Retorno
Paso un día desde el encuentro con Beelzebub. Ben aprovechó este tiempo para reflexionar sobre los recientes acontecimientos y tratar de relajarse un poco. Sin embargo, el destino tenía otros planes para él.
Esa misma tarde, mientras Ben supervisaba la reconstrucción de una zona dañada durante la pelea de Stolas contra Cerbero, un fenómeno inusual ocurrió una luz de color magenta choco contra el suelo frente a él, cegándolo momentaneamente
Cuando la vista de Ben regreso, pudo ver a alguien levantándose, cabello rojo corto, ojos verdes... era ella gwen....
"eres muy difícil de encontrar bobo."
"¿Gwen?" preguntó Ben, una mezcla de sorpresa y confusión en su voz. "¿Eres tú? Pero tu cabello..."
Gwen sonrió, aunque sus ojos mostraban una mezcla de alivio y preocupación. "Sí, Ben, soy yo. Sé que me veo un poco diferente, ha pasado mucho tiempo."
Ben dio un paso adelante, aun procesando la apariencia de su prima. "¿Cómo llegaste aquí? ¿Y por qué te cortaste el pelo?"
"Es una larga historia, Ben," respondió Gwen, pasando una mano por su cabello corto. "He estado buscándote a través de múltiples dimensiones desde que desapareciste. No fue fácil encontrar este universo. En cuanto al pelo... digamos que son cosas de mujeres y no te incumbe."
Charlie y Cerbero observaban el intercambio con curiosidad, mientras Benle dio un gran abrazo a Gwen mientras aguantaba llorar.
En una oficina privada, el grupo se reunió para discutir la sorprendente llegada de Gwen.
Gwen, sentada frente a Ben, tomó un profundo respiro antes de comenzar su explicación. "Ben, localizarte no fue fácil. Me tomó mucho más tiempo del que esperaba encontrar la dimensión exacta a la que fuiste transportado."
Ben asintió, animándola a continuar. Gwen prosiguió: " por lo que veo y por lo que me dices, Lo que para ti han sido tres meses aquí, en la Tierra ha sido un año entero."
"¿Un año?" exclamó Ben, sus ojos abriéndose de par en par. "Pero eso significa..."
"Sí," confirmó Gwen con una sonrisa triste. "Todos te hemos estado buscando incansablemente durante todo este tiempo."
Charlie, que había estado escuchando atentamente, intervino: "¿Cómo lograste llegar hasta aquí, Gwen?"
Gwen desvió la mirada por un momento, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras. "Tuve que recurrir a métodos... poco convencionales, el portal que logré abrir está ubicado en lo que podríamos llamar un cuello de botella dimensional, fue extremadamente difícil llegar hasta aquí."
Ben se inclinó hacia adelante, una mezcla de esperanza y preocupación en su rostro. "Pero ahora que estás aquí, podemos volver juntos, ¿verdad?"
Gwen negó con la cabeza, su expresión volviéndose más seria. "Lo siento, Ben, el portal que abrí solo me permitió pasar a mí y se cerró, de momento, no puedo crear un portal que nos lleve de regreso a nuestro hogar."
Un silencio pesado cayó sobre la habitación. Ben se reclinó en su silla, procesando la información.
"Pero si sabías que era un punto de no retorno si cruzabas, ¿por qué viniste?" preguntó Ben, su voz mezclada con confusión y una pizca de frustración.
Gwen alcanzó la mano de Ben, apretándola suavemente. "Porque eres mi primo, Ben. Mi familia... no podía simplemente abandonarte aquí, sin saber si estabas bien o si necesitabas ayuda, tomé la decisión de buscarte a pesar de ese detalle, sin mi tarde o temprano cometerás una estupidez."
Ben miró a su prima, notando algo diferente en sus ojos, una profundidad que no recordaba haber visto antes. Había tanto que quería preguntar, tanto que quería entender, pero por ahora, lo único que pudo hacer fue devolver el apretón de mano y murmurar un "Gracias, Gwen."
Cerbero, que había permanecido en silencio hasta ahora, habló: "Entonces, ¿qué significa esto para nosotros? ¿Para el Infierno?"
Ben miró a su leal amigo y luego a Charlie, consciente de las responsabilidades que había asumido en este extraño nuevo mundo. "No lo sé, Cerbero. Pero lo que sí sé es que no puedo abandonar todo lo que hemos construido aquí."
Gwen observó la interacción, dándose cuenta de cuánto había cambiado su primo en este tiempo. Era evidente que Ben había echado raíces en este lugar, por improbable que pareciera.
"Tenemos mucho de qué hablar, Ben," dijo Gwen finalmente. "Y mucho que planear, pero por ahora, ¿por qué no me cuentas todo lo que ha pasado desde que llegaste aquí en detalle?"
Ben asintió, preparándose para relatar su increíble odisea en el Infierno, mientras Gwen se preparaba mentalmente para escuchar y para ocultar la verdadera razón por la que volvió por él.
Ben pasó la siguiente hora relatando detalladamente sus experiencias en el Infierno, desde su llegada accidental hasta sus recientes enfrentamientos con los Pecados Capitales. A medida que avanzaba en su narración, la expresión de Gwen oscilaba entre asombro, preocupación y, en varias ocasiones, pura exasperación.
Cuando Ben terminó de contar cómo había desafiado abiertamente a los Overlords y declarado la guerra a varios Pecados Capitales, Gwen no pudo contenerse más. Con un sonoro suspiro, se golpeó la frente con la palma de la mano.
"Ben, por todos los cielos," exclamó Gwen, su voz mezclando frustración y un cariño resignado. "¿Cómo es posible que hayas tomado tantas decisiones impulsivas y aún estés vivo? Es como si tu ego hubiera estado al mando todo este tiempo."
Ben se encogió de hombros, una sonrisa algo avergonzada en su rostro. "Bueno, ya me conoces, Gwen, además, todo salió bien al final, ¿no?"
Gwen negó con la cabeza, pero una pequeña sonrisa se asomaba en sus labios. "Te lo juro, Ben, mientras esté aquí, no voy a permitir que sigas tomando decisiones tan estúpidas, necesitas pensar antes de actuar."
"Bueno, sobre eso..." Ben se rascó la nuca, su expresión volviéndose más seria. "En este momento, es posible que estemos en guerra con tres Pecados Capitales."
Gwen estaba a punto de responder cuando Ben continuó: "Pero, si te sirve de consuelo, para el nivel de amenaza al que estamos acostumbrados, estos tipos no son tan peligrosos."
Una vez más, la palma de Gwen encontró su rostro en un gesto de frustración. "Ben, no puedes subestimar a tus enemigos solo porque has enfrentado amenazas cósmicas antes, este es un universo diferente, con reglas diferentes."
Charlie, que había estado observando el intercambio con creciente interés, no pudo evitar soltar una pequeña risa. La dinámica entre los primos era fascinante y reveladora. Era evidente que Ben era la fuerza impulsora, los músculos del dúo, mientras que Gwen aportaba la cautela y el pensamiento estratégico.
Cerbero, notando la reacción de Charlie, se inclinó hacia ella y murmuró: "Parece que Ben finalmente ha encontrado a alguien que puede mantenerlo a raya."
Charlie asintió, una mezcla de alivio y curiosidad en su rostro. "Sí, y creo que es exactamente lo que necesitábamos. Ben ha hecho cosas increíbles, pero su impulsividad siempre me ha preocupado... sobre todo lo que ocurrió en el exterminio, tener a Gwen aquí podría cambiar el juego a nuestro favor."
Mientras Ben y Gwen continuaban su animada discusión, el resto de los presentes intercambiaron miradas de entendimiento. La llegada de Gwen no solo había traído la posibilidad de un regreso a casa para Ben, sino que también prometía aportar un nuevo nivel de estrategia y prudencia a sus operaciones en el Infierno.
Velvete miro todo en silencio.
"Ben, todo eso suena... increíble," dijo Gwen, eligiendo cuidadosamente sus palabras. "Desde lo de los Highbreed, no habíamos tenido otra amenaza de ese calibre en la Tierra."
Aunque sus palabras no sonaban sinceras, había un destello de algo más en sus ojos, un secreto oculto tras su mirada. Ben, sin embargo, estaba demasiado entusiasmado para notarlo.
"¡Genial! Entonces no me he perdido de mucho," exclamó Ben con alivio. "Ahora, déjame presentarte al equipo."
Ben comenzó a señalar a cada uno de sus aliados. "Esta es Charlie, la princesa del Infierno."
Charlie saludó con una sonrisa amable. "Es un placer conocerte, Gwen. Ben habla mucho de ti."
"Este es Cerbero, mi mano derecha y uno de mis más leales amigos," continuó Ben, señalando al imponente hellhound de tres cabezas.
Cerbero inclinó sus cabezas en señal de respeto. "Es un honor conocer a la familia de mi señor, si nececita algo no dude en pedirmelo."
Adan entro a la habitación como si fuera su casa y pregunto -¿de que me perdi bola de pendejos?
Ben hizo una pausa dramática antes de presentar al siguiente. "Y este... bueno, vas a alucinar. Este es Adán."
Gwen parpadeó varias veces, su boca abriéndose en shock. "¿Adán ¿Como en...?"
"Sí, ese Adán," confirmó Ben con una sonrisa divertida."
Adán solo ojeo a Gwen de arriba abajo, mientras Gwen luchaba por procesar esta información.
"Y por último, pero no menos importante, Velvet," dijo Ben, señalando a la ex-overlord.
Velvet simplemente hizo un gesto de paz con los dedos, una sonrisa juguetona en su rostro.
Ben continuó explicando la dinámica del grupo y el alcance de su poder actual. "Básicamente, controlamos todo el círculo ahora. Y gracias a Cerebrón, Materia Gris y Jury Rigg, nuestra tecnología es ridículamente superior a la del Infierno. Es casi humillante lo avanzados que somos en comparación."
Gwen escuchaba con creciente asombro mientras Ben detallaba cómo habían logrado minimizar las bajas en todos los bandos gracias a su tecnología superior.
"Oh, y se me olvidaba mencionar," añadió Ben como si fuera un detalle menor, "el Cielo también es nuestro enemigo ahora."
Gwen se pellizcó el puente de la nariz, exasperada. "Ben, ¿cómo pudiste olvidar mencionar que estás en guerra con el Cielo?"
"¡Oye! Han pasado muchas cosas, ¿ok?" se defendió Ben, aunque su tono era más divertido que ofendido.
Gwen suspiró profundamente, tratando de asimilar toda la información. Era evidente que su primo se había metido en una situación mucho más compleja de lo que jamás hubiera imaginado. Y ahora, ella también estaba involucrada.
"Está bien, Ben," dijo finalmente Gwen, su voz mezclando resignación y determinación. "Parece que tienes mucho entre manos aquí, supongo que tendré que quedarme un tiempo para asegurarme de que no causes el apocalipsis... otra vez al parecer."
Ben sonrió ampliamente, genuinamente feliz de tener a su prima a su lado en esta extraña aventura. "¡Genial! Con tu ayuda, seguro que podremos manejar cualquier cosa que el Infierno o el Cielo nos lancen."
Mientras el grupo comenzaba a discutir sus próximos movimientos, Gwen no pudo evitar pensar en el secreto que guardaba. Su transformación en una Anodita completa era algo que tendría que ocultar por ahora, pero se preguntaba cuánto tiempo podría mantener esa fachada.
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