."
Charlie miro al suelo dio un suspiro superando momentáneamente su vergüenza por culpa de Vaggie, se acercó a Ben con una expresión de determinación:
"Por favor, tienes que venir a ver el hotel. Con tus ideas y... tus amigos, podrías aportar mucho."
Ben pareció considerar la propuesta por un momento antes de responder:
"Me halaga tu invitación, Charlie. Sin embargo, no puedo dejar la ciudad sin supervisión. Pero tengo una propuesta: uno de mis compañeros más confiables podría ir en mi lugar. Tiene mucha experiencia y podría ser de gran ayuda para vuestro proyecto."
Charlie, emocionada ante la perspectiva, exclamó:
"¡Eso sería maravilloso! ¿Cuándo podría venir?"
Ben, con un tono misterioso, respondió:
"Pronto. Muy pronto. Les aseguro que será una experiencia... interesante para todos."
Alastor, observando la escena con interés, murmuró para sí mismo:
"Vaya, vaya... parece que las cosas en el Hotel Hazbin están a punto de volverse mucho más entretenidas."
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro